Resultados de búsqueda para la etiqueta [Límites de una (dis)función ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 08 Jul 2022 07:21:29 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Límites de una (dis)función (VI) https://arquine.com/limites-de-una-disfuncion-vi/ Sun, 11 Jan 2015 17:31:34 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/limites-de-una-disfuncion-vi/ ¿Cuál es la relación entre la multidisciplina y el arquitecto? ¿Existe un perfil definido del arquitecto que se pueda generalizar? ¿Dónde estamos parados como profesión dentro del marco de la sociedad? ¿Cuántos distintos tipos de arquitectos existen en México? ¿Si la vivienda es la principal morada del hombre, porqué existen tantas carencias en los proyectos que se desarrollan por parte de los encargados en este trabajo?

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Límite espacial

El diseño en todas sus manifestaciones como síntesis del mundo espiritual -surgido del intelecto y los sentimientos- con el mundo material -producido con la participación y para beneficio de todos-, constituye una necesidad histórica de la nueva sociedad y el reto cultural revolucionario más significativo de la época.

Este proceso requerirá transformar masivamente la actitud pasiva tradicional del consumidor conjugándola con la del productor, como derecho y deber social y moral de cada ciudadano, cambiando el culto consumista del objeto, por la instrumentalización eficiente del derecho socialista a los servicios sociales (…) cambiando el concepto de lujo por el de calidad con recursos propios.

Fernando Salinas 1988 (Sagre, prólogo:1990)

Esta crisis del diseño, ha generado sin duda, que los entusiastas y generadores de objetos se estén separando paulatinamente de algunos compromisos que se tienen con la humanidad. Los diseñadores de espacios se han segregado de cumplir varias necesidades básicas en distintos sectores adquisitivos -lo cual resulta insólito- considerando las cifras de la situación económica mundial. El concepto forjado por siglos de que los arquitectos son diseñadores de espacios de una clase económica específica, son ideales que ya no corresponden con la época actual. El mundo exige una reinterpretación liberal de la arquitectura, como dice Habermas citado por Fernández Alba “El arquitecto (o diseñador) tiene en sus manos el control del proyecto, en este control la potenciación de su libertad subjetiva; tal vez, el arquitecto sigue deseando ignorar que la libertad subjetiva no tiene espacios institucionalmente asegurados”. En el caso de la vivienda no se puede regular ni estandarizar el verbo habitar, sin embargo los seres vivos están -a pesar de las fronteras espaciales- diseñados para adaptarse a su entorno; se desarrollan las barreras formales (para satisfacer al producto en el mundo consumista de espacios), cuando en realidad se deben de desarrollar las causas materiales (para satisfacer la habitabilidad de los usuarios), lo que se tiene al alcance contra lo que se cree tener. Estas simples ideas, si las logramos transportar a un diseño urbano, en el cual se pueda tener un cambio de mentalidad de fondo para el desarrollo de una arquitectura, como una consecuencia implícita de la ciudad, se pueden desarrollar planteamientos de análisis de gran relevancia en un marco complejo.

Frontera arquitectónica

De esta manera, el estudio de la arquitectura y el medio urbano, se puede ir segmentando -insisto- como dos elementos ligados y que siempre se están relacionando. De igual manera dejo en evidencia, que siempre se deben considerar los estudios multidisciplinarios, al menos cuando se pretende concebir el habitat del humano, esos otros estudios de relevancia: sociales, políticos, económicos, culturales, filosóficos, antropológicos, solo por mencionar algunos.

Es cuando surgen las preguntas en el proceso de investigación: ¿Cuál es la relación entre la multidisciplina y el arquitecto? ¿Existe un perfil definido del arquitecto que se pueda generalizar? ¿Dónde estamos parados como profesión dentro del marco de la sociedad? ¿Cuántos distintos tipos de arquitectos existen en México? ¿Si la vivienda es la principal morada del hombre, porqué existen tantas carencias en los proyectos que se desarrollan por parte de los encargados en este trabajo?

Queda claro que existen varios tipos de arquitectos y por consiguiente de arquitecturas, sin embargo para una comprensión del problema y un estudio eficiente, trato de etiquetar estas diferencias en grupos. Para lo cual se pueden etiquetar cuatro tipos de arquitectos, o mejor definido, cuatro perfiles específicos dentro de una escala comparativa, las fronteras dentro de la arquitectura las considero como: El arquitecto “financiero” o “comerciante”, personaje el cual no genera una habitabilidad cualitativa, realiza un diseño precario y solo busca adquirir grandes beneficios económicos, al cual no le interesa nada más que un enfoque de ganancias y construye para un usuario “tipo”.

El arquitecto “super estrella”, el cual busca un beneficio económico considerable, pero también esta interesado en generar un alto diseño y una habitabilidad, dentro de lo que cabe mínima para usuarios “tipo”. El arquitecto “responsable social”, que busca realizar proyectos que beneficien a cierta sociedad, con alto diseño y cierta habitabilidad, desarrollos asequibles, sustentables y de alto impacto social. Por último, el arquitecto “participativo”, el cual funciona solamente como un asesor del usuario, no le interesa tanto el diseño, y su principal preocupación es la habitabilidad, la cual es sugerida enteramente por los futuros habitantes del espacio, los beneficios económicos pasarán a segundo término con el tiempo, ya que el beneficio más importante es un usuario agradecido. Analizando estos tipos de arquitectos y sus propuestas en el mundo profesional, se podrá tener un “supuesto”, que en cierto sentido cumpla con las expectativas de una sociedad y su demanda de vivienda. El propósito será quebrantar las fronteras de la arquitectura por medio de un estudio comparativo entre los actores, para realizar una crítica a todos los esquemas de la profesión, desde la academia hasta las grandes empresas inmobiliarias, para así tener un parámetro de las eficacias y deficiencias, poner en juicio definitivo los proyectos de arquitectura que se realizan actualmente, enfocado al complejo tema de la vivienda.

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REFERENCIAS

Appadurai, Arjun. (2013) EL RECHAZO DE LAS MINORÍAS, México: Fábula en Tusquets.

Augé, Marc. (2000) LOS NO LUGARES. ESPACIOS DEL ANONIMATO. UNA ANTROPOLOGÍA DE LA SOBREMODERNIDAD, Barcelona: Gedisa.

Bourdieu, Pierre. (1999) LA MISERIA DEL MUNDO, Buenos Aires: FCE.

Donzelot, Jacques. (2012) ¿HACIA UNA CIUDADANÍA URBANA? LA CIUDAD Y LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES, Buenos Aires: Nueva Visión.

Duhau, Emilio; Giglia, Angela. (2008) LAS REGLAS DEL DESORDEN. HABITAR LA METRÓPOLI, México: Siglo XXI/UAM-A.

Foucault, Michel. (1984) DE LOS ESPACIOS OTROS. “DES ESPACES AUTRES”,

en, Architecture, Mouvement, Continuité, n.5

Fernandez, Antonio. (1990) LA METRÓPOLI VACÍA. AURORA Y CREPÚSCULO DE LA ARQUITECTURA EN LA CIUDAD MODERNA, Barcelona: Anthropos.

Garcia, Javier; Gonzalez, Luis. (1979) PARA COMPRENDER LA CIUDAD, Madrid: Nuestra Cultura.

Giglia, Angela. (2012) EL HABITAR Y LA CULTURA. PERSPECTIVAS TEÓRICAS Y DE INVESTIGACIÓN, Barcelona/México: Anthropos/UAM-I.

Mitchell, Don. (2003) THE RIGHT TO THE CITY: SOCIAL JUSTICE AND THE FIGHT FOR PUBLIC SPACE, Nueva York: Guilford Press.

Montaner, Josep; Muxí, Zaida. (2011) ARQUITECTURA Y POLÍTICA. ENSAYOS PARA MUNDOS ALTERNATIVOS, Barcelona: Gustavo Gili.

Saldarriaga, Alberto. (1992) BOGOTÁ: MODERNIZACIÓN Y ARQUITECTURA.

Artículo en línea disponible en www.rafaellopezrangel.com, 2012.

Sagre, Roberto. (1990) ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LA REVOLUCIÓN CUBANA. La Habana: Pueblo y Educación.

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Límites de una (dis)función (V) https://arquine.com/limites-de-una-disfuncion-v/ Sun, 04 Jan 2015 09:55:08 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/limites-de-una-disfuncion-v/ Observando el comportamiento de las personas en situación de pobreza y como estas se obligan a seguir una estrategia para conseguir un refugio, o en otras ocasiones, por simple necesidad, diseñan un habitáculo para refugiarse generando asentamientos irregulares. Se pueden concebir varias utopías sobre lo que representaría la idea: todas las personas en el mundo, tienen derecho a un hábitat -ya no digamos de calidad. Sin tomar en cuenta las condicionantes de lo que esto implica, o las posibilidades de lo que se pone en juego con la situación económica del mismo tema de la vivienda; ya que como bien sabemos, la vivienda es un negocio para los países desarrollados. Es así como la especulación inmobiliaria le ha vendado los ojos a la mayoría de los profesionistas encargados de la creación del hábitat humano.

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limites

por Fernando Reséndiz / @xolotltzcuintli

Límite social

Observando el comportamiento de las personas en situación de pobreza y como estas se obligan a seguir una estrategia para conseguir un refugio, o en otras ocasiones, por simple necesidad, diseñan un habitáculo para refugiarse generando asentamientos irregulares. Se pueden concebir varias utopías sobre lo que representaría la idea: todas las personas en el mundo, tienen derecho a un hábitat -ya no digamos de calidad. Sin tomar en cuenta las condicionantes de lo que esto implica, o las posibilidades de lo que se pone en juego con la situación económica del mismo tema de la vivienda; ya que como bien sabemos, la vivienda es un negocio para los países desarrollados. Es así como la especulación inmobiliaria le ha vendado los ojos a la mayoría de los profesionistas encargados de la creación del hábitat humano.

Tanto los ricos como los pobres pueden vivir por debajo de un puente, la diferencia es que los ricos no aprovechan este derecho de la ciudad” Jordi Borja, conferencia en México/UNAM (2013).

Esto representa, a grandes rasgos, lo que una persona sin techo vive todos los días en la vulnerabilidad ante la intemperie. Andando ambulante bajo la presión constante de encontrar un lugar donde pasar la noche, puede ser un reto de creatividad generado por la necesidad, no se necesita ser un diseñador de espacios del hombre para poder solucionar problemas básicos. La ciudad puede tener, dentro de su equipamiento, mansiones enteras donde habitar, camas básicas donde dormir, jardines exuberantes donde pasar el día y fuentes de aguas turbias donde asearse. Sin embargo, por el contrario, nos recuerda sobre la segregación en los espacios públicos y la existencia de ciertas personas con capacidades económicas distintas, que pueden estar inconformes con los usos y costumbres de estos elementos cotidianos. Este fenómeno, llamado “NIMBY” (por sus siglas en ingles de “Not In My Back Yard”), fenómeno de las ciudades súper pobladas, en donde los sectores con gran poder adquisitivo, segregan los equipamientos o a ciertas personas de los barrios donde habitan, afectando a los proyectos urbanos y arquitectónicos de mejoramiento. Por ejemplo, si se necesita construir un refugio para personas de la calle o incluso una línea nueva del metro, los vecinos de estos barrios, se oponen a las nuevas infraestructuras porque afectarían de alguna manera el estatus de la zona donde habitan. Esto ha generado, en el diseño urbano de principios del siglo 20, la zonificación para realizar los planes de las ciudades -supuestamente sin segregación- con la idea de ir colocando, o rehubicando, a los habitantes y los servicios “adecuados” por sectores, dependiendo de sus distintas clases sociales y funciones. Es así cómo este par de factores, descritos con tal simpleza por el teórico Jordi Borja, pueden afectar a los medios urbanos y al diseño evolutivo de nuestras ciudades, pero ¿Cómo lograr un diseño de ciudad que sea incluyente con todos sus habitantes, a través de una participación activa de estos y de alguna manera cumplir con el funcionamiento básico del medio urbano? Una de las alternativas que se toman como solución es realizar estos equipamientos con gran calidad en el diseño, si se planea una línea del metro en una zona de conflicto con los pobladores, las estaciones al exterior, deben dar otra imagen de diseño, con recursos simples y de percepción, transparencia y tratando de que no cambie mucho la imagen urbana. De esta manera ayudaría, en algún porcentaje alto, que los “NIMBYS”, acepten de manera más contundente los nuevos proyectos sociales de regeneración, o en su defecto, pasen totalmente desapercibidos. En estos proyectos se deben de considerar, sin ninguna excepción, cada una de las necesidades para que evolucionen en conjunto con respecto a sus circunstancias locales. Estos procesos de gentrificación actúan como un ejemplo importante de como los cambios en el diseño, o las estructuras, pueden llevarnos a una nueva reconstrucción social de las comunidades. También destaca como las percepciones que tienen las personas sobre su ambiente es subjetivo y por lo tanto moldeable. El emplazamiento físico de una comunidad gentrificada no puede cambiar (a menos que la comunidad se destruya, como es el caso de la “Ciudad amurallada de Kowloon en Hong Kong); pero los cambios traídos sobre la gentrificación, pueden, a su vez, cambiar en los habitantes, actitudes e impresiones sobre cierta área espacial en particular. Algunas ciudades han implementado modelos eficientes y exitosos de gentrificación, en donde los equipamientos han incluido procesos de renovación. Es claro que un albergue para personas sin hogar es un tema que en cualquier sociedad no es bien recibido, hablando específicamente como equipamiento urbano de cierta zona o el caso de un asentamiento irregular de generación espontánea, como respuesta a una nueva construcción de una ciudad segregada. Por lo que se deben realizar investigaciones precisas, tomando en cuenta: la localidad de los refugios, el diseño de estos y el tamaño para satisfacer las necesidades del territorio.

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Límites de una (dis)función (IV) https://arquine.com/limites-de-una-disfuncion-iv/ Sat, 27 Dec 2014 23:48:09 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/limites-de-una-disfuncion-iv/ El espacio público es un laboratorio de expresiones efímeras, con todo lo que esto implica, gente, testimonios, arquitectura, instalaciones, diseño, ocupaciones, medios, etc; todos expresando espacios e ideas de manera itinerante. Probablemente, los sin techo que deambulan en la ciudad, representen este fenómeno en la manera más necesitada y a su vez creativa. En el diseño existen arquetipos como consecuencia del proyecto, lo que sería la función mínima y básica de algún objeto diseñado por el hombre, que sugiere cumplir con un fin; sabemos que un árbol tiene una función, representando un tipo de naturaleza, sin embargo podría ser un espacio de sombra, alivio y resguardo.

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por Fernando Reséndiz / @xolotltzcuintli

Límite creativo

Estudiando el espacio público y sus diferentes maneras de apropiación, queda claro que la ciudad y sus funciones implícitas, en un marco social, se desarrollan de manera efímera e itinerante. El espacio público es lo que construye la parte más importante de la urbe, son sus formas efímeras de apropiación y de ocupación las que lo van cambiando y evolucionando. El espacio público teje las redes de la ciudad, tiene la cualidad de tener un impacto importante en todos los aspectos de la vida, por lo tanto es importante en su cualidad de efímero; por ejemplo, una calle puede ser distinta todos los días, dependiendo de la gente que la transita o las actividades que se llevan acabo en ella. Por lo que he llegado a la conclusión, que el espacio público es un laboratorio de expresiones efímeras, con todo lo que esto implica, gente, testimonios, arquitectura, instalaciones, diseño, ocupaciones, medios, etc; todos expresando espacios e ideas de manera itinerante. Probablemente, los sin techo que deambulan en la ciudad, representen este fenómeno en la manera más necesitada y a su vez creativa. En el diseño existen arquetipos como consecuencia del proyecto, lo que sería la función mínima y básica de algún objeto diseñado por el hombre, que sugiere cumplir con un fin; sabemos que un árbol tiene una función, representando un tipo de naturaleza, sin embargo podría ser un espacio de sombra, alivio y resguardo.

El arquetipo de la ciudad, sería ofrecer -en su gran conjunto- resguardo o refugio a sus habitantes, esta sería su función básica y primaria. El diseño de la ciudades, debe o debería ser, tomando en cuenta esta función básica que representa mucho lo que sería una ciudad democrática, segura y que no segregue a sus habitantes. Es esencial que los espacios que creamos, diseñamos y mejoramos, integren los principios de un buen diseño urbano. Sin embargo, existen algunas virtudes contradictorias en su concepción, ya que el diseño de las ciudades no es una ciencia exacta y es complicado realizar una fórmula eficiente exitosa. El ejemplo claro está, cuando Le Corbusier diseñó el modelo de ciudad radiante “La Ville Radieuse”, la cual se reprodujo en todo el mundo de manera experimental y en algunas ocasiones para mantener y controlar fácilmente a cierta población, con ideales políticos precisos; después el modelo, que probablemente sea el primer intento claro de estudiar y realizar urbanismo con orden, como hoy se le conoce, ha ido fallando en varias ocasiones, generando problemas sociales graves. En todo el mundo hay ejemplos de estos bloques, o edificios muro, en ciudades creadas -como en forma de barrios- donde el experimento falló rotundamente. Los edificios acabaron por ser zonas peligrosas, con un mantenimiento muy precario, e incluso en algunos casos, con segregaciones sociales y raciales muy marcadas. Uno de los casos más extremos, podrían ser los bloques realizados por la Revolución Cubana en los 60’s, ante la crisis de la vivienda presentada por el comité revolucionario, se retoma el mismo modelo para satisfacer a los ciudadanos ante la escasez de la vivienda. Se emplearía este modelo a gran escala en las capitales cubanas e incluso en los medios rurales, generando los mismos problemas sociales. Otro ejemplo es el controversial Pruitt-Igoe, en San Luis Missouri, generando los mismos problemas sociales en la población resiliente, los bloques de viviendas fueron demolidos, cumpliendo tan solo 20 años de su inauguración. Las soluciones de vivienda social, a pesar de las buenas voluntades de la política incluyente y social, no siempre resultan beneficiosas por distintos factores, sobre todo por la nula inclusión de los actores principales hacia la toma de decisiones de estos proyectos masivos: los usuarios. Otros ejemplos que surgieron mucho después, se dieron con el Metabolismo en la arquitectura, una subtendencia del Movimiento Moderno, cambiando un poco el concepto de la vivienda mínima con algunos proyectos, con la intención de que esta fuera modular, itinerante y básica. El movimiento conceptual con sus tratados surgió en Japón y se exportaron a todo el mundo conocidas obras que sirven de introducción a este trabajo. Dentro de los mayores exponentes japoneses de esta arquitectura en Japón se encuentran: Kenzo Tange (1913-2005), Kiyonori Kikutake (1928-2011), Fumihiko Maki (1928) y Kisho Kurokawa (1934-2007); dentro de sus mayores exponentes. De los mencionados, el que idealizó un proyecto de vivienda con estas características fue Kisho Kurokawa, construyendo la torre de viviendas en cápsulas Nakagin en Tokio (1970), este ejemplo es de gran aportación a la arquitectura experimental en el mundo, sirvió como manifiesto para desarrollar posteriores propuestas. Sin embargo en 1964-1968, los arquitectos Mercedes Alvarez y Hugo d’Acosta desarrollan en avanzada uno de los proyectos más interesantes con prefabricados en módulos. El proyecto conocido como “casas modulares de cemento” es de una calidad inmensurable, concebido para solucionar viviendas que podrían ser ensambladas en un corto periodo de tiempo y que reducían los costos considerablemente. Un sistema de tipo “fordiano”, donde desde una fábrica se producían las piezas portantes, de asbesto cemento, con gran resistencia por presentar una doble curvatura, el equipamiento de servicios en su interior, era integrado a estos mismos módulos, convirtiéndolos en piezas de ensamblaje de gran eficiencia. Esta arquitectura experimental fue el resultado de una gran necesidad de vivienda que se tenía en Cuba. Sin embargo el proyecto por sus capacidades y diseño, resultó con fallas en su temperatura interior por el asbesto y problemas con la evacuación de aguas. Otra obra de relevancia, es la construida por Moshe Safdie (1938) en Montreal, el proyecto “Habitat 67” con una aglomeración de 354 cubos que en su conjunto resultaron en 146 viviendas. Estos solamente son algunos de los ejemplos, sin embargo existen muchos otros relevantes de construcciones experimentales con materiales modulares y prefabricados ligeros en la vivienda.

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Límites de una (dis)función (III) https://arquine.com/limites-de-una-disfuncion-iii/ Sun, 21 Dec 2014 23:31:34 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/limites-de-una-disfuncion-iii/ El espacio público tiene límites, sutiles fronteras las cuales están compuestas por lo que es, en sí, privado. Se encuentra compuesto de distintos elementos materiales, como son: calles o avenidas, aceras, parques, plazas, fuentes, esquinas; en general, puntos de encuentro, puntos históricos y de reconocimiento, emplazados en un espacio físico y material donde se desarrolla la memoria colectiva y el sentido común. La calidad y cualidad, en cuestión de habitabilidad, de este espacio, depende de muchos factores, incluso subjetivos, donde un gobierno local y la participación de los habitantes de la zona, fungen como los actores principales para transformarlo. Son estos últimos quienes fungen como los vigilantes constantes de su espacio y también quienes lo cuidan, lo diseñan y le dan su condición de habitable; cuando los grupos lo ocupan, lo viven con encuentros, lo transforman de manera efímera y lo insertan en su memoria colectiva

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Lo que hace a un espacio público, no es solamente su carácter predestinado de ‘público‘. Más bien, para satisfacer una inminente necesidad, ciertos grupos con otros, ocupan un espacio y a través de las acciones desempeñadas en él lo establecen como público”

Don Mitchell, 2003*

por Fernando Reséndiz / @xolotltzcuintli

Límite público

El espacio público tiene límites, sutiles fronteras las cuales están compuestas por lo que es, en sí, privado. Se encuentra compuesto de distintos elementos materiales, como son: calles o avenidas, aceras, parques, plazas, fuentes, esquinas; en general, puntos de encuentro, puntos históricos y de reconocimiento, emplazados en un espacio físico y material donde se desarrolla la memoria colectiva y el sentido común. La calidad y cualidad, en cuestión de habitabilidad, de este espacio, depende de muchos factores, incluso subjetivos, donde un gobierno local y la participación de los habitantes de la zona, fungen como los actores principales para transformarlo. Son estos últimos quienes fungen como los vigilantes constantes de su espacio y también quienes lo cuidan, lo diseñan y le dan su condición de habitable; cuando los grupos lo ocupan, lo viven con encuentros, lo transforman de manera efímera y lo insertan en su memoria colectiva, este territorio cumplirá las características de un espacio público de calidad. Es entonces cuando se podría calificar a sí mismo, como un patrimonio cultural urbano-arquitectónico, que representa en el contexto epistemológico, una carga importante dentro de la identidad de la sociedad (imaginario social) que habita ese contexto, y es así como, siempre estará inscrito en la memoria colectiva a través de los tiempos –o esa capacidad que tenemos como sociedad para producir el pasado a través del lenguaje y el presente a través del hábitat–. Este mismo patrimonio va cambiando e integrándose a éste mismo contexto, sobreviviendo a él, y afirmando su existencia. Por lo tanto, la conservación estricta de este patrimonio, es esencial para la supervivencia y la existencia de la identidad de su sociedad vigilante. Es muy importante el patrimonio en el contexto de sus ciudades, ya que esta condición (de patrimonio) reside precisamente en la relación entre los elementos históricos y su entorno, entre lo nuevo y lo viejo, surgiendo así nuevos significados en dichos conjuntos; otorgándoles valores históricos o elementos de identidad urbana. La identidad urbana, pudiera ser, un conjunto de culturas materiales, las cuales, siempre permanecen entre un contexto y su entorno, los cuales se modifican con el paso del tiempo y de sus usuarios. Si la memoria colectiva construye un espacio público, entonces es evidente que el espacio público como memoria es totalmente institucionalizado, tiene reglas y límites inscritos, así como también formas de interpretarlo y apropiarse de él. Por lo cual hay distintos tipos de apropiaciones temporales, desde habitarlo siendo un peatón que va de cierto espacio privado a otro, un turista que pasea para conocer una ciudad, la apropiación temporal de las calles cuando estacionamos un automóvil, un local comercial en la vía pública que brinda sus servicios a la comunidad; dentro de los cuales tenemos puestos ambulantes, mercados sobre ruedas o boleros que limpian zapatos. También existe ocupación del espacio de forma ambiental, de los cuales hay: de tipo sonoro, con un grupo callejero, organilleros y la marimba, una compañía de teatro presentando sus piezas en algún quiosco, grabaciones con algún anuncio de compra-venta, ruidos del tráfico entre transportes y aviones, música en algún local comercial para llamar la atención a los clientes, o conciertos públicos en algún sitio de relevancia dentro de la ciudad, etc. Hay también las ocupaciones deportivas, para jugar fútbol en la calle con porterías de piedra, ocupando un carril para andar en bicicleta o correr, entre otras. Otro tipo de ocupación es de demandas sociales, donde ciertos grupos en conflicto se apropian de una explanada para hacer un paro, una marcha donde se apropian de las calles para ir a protestar a algún sitio, o un demandante instalado para expresarse del mal gobierno, lo que piensa y sus creencias; situaciones que se hacen públicas para que otros grupos que se encuentran habitando en ese mismo espacio, den cuenta de sus peticiones. El espacio público es, dentro de lo que cabe, un espacio de libertad, al menos así se concibe, ya que como decíamos existen algunas reglas de comportamiento social que lo controlan. Por lo que, para el sistema de control, existen otros tipos de ocupación del espacio público que no cumple con las reglas del orden, por ejemplo: cuando un sin techo lo ocupa como su lugar de residencia, para dormir, cocinar, defecar o estar; consecuencia que radica en muchas variantes, las cuales son: falta de un hogar, gusto por la libertad que otorga la calle, pobreza y segregación, vivienda temporal en la calle coaccionada por alguna catástrofe natural, y la principal, la falta de vivienda en las ciudades, las cuales, el sistema capitalista no puede resolver.

Estos son algunos ejemplos de apropiación, si embargo, se pueden englobar en tres diferentes clases de espacio público, de acuerdo a su constitución, dentro de los cuales están: el espacio del recuerdo, el espacio del encuentro y el espacio físico o materializado.

Espacio de recuerdo. El recuerdo es (RAE) “la memoria que se hace o aviso que se da de algo pasado o de que ya se habló, es un objeto que se conserva para recordar a una persona, una circunstancia, un lugar o un suceso”; también con el recuerdo se reconoce algo con lo que examinamos con cuidado algo o a alguien para enterarse de su identidad, naturaleza y circunstancias; y como hablamos de espacio, sería entonces dar por suyo un lugar legítimo, distinguiendo de los demás por sus rasgos propios, su fisonomía, sus características particulares y el movimiento. Son los individuos y los grupos de personas los que en este tipo de espacio deben de tomar sus responsabilidades y derechos, ya que deben de crear modelos de identidad positivos para su comunidad y establecerse en este espacio con solidaridad ante sus propias diferencias.

Espacio de encuentro. El encuentro es el (RAE) “acto de coincidir en un punto dos o más cosas, por lo común chocando una con otra” en el que vamos en busca como individuos sociales para concurrir en un mismo sitio con otros individuos, grupos o algún espacio físico en particular para conocerlo. Donde averiguamos por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas y entendemos el espacio al percibirlo como distinto de todo lo que no es él. Las redes sociales de comunicación e intercambio son los que constituyen a la sociedad civil, los nuevos movimientos democráticos en las ciudades generan foros abiertos para tomar acciones y decisiones comunitarias sobre el futuro de las ciudades. El gran valor de estas redes locales y globales de comunidad, residen en ¿Qué tanto se puede conseguir, a través de ir construyendo compromisos sociales?

Espacio físico. El espacio físico o material (RAE) “es la realidad primaria de la que están hechas las cosas, espacial y perceptible por los sentidos, que con energía, constituye el mundo físico”. Son estos espacios físicos el mayor componente dentro de la creatividad común que refleja los valores ciudadanos de la sociedad. Son la materia resultante de los proyectos democráticos -o más bien políticos-, dándole así a sus ciudadanos el modo para comunicarse entre sus mundos y compartir sus visiones de este. Es en este donde los diseñadores juegan un papel importante, otorgadores a sus ciudadanos espacios constituidos de encuentro y recuerdo.

*Traducido por Fernando Reséndiz

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Es necesario afirmar desde un comienzo que las formas culturales que se encuentran en el medio urbano contemporáneo en América Latina, incluida la arquitectura, difieren ampliamente de las propias de las ciudades en los países de Norteamérica y Europa, y difieren también de las condiciones en que se presentan las manifestaciones culturales urbanas en otros países del Tercer Mundo. Las diferencias obedecen no sólo a las particularidades de la geografía en que se localizan (territorio) y a las especificaciones de sus procesos formativos, sino también y, especialmente, a las formas como se han llevado a cabo los procesos de cambio de los estados tradicionales hacia la modernización y los alcances de esos procesos. Mientras que en los países europeos, y luego en los Estados Unidos la urbanización y la modernización de la vida fueron procesos simultáneos, complementarios e inequívocamente ligados, en América Latina existen separaciones y desajustes notorios entre uno y otro proceso y la formación de la cultura en las ciudades ha sido llevada a cabo en condiciones especialmente complejas y difíciles, en un lapso relativamente corto de tiempo. Esto permite afirmar que actualmente existen en Latinoamérica ciudades que marchan en busca de una definición cultural posible sin derroteros definidos.

Alberto Saldarriaga, Bogotá 1992

por Fernando Reséndiz / @xolotltzcuintli

Límite urbano

Es importante esta relación constante entre el territorio, los objetos que la componen y claro, como dice Saldarriaga, tomar en cuenta y analizar los procesos para llegar a consolidar una sociedad urbana, ya que, son estos procesos los que podrían en un momento dado perjudicar el desarrollo de las ciudades. Es probable que los más afectados ante estos desarrollos perjudiciales sean los centros históricos, ya que sufren una inminente pérdida de identidad por la gentrificación de sus pobladores, expulsando a los “marginados sociales” creados por el mismo sistema, las rehabilitaciones de algunos edificios emblemáticos o incluso su destrucción total, para desarrollar edificios nuevos, sacarle el mayor provecho al uso del suelo y poder realizar un buen negocio neoliberal. Éste fenómeno estrangula las relaciones sociales e históricas de las sociedades, generando una pérdida de la identidad ciudadana. Las sociedades desarrolladas o en desarrollo, da igual, “Con opciones “más civilizadas” y “de moda”; la oligarquía consigue los mismos objetivos: apropiarse del espacio de mayor valor y además que se lo agradezcamos. ¡El capitalismo aprende!” (Garcia, Gonzalez 1979:75).  Por lo tanto, para comprender la ciudad, hay que comenzar entendiendo a la sociedad urbana que la habita y sus fronteras, las cuales se enfrentan todos los días.

La ciudad perfecta es una gran utopía, la cual se va construyendo y al mismo tiempo retroalimentando a sí misma. El capitalismo, es de gran importancia para la ciudad actual, sin embargo no es su principal consecuencia, en el marco de los errores y aciertos de su sistema económico y de proyección física; ya que los burgueses, han abandonado las ciudades, dejándole a la sociedad la inmensa tarea de consolidarlas. El problema radica en el espacio como consecuencia del dinero, que de un espacio físico en sí, el medio urbano en la actualidad es el que predomina, dejando atrás el medio rural; es entonces cuando debemos hablar de centro-periferia, como un medio que debería ser integrado, ya que la ciudad representa un todo, es donde todo se puede mezclar y es dependiente de sus medios. Esta situación es importante, ya que las ciudades que segregan sus servicios, separándolos completamente, suelen ser ciudades disfuncionales y dependientes de otros sistemas, en su mayoría del automóvil; reduciendo así las libertades, aumentando los controles y automatizando la vida social. La solución radica en que no solo se debe de ver la política urbana y de equipamientos, sino a nivel de reorganización social y no desde arriba, sino desde abajo. Transformar la ciudad a partir de lo que existe y tomando en cuenta a los que existen. Visto desde la utopía de una ciudad socialista, en donde no existen segregaciones de ningún tipo, sin elementos distribuidos de forma desigual. Donde existen medios alternos de ver y hacer las cosas, con educación ciudadana de calidad, con más espacios públicos que los privados. Una sociedad más tolerante –dónde las situaciones más bellas de la vida, se den lugar con la habitabilidad de una ciudad abierta a todos– consecuencias que se deben proyectar en una sociedad global creativa y critica. Una ciudad donde los profesionistas que se dedican a constituir los espacios, sean integrales y serviles con su sociedad y cultura.

La ciudad contemporánea se caracteriza por dos principales problemas en su constitución: Las cuestiones del alojamiento y del “hábitat”; las de organización industrial y la planificación global. Estos problemas son originados por el crecimiento económico de la producción industrial; lo que origina un crecimiento cuantitativo, sin desarrollo cualitativo. La vida urbana juega un papel importante en el desarrollo de su sociedad, por lo que, este crecimiento de la ciudad debe ser planteada como un doble proceso, en el que industrialización y urbanización deben tener como objetivo el desarrollo de su sociedad. Es en el espacio público dónde la sociedad desarrolla las experiencias colectivas; mismos actores que deben participar democráticamente para su gestión, para lo cual se deben de crear redes de compromiso entre ciudadanos, grupos organizados y redes de comunicación, para reclamar a los gobiernos soluciones por medio del diseño.

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Limites de una (dis)función (I) https://arquine.com/limites-de-una-disfuncion-i/ Sun, 07 Dec 2014 17:36:06 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/limites-de-una-disfuncion-i/ Las casas juegan un papel muy importante, son el objeto de deseo en donde todas estas cosas pasan: donde experimentamos la seguridad física, psicológica, social y emocional que necesitamos para progresar. El hogar pudiera estar en la ciudad, en los suburbios, en el bosque o en el desierto, pero siempre tienen comunes denominadores que constituyen un género, un objeto arquitectónico que le da refugio al humano, dónde se puede concebir la relación intrínseca entre tres factores que la componen: el sujeto, el espacio y el tiempo.

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por Fernando Reséndiz / @xolotltzcuintli

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Límite universal

Entendamos a “la Ciudad” como un organismo en movimiento, objeto que se transforma mediante un conjunto de elementos contiguos determinados por si misma. Lugar democrático, donde los grupos que la habitan, constituyen el control absoluto de su evolución, su continuidad histórica y cultural. Para comprender la ciudad, su morfología y sus desarrollos urbanos, siempre estarán presentes los valores de cambio del suelo y la interacción entre clases sociales, siempre segregando a las más vulnerables. Son estos los que con su movimiento e interacciones, o un choque entre clases dentro de un territorio, van construyendo las fronteras de la ciudad.

Las clases sociales vulnerables, las cuales suelen ser desplazadas a la periferia por las clases más dominantes, económicamente hablando, demarcan a las civilizaciones que crean ciudades excluyentes, ya que es esta población segregada, la que desarrolla a través del tiempo, los equipamientos urbanos, espacios de dispersión y algunas veces hasta las calles, provocando que el capitalismo se beneficie de las transformaciones realizadas por esta comunidad. Estas construcciones sobrepasan el espacio físico y político, ya que también van creando y constituyen culturas específicas, las cuales se desenvuelven en dicho territorio con fronteras sutiles dentro del mismo. Toda esta diversidad cultural que se ha logrado a lo largo de la historia, tanto en lo urbanístico, como en lo arquitectónico, surge de una búsqueda de modificar el entorno a condiciones que sean favorables para la permanencia humana; por lo tanto, no se puede mantener como algo estático la construcción de una cultura, sus espacios políticos y físicos, al contrario, sería pertinente analizar lo que resulta conveniente para los contextos actuales y las sociedades urbanas contemporáneas, para no perder de vista la finalidad de estas transformaciones, en las cuales hay que permitir el habitus a toda costa, como ese derecho humano básico que representa; ya que los humanos desempeñan dos funciones principales -o hablan, o habitan-’ recordando a Heidegger. Somos seres sociales; necesitamos convivir con familiares y otras comunidades. Necesitamos un espacio para desarrollar la vida privada y que a la vez nos permita convivir con otras personas, para así crecer como individuos. En estas comunidades establecidas, las casas juegan un papel muy importante, son el objeto de deseo en donde todas estas cosas pasan: donde experimentamos la seguridad física, psicológica, social y emocional que necesitamos para progresar.

El hogar pudiera estar en la ciudad, en los suburbios, en el bosque o en el desierto, pero siempre tienen comunes denominadores que constituyen un género, un objeto arquitectónico que le da refugio al humano, dónde se puede concebir la relación intrínseca entre tres factores que la componen: el sujeto, el espacio y el tiempo. Una cultura material que durante el tiempo ha concretado un símbolo con una función especifica. Esta relación tripartita, enfocados a los usos de una casa habitación, nos remite a la idea de contar en todos los casos con: un usuario común, que habita cierto objeto, inmerso en un lugar especifico, en un lapso de tiempo determinado.

El espacio público posee características de habitabilidad, lugares dónde la sociedad y los habitantes de las ciudades no se vean afectados por los factores implicantes en su derecho de tránsito libre en el espacio compartido, el espacio de todos. Por un lado, existe una privatización de este espacio por parte del capitalismo, y se contrapone lo mismo desde la visión de los actores sociales. Es decir, el punto de vista que se tiene al habitar en el territorio común y su relación cultural.

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