Gobierno situado: habitar
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16 agosto, 2014
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog
El padre y el hijo son más conocidos que él. El padre inventó una manera de interpretar la psique que tiene algo de literatura y otro tanto de secta y, dicen algunos, muy poco de ciencia. El hijo hizo de la imagen carne —o al revés. Él fue arquitecto. Ernst Ludwig Freud nació en Viena el 6 de abril de 1892, fue el cuarto de los hijos de Sigmund. Estudió en la Universidad Técnica de Viena y luego, junto con su amigo, el también vienés Richard Neutra —sólo dos días menor que él—, bajo la guía de Adolf Loos. Juntos también, Freud y Neutra realizaron un viaje de estudios a Italia y los Balcanes en 1912. Admiraba a Rilke. En una biografía reciente del pintor Lucian Freud, Phoebe Hoban cuenta que Sigmund le pidió a Lou Andreas Salomé que le presentara al poeta. Rilke y Ernst se conocieron en Viena en 1916. Se casó con Lucie Brasch, hija de un exitoso comerciante de Berlín. Ella había estudiado historia del arte teniendo como maestro a Heirich Wölfflin. La pareja se mudó en 1920 a Berlín, donde Ernst se dedicó, entre otras cosas, a una especialidad predispuesta tal vez por su apellido: el diseño interior de consultorios para psicoanalistas.
Volker M. Welter, autor del libro Ernst L. Freud, Architect: The Case of the Modern Bourgois Home, escribe sobre una casa diseñada por Freud a medio camino entre Berlín y Postdam. “A primer vistazo la casa es impresionante. Hacia el sur, una secuencia de terrazas escalonadas se abre a vistas dramáticas hacia una interminable planicie. La fachada opuesta se compone de volúmenes de tabique asimétricos apilados hasta llegar a tres pisos.” Welter agrega que la casa sugiere clientes con extraordinarios recursos y ambiciones arquitectónicas. Antes de la unificación alemana, algunos arquitectos de Alemania Oriental le atribuían la casa al arquitecto belga Henry van de Velde, otros incluso suponían que era un ejercicio temprano de Mies van der Rohe. Welter dice que fue hasta 1991 que Lilli Thurm und Taxis —periodista y escritora con un apellido también de larga historia— publicó que la casa había sido comisionada por Theodor Frank, banquero.
En su blog, junto con algunas fotos de la casa, Christopher Gelber, bisnieto de Theodor Frank, dice que fue construida en 1930. Por cierto, la historia de Gelber, tal como la resume en su blog, también es interesante: tras estudiar arquitectura en Berkley, California, se muda a Nueva York, donde trabaja en el MoMA y en el New Museum. Regresa a Berkley a terminar su carrera de arquitecto, pero decide además hacer una maestría en sicología clínica. Fue sicólogo del departamento de policía de Los Ángeles y actualmente vive en Portland, donde trabaja, de nuevo, como arquitecto.
Welter dice que en 1930 —el año en que, según Gelber, se construyó la villa Frank— Albert Sigrist escribió “la nueva arquitectura tiene dos caras. De hecho es burguesa y proletaria, extremadamente capitalista y socialista”. La arquitectura de Freud era, evidentemente, del primer tipo.
En 1933, con los Nazis ya en el poder, Freud, Lucy y sus tres hijos, Stephen, Clement y Lucian, se mudaron a Londres. Vivían en Hampstead, donde Freud construyó varias casas. Diseñó también el consultorio de Melanie Klein, quien también había nacido en Viena pero había inmigrado a Londres en 1926 por invitación del también psicoanalista Ernst Jones, muy cercano a Freud, Sigmund Freud. También en Hampstead, Ernst renovó una casa construida en los años 20 para recibir a su padre. Con el apoyo de varios de sus seguidores, especialmente de la princesa María Bonaparte, bisnieta de Napoleón, Freud salió de Viena el 4 de junio de 1938. Llegó a Londres dos días después.
Diana Fuss y Joel Sanders cuentan que en mayo de ese mismo año, August Aichhorn se había reunido con el fotógrafo Edmund Engelman para proponerle hacer un levantamiento fotográfico exhaustivo del departamento de Freud en Berggasse 19, Viena. Había que ser cuidadosos. Dos meses antes Hitler había tomado Austria y la Gestapo vigilaba las casas de los judíos más prominentes, Freud el que más. Fuss y Sanders dicen que durante cuatro días, usando dos cámaras —una Rolleiflex y una Leica— y dos lentes —uno de 50 milímetros y otro de 28— y sólo con iluminación natural, Engelman tomó más de cien fotos de la casa y el consultorio de Freud. El objetivo era reproducirlo tal cual en Londres. Hoban dice que, pese a los esfuerzos de Ernest, fue imposible reproducir el espacio del estudio vienés en Londres. Se colocaron la mayoría de los libros y muchas de las antigüedades egipcias que Freud coleccionaba y su divan se instaló, como acostumbraba, pegado a la pared, con su silla de manera que el paciente no pudiera verlo. Freud, el padre, murió a los pocos meses de llegar a Londres, en septiembre de 1939. Lucian, el hijo, murió en el 2011. Ernst, el arquitecto, murió en 1970.
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