Resultados de búsqueda para la etiqueta [Mercados ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 08 Jul 2022 07:33:37 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.2 Mercado público Matamoros https://arquine.com/obra/mercado-publico-matamoros/ Thu, 31 Dec 2020 20:22:16 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/mercado-publico-matamoros/ El Mercado público Matamoros es uno de los proyectos desarrollados por académicos y estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UNAM para la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano y construidos durante 2019.

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Nombre de la obra. Mercado Público Matamoros.

Ubicación. Matamoros, Tamaulipas, México.

Fecha de realización de proyecto. 2019

Fecha de construcción. 2020

Superficie total construida. 2868 m2

Gestor. SEDATU.

Autor. C733 (Gabriela Carrillo, Carlos Facio, Eric Valdez, Israel Espín, José Amozurrutia) para la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Colaboradores. Misael Romero, Rosendo Casarrubias, Pedro Domingues.

Ingeniería estructural. Gabinete de Ingeniería de Estructuras Especiales S.C. 

Instalaciones básicas y especiales. Enrique Zenón

Arquitectura de paisaje. Hugo Sánchez Paisaje 

Señalización. Latente Studio

Maqueta. Temas MX

Visualizaciones. Paul Espinoza

Fotografías. Rafael Gamo

 

 

“Tiene esta ciudad muchas plazas donde hay continuo mercado y trato de comprar y vender. Tiene una plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, todavía cercada de portales alrededor; donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil animas comprando y vendiendo… ”

Hernán Cortés

 

Antecedentes

Los mercados, más que simples espacios de compra y venta en el diario abastecimiento, son una síntesis de la cultura y la historia de una región, así como de las relaciones comerciales con sus vecinos. A estos sitios históricamente han llegado no sóolo productos, sino usos y costumbres, formas artísticas, conocimientos y diferentes formas de ver el mundo.

Las construcciones vernáculas del noreste del país tienen de manera natural un carácter defensivo y de economía de recursos; la seguridad, el clima, el calor y la falta de humedad se reflejó en arquetipos sólidos, en proporciones masivas; el uso del patio para proteger al espacio interior contra la inclemencia del tiempo; el aprovechamiento de los recursos existentes los materiales utilizados, propios de la región; las orientaciones, la densidad de la luz y el flujo de aire por ventilación cruzada son algunas de sus principales manifestaciones.

 

 

La Estrategia

A finales de Marzo del 2019 la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, convocó a un grupo de académicos-practicantes a participar en un concurso para desarrollar proyectos de obra pública replicable para la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU), en contextos de alta vulnerabilidad, específicamente ese año en ciudades fronterizas del norte del país. El tiempo de desarrollo para estos proyectos serían sólo de tres meses y tres meses para ser ejecutadas sus obras; con presupuestos acotados (este espacio se construyó de diciembre del 2019 a marzo del 2020 y se habría inaugurado el 4 de abril, de no haber estado en contingencia por el COVID 19).

Por estas razones consideramos fundamentales tres estrategias de diseño; la primera, los criterios constructivos, donde racionalizamos el uso de la obra civil en un cincuenta por ciento y a la prefabricación ligera el resto; la segunda, la respuesta a una flexibilidad matérica al lugar y la última la versatilidad a su espíritu espacial. Reconocer el ambulantaje, los cambios en la densidad poblacional producto de la migración y principalmente la falta de recursos a nivel de infraestructura en las zonas por intervenir fueron el eje para imaginar un espacio público de uso variado acompañados de áreas verdes y recreación. Antes que proponer un edificio, nos parecía fundamental proponer una estructura flexible, comunitaria, capaz de fortalecer vínculos sociales y generar pertenencia evocando el imaginario del antiguo Parián —el mercado que ocupó el Zócalo de la Ciudad de México— para conformar una plaza-mercado.

 

 

Mercado Matamoros

La estructura arquitectónica se ubica en un espacio antes residual en un área residencial de la periferia de la ciudad. El edificio se remete sutilmente del paramento para rodearlo de espacio verde y plazas. El primer componente, la muralla, recuerda las antiguas estructuras sólidas cerradas al exterior que permiten perforarse de manera flexible, en este caso para generar tránsitos en tres direcciones que conectan con un espacio deportivo y otro recreativo. La muralla se define por cuarenta locales fijos, así como por el área de servicios con la orientación más desfavorable para el asoleamiento. Esta piel, de altura baja y de ladrillo rojo, adquiere su rigidez por las divisiones de los mismos locales a manera de contrafuertes y crea los vestíbulos de acceso al corazón del pórtico. 

 

Un sistema de paraguas a base de estructura metálica prefabricados en módulos triangulares-trapezoidales a los que su forma misma da rigidez construyen un pórtico perimetral cubriendo claros de nueve metros de distancia con estructuras no mayores a 5 pulgadas capaces de resistir un huracán o inundación a pesar de su ligereza. El ángulo de inclinación, responde a la reducción de carga además del trabajo estructural a tensión, propiciando también los escurrimientos óptimos para el agua y la nieve. El sistema considera una piel inferior que funciona como aislante térmico, en este caso tabique de 2 cms de espesor, manteniendo en exterior una piel de lámina ideal para la intemperie y la captación pluvial, funcionando también como reflejante solar. Las linternillas facilitan el cruce de viento y la iluminación natural óptima para los otros 40 locales que se asientan en el corazón del pórtico de manera informal con áreas asignadas de 3 x 3 metros que permiten mantener la flexibilidad espacial y uso para la gente de la comunidad.

Por último, el oasis,  es un jardín sensible a las condiciones locales, en este caso un jardín-ciénega de bajo mantenimiento que se riega a partir de la captación de agua y que se despliega en las fachadas principales penetrando en el edificio. Un espacio flexible que en el tiempo irá incrementando su verde para promover sombras naturales, colchones térmicos y espacios de silencio.


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Mercado centro de barrio en Bahía de Banderas https://arquine.com/mercado-en-bahia-de-banderas/ Thu, 17 Dec 2020 08:06:48 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/mercado-en-bahia-de-banderas/ Se construyo un nuevo mercado público y se revitalizó un conjunto preexistente de instalaciones deportivas, en la localidad denominada Bucerías, que se ubica al norte del Municipio de Bahía de Banderas, en el Estado de Nayarit.

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Fotografías de Luis Young

En todas las comunidades urbanas la calidad de vida comunitaria depende en gran medida de la cantidad, diversidad y calidad de los espacios colectivos, abiertos, públicos, incluyentes y democráticos, con los que se cuenta. Lugares en donde la gente se encuentra y se desarrollan de manera natural y espontánea los intercambios que dan fuerza y sentido a la vida cotidiana, produciendo al mismo tiempo las posibilidades de enriquecimiento y diversificación de la vida social. La riqueza de estos espacios públicos, depende en gran medida de las mezclas de diferentes usos del suelo y, desde luego, de las interrelaciones de diversos grupos sociales y económicos. Influye además en lo anterior la localización y facilidades de accesibilidad a estos lugares sociales, en relación con  la trama del tejido urbano donde se ubican y desde luego su calidad de diseño. Con el tiempo y dada la vitalidad de los mismos, estos espacios se pueden ir cargando de significados y pasan a formar parte de la historia cultural de estas comunidades. Se llegan a convertir en nodos o hitos urbanos, en relación con los cuales se ordenan las referencias espaciales de vida, de las comunidades de las que hablamos.

Las ideas anteriores las tenemos presentes a la hora de evaluar el proyecto reciente de la construcción de un mercado público y la revitalización de un conjunto preexistente de instalaciones deportivas, que se ha realizado en la localidad denominada Bucerías, que se ubica al norte del Municipio de Bahía de Banderas, en el Estado de Nayarit. Vale la pena puntualizar de inicio que los criterios de actuación y los programas de proyecto a resolver, fueron el resultado de acuerdos entre representantes de la comunidad, las dependencias del gobierno federal encargadas de la planeación de los mismos, en este caso la Sedatu, y por otro lado, como responsables de la parte proyectual, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Arquitectura de la propia Universidad. El arquitecto Matías Martínez (1984), egresado del Taller Max Cetto de la misma Facultad en el año 2008, es el responsable directo del diseño del mercado y conjunto en cuestión.

 

Bucerías (lugar de buzos) es una comunidad que se ocupa fundamentalmente en actividades turísticas, al disponer de un bello frente de mar, colindante en continuidad con el Estado de Jalisco, formando parte de la Riviera Nayarita y contando con una población que ronda los veinte mil habitantes. El clima en la localidad es caluroso y húmedo, con una temperatura promedio de 31 grados centígrados. Dada la población del lugar, era necesario contar ya con un  mercado público formal y para el efecto se seleccionó un terreno que se ubica estratégicamente muy al centro del territorio que ocupa actualmente el desarrollo urbano de Bucerías. Colindando con el terreno seleccionado para el mercado, se ubicaban las preexistencias de tres canchas deportivas, una de futbol, otra de beisbol y una más de basquetbol, que terminaron finalmente por integrarse y constituir un conjunto o centro de barrio. Instalaciones deportivas que fueron atendidas proyectualmente con mejoramientos en cuanto a sus instalaciones, como son algunos espacios destinados para baños y vestidores, algunas gradas semicubiertas y un espacio cerrado de usos múltiples dedicado a la preparación de jóvenes, como escuela de quienes practicarán el beisbol, sumando a lo anterior instalaciones de iluminación, para  ocupar de mejor manera estas canchas durante la noche, en la cual las condiciones climáticas son mas favorables, para la práctica de estos deportes.

 

El mercado como obra nueva de 3410.20 metros cuadrados construidos, cuenta con un área administrativa y de servicios, 120 locales comerciales, de los cuales 30 están dedicados a la preparación y venta de comida, ubicados estos últimos en tres de las colindancias externas del conjunto. La propuesta proyectual de criterios racionalistas, con base en la utilización de formas geométricas simples, regulares, se ordena de manera sistemática y modular, a partir del planteamiento de una dinámica cubierta constituida por paraguas, que a la distancia nos recuerdan la arquitectura de Félix Candela (1910-1997), arquitecto español, nacionalizado mexicano. A diferencia de Candela, que realizaba sus proyectos con cubiertas laminares de concreto, en este caso Matías Martínez, resolvió su unidad modular de cubierta, con base en una estructura metálica, terminada en su parte superior con piezas de barro. Bajo cada unidad de cubierta, se disponen de manera ordenada cuatro locales comerciales y su parte correspondiente de circulaciones. Las cubiertas están resueltas a manera de planos inclinados, que permiten a partir de esta condición, contar con la suficiente iluminación natural al interior del mercado y desde luego con ventilación natural cruzada, para refrescar su habitabilidad. Los flujos peatonales resultantes son claros y eficientes, contribuyendo a esta claridad, el hecho de que los locales interiores son bajos y permiten visualizar de golpe, el conjunto total del mercado y sus posibles recorridos.

 

Los locales de baja altura están resueltos con base en tabique de barro rojo vidriado, con despieces ordenados, a lo que se suman mesetas de concreto pulido que sirven para apoyar los productos de venta, reconociendo en términos proyectuales el cuidado de su resolución geométrica y de detalle en cada uno de sus componentes. Es interesante el detalle de las columnas de la estructura metálica, al fragmentarlas en cuatro componentes, que se relacionan visual, geométrica y estructuralmente con los de las cubiertas, y que nos recuerdan propuestas previas experimentadas por el arquitecto británico Norman Foster (1935). Es atractivo el contraste cromático y de texturas entre el barro, la expresividad de la estructura terminada en tonos oscuros y el concreto pulido aparente de pisos y mesetas. Contribuyen a lo anterior los juegos de luces y claroscuros que provienen de las ventanas altas ubicadas en los planos inclinados de las cubiertas.

 

Me parece que los espacios exteriores, que colindan con los locales destinados para la venta de comida, debieron contar con un mejor tratamiento de diseño paisajístico, pensando en el confort de su utilización, ya que las extensiones de cubiertas con las que cuentan para su protección solar, creo no son suficientes, teniendo en cuenta sobretodo las condiciones climáticas, calurosas y húmedas de la localidad.  Adicionalmente pienso que debió realizarse un plan maestro, incluyendo en la propuesta de conjunto a manera de previsión, la inclusión de usos del terreno vacío que se considera como reserva territorial, que colinda con el proyecto actualmente terminado.

 

La escala actual de Bucerías permite recorrer la localidad a pié y esta condición vuelve amables los itinerarios posibles. En términos urbanos, la presencia del proyecto resulta amable para el contexto donde se ubica y al final de cuentas se aprecia sencillo, ordenado, eficiente, cuidadosamente resuelto y formalmente atractivo; pero lo mas importante es que su ubicación y la combinación de usos del suelo de conjunto, podrán traducirse en un lugar significativo de referencia, que pudiera enriquecer la cotidianeidad de la vida colectiva en la localidad y con el tiempo llegar a formar parte de la cultura de la misma. Celebro que se sigan construyendo mercados públicos, por lo que significan para la vida social y económica de las comunidades; el trato mas directo y rentable entre productores y consumidores. Las atmósferas y calidades vivenciales que resultan en los mercados, propician un rico, diverso e intenso roce social.

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Mercado temporal de Shengli https://arquine.com/obra/mercado-de-shengli/ Mon, 06 Jan 2020 14:04:22 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/mercado-de-shengli/ En aras de la renovación el mercado y el casco antiguo donde se ubicaba necesitaban ser transformados o reconstruidos. Sin embargo, todo el proceso de demolición, transformación y reconstrucción llevará tiempo y un mercado que satisfaga las necesidades básicas de las personas resultaba indispensable.

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Este proyecto es el sitio temporal de un antiguo mercado, ubicado en la ciudad de Puyang, China. El mercado original estaba situado en una antigua zona urbana. En aras de la renovación el mercado y el casco antiguo donde se ubicaba necesitaban ser transformados o reconstruidos. Sin embargo, todo el proceso de demolición, transformación y reconstrucción llevará tiempo y un mercado que satisfaga las necesidades básicas de las personas resultaba indispensable. Por lo tanto, era imperativo construir un mercado temporal para sustituir el antiguo por un tiempo.

En el lado opuesto del antiguo mercado había un terreno no utilizado que estaba disponible para alquiler a corto plazo. Cercano del mercado original, era conveniente para que los vendedores se mudaran y los ciudadanos hagan sus compras. Con la construcción de una carretera urbana, el antiguo mercado a menudo sufría de los atascos de tráfico. La trama del nuevo mercado se retrasa de la carretera principal, dejando un área de estacionamiento y formando un plano cuadrado.

El cliente solicitó un proceso de construcción rápido y de bajo costo, mientras que los diseñadores dieron gran importancia a la sostenibilidad, con la esperanza de que la construcción pueda usarse para otros fines o reciclarse y reutilizarse después de que complete su papel como mercado temporal. Teniendo esto en cuenta, se buscó una solución para crear una arquitectura sostenible, multifuncional y de bajo costo a corto plazo. Se optó por una estructura arquitectónica completamente industrializada, similar a un invernadero, construida con componentes estandarizados. Todos los componentes son livianos, modulares y prefabricados, lo que garantiza una construcción rápida, un costo reducido y un espacio arquitectónico relativamente amplio. Los elementos de construcción pueden desmontarse, reciclarse o reutilizarse para otras construcciones.


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Los mercados sobre ruedas como alternativa de espacio público https://arquine.com/los-mercados-sobre-ruedas-como-alternativa-de-espacio-publico/ Wed, 23 Aug 2017 17:00:47 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/los-mercados-sobre-ruedas-como-alternativa-de-espacio-publico/ Las calles de la ciudad de México conforman un espacio público donde por más de 500 años se ha desarrollado una cultura del intercambio expresada en la formación de tianguis y mercados esparcidos por toda el área metropolitana del valle de México.

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Fragmento del texto publicado en el número 36 de la Revista Arquine, verano del 2006 | #Arquine20Años

Descubriendo lo des-organizado

Cualquiera que haya viajado a la ciudad de México se percatara de su ilimitada extensión. La ruta de aterrizaje del avión hace que el visitante disfrute, asombrado, cómo el entramado urbano trepa por los montes, cambia de dirección casi al azar. Además, notará la ausencia de áreas verdes y, en el tramo final, el sinnúmero de asentamientos irregulares sobre las banquetas de calles y avenidas. Este contraste es notable, sobre todo para el visitante europeo. La mayoría de ciudades de Europa defiende la calle de cualquier actividad no relacionada con su carácter de infraestructura. Es, ante todo, un espacio público donde la aparición de lo desorganizado —puestos que venden u ofrecen algo— se considera una intrusión al significado ‘moderno’ de planificación urbana. Por su parte, las calles de la ciudad de México conforman un espacio público donde por más de 500 años se ha desarrollado una cultura del intercambio expresada en la formación de tianguis y mercados esparcidos por toda el área metropolitana del valle de México.

Este ensayo propone la revisión del fenómeno urbano de los mercados sobre ruedas y tianguis de la ciudad de México. ¿Cómo es posible entender su presencia dentro de un proceso para hacer ciudad? ¿Existe alguna manera de que estos no-lugares se puedan convertir en un catalizador urbano para definir qué es el espacio público en una ciudad como ésta? La hipótesis central radica en la idea de que estas apropiaciones del espacio público articulan una forma colectiva de ciudad más compleja que las normas de planeación y regulación de usos de suelo impuestas por las autoridades. En esta aproximación resulta clave la perspectiva multidisciplinaria. El espacio social de las ideas y experiencias está definido por la tensión fundamental entre las estrategias reales de diseño arquitectónico y una perspectiva antropológica que limitan las categorías relacionadas con la cultura urbana a: subjetividad, identificación de comunidades y movilidad.

 

Utilidad de lo desorganizado en nuestro entorno

En libros y revistas de arquitectura suele predominar la presentación de proyectos notables, magníficos o de ‘buen gusto’. Sin embargo, la realidad urbana que se presenta en cualquier ciudad dista mucho de lo que se presenta como modelo a seguir por dichas publicaciones. Si bien, recientemente, ha surgido un interés por la arquitectura de lo ordinario, de lo feo o incluso de lo kitsch, esto es apenas otro intento por hacer de ésta un producto estético aceptable para la sociedad de consumo. Hoy en día, cualquier paisaje urbano es resultado de lo común y ordinario, y no del ‘deseo’ de la arquitectura por realizar excelentes intervenciones. ¿Alguien conoce una ciudad donde sólo haya grandes obras de arquitectura? Las fotografías de Gabriele Basilico son ejemplos notables de cómo las ciudades son formadas más por lo desorganizado y por arquitecturas ‘detestables’ y ordinarias que por obras maestras y edificios bonitos.

Si revertimos el proceso y, en vez de negarlo, comenzamos a entender lo desorganizado como lo complejo de la realidad, de donde se puede aprender, entonces la ciudad de México es un buen punto de partida. Esta arquitectura y este micro-urbanismo mutante y sin pena tienen una gran utilidad: en ciertos casos, por su expresión de valores culturales y de tradiciones del espacio público; en otros, porque proponen una eficiente relación temporal con el usuario, a la manera de un aeropuerto. Específicamente, dentro del centro histórico, algunos mercados bien podrían dar la pauta para nuevas estrategias de rehabilitación de edificios históricos.

 

¿Existen rasgos propositivos en la arquitectura sobre ruedas?

El rasgo principal de los mercados o tianguis callejeros radica en su honestidad brutal en cuanto a sus requerimientos programáticos y a su relación con el contexto, además de su movilidad y su nomadismo. En sus inicios, algunos fueron desarrollados como mega-programa de distribución de productos de primera necesidad en una ciudad demasiado grande. En este caso, los mercados sobre ruedas resultan ejemplares. Pasando desapercibidos como arquitectura, pero apreciados por su pragmatismo, estos mercados no suelen tener aceptación dentro de la cultura urbana formal y, ocasionalmente, son la muestra más clara de lo que no debería existir en una ciudad. Pero en términos reales, una observación empírica muestra que estos mercados son una explicación de la realidad urbana.

La hipótesis inicial del reconocimiento es que en cualquier ciudad, la situación y los sistemas de reglamentación deben reflejarse en sus edificios y espacios urbanos. En el caso de la capital mexicana, la arquitectura sobre ruedas contiene algunas indicaciones para pensar la ciudad y el lenguaje arquitectónico. Los ejemplos propuestos muestran una relación directa entre apropiación del espacio público y organización social siempre incluyente; una participación activa dentro del espacio urbano. Incluso en algunos casos, estos ‘toldos rosas’ poseen una idiosincrasia tan acentuada que los convierte en polos del área metropolitana.

Al tratar la relación mercado-espacio urbano como lo fundamental, sin prejuicio, significado o categoría, la búsqueda se centra en la incongruencia de la intersección entre estos elementos del entorno colectivo, donde se entrecruzan y se apropian del espacio. Observada así, la aglomeración informal de los espacios urbanos de la ciudad de México se percibe como una serie de minúsculas incongruencias de situaciones temporales donde se vive la realidad arquitectónica de una ciudad como ésta. Su “incongruencia” es algo mucho más especifico y sugerente, pero se desdobla saltando del campo arquitectónico urbano a un reconocimiento etnográfico con fuerte contenido de antropología visual.

 

Dime dónde estás y te diré a dónde ir

El tema de lo público aparece en época reciente, dotado de actualidad, entre otras razones, como preocupación colectiva respecto al acceso, el uso y la gestión de espacios urbanos. Si se observa la compresión del contexto urbano a través de la opacidad presentada por acoplamientos entre los diversos actores de la ciudad, lo público puede ser visto como perspectiva que permite analizar límites y fronteras de lo arquitectónico. Esto evidencia sorprendentes contigüidades en un mismo espacio, y que no sólo redefinen lo público y lo privado, lo culto y lo popular, lo básico y lo complejo, sino que determinan estructuralmente el entramado urbano.

 

De un plan regulador a un sistema flexible

La creencia de que una persona puede controlar una ciudad o situación urbana marca una diferencia crucial entre arquitectos modernos –que lo afirmaron- y los postmodernos –que lo negaron. La consecuencia más clara de los fallidos intentos de ambos resulta en la revelación de que no es necesario establecer un plan maestro total. La complejidad de los distintos sistemas autónomos que coexisten en la ciudad significa que nadie puede coordinarlo todo. Desde esta perspectiva, la ‘situación de adyacencia’ sugiere ciertos grados para establecer las apropiaciones que suceden en el espacio público de la ciudad de México, dependiendo de los elementos ya mencionados de forma, uso-duración, grado de contigüidad y afiliación política dentro de las distintas agrupaciones de tianguis callejeros. Si tomamos como ejemplo alguno de los mercados sobre ruedas, por su uso-duración y grado de contigüidad ofrece una adyacencia al espacio público intenso; pero en cuanto a su categoría formal no tiene el mismo nivel de incidencia, ya que su configuración depende directamente de dos edificaciones con una fuerte delimitación urbana.

Este sistema de identificación (PDF) muestra todos los matices existentes dentro de los cuales encontramos la arquitectura sobre ruedas. De ninguna manera se pretende mostrar una definición unitaria de qué es la apropiación del espacio público, ni presentar a los sistemas de comercio formal e informal como polaridad. Al contrario: es una matriz que ofrece ampliar la manera de identificar los modos de apropiación para establecer metodologías de diseño que puedan ser incorporadas a este tipo de micro-establecimientos en base a las relaciones urbanas que genera.

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