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Maqueta CDMX

Maqueta CDMX

10 agosto, 2015
por Arquine

Hoy el diario Reforma publica una nota titulada Pierde calidad gran maqueta, en la que se informa diversos problemas que ha presentado ese proyecto que también se conoce como Futura CDMX y cuya inauguración se espera a finales de agosto. La nota dice que Iván Valero, arquitecto responsable del proyecto, señala diferencias existentes entre lo proyectado y lo ejecutado, tanto en lo referente a la construcción como a la organización espacial y accesibilidad: “los acabados del edificio no están al nivel de lo proyectado, los materiales tampoco y la calidad de la construcción es muy mala.”

Para llevar a cabo la rehabilitación de Teatro de las Vizcaínas, donde se instalará la maqueta, la Agencia de Gestión Urbana (AGU) realizó el concurso de la construcción del proyecto a través de la Secretaría de Obras y Servicios, del que resultó ganadora la empresa Multiservicios de Construcción Ambiental y Restauración S.A. de C.V., “que ha obtenido numerosos contratos para obras en el DF, desde rehabilitar banquetas y reencarpetar tramos del segundo piso del Periférico hasta dar mantenimiento a las estatuas del corredor Reforma y rehabilitar la nave mayor de La Merced.”

Junto a las obras de rehabilitación “la partida incluyó la construcción de la maqueta, de 18 por 12 metros, que permite reconocer los espacios urbanos y los edificios más destacados de la ciudad.” El resultado, sin embargo, está por debajo de la calidad esperada pues se ha reducido tanto la calidad constructiva como espacial de proyecto original, con el objeto de rebajar costos y maximizar el beneficio económico. Por ejemplo, en la fachada “se utilizó concreto para simular ladrillos en los marcos de las ventanas. El truco se nota por los cortes disparejos de los falsos ladrillos repintados de rojo.” Una celosía “devino en una estructura dispareja con parches de cemento entre los ladrillos, visibles desde la calle.” Unas soluciones materiales que, además conllevaran un rápido deterioro de las instalaciones. Los problemas se repinten en la organización interior, donde se han modificado los flujos que debían permitir una mejor circulación y se eliminó una escalera-rampa que “quedó reducida a una escalera de emergencia con peldaños de alturas desiguales.” Por otra parte, “se eliminó un elevador para personas con silla de ruedas en la parte trasera, por lo que ahora se verán obligadas a regresar al vestíbulo para subir a la planta alta por un único elevador y proseguir el recorrido en sentido contrario.”

La nota también informa que a todos esos defectos hay que sumar una supervisión de obra contratada a una empresa de confianza de la contratista, que dejó a los arquitectos sin posibilidad de defender la calidad del proyecto.