Resultados de búsqueda para la etiqueta [19s ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Tue, 03 Oct 2023 15:52:23 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.3 La Ciudad [IV]: de sacudidas, pérdidas y caídas https://arquine.com/la-ciudad-iv-de-sacudidas-perdidas-y-caidas/ Tue, 19 Sep 2023 21:24:56 +0000 https://arquine.com/?p=83167 La Ciudad de México ha sufrido grandes catástrofes, pero hay tres caídas importantes producidas por tres grandes sacudidas, las de un sismo, la del 28 de julio de 1957, la del 19 septiembre 1985 y la del 19 de septiembre de  2017 donde un ángel, un multifamiliar y un monumento a la madre han sido los elementos representativos de esas sacudidas.

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“no lo deje caer”  

Raquel Berrios y Luis Del Valle.

Sacudidas y pérdidas a tres caídas que representan por un lado destrucción y por el otro la posibilidad de reconstrucción o, por lo menos, de una sustitución de ese elemento que se desprendió de su altura, que no estaba bien anclado, estructurado o cimentado, y que por el impacto se descompuso en partes, en pedazos, convirtiéndose a veces en piedra y luego escombros. 

La Ciudad de México ha sufrido grandes catástrofes entre inundaciones (la de 1629, conocida como el diluvio o inundación de San Mateo), temblores (sismos y réplicas), explosiones (San Juan Ixhuatepec, 19 y 20 de noviembre de 1984), socavones (el del Paseo de la Reforma, el 31 de agosto de 2017) y otros fenómenos, pero hay tres caídas importantes producidas por tres grandes sacudidas, todas de un sismo: el 28 de julio de 1957, la del 19 septiembre 1985 y la del 19 de septiembre de  2017 donde un ángel, un multifamiliar y un monumento a la madre han sido los elementos representativos de esas sacudidas.

28 de julio de 1957 / 02:40 hrs. / 7.8º de magnitud /  A 90 km. al sureste de Acapulco, Guerrero.

La caída del Ángel de la Independencia, escultura hecha por Enrique Alciati sobre una columna rediseñada por Antonio Rivas Mercado a partir del diseño original de los arquitectos Cluss y Shultz de Washington D. C., e ingeniería a cargo de Guillermo Beltrán y Puga, Gonzalo Garita, Luis Zavaterelli y Manuel Gorozpe.

Con una altura de siete metros y un peso de siete toneladas, el Ángel cayó de su pedestal al pie de la columna, en dirección al lado sur hacia la calle de Florencia. Decapitada, la cabeza de la victoria alada quedó hacia el sur oriente, y sus pies hacia el sur poniente, a un lado de la escultura de la guerra. El resto de la estatua quedó viendo hacia las inscripciones de los caudillos de Mariano Jiménez, Leonardo Bravo y Pedro Moreno (al otro lado, el nombre de los guerrilleros Encarnación Ortiz, Víctor Rosales y José Antonio Torres), y señalando hacia el Condominio Reforma 369 de los arquitectos Mario Pani Darquí y Salvador Ortega (recién inaugurado), casi como una premonición de lo que vendría en 1985.

Cayó mirando hacia abajo. La victoria alada no pudo controlar su vuelo con las alas abiertas; amputada de su brazo derecho –que quedó a un lado de sus pies–, pedazos de su cuerpo, la corona de laurel y la cadena de tres eslabones en la escalinata, oro en huellas y peraltes en todo el basamento, la cabeza bajo la estatua de La Paz del lado contrario de Los Precursores, del lado de Los Consumadores de la Independencia (Pedro Ascencio, José Joaquín Herrera y Miguel Barragán), las estatuas de la  ley y la justicia del lado opuesto a su caída.

La cabeza mutilada, por completo aplastada y suturada en sus heridas, carece de la parte superior, del asiento de la razón, como la llamaba José Chávez Morado (ver “La Ciudad [I]”). En la actualidad, la cabeza sin cuerpo y sin razón se encuentra en el Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos Sigüenza y Góngora” (casa de los Condes de Heras y Soto), en el número 8 de la calle de República de Chile en el Centro Histórico. Pasaron 47 años desde su inauguración en 1910, por parte de Porfirio Díaz, hasta la caída de este moderno Prometeo, misma que causó tristeza, desconsuelo y preocupación en la población de la Ciudad de México.

Cayó el ángel, la victoria alada, Niké, esta caída representa la perdida parcial de la libertad para la ciudad.

Conjunto Urbano Nonoalcom Tlatelolco, sismo de 1985, foto del Archivo de El Universal, imagen recuperada de https://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/letras/2015/08/27/palabras-e-imagenes-para-recordar-el-terremoto-del-85/.

19 de septiembre de 1985 / 07:17:47 hrs. / 8.1º de magnitud / En el puerto de Lázaro Cardenas, Michoacán, Océano Pacífico.

La caída de una ciudad entera y la de una ciudad dentro de otra, de uno de los símbolos del movimiento moderno: el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco —en particular el Edificio Nuevo León—, símbolo del multifamiliar como una forma de vida colectiva con encuentros y fricciones. El edificio Nuevo León contaba con 15 niveles, seccionado en 3 por su longitud —casi diciendo a gritos “juntas constructivas” de 90 metros aproximadamente. Era el edificio de remate que se desplantaba en una diagonal casi paralela al Paseo de Reforma Norte, el preámbulo para encontrarnos con el par vial de las calzadas de Guadalupe y la de Los Misterios, camino a la Basílica de Guadalupe.

Una caída fragmentada, los dos primeros tercios del edificio sobre su costado poniente develaron un fragmento de tres niveles aún entero (la manguetería, con su cancelería, quedó casi intacta), losas desparramadas hacia ese poniente como efecto dominó y columnas quebradas, partidas en dos, arraigándose a la cimentación. El último tercio tuvo que demolerse tiempo después. Este caída devela un corte por fachada de una tragedia, a lo lejos las torres de los edificios Veracruz, Coahuila y Zacatecas; y como testigo en primer plano, el edificio Chiapas, para algunos una suerte de no morir en el Edificio Nuevo León. “De las ruinas saltaban piedras”, decía José Emilio Pacheco en su poema “Las voces de Tlatelolco”.

Como consecuencia de la caída de este edificio, 8 más tuvieron que ser demolidos y otros 4 reducidos en altura, una pérdida calculada casi 180 pisos y 648 metros de altura que la ciudad no ha podido recuperar o negociar como una transferencia de potencial para detonar los nuevos corredores urbanos, como por ejemplo, el que esta inmediatamente al poniente de Tlatelolco: Atlampa “donde tuerce el agua”, o el Eje Central Lázaro Cardenas con Insurgentes Norte. Transferencia entendida como un intercambio de altura, niveles y metros cuadrados para recomponer el espacio urbano del mismo conjunto o rehabilitar ciertos equipamientos en su interior. Los edificios también pueden intercambiar energías. Hoy en el lugar del edificio Nuevo León hay una plaza-parque con un busto de dedicado a Plácido Domingo, además un reloj de sol que marca la hora de este sismo; de manera curiosa, en el punto que inicia esta escultura el suelo está por completo fragmentado. La grieta y la fisura como una capa adicional de la zona arqueológica, de la Iglesia de Santiago Tlatelolco y de la Plaza de la Tres Culturas; una capa más a esa modernidad amputada, fechada entre 1986-2015 por Ernesto Betancourt en Paisajes clandestinos. Ensayos sobre gestión y anti-urbanismo.

El Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco fue diseñado por los arquitectos Mario Pani Darqui, Luis Ramos Cunningham y Ricardo de Robina, fue la “utopía del México sin vecindades” contra la “erradicación del cinturón de miseria o la herradura de tugurios”, dos puntos de vista completamente diferentes de la ciudad. Una, la del escritor Carlos Monsiváis contra la urbano-arquitectónico de Mario Pani; otra en “23: describir una calle” hacia estos cuestionamientos que vuelvo a reiterar: ¿qué sería de esta ciudad sin su gran eje peatonal de comercio ambulante e intercambio económico desde el Zócalo, pasando por la calle de República de Argentina y su continuidad en la calle de Jesús Carranza?, ¿qué sería de esta ciudad sin la transversalidad que comunica la calle Matamoros con la glorieta del monumento a Cuitláhuac y sus remanentes verdes hasta el conjunto urbano de Tlatelolco?, ¿que sería de esta ciudad sin sus micheladas, gomichelas, chuperías, antojerías o facultades de entretenimiento los fines de semana?, ¿qué sería de esta ciudad sin colonias como Tepito, La Lagunilla, Peralvillo y Morelos?…

Cayó el multifamiliar, la utopía moderna, la gran maqueta fotografiada y construida en la realidad, pero también cayó la visión de una ciudad de uno de los arquitectos hegemónicos del poder, este caída representa la perdida quizá de la idea de la planificación en la ciudad.

Monumento a la madre en el Parque Urbano Monumento a la Madre, sismo de 2017. Fotografía de @arturinovamex, recuperada de https://www.eluniversal.com.mx/metropoli/cdmx/colapsa-monumento-la-madre-en-cdmx-tras-sismo/

 

19 de septiembre de 2017 / 13:40:40 hrs. / 7.1º de magnitud / A 12 km del sureste de Axochiapan, Morelos.

La caída del monumento que da nombre al recién inaugurado Paseo Urbano Monumento a la Madre (PUMM), ajuste en la traza urbana de la ciudad que divide a las colonia Cuauhtémoc (antes la colonia de La Teja Norte) de la colonia San Rafael (esta, la primera colonia de traza moderna en la ciudad, construida entre 1890-1910 y conocida con anterioridad como la unión de tres colonias: la de los Arquitectos, la de La Blanca y la misma de San Rafael). El PUMM fue un proyecto liderado por la extinta Autoridad del Espacio Público (AEP), de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (SEDUVI), y diseñado por R-Zero + PAAR, pero que tiene más similitud en su solución a los proyectos desarrollados bajo la mano de Ernesto Betancourt en la AEP. El diseño original de ese espacio público es de José Villagrán García y la escultura es de Luis Ortiz Monasterio, el espacio y la escultura se inauguraron el 10 de mayo de 1949. 

Rafael Alducín Bedoya, periodista y fundador del diario Excélsior, el periódico de la vida nacional, fue el promotor del Día de las Madres que se introdujo en México el 10 de mayo de 1922 con apoyo de José Vasconcelos, Secretario de Educación Pública. Excélsior es el mismo periódico que en 1949 convocó, bajo la dirección de Rodrigo de Llano, al concurso de La Ciudad de México interpretada por sus pintores, en conjunto con la Galería de Arte Mexicano, el Departamento del Distrito Federal (DDF) y el Banco de México, certamen que terminaría ganando Juan O´Gorman con Paisaje de ciudad (representación de una ciudad idealizada y masculinizada) y en la que José Chávez Morado presentó su cuadro La Ciudad, esa urbe madre, “que nos amó antes de conocernos”.

El Monumento a la Madre está compuesto por una trilogía de esculturas: el hombre a la izquierda de la escultura central tiene una pose de escritor (con lápiz y libro incluidos), voltea la cabeza hacia ella, una mujer con una mazorca de maíz (símbolo de la fertilidad) en la mano derecha y en la izquierda el acto de la cosecha. En el eje central de este paseo-jardín está una mujer de vestido largo, la madre con un niño que sostiene con ambos brazos en postura de asiento bajo un rebozo. El hijo levanta la mano derecha en forma de saludo a uno de los espacio urbanos más importantes de la capital (no sólo por estar junto a una de las primeras colonias de la ciudad, sino también por estar en el cruce de Insurgentes y Reforma).

Esta última escultura la de la madre, con un peso de 25 toneladas de cantera, fue la que cayó durante esta sacudida, dejando registros en las losetas gris basaltex del paseo recién inaugurado; pedazos descompuestos y trozos desnudos de un hijo con su madre que cayó en su mismo eje; sus extremidades inferiores casi en la misma posición del trazo central, dejando sólo sus pies en el pedestal del cual se desplantaba, y casi irreconocibles su extremidad superior y su cabeza.

El 13 de febrero de 2019 se efectuó la pieza “Ascención y caída, un sacrifico”, de Alberto Odériz y Alejandro Palafox quienes vaciaron en yeso las piedras que sobraron del monumento caído durante la reconstrucción de la escultura original, mismas que al día de hoy siguen abandonadas a un costado del monumento y aún dan refugio y morada a personas en situación de calle de la zona.

Cayó el regazo, la protección, la seguridad, cayó la madre a los mismos pies de su ciudad, esta caída representa la perdida del paisaje, de la conexión con nuestro entorno natural y urbano en la ciudad.

Por desgracia toda ciudad tiene sus tres sacudidas con sus respectivas caídas, afortunadamente con un límite de tiempo que permite recuperarnos tras las pérdidas (cada uno interpreta y resignifica esas pérdidas en relación con su experiencia del acontecimiento), documentar sus registros y comenzar de nuevo (una reconstrucción), a veces con menor fortuna de lo que teníamos antes. 

A la Ciudad de México, nuestra ciudad madre, “porque su maternidad  también- fue voluntaria”.

sacúdeme, la vida amor”

Francisco Joaquín Huidobro Preciado.

 

Este texto forma parte del proyecto de investigación Ciudad cuerpo y deporte urbano del Sistema Nacional de Creadores de Arte en Arquitectura (diseño arquitectónico). 

 

Notas

1. Un moderno Prometeo como alusión al mito griego de como uno de los titanes creo a la humanidad a partir de arcilla y agua; en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México podría enlistar una serie de modernos Prometeos y otras monstruosidades que nos ven, protegen, guían y cuidan desde lo alto. Además del Ángel de la Independencia, en Paseo de la Reforma, está la Cabeza de Juárez en la avenida Guelatao,  en Iztapalapa; el Guerrero Chimalli, en la avenida Bordo de Xochiaca, en Chimalhuacán; o la Santa Muerte en el templo de San Mateo Cuautepec.

2. La otra pérdida parcial de esa libertad se dio con el cerco perimetral impuesto por el Gobierno de la CDMX tras la manifestación #NoNosCuidanNosViolan, el 16 de agosto de 2019, para denunciar abusos sexuales por parte del cuerpo de policía de esta ciudad que, tras las pintas en monumentos históricos, derivó en temas de conservación y preservación y en movimientos como el de “Restauradoras con Glitter” y acciones como  “Arqueología de una Manifestación”, de Alberto Odériz.

3. De la placa (ubicada bajo la primera) autoría de un grupo feminista que sustituyó al grafiti de “la maternidad será voluntaria o no será”.

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Escuela Emiliano Zapata | TAX /Alberto Kalach / Roberto Silva https://arquine.com/obra/escuela-emiliano-zapata-tax-alberto-kalach-roberto-silva/ Tue, 03 Nov 2020 22:12:08 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/escuela-emiliano-zapata-tax-alberto-kalach-roberto-silva/ El terremoto de 2017 revivió los terribles recuerdos de la devastación que había sufrido esta ciudad exactamente 32 años atrás, el fatídico 19 de septiembre. Presentamos un video sobre la Escuela Emiliano Zapata de TAX | Alberto Kalach y Roberto Silva cortesía de Jaime Navarro.

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Video cortesía : Jaime Navarro

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Reconstruir el patrimonio: una tarea inmensa | Conversación con Arturo Balandrano https://arquine.com/reconstruir-el-patrimonio-una-tarea-inmensa-conversacion-con-arturo-balandrano/ Thu, 19 Sep 2019 15:00:19 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/reconstruir-el-patrimonio-una-tarea-inmensa-conversacion-con-arturo-balandrano/ Arturo Balandrano, Director General de Sitios y Monumentos del INAH, conversó con Arquine sobre las metodologías, retos y planes para la reconstrucción del patrimonio arquitectónico los sismos de septiembre del 2017.

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El balance que se hizo desde las primeras horas después de los dos sismos por parte del INAH, del INBA y la Dirección General de Monumentos, todos de la Secretaría de Cultura, fue un universo de 2,340 inmuebles dañados, de los cuales el 92% es arquitectura religiosa de los siglos XVI al XIX, y en menor medida sitios arqueológicos y arquitectura de carácter relevante de los siglos XX y XXI. El desastre rebasó las capacidades de las instituciones de este país y los institutos de la Secretaría de Cultura volcaron todo su personal al campo para realizar diversas acciones. Primero, se tuvo que hacer un registro, verificación y clasificación de los daños con el objeto de darle dimensión y escala a las afectaciones. Luego, siguió prever medidas de seguridad y de apuntalamiento.

Hay que apuntar que, además de los 2,340 inmuebles afectados, también resultaron dañados bienes muebles, pintura de caballete, escultura, pintura mural, retablos, archivos, mobiliario antiguo, etcétera. Más de 10,000 bienes resultaron afectados en total y cerca de 4,000 registraron daños, y el resto tuvieron o tienen que ser resguardados durante las obras de restauración. Si bien ya habíamos enfrentado, en épocas recientes como el 85 y el 99, terremotos por supuesto que importantes –en el segundo logramos restaurar más de 1,500 bienes inmuebles en su totalidad en un plazo de dos años– el daño, en cantidad y gravedad, fue mucho menor. En esta ocasión, además de la extensión territorial, el número de bienes afectados y la dimensión del daño fue mucho más grave: más del 20% de los inmuebles resultaron afectados con daños severos, es decir, colapsos de elementos estructurales que ponen en riesgo la estabilidad del inmueble, y un 60% con daños moderados: grietas y fracturas y desprendimientos y colapsos de elementos decorativos que no ponen en riesgo la estabilidad del inmueble. Otro 18% son daños menores.

Los inmuebles con valor patrimonial y cultural demandan una respuesta especializada de parte los organismos gubernamentales cuando se trata de evaluar los daños provocados por un sismo. Además de las estructuras y de los refuerzos que éstas necesitan, dichos edificios albergan elementos ornamentales que tienen que considerarse para su reparación.  Arturo Balandrano, Director General de Sitios y Monumentos del INAH, conversó con Arquine sobre las metodologías, retos y planes para la reconstrucción del patrimonio arquitectónico los sismos de septiembre del 2017.

Por su naturaleza, en el caso del patrimonio cultural, la recuperación y restauración puede resultar más compleja que en otros sectores, como salud o educación. Hay algunos inmuebles en la zona oriente del Estado de México donde colapsó el 40% de la estructura del inmueble. Aun así, la posibilidad de hacer una reestructuración restituyendo los valores patrimoniales a través de procesos de restauración que permitan mantener la integridad y la autenticidad de los bienes es factible. Para poder hacerlo, lo primero que necesitábamos era identificar los daños y trazar metodologías que nos permitieron sistematizar su reconocimiento, tomadas de las experiencias italianas. Entonces, nos dimos a la tarea de conseguir recursos. Primero, buscamos los del Fondo Nacional de Desastres Naturales que estableció el Gobierno Federal. Las reglas de operación del FONDEN preveen que se soliciten recursos en un plazo de 30 en los cuales integrar un expediente explicando el daño, cómo se va a recuperar y el costo. Tuvimos que elaborar en esos primeros 30 días después de ambos sismos los expedientes, para lo que fueron a campo todos nuestros especialistas. Se subieron 1,542 expedientes al FONDEN, lo que nos garantizó la posibilidad de utilizar 6,000 millones de pesos. El resto de los 2,340 lo manejamos a través del seguro que el INAH contrató después del terremoto de 1999. Logramos recuperar de la aseguradora un monto de un poco más de 5,000 millones de pesos.. Insisto en la diferencia con otros sectores en donde el trabajo es demoler y reconstruir, pues estamos trabajando con los especialistas de todo el país, tanto de instancias gubernamentales como con empresas privadas. En esto también enfrentamos un problema muy grave por el limitado mercado de empresas dedicadas a la restauración en nuestro país. Contando con un catálogo de monumentos históricos de más de 117,000 y más de 300, 000 sitios arqueológicos en el país, existen 420 empresas especializadas registradas.

Ya garantizados los recursos estamos trabajando en la elaboración de los proyectos. Hemos restaurado y entregado hasta ahora más de 820 monumentos. Nos han preguntado por qué vamos tan lentos. Respondemos que no vamos lento sino con el ritmo que el patrimonio requiere. El patrimonio requiere de una atención muy especial, requiere de investigación histórica, de investigación técnica, de análisis químicos, estructurales y de resistencia de materiales.

En el sector cultura, ¿qué es lo que falta? El INAH atendió prácticamente la totalidad de los bienes culturales, históricos y arqueológicos a federal. El seguro que tenemos contratado nos proveyó para esos inmuebles pero nos puso trabas para cumplir con los términos de la póliza. El seguro se negó a cubrir los inmuebles que no son federales, pues la póliza indica sólo el interés legal del INAH. En términos prácticos, lo que ha sucedido es que no han pagado daños a inmuebles que son monumentos históricos de propiedad estatal, municipal, comunal, ejidal o privada. Para los cuatro sectores esta nueva administración otorgó 8,000 millones de pesos más para atender lo que hace falta. La prioridad fundamentalmente es la vivienda, con más de 5,000 millones dedicados a ese rubro. A los otros 3 sectores nos dieron a cada uno 800 millones de pesos. El tema es la eficiencia con la que tenemos que trabajar para poder ejercer esos fondos que tienen la limitante de deber ejercerce en este año. Entonces estamos en una carrera frenética para poder atender a los solicitantes de los estados, poder transferir recursos, contratar los proyectos ejecutivos de restauración y hacer las obras en los cinco últimos meses del año. Tenemos una previsión aproximada de que tendremos alrededor de 200 obras que complementan los inmuebles en que está trabajando el INAH.

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El patrimonio expandido | Conversación con Inti Muñoz https://arquine.com/el-patrimonio-expandido-conversacion-con-inti-munoz/ Thu, 19 Sep 2019 13:00:27 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/el-patrimonio-expandido-conversacion-con-inti-munoz/ Catalogar y restaurar ya no tendría que atender únicamente a lo histórico, sino también a lo contemporáneo, además de mirar también las expresiones que no están necesariamente legitimadas por las instituciones arquitectónicas. Inti Muñoz, asistente del secretario de Cultura, habla sobre el reto que implica ampliar la catalogación patrimonial.

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Se han expandido las perspectivas que nos permiten entender el patrimonio arquitectónico como algo no sólo canonizado, sino también vernáculo. Este factor ha complejizado la normativa y la respuesta que ésta debe dar ante el rescate patrimonial. Catalogar y restaurar ya no tendría que atender únicamente a lo histórico, sino también a lo contemporáneo, además de mirar también las expresiones que no están necesariamente legitimadas por las instituciones arquitectónicas. Inti Muñoz, asistente del secretario de Cultura, habla sobre el reto que implica ampliar la catalogación patrimonial.

 

Desde un nivel personal puedo corroborar que el impacto de los sismos de 2017 es el más grande del que se tenga registro en la historia moderna de México. En parte porque el concepto de monumento histórico ha cambiado. Fue muy grande el daño al patrimonio, y esto no sólo respecto a lo material sino también por las implicaciones simbólicas, sociales, culturales e incluso económicas. La inmensa mayoría de los más de 2,300 monumentos históricos o de valor artístico son templos, y quienes trabajamos en torno al patrimonio podemos constatar de primera mano cómo los templos católicos —mas allá de lo religioso y de la concepción que uno pueda tener sobre la laicidad del Estado a más de 175 años de la Reforma Liberal— juegan un papel fundamental en la vida comunitaria. En muchos casos son el principal espacio público de las comunidades, un lugar de encuentro, de trabajo comunitario, de organización social, y juegan un papel de articulador económico.

Si bien tenemos instituciones culturales públicas fuertes con una larga trayectoria, con un vastísimo capital humano y un conocimiento acumulado y sistematizado a lo largo de muchas décadas, es claro que esa fortaleza de nuestras viejas instituciones culturales y de la ley que les da herramientas para trabajar no se ve reflejada en esta situación, producto de décadas de ahorcamiento presupuestal. Nuestras instituciones no estaban preparadas para enfrentar una tragedia de ese tipo. Existen expertos, especialistas del más alto nivel pero en instituciones que tenían capacidad material de respuesta suficiente.

A mí me tocaron los terremotos estando en la oficina de la UNESCO en México, y participamos en el primer monitoreo. Los daños fueron de distinto tipo. Algunas zonas de Xochimilco y el corredor de los primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl fueron devastadas. Se trata de construcciones impresionantes, de un valor inconmensurable, donde aflora la arquitectura renacentista, medieval incluso. Vimos que la falta acumulada de mantenimiento fue una de las causas de los daños adicionales al temblor, incluyendo malas intervenciones a veces promovidas por el personal parroquial. En cambio,  Parroquia de Atlatlahucan en Morelos, por ejemplo, resultó con muchísimos menos daños que cualquier otro edificio en la zona gracias a una tradición que involucra a la comunidad en conjunto con el INAH en la gestoría de la conservación permanentemente en una junta vecinal.

En la Ciudad de México, cuando tomamos la rienda de la nueva administración, particularmente en la Secretaria de Cultura, nos sorprendió la dimensión de los daños y la cantidad de inmuebles afectados: 196 monumentos históricos, es decir, anteriores a 1900, y 7 inmuebles declarados monumentos artísticos o catalogados por su valor artístico por el INBA. En diciembre de 2018 el proceso de reconstrucción y restauración estaba atorado por distintas razones, incluyendo que la ciudad no había aportado la parte de recursos con la que se había comprometido y por la complejidad administrativa para empezar a trabajar. Nos llevamos cinco meses de trabajo en la solución de todos los problemas administrativos. Descubrimos que había dictámenes de seguridad estructural que aun no habían sido revisados y nuestra primera tarea fue cerrar diez templos al culto, como San Fernando, la Santa Veracruz, la Santísima y varios más en la Magdalena Contreras, donde hoy todos los templos tradicionales están cerrados.

En el proceso surgieron nuevos datos, como la existencia de una cantidad importante de edificios que no estaban en ese universo que estaba siendo atendido: monumentos históricos o parte del patrimonio cultural según la Ley Federal, pero también según las leyes de la ciudad. La Ley de Desarrollo Urbano de la Ciudad establece dos categorías y puede considerar de valor patrimonial edificaciones que no están considerados a nivel federal. Ese nuevo universo resultó ser de varios cientos de edificios y hoy tenemos la constancia de, al menos, 127. Hay otros edificios que son parte del patrimonio cultural pero están incluidos en los censos de edificios dañados de vivienda. Estos 127 incluyen edificios tan importantes como la Casa de Talavera o el Palacio del Conde de Regla en el Centro Histórico y muchos edificios modernos de vivienda, de propiedad privada, que están a penas catalogados por el INBA.

El reto es muy grande y contrasta el hecho que aun teniendo una escuela de restauradores y arquitectos especializados en patrimonio y de ingenieros estructuristas especializados de gran tradición, no tenemos la suficiente capacidad de atención especializada, rebasados por la dimensión de los daños, pero también detenidos por herencias burocráticas. Hoy el gobierno de la ciudad ya ha hecho una aportación de 133 millones de pesos que se destinará íntegramente a la rehabilitación de los templos más dañados en los pueblos originarios. Se definió esa categoría para catalogar inmuebles que son parte de la vida cultural de la comunidad. Ya se contrataron las obras con empresas a recomendación del INAH y vamos a comenzar a trabajar en 18 templos. El primero va a ser San Bernardino de Siena en Xochimilco.

Todo esto también debe servirnos para buscar una transformación estructural en nuestra capacidad de respuesta ante los desastres en materia de conservación del patrimonio cultural en todo el país. Lo que pasó con los sismos también es un síntoma de la insuficiencia en el mantenimiento. La nueva propuesta debe incluir una nueva política de mantenimiento. La Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, planteó al inicio de la administración combinar la creación de escuelas-talleres en todos los municipios donde haya monumentos históricos con una mayor implicación de las comunidades en la conservación y con la implementación de medidas de mantenimiento y prevención.

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