Resultados de búsqueda para la etiqueta [cambio climático ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Mon, 02 Sep 2024 19:42:01 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Conversación sobre la XIII BIAU | CLIMAS: Acciones para el buen vivir https://arquine.com/hora_arquine/conversacion-sobre-la-xiii-biau-climas-acciones-para-el-buen-vivir/ Thu, 15 Aug 2024 23:32:14 +0000 https://arquine.com/?post_type=hora_arquine&p=92438 #LaHoraArquine conversará con Elizabeth Añaños, María Arquero y Emilio Ontiveros sobre la XIII edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo con el tema CLIMAS: Acciones para el buen vivir ¡Te esperamos!

El cargo Conversación sobre la XIII BIAU | CLIMAS: Acciones para el buen vivir apareció primero en Arquine.

]]>
#LaHoraArquine conversará con Elizabeth Añaños, María Arquero y Emilio Ontiveros sobre la XIII edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo con el tema CLIMAS: Acciones para el buen vivir ¡Te esperamos!

El cargo Conversación sobre la XIII BIAU | CLIMAS: Acciones para el buen vivir apareció primero en Arquine.

]]>
La realidad en las ciudades: entre inundaciones y sequías https://arquine.com/la-realidad-en-las-ciudades-entre-inundaciones-y-sequias/ Fri, 05 Jul 2024 16:24:09 +0000 https://arquine.com/?p=91494 Acaba de publicarse el número más reciente de la revista Arquine 108 — Suelos, en la que, por coincidencia, aparecerá una obra, aún en proceso, que visité junto a Juan Carlos Cano, uno de los arquitectos responsables del proyecto, además de amigo y colega de hace muchos años: la Utopía Estrella y el humedal en […]

El cargo La realidad en las ciudades: entre inundaciones y sequías apareció primero en Arquine.

]]>
Acaba de publicarse el número más reciente de la revista Arquine 108 — Suelos, en la que, por coincidencia, aparecerá una obra, aún en proceso, que visité junto a Juan Carlos Cano, uno de los arquitectos responsables del proyecto, además de amigo y colega de hace muchos años: la Utopía Estrella y el humedal en Iztapalapa.

En estas mismas páginas, y en números anteriores de Arquine, se ha ejemplificado cómo el agua se está convirtiendo en un tema central para la agenda del diseño arquitectónico. Tal es el caso del Parque la Quebradora, de Loreta Castro y Manuel Perló (Arquine 97); el Acuario de Mazatlán, de Tatiana Bilbao (Arquine 104 — Futurismos); o el Parque Ecológico Lago de Texcoco, de Iñaki Echeverria; y el Malecón de Villahermosa, de Mauricio Rocha y TaAU (estos dos últimos proyectos, aparecidos en Arquine 108), entre algunos otros.

Todas estas obras de colegas muy cercanos demuestran el creciente interés por entender cómo hacer arquitectura y construir en la era de la emergencia climática. Me temo que los esfuerzos son valiosos, pero su efectividad es paliativa y muy localizada. Como lo ha repetido George Monbiot: “el planeta sobrevivirá el cambio climático, pero gran parte de la raza humana probablemente no”.

El Acuario de Mazatlán es un gran ejemplo de arquitectura social y cultural de bajo costo, pero se encuentra ubicado dentro de un frágil ecosistema de humedales y una laguna interior al frente de mar. Si llega una gran tormenta o un huracán, veremos cómo se “adapta” o “sobrevive”. No es sólo que vaya a perder su función como infraestructura pública en caso de un daño masivo. También el cambio climático eliminará especies marinas y esto alterará su forma de explicar las cosas. En suma, el edificio puede convertirse en lo que Christian Mendoza llamó “Una ruina para el futuro”. El parque La Cantera, inaugurado con toda pomposidad por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) justo antes de la pandemia en 2020, en las cercanías de la Ciudad Universitaria de la UNAM, bien podría haber tenido una función primaria de vaso regulador y captador de lluvia a gran escala para suministrar agua en las colonias cercanas, además de otros programas recreativos. El diseño final se enfocó más en lo lúdico y recreativo, e ignoró casi por completo la importancia de la adaptación al cambio climático como parte programática. El recientemente inaugurado Malecón de Villahermosa, que tiene un notable diseño de paisaje, carece de un sistema de recolección de agua debajo del gran talud a orilla del río Grijalva, con lo que se podría mitigar la subida del río en caso de lluvias extremas; por eso, resulta un gran espacio público, pero con riesgos de ser destruido por la próxima tormenta “inusual” que llegue al Golfo de México.

Es decir que hay tres ejemplos de oportunidades perdidas en donde los proyectos resuelven programas de funcionalidad muy concretos, pero no atisban la posibilidad de un cambio de vocabulario de la forma arquitectónica. Con la excepción del acuario, en el que la optimización del costo es el objetivo subyacente, ningún otro de estos proyectos busca explorar cómo la arquitectura podría ayudar a transformar la economía de la naturaleza, como lo expresaba Bellamy Foster J. en su libro The Return of Nature: Socialism and Ecology (2020).

Parque ecológico y humedal en Bucarest (Rumania), obra del despacho Arup (2002). Foto: Pablo Lazo

Los desafíos climáticos —como el exceso de lluvias e inundaciones, o la falta de lluvia y las sequías extremas— pueden potenciar la agenda disciplinaria de la arquitectura hacia la ecología. Desde que Ernst Haeckel acuño el término ecología en 1864, la relación entre la acción de construir (la arquitectura) y la acción de mantener lo existente en el medio (la ecología, como la definió George Tansley en el siglo XVIII), no ha habido un mejor momento como ahora para buscar un sistema integrado que formule soluciones o programas para ambas partes.

La optimización del costo de construir, así como la reducción de las emisiones de calor de los edificios, son procesos convergentes entre la arquitectura y la ecología que ya tienen camino recorrido. Hay muchos ejemplos exitosos de esto, pero el reciente discurso de proyectos sociales y a gran escala en las ciudades mexicanas no lo toman en cuenta.

Por varias décadas se ha negado los efectos del cambio climático. La industria de la construcción, en la que la arquitectura es el principal vehículo para definir lo que se hace y cómo se hace, desempeña un papel fundamental en la activación de los cambios en los programas —y la forma de lo que se diseña—. No sólo es el suelo lo que impacta la arquitectura, sino toda la economía de la ecología.

El cargo La realidad en las ciudades: entre inundaciones y sequías apareció primero en Arquine.

]]>
Soluciones colectivas al calor urbano https://arquine.com/soluciones-colectivas-al-calor-urbano/ Tue, 04 Jun 2024 16:02:10 +0000 https://arquine.com/?p=90711 "¡Qué calor hace!" A partir de ahora, no importa cuando lea usted esto: las olas de calor llegaron para quedarse, síntoma de una emergencia climática sin precedentes. No obstante, el urbanismo y la arquitectura tienen algunas de las mejores respuestas para enfrentar esta problemática.

El cargo Soluciones colectivas al calor urbano apareció primero en Arquine.

]]>

La sombra […] se ha convertido en un derecho humano inalienable.
Mike Davis, “The radical politics of shade”

 

De ahora en adelante, no importa cuando leas esto: ¡qué calor hace!

El calor extremo es una realidad que hoy en día afecta a cientos de ciudades alrededor del mundo. El cambio climático está aumentando las temperaturas y la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor. Según C40 Cities, alrededor de 200 millones de habitantes en más de 350 ciudades viven ya con temperaturas máximas por encima de los 35 °C en verano. Las olas de calor se han convertido en uno de los riesgos climáticos más mortíferos que conocemos, y los sujetos más vulnerables son las niñas y niños, los adultos mayores y las personas en situación de calle.

Temperaturas extremas que se prevén que experimenten las ciudades en la década de 2050

Más allá de los grados de calor que ascienden con lentitud en todos los rincones del planeta, producto del calentamiento global, las ciudades, además, se enfrentan a un reto aún más grande, debido al efecto “isla de calor” producido por pavimentos, edificios y otras superficies que absorben, producen y retienen las altas temperaturas. Esta situación se agrava cuando se contrasta con la escasez de espacios públicos verdes, áreas permeables y otros espacios de mitigación climática. Además, otros factores como la geografía, la contaminación y la pobreza aumentan todavía más la vulnerabilidad de sus habitantes frente a dichas condiciones. Es tal la situación que varias ciudades en distintos continentes han establecido oficinas o secretarías de calor extremo para hacer frente a los riesgos del calor relacionado con el cambio climático e intentar unificar las respuestas de los gobiernos a sus efectos.

La exposición constante de los habitantes de la ciudad al calor ha producido un aumento exponencial en el consumo de aire acondicionado como única solución ante el fenómeno. Hoy en día, aún en ciudades cuyas viviendas ni siquiera contaban con ventiladores o abanicos, la gente se consuela en la fantasía de crear y mantener condiciones de temperatura, humedad relativa y confort personal. Así es que cada vez es más común el aire acondicionado en viviendas y edificios públicos. Según el Lawrence Berkeley Lab, se prevé que, alrededor del mundo, se instalen 700 millones de nuevos aparatos de aire acondicionado de aquí a 2030, y más de 1,600 millones para 2050. Esta tendencia es importante pues, a pesar de que el deseo de confort térmico es comprensible, el aire acondicionado como respuesta al calor urbano es una solución individual a un problema colectivo que, además, produce múltiples efectos perjudiciales a distintas escalas. 

Para enfriar un espacio interior, tenemos que calentar el exterior. El aire acondicionado tiene un paradójico efecto secundario: cuanto más los usamos para enfriar los espacios interiores, más producimos y devolvemos calor al medio ambiente, intensificando el efecto de isla de calor urbano. Según un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters, el calor residual generado por los aparatos de aire acondicionado de una ciudad puede elevar la temperatura exterior en más de 2 grados centígrados, como sucedió por ejemplo, durante la ola de calor que azotó París en 2003. Entonces, para satisfacer las necesidades de confort de un grupo de personas, se aumenta la vulnerabilidad de otras.

En este mismo sentido, el aire acondicionado también exacerba el calentamiento global debido a la energía que consume enfriar edificios representa un 10% del consumo de electricidad global y a las emisiones de los refrigerantes HFC utilizados en dichos aparatos. Tan solo en Estados Unidos las emisiones de efecto invernadero del aire acondicionado son mayores que las que produce todo el sector de la construcción, incluyendo la fabricación de materiales como el concreto, de acuerdo con Stan Cox, autor del libro Losing Our Cool. Esto complica cualquier esfuerzo en la búsqueda de una transición energética. Como apunta el portal de noticias Bloomberg, el incremento en el uso del aire acondicionado implica también un aumento en la presión sobre el suministro eléctrico local y amenaza los esfuerzos por sustituir los combustibles fósiles por energías renovables.

A pesar de lo contraproducente que es esta solución, el confort que brinda el aire acondicionado hace que más gente busque pasar el tiempo en espacios interiores privados carros, casas, supermercados y centros comerciales lo que produce cuerpos pasivos y estáticos cada vez más vulnerables a enfermedades ambientales como el asma y con menor capacidad de aclimatarse a las variaciones del medioambiente en general. 

Esta retirada al espacio interior, a su vez, merma las posibilidades de la vida cívica y modifica las formas de sociabilidad urbana. Así, las ciudades que privilegian el aire acondicionado como única solución al calor ponen en entredicho el mantenimiento y provisión de otras infraestructuras públicas que pudieran ofrecer experiencias y soluciones de frescura, refugio y confort: banquetas arboladas, bebederos y fuentes de agua, asientos, baños públicos, albercas, jardines, entre otros. Soluciones que, además de mantener a la gente fresca y a salvo, podrían brindar oportunidades para caminar, refugiarse, descansar, esperar, nadar y jugar en compañía de otras personas, una forma de ser y entender la vida en la ciudad, no como un sálvese quien pueda, sino como una responsabilidad colectiva hacia el futuro. 

De manera opuesta a la solución privada e individualizante de encerrarse con el aire acondicionado, varias ciudades, junto con urbanistas, activistas, arquitectas y arquitectos, han comenzado a promover proyectos a distintas escalas que, conjuntando propuestas técnicas y sociales y utilizando espacios tanto públicos como privados, generan beneficios y refugios para el confort colectivo y que contemplan aquello que Mike Davis denominaba como una “política radical de la sombra”. Esto, por fuerza, implica la necesidad de cambiar de un enfoque del diseño de edificios autónomos y cerrados para individuos, a infraestructuras compartidas, abiertas a la circulación de aire y personas, así como a una gran diversidad de usos.

En América Latina, Medellín implementó un proyecto de corredores verdes para conectar parques, jardines, arroyos y otras infraestructuras con la siembra de miles de árboles que hoy en día proveen sombra y refugio, no solo a los humanos, sino también a animales y otras plantas. Esta sencilla idea logró, según un artículo de BBC, reducir hasta 2 grados la temperatura en las áreas en que se implementó, lo que permitió el retorno de aves, lagartos, ranas y murciélagos que no se habían visto en años. Otras ciudades, como París, están en proceso de limpiar sus ríos y lagos para hacerlos accesibles a sus habitantes, con el objetivo de reavivar la actividad social de nadar al aire libre. En Barcelona se ha creado la Red Municipal de Refugios Climáticos, una serie de intervenciones para proveer refugio a escala de barrio por medio de vegetación, agua y otras mejoras en la ciudad. El caso es interesante pues no implica necesariamente la construcción de infraestructuras nuevas, sino la accesibilidad, adaptación y flexibilización de espacios preexistentes que se ofrecen como refugios, pero siempre mantienen sus funciones originales. Según el gobierno de Barcelona, al día de hoy el 97% de su población tiene acceso a un refugio a menos de 10 minutos caminando. Por otro lado, el gobierno de Zaragoza está desarrollando el visor de sombras de la ciudad, una herramienta digital que muestra las sombras proyectadas por los edificios a lo largo del día y del año, lo que permite a las personas trazar las rutas menos expuestas a la inclemencia del sol y ubicando fuentes de agua potable. 

La Biblioteca Gabriel García Márquez en Barcelona, uno de los refugios climáticos (y culturales) de la capital catalana.

No hay duda de que los espacios climatizados tendrán que ser una de tantas respuestas a un mundo mucho más caliente. De hecho, existen ya esfuerzos para hacer más eficiente el aire acondicionado —tecnología que no ha cambiado mucho desde su invención hace más de cien años y un retorno a las estrategias bioclimáticas de la arquitectura vernácula. Sin embargo, la búsqueda por una comodidad climática en la ciudad no debería implicar la inmovilización de nuestro cuerpo o cerrarnos a los demás. Todo lo contrario: la frescura en la ciudad deberá tratarse como un recurso colectivo al que todos los seres, humanos y no humanos, tenemos derecho.

El cargo Soluciones colectivas al calor urbano apareció primero en Arquine.

]]>
El pabellón de andamios de Angsila Oyster https://arquine.com/obra/el-pabellon-de-andamios-de-angsila-oyster/ Thu, 11 Jan 2024 17:45:51 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=86765 Proyecto ganador del World Architecture Festival (WAF) 2023 en la categoría de Building Beauty, Special Prize. Los creadores, Chat Architects, construyeron este pabellón frente a la costa del histórico pueblo pesquero de Angsila, en la provincia tailandesa de Chonburi. 

El cargo El pabellón de andamios de Angsila Oyster apareció primero en Arquine.

]]>
Proyecto ganador del World Architecture Festival (WAF) 2023 en la categoría de Building Beauty, Special Prize. Los creadores, Chat Architects, construyeron este pabellón frente a la costa del histórico pueblo pesquero de Angsila, en la provincia tailandesa de Chonburi. 

La comunidad de Angsila, que tradicionalmente fue un próspero pueblo de pescadores artesanales, ha luchado en las últimas décadas por mantener sus usos y costumbres. La realidad ecológica es que los residuos sin filtrar de las fábricas cercanas y los nuevos suburbios se vierten en los ríos y canales, alimentando de manera directa la bahía de Angsila. En consecuencia, ha habido una disminución de la calidad del agua y la vida acuática, así como de la rentabilidad del cultivo de marisco y la pesca tradicional. Por ello, este proyecto pretende revitalizar la industria local de Angsila mediante la creación de un nuevo prototipo de infraestructura ecoturística, centrado en uno de sus productos más importantes, las ostras. 

El diseño del pabellón se basa en los andamios de bambú utilizados por tradición para el cultivo de ostras. Cuando está en uso, los pescadores locales traen a pequeños grupos de visitantes de Angsila al pabellón, donde pueden recoger a mano ostras extraídas del océano, que luego se preparan frescas para comer, una experiencia gastronómica del mar a la mesa en el entorno costero. 

Cuando no se utilizan como pabellón de degustación para ecoturistas, las plataformas cubiertas se convierten en embarcaderos de pesca recreativa para los pescadores locales. El diseño del pabellón innova a partir de materiales, mano de obra y técnicas de construcción cotidianas, sostenibles, sin electricidad y de bajo costo.

El cargo El pabellón de andamios de Angsila Oyster apareció primero en Arquine.

]]>
La 5ta. edición de la Bienal de Chicago y sus participantes https://arquine.com/la-5ta-edicion-de-la-bienal-de-chicago-y-sus-participantes/ Tue, 27 Jun 2023 20:34:36 +0000 https://arquine.com/?p=80060 Próxima a inaugurarse el 21 de septiembre, bajo la dirección artística de Floating Museum, un colectivo artístico que explora las relaciones entre arte, comunidad, arquitectura e instituciones públicas. Este evento contará con más de 100 actividades y programas de creativos multidisciplinares de 30 ciudades de todo el mundo. CAB 5 (Chicago Architecture Biennial 5) se […]

El cargo La 5ta. edición de la Bienal de Chicago y sus participantes apareció primero en Arquine.

]]>
Próxima a inaugurarse el 21 de septiembre, bajo la dirección artística de Floating Museum, un colectivo artístico que explora las relaciones entre arte, comunidad, arquitectura e instituciones públicas. Este evento contará con más de 100 actividades y programas de creativos multidisciplinares de 30 ciudades de todo el mundo.

Chicago Horizon Kiosk, Ultramoderne, 2015 Chicago Architecture Biennial.

CAB 5 (Chicago Architecture Biennial 5) se presentará en una constelación de lugares repartidos por toda la ciudad, desde el Centro Cultural de Chicago hasta el Instituto de Arte de Chicago, el Museo de Arte Contemporáneo, la Graham Foundation, el Centro Puertorriqueño de Artes y Cultura, el DuSable Black History Museum and Education Center, el Centro de Arquitectura de Chicago, etc.

La temática de esta edición se llama “This is a Rehearsal” (Esto es un ensayo) se centrará en el proceso y la comunidad a través de un amplio lente curatorial, reuniendo una red de actividades que investigan cómo la arquitectura forma parte del cuidado colectivo y la mejora de la vida urbana. Bajo los estatutos de Floating Museum, que incluye a Jeremiah Hulsebos-Spofford, Faheem Majeed, Andrew Schachman y avery r. young, los participantes de este año explorarán cómo los problemas medioambientales, políticos y económicos trascienden las fronteras. Con más de 100 actividades, desde instalaciones a gran escala y performances, la CAB 5 invitará a la participación y el debate público de la infraestructura, la historia y la estética.

Los integrantes de Floating Museum consideran la ciudad como un marco de ensayo, donde el campo horizontal se convierte en un palacio de convivencia para la innovación, la memoria y el cambio; “Desde este punto de vista, los individuos, las organizaciones comunitarias, las instituciones y las autoridades municipales municipales a participar en pie de igualdad, lo que abre nuevas posibilidades de colaboración entre disciplinas, geografías e historias. Nos entusiasma tener la oportunidad de pensar junto con una red ampliada de artistas, arquitectos, diseñadores, poetas, cineastas, antropólogos, historiadores, instituciones y líderes cívicos”.

Entre los artistas y arquitectos presentes en la CAB 5 se encuentran; Chris T. Cornelius, quien cuestiona la idea de proceso en una disciplina, studio:indigenous presentará un proyecto que se sitúa en el espacio entre la instalación y la construcción, incitando al espectador a reflexionar sobre el uso de la tierra indígena. Igualmente interesada en mostrar procesos para imaginar futuros mejores a través de la arquitectura, Anupama Kundoo presentará un proyecto de vivienda social en la India.

Intervenciones y performances interdisciplinares de Christine Jones, Directora Artística de Theater for One, y el estudio de diseño neoyorquino LOT-EK, colaborarán con la Fundación de Poesía. Por su parte, Ruth De Jong explorará la función cinematográfica de la arquitectura como un personaje propio a través de una instalación basada en su escenografía para la película NOPE, escrita y dirigida por Jordan Peele.

Otros participantes ampliarán proyectos locales que ya están en marcha; Erika Allen, agricultora urbana y artista del cambio social Urban Growers Collective, se asociará con el estudio de diseño The Living para construir un edificio de residencias semipermanente en el sur de Chicago. CAB 5 hará hincapié en la multidisciplinariedad e invitará tanto a las comunidades locales como al público mundial a forjar conexiones inesperadas. Entre los proyectos latinoamericanos seleccionados desde se encuentran; Leticia Pardo de México, Gamaliel Rodriguez de Puerto Rico y SKETCH de Panamá.

CAB 5 Permanecerá abierta hasta el 2 de enero de 2024.

El cargo La 5ta. edición de la Bienal de Chicago y sus participantes apareció primero en Arquine.

]]>
Climate Care : Archivo digital https://arquine.com/obra/climate-care-archivo-digital/ Wed, 26 Feb 2020 17:38:06 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/climate-care-archivo-digital/ Climate Care – A Curriculum for Urban Practice, fue un programa público de 10 días curado por Gilly Karjevsky y Rosario Talevi para la Floating University en Berlín.

El cargo Climate Care : Archivo digital apareció primero en Arquine.

]]>
Video y fotografías cortesía de ATLAS / STUDIO

El cargo Climate Care : Archivo digital apareció primero en Arquine.

]]>
Sin futuro = sin arquitectura https://arquine.com/sin-futuro-sin-arquitectura/ Thu, 16 May 2019 05:01:34 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/sin-futuro-sin-arquitectura/ Incluso si aún no es el fin del mundo, los arquitectos tienen el poder y la responsabilidad de construir un futuro diferente. Porque si no hay futuro, no hay arquitectura.

El cargo Sin futuro = sin arquitectura apareció primero en Arquine.

]]>
en colaboración con

Ilustraciones de Janar Siniloo

El filósofo croata Srećko Horvat fue invitado a dar una de las conferencias de apertura de Future Architecture 2018 Creative Exchange en el MAO de Liubliana. Este ensayo es una adaptación de esa conferencia y proporciona una apertura adecuada para establecer el tema del volumen de Archifutures Apocalipsis.

 

Vivimos en una era en la que hay cierto sentimiento pre-apocalíptico flotando alrededor. Todos los días nos bombardean escenas de nuevos muros o fronteras, campos de detención y botes llenos de refugiados, el cambio climático y la posibilidad de una guerra nuclear. Nuestra realidad se asemeja cada vez más a algo. La película de Alfonso Cuarón, Los niños de los hombres, por ejemplo, mostraba un mundo donde los refugiados están en jaulas en los centros de las ciudades occidentales y ocurren actos de terrorismo todas las semanas. Si nos fijamos en Europa hoy, podemos ver una creciente retirada hacia un concepto peligroso de soberanía. Otros escenarios distópicos de cómo podría terminar el mundo incluyen los efectos crecientes del cambio climático. Además de esta creciente narrativa pre-apocalíptica, también tenemos la posibilidad muy real de que un loco con cabello naranja pueda publicar un tweet y provocar una guerra nuclear. Entonces, por un lado, estamos tratando con una narrativa que intenta crear una atmósfera de miedo, pero por el otro, nos enfrentamos a algo mucho más peligroso, a saber, que esta narrativa se está inscribiendo en nuestra realidad, lo que significa que hoy nos enfrentamos genuinamente a un apocalipsis.

El 13 de enero de 2018 a las 8:07 a.m. la gente de Hawái se despertó con el siguiente mensaje: “Alerta de emergencia: AMENAZA DE PROYECTIL BALÍSTICO DIRIGIDO A HAWAII. BUSCAR REFUGIO INMEDIATO. ESTO NO ES UN SIMULACRO”.

Me encontraba en Belgrado en ese momento. Era casi de noche y los serbios se estaban preparando para celebrar el Año Nuevo ortodoxo. Esta es la realidad en la que vivimos hoy: en un rincón del mundo la gente se despierta pensando que tienen 15 minutos hasta el fin del mundo y en otra gente celebra la víspera de Año Nuevo.

El actor de Hollywood Jim Carey comentó sobre la experiencia en su cuenta de Twitter: “Me desperté esta mañana en Hawai con diez minutos de vida. Era una falsa alarma, pero una verdadera advertencia psíquica. Si permitimos que este Gomorra de un solo hombre y su congreso republicano corrupto continúen alienando al mundo, nos dirigimos al sufrimiento más allá de toda imaginación.”(1) Otros en ese momento tenían diferentes reacciones. Un tipo llamado Joshua Keoki Versola estaba solo en casa y decidió que lo mejor era abrir una botella cara de whisky Hibiki 21 japonés. Dijo: “Estaba a punto de comenzar a servir bebidas y salir con estilo” y agregó: “¿Qué vamos a hacer en esta situación? Realmente no podemos hacer nada, solo intentarlo y hacerlo lo mejor posible.”(2) ¿Qué debemos hacer? Es una buena pregunta. Tomó 38 minutos (una eternidad para cualquier persona que vive una situación así) que las autoridades de Hawái enviaran un mensaje nuevo diciendo que en realidad se trató de un simulacro. Dijeron: “Fue un error cometido durante un procedimiento estándar al cambiar un turno y un empleado presionó el botón equivocado.”(3)

Al mismo tiempo que ocurría todo esto, la CIA, que se supone debe conocer y seguir las amenazas nucleares, publicó algo en Twitter sobre pandas mientras el presidente Trump jugaba al golf. Quizás la razón por la que el mundo no terminó en una guerra nuclear el 13 de enero de 2018 tiene menos que ver con la lógica de la Guerra Fría de la MAD (Destrucción Mutua Asegurada), sino mucho más con la contingencia. Si la CIA no hubiera estado obsesionada con la diplomacia panda y si Donald Trump no hubiera estado jugando golf, tal vez alguien hubiera presionado el botón “correcto.” O, incluso si no hubieran hecho nada, ¿qué pasaría si Kim Jong-un en Corea del Norte hubiera creído que la alarma era real y había presionado el botón? En cualquier caso, la gente en Hawai o la gente que celebra la Nochevieja en Serbia no habría sobrevivido al día. El objetivo de esta introducción es mostrar que el apocalipsis podría ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento. Si esto sucede hoy en Hawai, probablemente también sucederá en Eslovenia o en cualquier otra parte del mundo.

Justo unos pocos días después de que Trump se convirtiera en presidente de los Estados Unidos, el 20 de enero de 2017, The New Yorker publicó un artículo titulado “La preparación del juicio final para los súper ricos.”(4) Por un lado, tenemos lo que los psicoanalistas llamarían “negación fetichista,” lo que significa que sabemos que el apocalipsis está sucediendo pero aún seguimos conduciendo nuestros autos grandes y contaminando el mundo. Pero por otro lado, y este artículo lo ilustra muy bien, también tenemos un sentido de aceptación del apocalipsis. Y algo más que aceptación: los súper ricos incluso se están preparando para ello. Por ejemplo, según el mismo artículo, el CEO de Reddit, Steve Huffman, incluso se sometió a una cirugía ocular con láser porque: “si el mundo se acaba —y ni siquiera si se acaba, pero si tenemos problemas— conseguir lentes de contacto o anteojos será un gran problema.” Luego agrega que está preparado para las consecuencias y el evento del “colapso temporal de nuestro gobierno y estructuras… Tengo un par de motocicletas. Tengo un montón de armas y municiones. Comida. Me imagino que, con eso, puedo esconderme en mi casa por un tiempo.” El artículo continúa explicando que García Martínez, autor del libro Chaos Monkeys, “compró cinco acres de bosque en una isla en el noroeste del Pacífico.” Otros ejemplos incluyen a Peter Thiel, uno de los primeros inversionistas de Facebook, un partidario de Trump y CEO de Palantir, que se ocupa de big data. Fue uno de los primeros de este grupo en obtener la ciudadanía de Nueva Zelanda. En las primeras 48 horas después de la elección de Trump, el sitio web de inmigración de Nueva Zelanda tuvo un aumento del 2,500 por ciento en el tráfico.(5) Esto ya no es una broma, es una práctica general.

Otro artículo publicado por CNN presenta fotografías de bunkers de lujo de multimillonarios a prueba del apocalipsis.(6) Y en un artículo aún más interesante, la revista Forbes ha encargado mapas que proyectan cómo se verá el mundo post-apocalíptico en una situación de rápido cambio climático.(7) Describe cómo los individuos ricos están comprando millones de acres de tierra en “territorios secos en los Estados Unidos, como Montana, Nuevo México, Wyoming y Texas.” Esta es la realidad: una narrativa pre- o post-apocalíptica y la preparación de los super ricos para ello. Otro ejemplo: el mencionado Thiel fue el que desarrolló e invirtió en la idea de una ciudad flotante llamada Seastead, que recuerda la película post-apocalíptica de 1995 Waterworld, de Kevin Costner, que tenía exactamente el mismo escenario: los niveles de agua aumentarán y gente como Thiel construirá este tipo de utopías libertarias para vivir. El punto de todos estos ejemplos distópicos es no asustarlos para que crean que el apocalipsis está llegando, aunque probablemente así sea. El punto es deconstruir esta narrativa apocalíptica particular. ¿Y si el apocalipsis ya ha ocurrido? En el sentido de que ya ha sucedido para la mayoría de las personas en el mundo. El hecho de que los súper ricos o muchos otros aún no hayan experimentado este tipo de situación apocalíptica no significa que no haya ocurrido ya en Somalia, en Bangladesh o en la frontera entre México y Estados Unidos.

Entonces, ¿qué responsabilidad tiene la arquitectura y el urbanismo en todo esto? Un artículo publicado en el Los Angeles Times por el crítico de arquitectura Christopher Hawthorne compara ocho prototipos para el muro de Trump con el trabajo de Peter Zumthor y lo llama una especie de “minimalismo accidental.”(8) La longitud proyectada de este muro es de aproximadamente 2,000 millas, pero hoy en día casi 700 millas de la frontera ya están cubiertas por muros y cercas. Una vez más, el apocalipsis ya ha ocurrido para alguien que intenta llegar desde México a los Estados Unidos. Y es responsabilidad del arquitecto diseñar este apocalipsis. Otra forma en que el apocalipsis y la arquitectura están conectados se refiere a lo que sucede con los edificios durante los terremotos. Abre una discusión interesante sobre la crítica de la ideología porque las imágenes distópicas de edificios colapsados ​​en los trágicos eventos que se ven en Puerto Rico, Haití y Taiwán, por ejemplo, se presentan como “desastres naturales”, es decir, es algo que sucede y nosotros los humanos no tenemos la capacidad de prevenirlo. Pero si aprendimos algo de Walter Benjamin, que escribía sobre eso a principios del siglo XX, o de Roland Barthes a mediados del mismo siglo, es que se trata de acontecimientos político-históricos. Peter Hallward, quien es un filósofo inspirador, no un arquitecto, dijo, por ejemplo, que los resultados del terremoto de 2010 en Haití no fueron una catástrofe natural, sino que se debieron a una mala planificación y mala infraestructura y que afectaron principalmente a personas de una clase específica: los desvalidos.

El incendio de junio de 2017 en la Torre Grenfell en Londres, en el que 72 personas perdieron la vida, es otro claro ejemplo de la conexión entre el origen de clase, la mala política y también, en cierto modo, la arquitectura. Esta torre residencial estaba situada en Kensington y Chelsea. Cualquiera que haya estado en Londres sabe que Kensington y Chelsea es un distrito donde se pueden ver todas las contradicciones del capitalismo global en un área muy pequeña. ¿Por qué ocurrió el incendio en la torre Grenfell? Ocurrió porque a los súper ricos no les importan los que no tienen dinero. Según algunos datos, el ingreso promedio en Kensington y Chelsea es de 158,000 libras esterlinas(9), el más alto en el Reino Unido, que todavía no es suficiente para comprar una casa en el área con un precio promedio de 1.5 millones de libras. El resultado es que esta torre, cuya condición se remonta a Margaret Thatcher y la política de austeridad, fue efectivamente dejada prenderse en llamas. Incluso en un lujoso vecindario en medio de una metrópolis moderna como Londres, el apocalipsis está sucediendo en algún lugar para alguien.

Siempre ha habido un debate sobre si la arquitectura es política o no. Desde Vitruvio ha habido una tradición de decir que la arquitectura nunca es política, sino que se ha utilizado para pacificar a las poblaciones y evitar conflictos, lo que es, hasta cierto punto, cierto. Según esa tradición, el papel del arquitecto es negociar entre diferentes intereses, lo que también es cierto hasta cierto punto. Así que básicamente el arquitecto es una figura de consenso, en lugar de conflicto. Luego, por supuesto, está la famosa cita de Le Corbusier: “arquitectura o revolución,” que nos obliga a elegir entre arquitectura y cambio social. Si avanzamos a 1994, solo dos años después del Fin de la historia y el último hombre de Francis Fukuyama, se publicó el libro Arquitectura y disyunción de Bernard Tschumi, que no tiene un “o” en el título, sino un “y”. En el libro Tschumi (influenciado por el situacionista Guy Debord y por Jacques Derrida) muestra que la arquitectura siempre es política. Incluso dice que a veces tienes que cometer un asesinato para apreciar la arquitectura o a veces tienes que tener relaciones sexuales en la calle para entender qué tipo de urbanismo o arquitectura existe allí.(10) Basta recordar el papel que jugó el barón Haussman en el diseño de París, donde las autoridades querían detener la revolución mediante la construcción de bulevares muy amplios para que la gente no pudiera construir barricadas, y hasta cierto punto funcionó. Luego, por supuesto, está el ejemplo más famoso del siglo veinte, el papel de Albert Speer. Sus diseños para Berlín y Alemania demostraron claramente que la arquitectura no solo está conectada a la política, en este caso a Adolf Hitler, sino que la arquitectura en realidad produce un cambio social, en este caso, un cambio social distópico, a saber: el totalitarismo. Los ejemplos más recientes son el muro de Trump o el desastre de Grenfell.

Todo esto nos lleva al lugar donde nos encontramos hoy. Estaba realmente intrigado por la iniciativa de esta plataforma paneuropea de arquitectura futura, no solo porque también soy parte de un movimiento paneuropeo que lucha por la democracia a nivel europeo en la línea de la idea de que no se puede luchar contra el clima actual, las crisis energética y económica a nivel del estado nación. Para citar a Matevž Čelik, director de la plataforma Future Architecture:

“La arquitectura del futuro no solo será una práctica que necesariamente conlleve solo la construcción de edificios y artefactos, sino que también nos llevará a nuevos campos en los que operar.”

Creo que este es un punto muy importante ya que los arquitectos de hoy en día se están convirtiendo cada vez más en esclavos de grandes inversores o regímenes autocráticos. Tienen que construir lo que tienen que construir, pero esto no anula sus responsabilidades. Tal vez estoy siendo ingenuo, porque no vengo de este campo, pero creo que la situación ha comenzado a cambiar. Si la NSA, la CIA, Palantir, Facebook y similares están haciendo una topología de nuestras propias vidas, hagamos una topología sobre ellos. Filtremos algunos documentos, hagamos una topología de la “arquitectura” que están construyendo y del tipo de futuros distópicos que están imaginando. Creo que ha habido una tendencia recientemente, y espero que sea más que una tendencia, a que los arquitectos se centren más en esta pregunta. Sin embargo, la responsabilidad de los arquitectos de hoy no es solo ser reactivo, sino también construir un futuro diferente.

No reaccionemos a la crisis de refugiados diciendo que seamos inteligentes como IKEA y diseñemos nuevos hogares para ellos. Intentemos actuar con anticipación de manera que un futuro con refugiados, con nuevos muros y nuevas guerras, de cambio climático y desastres ecológicos, resulte imposible. Incluso si aún no es el fin del mundo, los arquitectos tienen el poder y la responsabilidad de construir un futuro diferente. Porque si no hay futuro, no hay arquitectura.


Srećko Horvat (1983) es un filósofo croata, autor y activista político. Ha publicado numerosos trabajos en croata, alemán, inglés y francés. Es el autor de ¿Qué quiere Europa? La Unión y sus Descontentos (con Slavoj Žižek) y La radicalidad del amor. También participó en la creación del Movimiento Democracia en Europa 2025 (DiEM 2025) junto con Yanis Varoufakis.

Notas:

  1. twitter.com/jimcarrey/status/952284494257508352?lang=en
  2. “Hawaii ballistic missile false alarm results in panic”, Julia Carrie Wong y Liz Barney, The Guardian, enero 14, 2018. theguardian.com/us‑news/2018/jan/13/hawaii-ballistic-missile-threat-alert-false-alarm
  3. “Missile threat alert for Hawaii a false alarm; officials blame employee who pushed ‘wrong button’”, Zachary Cohen, CNN, enero 13, 2018, edition.cnn.com/2018/01/13/politics/hawaii-missile-threat-false-alarm/index.html
  4. “Doomsday Prep for the Super-Rich”, Evan Osnos, The New Yorker, enero 30, 2017. newyorker.com/magazine/2017/01/30/doomsday-prep-for-the-super-rich
  5. “Why Silicon Valley billionaires are prepping for the apocalypse in New Zealand”, Mark O’Connell, The Guardian, febrero 15, 2018. theguardian.com/technology/2017/jan/29/silicon-valley-new-zealand-apocalypse-escape
  6. “Billionaire bunkers: How the 1% are preparing for the apocalypse”, Elizabeth Stamp, CNN, octubre 17, 2017. edition.cnn.com/style/article/doomsday-luxury-bunkers/index.html
  7. “The Shocking Doomsday Maps Of The World And The Billionaire Escape Plans”, Jim Dobson, Forbes, junio 10, 2017. forbes.com/sites/jimdobson/2017/06/10/the-shocking-doomsday-maps-of-the-world-and-the-billionaire-escape-plans/#22e4acdf4047
  8. “Trump’s border wall through the eyes of an architecture critic”, Christopher Hawthorne, Los Angeles Times, enero 4, 2018. scribd.com/article/368426029/Trump-s-Border-Wall-Through-The-Eyes-Of-An-Architecture-Critic
  9. “Do you earn more or less than the average for your borough?”, Sam Brodbeck, The Telegraph, mayo 3, 2017. telegraph.co.uk/money/consumer-affairs/do-earn-less-average-borough/
  10. Bernard Tschumi, Architecture and Disjunction, MIT Press, 1994.

Archifutures combina las posibilidades de la edición crítica, la impresión innovadora y la intervención activa del usuario. La colección hace un mapeo de la práctica arquitectónica y la planeación urbana contemporáneas, presentadas a través de las palabras y las ideas de algunos de sus actores clave y factores del cambio. Desde instituciones, activistas, pensadores, curadores y arquitectos hasta blogueros urbanos, polemistas, críticos y editores, Archifutures presenta a las personas que están dando forma a la arquitectura y las ciudades futuro y, por tanto, también a las sociedades del futuro.

Archifutures es editado por &beyond y publicado por dpr-barcelona, y presentado en español en colaboración con Arquine.

El cargo Sin futuro = sin arquitectura apareció primero en Arquine.

]]>
Algunas propuestas para la Jefa de Gobierno: la basura https://arquine.com/algunas-propuestas-para-la-jefa-de-gobierno-la-basura/ Mon, 07 Jan 2019 15:18:25 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/algunas-propuestas-para-la-jefa-de-gobierno-la-basura/ Algunas medidas podrían ayudar a disminuir, aunque aparentemente poco, la cantidad de basura que se genera diariamente en la Ciudad de México. Para la nueva Jefa de Gobierno, demostrar un compromiso ante el reto del cambio climático cuenta mucho, sobre todo si estas medidas apuntan a cambiar el comportamiento de la gente.  

El cargo Algunas propuestas para la Jefa de Gobierno: la basura apareció primero en Arquine.

]]>

Han pasado veinte años de que el gobierno de la Ciudad de México pregonara su compromiso ante los efectos del cambio climático y comenzara a elaborar planes para mitigar sus efectos.  Sin embargo, es hasta el 2008 que encontramos quien enfrentó ese compromiso: Martha Delgado, a cargo de la SEDMA en aquel entonces, comenzó la transformación para que la ciudad realmente redujese sus emisiones de gases de efecto invernadero.

En 10 años sólo en un rubro —el consumo de energía no renovable en edificios públicos— se ha conseguido la tan deseada reducción. La modernización de los taxis —aventura comenzada por Marcelo Ebrard y continuada por Miguel Angel Mancera— ha fracasado rotundamente, en parte porque la mayor cantidad de emisiones generadas en este campo proviene de los vehículos privados y en otra, porque el problema de las emisiones por fuente, en este caso medios de transporte, no se limita a la Ciudad de México sino alcanza toda el área metropolitana, donde lamentablemente no existe voluntad política para implementar las políticas de cambio necesarias, como impuestos a los vehículos que más emisiones generan. 

El eco de este tipo de aspiraciones se ha dejado ver en otras áreas, como la gestión integral de residuos sólidos que, a batacazos, la anterior administración capitalina intentó solucionar en parte mediante la creación de una planta de incineración de residuos para generar energía. Otro gran proyecto fallido en la escala macro. Sin embargo, loable es el avance en la manera de generar cambios en el comportamiento de la gente para que la generación de residuos disminuya sustancialmente. Mucho se ha hecho para sensibilizar y concientizar. Por ello, sobre la realidad, hay que abocarse al juego en corto, a lo práctico y simple de ejecutar, a iniciativas que tengan el potencial para encaminar a la ciudad en la trayectoria correcta en el origen mismo de las acciones. 

En la Ciudad de México se generan poco más de 12 mil toneladas de basura diariamente. Es decir, cada habitante produce poco más de kilo y medio diario de basura en promedio. Sólo en tres delegaciones se concentra el 18% de la generación diaria de basura total —no per capita. A la Jefa de Gobierno quizá le costaría muy poco implementar una ley que obligue a las tiendas OXXO —la tienda de autoservicio con mayor número de sucursales en el área metropolitana, a tener puestos de recarga de agua potable —cobrada, por su puesto. Esta iniciativa, ayudaría a eliminar las 70 botellas de plástico que consumen en promedio los capitalinos cada año. También le costaría muy poco presentar una iniciativa de ley para prohibir y multar por la distribución de propaganda impresa en la ciudad. Si esto se aplica, se eliminarían dos kilogramos de basura por ciudadano al año. 

Entre las dos medidas se estarían eliminando casi cien toneladas de basura diaria en la ciudad. En la escala del problema resulta poco, pero cada contribución cuenta y va en la dirección correcta. Para la nueva Jefa de Gobierno, demostrar un compromiso ante el reto del cambio climático cuenta mucho, sobre todo si estas medidas apuntan a cambiar el comportamiento de la gente.  

El cargo Algunas propuestas para la Jefa de Gobierno: la basura apareció primero en Arquine.

]]>