Resultados de búsqueda para la etiqueta [Marina Otero ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Thu, 10 Apr 2025 01:12:13 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Tatiana Bilbao ESTUDIO forma parte del equipo creativo del Pabellón del Vaticano en la Bienal de Venecia 2025  https://arquine.com/tatiana-bilbao-estudio-forma-parte-del-equipo-creativo-del-pabellon-del-vaticano-en-la-bienal-de-venecia-2025/ Wed, 09 Apr 2025 19:57:00 +0000 https://arquine.com/?p=97839 Después de su aclamada participación en la Bienal de Venecia 2018, cuando el curador Francesco Dal Co invitó a diez estudios de arquitectura a diseñar capillas contemporáneas en la isla de San Giorgio Maggiore, el Vaticano vuelve con un pabellón donde su propuesta enfatiza el proceso por encima del objeto terminado. Bajo el título Opera […]

El cargo Tatiana Bilbao ESTUDIO forma parte del equipo creativo del Pabellón del Vaticano en la Bienal de Venecia 2025  apareció primero en Arquine.

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Después de su aclamada participación en la Bienal de Venecia 2018, cuando el curador Francesco Dal Co invitó a diez estudios de arquitectura a diseñar capillas contemporáneas en la isla de San Giorgio Maggiore, el Vaticano vuelve con un pabellón donde su propuesta enfatiza el proceso por encima del objeto terminado.

Bajo el título Opera Aperta (obra abierta) este pabellón ocupará el complejo de Santa Maria Ausiliatrice di Castello. En esta ocasión, más que una obra construida, se presentará como un espacio en construcción permanente, abierto a la reflexión colectiva que seguramente abordará la temática de esta edición; Intelligens. Natural. Artificial. Collective propuesta por el curador Carlo Ratti. (entrevista aquí).

El pabellón en 2025

La curaduría liderada por Marina Otero Verzier, arquitecta, curadora e investigadora, y Giovanna Zabotti, directora artística de Fondaco Italia y anteriormente curadora del Pabellón de Venecia, colaboraran con dos estudios internacionales; Tatiana Bilbao ESTUDIO de Ciudad de México, y MAIO Architects de Barcelona.

Tatiana Bilbao Estudio Socios ph. Fernando Sanchez

Opera Aperta aborda la arquitectura como un acto de administración que va más allá de los edificios para nutrir comunidades y ecosistemas. Durante los próximos seis meses, el proyecto se centrará  en lo que puede conservarse, reutilizarse y reactivarse. Este proceso de reparación se desarrollará a múltiples escalas, implicando a diversos grupos y formas de trabajo para crear un espacio dinámico y gestionado colectivamente. Al restaurar una estructura existente, el equipo prestará especial atención a sus grietas y goteras, no como defectos que hay que borrar, sino como umbrales a través de los cuales surgen nuevas posibilidades. Al atenderlas, se reconocerá que el mundo está emergiendo y decayendo al mismo tiempo, descomponiéndose y regenerándose. Reconociendo las vidas de quienes estuvieron y de quienes están por venir.

En el centro de esta transformación está la pericia de los restauradores, especialistas en la recuperación de obras de piedra, mármol, terracota, pintura mural y sobre lienzo, estuco, así como madera y metal. Los artesanos locales, cuyos oficios corren el riesgo de desaparecer, dirigirán los trabajos de restauración, que tendrán lugar de lunes a jueves y serán visibles para el público, ofreciendo la oportunidad de presenciar la artesanía en acción.

MAIO

Opera Aperta es un proceso de colaboración en el que participan un equipo internacional y colectivos locales. Juntos, reivindicamos la reparación como una práctica creativa y radical que trasciende la forma arquitectónica para nutrir comunidades, ecosistemas y los frágiles lazos que los unen. Al revitalizar una estructura existente, abordamos sus grietas y fugas no como defectos que hay que ocultar, sino como aperturas para la transformación. Estos umbrales nos invitan a reimaginar la relación entre pasado y futuro, crecimiento y decadencia, ruptura y regeneración. Opera Aperta rinde homenaje a las historias en capas incrustadas en el lugar, al tiempo que deja espacio para inteligencias aún por emerger”.

Marina Otero

 

Más allá de la restauración, Opera Aperta fomentará el intercambio cultural a través de momentos de convivencia y música. Una gran mesa comunal, organizada por la cooperativa NONSOLOVERDE, reunirá a los visitantes de la Bienal y a los residentes locales, creando un espacio para el diálogo y comidas compartidas, estas acciones tendrán lugar dos veces por semana.  Además, en colaboración con el Conservatorio de Música de Venecia, el proyecto ofrecerá salas de ensayo, almacén y alquiler de instrumentos (incluidos arpa, piano y piano de cola). Estas instalaciones estarán abiertas los sábados y domingos, y los músicos podrán reservar en línea turnos de una hora. Los sonidos ambientales de las actividades diarias se mezclarán con las composiciones musicales, mientras que ciertos espacios ofrecerán refugio del bullicio.

Al adoptar la restauración como un acto creativo y colectivo, Opera Aperta transformará el complejo de Santa Maria Ausiliatrice di Castello en un lugar de intercambio, aprendizaje y gestión compartida. Sin embargo, no será una obra acabada, es intencionadamente inacabada. Su importancia radica no sólo en su función programática, sino en su metabolismo social: un lugar de conexión cultural, una infraestructura para encuentros y un lugar de negociación, adaptación y compromiso continuos, profundamente arraigado en las comunidades locales. Aquí, la arquitectura es un ecosistema en evolución conformado por legados sociales y materiales. Es una práctica que valora el mundo existente y a quienes lo habitan.

“En un mundo en el que las fracturas y divisiones parecen amplificarse, Opera Aperta se propone como un acto de “reparación” e inteligencia comunitaria. Para Venecia y sus habitantes, residentes y ciudadanos de todo el mundo que la visitan y la habitan. Este pabellón no será sólo un espacio físico, sino un lugar de encuentro donde la música se convierta en un lenguaje universal capaz de unir a las personas por encima de las barreras culturales y responder a la necesidad de lugares donde cultivarla. Un lugar propicio para la curación y con momentos dedicados al silencio donde encontrar la posibilidad de ver las voces de los demás, de reencontrarse y de reflexionar sobre lo que nos une. Cada «reparación» es un acto de justicia social, porque devuelve el valor a lo que se ha descuidado, ofreciendo una segunda oportunidad no sólo a los edificios, sino también a las personas que los habitan. Para la parte histórico-monumental “reparar” significa también garantizar su futuro, transfiriendo a las nuevas generaciones el testimonio artístico, un patrimonio cultural que representa la base sobre la que construir y alimentar el conocimiento humano. ‘Laudato Si’ nos invita a cuidar nuestra casa común y, en este contexto, la arquitectura puede convertirse en un puente para la esperanza y la reconciliación.”

Giovanna Zabotti

Giovanna Zabotti

Opera Aperta propone una arquitectura en flujo, una práctica viva de cuidado y reparación colectivos. En una época de precariedad ecológica y consumo acelerado, el proyecto se resiste a los ciclos de obsolescencia y a la fusión de innovación con novedad. Opera Aperta es una invitación a mejorar y preservar el medio ambiente y su tejido social, a reparar y adaptar en lugar de sustituir.

Su temporada de apertura será del 10 de mayo al 23 de noviembre de 2025. 

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Marina Otero recibe el Premio Wheelwright 2022 https://arquine.com/marina-otero-recibe-el-premio-wheelwright-2022/ Mon, 13 Jun 2022 22:58:30 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/marina-otero-recibe-el-premio-wheelwright-2022/ Harvard GSD se enorgullece y honra de otorgar el Premio Wheelwright 2022 a Marina Otero por su oportuna propuesta, “Future Storage: Architectures to Host the Metaverse

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La escuela de graduados de diseño (GSD) de la Universidad de Harvard anunció a Marina Otero como la ganadora del Premio Wheelwright 2022, una subvención para apoyar los enfoques de investigación de la arquitectura contemporánea, con énfasis en la investigación global. Con su propuesta ganadora “Almacenamiento futuro: arquitecturas para alojar el metaverso“, Otero examinará los nuevos paradigmas de arquitectura para almacenar datos y cómo la reinvención de las infraestructuras digitales podría satisfacer las demandas sin precedentes que enfrenta el mundo actual. La investigación de campo, la recopilación de datos y el desarrollo de prototipos darán como resultado el primer manual de código abierto para el diseño de arquitectura de centros de datos globales que contiene ejemplos de modelos de almacenamiento de datos ecológicos, circulares e igualitarios. Al igual que con los ganadores anteriores de Wheelwright, el premio de $100,000 USD está destinado a financiar dos años de investigación y viajes.

” El premio reafirma mi confianza en la capacidad de esta investigación para generar nuevos paradigmas para consumir y almacenar datos, expresamente para marcar la diferencia.

Si bien existe una necesidad urgente de encontrar nuevas formas de entender el progreso, imaginar futuros alternativos en las circunstancias actuales está resultando problemático. En este contexto, la propuesta es un proyecto profundamente optimista que considera posibles otros mundos: postantropocéntrico, ecológico y plural. El premio reafirma mi confianza en la capacidad de esta investigación para generar nuevos paradigmas de consumo y almacenamiento de datos, expresamente para marcar la diferencia”, dice Otero. “Los centros de datos pueden no parecer un lugar emocionante para un proyecto arquitectónico. Sin embargo, la enorme escala de las operaciones de la industria de datos y su omnipresencia y creciente importancia en el mundo contemporáneo, junto con su apertura a la innovación y las presiones simultáneas para encontrar mejores modelos socioecológicos, crea un entorno fértil para la experimentación y la acción”.

Harvard GSD se enorgullece y honra de otorgar el Premio Wheelwright 2022 a Marina Otero por su oportuna propuesta, “Future Storage: Architectures to Host the Metaverse”, dice Sarah M. Whiting, decana de Harvard GSD. “Si bien su título suena futurista, el problema es todo lo contrario: Marina reconoce el desafío muy urgente de almacenar datos en y para el mundo de hoy. Su investigación destacará las innovaciones en arquitecturas e infraestructuras de almacenamiento de datos, reconociendo las desigualdades y escaseces actuales, pero también el potencial de cómo los datos pueden transformar comunidades enteras en todo el mundo a través de estas nuevas infraestructuras cívicas y su alcance, en su calidad de directora de los másteres de diseño social en la Design Academy Eindhoven y también como directora de investigación en el Het Nieuwe Instituut.” 

Cada propuesta de los cuatro finalistas tiene sus méritos en términos de relevancia y rigor. Sin embargo, encontramos la propuesta de Marina más convincente por el escrutinio necesario que ofrece en una tipología de construcción cada vez más dominante, pero en gran parte descuidada, que tiene grandes implicaciones en el consumo de energía y tierra en todo el mundo”, observa Shirley Surya, curadora de diseño y arquitectura en M+. “Como arquitecta, investigadora y educadora en diseño, Marina enmarca su investigación más allá de una mera crítica de la arquitectura histórica y contemporánea del centro de datos. Desde los macrocentros de datos flotantes hasta los microcentros de bricolaje en Suecia o Singapur, sus estudios de caso propuestos demuestran una amplitud crítica a través de geografías, escalas y políticas que podrían descubrir procesos en sintonía con los desafíos socioecológicos y los cambios en los patrones de uso de datos, relevantes para la práctica, discurso y gobernanza.”


El jurado del Premio Wheelwright 2022 estuvo compuesto por: Will Hunter, miembro de Harvard GSD Loeb 2022 y fundador y director ejecutivo de la Escuela de Arquitectura de Londres; Adrian Lahoud, decano de la Escuela de Arquitectura del Royal College of Art; Mark Lee, presidente del Departamento de Arquitectura de Harvard GSD; Irene Sunwoo, presidente y curadora de John H. Bryan, Arquitectura y Diseño en el Instituto de Arte de Chicago; Shirley Surya, curadora de diseño y arquitectura en M+; y Sarah M. Whiting, decana y profesora Josep Lluís Sert de Arquitectura en Harvard GSD.

Otero fue uno de los cuatro notables finalistas seleccionados de un grupo internacional de solicitantes altamente competitivo. El jurado del Premio Wheelwright 2022 felicita a los finalistas Curry J. Hackett, Summer Islam y Feifei Zhou por sus prometedoras propuestas de investigación y presentaciones.


Marina Otero es directora del máster de diseño social de Design Academy Eindhoven. El programa se centra en los roles de los diseñadores en sintonía con los desafíos ecológicos y sociales contemporáneos. De 2015 a 2022, fue directora de investigación en Het Nieuwe Instituut (HNI), el Instituto Holandés de Arquitectura, Diseño y Cultura Digital. En HNI, lideró iniciativas enfocadas en el trabajo, la extracción y la salud mental desde una perspectiva arquitectónica y postantropocéntrica, incluyendo “Paisajes Automatizados”, “BURN OUT: Agotamiento a Escala Planetaria” y “Litio”. Otero recibió una maestría en prácticas críticas, curatoriales y conceptuales en arquitectura de la Escuela de Graduados de Arquitectura, Planificación y Conservación de la Universidad de Columbia en 2013 y completó su doctorado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 2016. Es coeditora de Unmanned: Series de arquitectura y seguridad (2016), Después de pertenecer: Los objetos, espacios y territorios de las maneras en que permanecemos en tránsito (2016), Arquitectura de apropiación (2019) y Más-que-Humano (2020); además de editora de Trabajo, cuerpo, ocio (2018).


Escucha la conferencia de Marina Otero en MEXTRÓPOLI 2019

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Un mundo que se curva: geometría de la proximidad afectiva https://arquine.com/un-mundo-que-se-curva-geometria-de-la-proximidad-afectiva/ Tue, 10 Aug 2021 13:34:30 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/un-mundo-que-se-curva-geometria-de-la-proximidad-afectiva/ Mientras que la línea recta contiene una fuerza única que desplaza al punto de forma continua e indiferente, la línea curva ha sido desviada de su camino a través de una presión lateral constante. La arquitectura debe curvarse hacia la sensibilidad y lo común, y no solo llenar de nuevos discursos el quehacer acostumbrado. La geometría que se utiliza debe curvar ante todo los conceptos, no los objetos; y usar esa línea para el ayuntamiento, es decir, para unir lo que es de todos.

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Tercer artículo definitivo de la paz perpetua:

El derecho de ciudadanía mundial debe limitarse a las condiciones de una universal hospitalidad:

Fúndase este derecho en la común posesión de la superficie de la tierra; los hombres no pueden diseminarse hasta el infinito por el globo, cuya superficie sea limitada, y, por tanto, deben aceptarse mutuamente su presencia, ya que originalmente nadie tiene mejor derecho que otro a estar en determinado lugar del planeta.

Hacia la paz perpetua, Immanuel Kant 1

 

Breve introducción a las líneas:

En su análisis a los elementos básicos compositivos, Wassily Kandinsky define la línea geométrica como la traza que deja un punto al moverse. Es su clasificación, diferencia entre la línea recta y la curva a través de la cantidad tensiones que definen su trayectoria:

 

Mientras que la línea recta contiene una fuerza única que desplaza al punto de forma continua e indiferente, la línea curva ha sido desviada de su camino a través de una presión lateral constante. Y aunque ambas son definidas como líneas básicas, es el propio Kandinsky quien las cataloga como antagónicas: la primera es un elemento básico con una sola dirección; la segunda, con su tensión lateral, tiene la oportunidad de generar concavidades, espacios y formas que contienen y protegen.2

Esta definición básica, me sirve para describir el principio de lo que llamaré: una geometría básica de la proximidad, llamaré tensiones: a los agentes y valores que tuercen y generan formas afectivas. Es decir, que tiene el don de generar entrega, cuidado, atención y protección.

Mientras que la línea recta es indiferente y prosigue su propia y única lógica, la curvatura se tuerce para generar huecos o estructuras que posibilitan. 

Las manos, que siempre han sido símbolo y distinción de lo humano, son un gran ejemplo de esta geometría afectiva, suelen curvarse al dar, al recibir, al cubrir y al proteger, como lo describe de forma inigualable el filósofo Josep María Esquirol en su libro La resistencia Intima:

“El tejado que protege se parece a la figura de las manos juntas mirando hacia abajo; las palmas serian el techo. El cuenco se hace con las manos juntas hacia arriba. Con el cuenco se da y se ofrece: con el techo se guarda y se ampara.” 3

 

Primeros trazos afectivos:

Físicamente, vivimos en una perpetúa línea que se curva, hasta su cierre. Habitarla, seria entender que toda proyección se inclina, que todo arrojar tiene un declive, que nada avanza hacia el infinito, sino hacia el centro por gravedad; de donde todo surge y hacia donde todo va. 

El mundo que nos toca soportar, en cambio, es el que Kant advierte que no puede existir en un mundo que busque paz: un lugar donde los hombres se diseminan y expanden sin límites; línea recta que ignora las leyes establecidas por lo viviente, como la representación de la muerte en una máquina de signos vitales.

El llamado progreso ha sido una línea recta que atraviesa sin sensibilidad los tiempos y espacios naturales: montañas y andes se perforan para “acortar distancias” (aunque cada vez crezca más la del entendimiento y la comprensión), líneas que atraviesan bosques y selvas con indiferencia y que  hieren de muerte con la urbanización que surge a sus alrededores. Especulación inmobiliaria y acaparamiento de tierras son los nombres de algunos de estos fenómenos contemporáneos. La misma línea recta direcciona y oculta ríos y causes en tubos, y los llena de desechos hasta su negrura. Cicatrices sin atención que pudre de a poco al planeta. 

Una cicatriz suele ser una línea recta porque su causa es cuando menos la distracción o la indiferencia de lo existente. Es la expresión gráfica de la fuerza que sobrepasa nuestra resistencia, que nos abre sin reparo ni consideración, porque ignora la unidad existente con la que se encuentra. 

Lo contrario a ese golpe que nos abre, sería recibir una caricia: curva y línea informe que dialoga indefinidamente la superficie que toca, sin por qué ni para qué definido. Ocioso vagar. Hace sentir no invadido, sino atendido y contemplado.

La línea recta es la de las balas en lugar de la escucha: atraviesan pechos e ideas, estudiantes y comunidades enteras. La escucha en cambio, comprende y protege, rodea y sabe retirarse.

Cómo lo dice Esquirol en su más reciente libro Humano, más humano:

“(Lo) que se curva se hace cercano, de modo que la curvatura es, también, proximidad y cercanía.

No es casual que los símbolos fascistas suelan ser rectos y rígidos. La curvatura que cuida —o el cuidado que se curva— no es ni invasiva ni evasiva. No pretende aplastar, ni alejarse en la indiferencia. Se aplasta de arriba abajo. Se mantiene la indiferencia yendo recto, sin mirar atrás. En cambio, el gesto más básico suele flexionarse enseguida. (…)

También el abrazo es curvo. Todo abrigo es una curva. La mejor respuesta nunca es la más directa: es franca, si, pero con tacto. El tacto flexiona la respuesta y no deja que sea ni directa ni indirecta. El tacto es la suave curvatura de la franqueza.” 4

La curva tiene tacto porque vincula; sus tensiones extremas se atan a la tierra (oscuridad fecunda de donde todo brota y a donde todo regresa), y se alza al centro hacia el cielo para crear espacio. Fuerza que se asemeja a la del árbol: crece, no para conquistar, sino para abarcar y generar; sea sombra, alimento o casa; a humanos, animales, insectos, plantas, hongos o a diminutos organismos. 

 

Una arquitectura que se curva

Es consensuado el origen de la arquitectura en dos formas básicas: la curva de la cueva que protege piel y fuego,  o rudimentarias estructuras de madera con ejes perpendiculares. Sea cual fuere el primer trazo, ambos provenían de una geometría afectiva del mundo: generar para dar. En cambio, la arquitectura que impera se ha alejado de esta geometría, y se sirve de la línea del progreso para continuar la herida y la separación. 

A menudo, las y los arquitectxs ponderan en sus discursos contemporáneos palabras cálidas, conceptos curvados del afecto; agregando a sus descripciones e intenciones palabras como: atención, calma, escucha, lentitud, fraternidad, dignidad, hospitalidad, contemplación, conexión, resistencia y resiliencia, pero su tensión afectiva sigue sirviendo al esquema lineal desarrollista, productivo, extractivista, explotador y burgués. Se curvan los techos y los muros en grandes arquitecturas para resguardar la acumulación de bienes privados, mientras la intemperie impera en los desposeídos. Se rodean árboles y se albergan animales para algo que nombran como autosuficiencia; pero es desde el privilegio que se vive el glamur de la ruralidad: invadiendo territorios y paisajes a través del despojo y, en nombre del empleo, acaparar la vida de otros para cuidar al huerto o las vacas. Personas que no inclinan su espalda para ordeñar la vaca, y consumen el tomate fresco sin cuidar su madurez ni mirar e hidratar la tierra de donde brota. 

Que la arquitectura comience a utilizar a las palabras de forma profunda es imperante. A la par, que las escuelas (entendidas como instituciones y como ejemplos morales) despojen a las palabras de su linaje superfluo: que se alejen de entender el cuidado desde el ensamble y deslumbre de los materiales, y cuidar en cambio, a quien amparamos con un techo y a quien excluimos con un muro.

Que la dignidad no sea una cuestión medible y cuantificable; absurda formula que se reduce a la expansión de metros cuadrados o el aumento del tamaño de una ventana para las empleadas domésticas, conservado el sistema de explotación con salarios mínimos y horarios esclavistas. Que se ponga en cambio a la escucha real de lo que es digno para los otros, que se haga hincapié en la etimología de la palabra dignus: merecedor de respeto. 

Que no se hable de fraternidad y hospitalidad en un mundo donde el gremio reproduce con sus líneas fronteras, parcelas y propiedad individual. Donde las líneas rectas hieren, dividen, atraviesan. Como lo escribe oportunamente Marina Otero Verzier en un reciente artículo para este medio:

“Los arquitectos han sido entrenados históricamente para trazar líneas; líneas nítidas, abstractas y asertivas. Líneas que definen adentro, afuera, altibajos, líneas que sostienen y materializan condiciones diferenciales y, por tanto, todo el sistema de divisiones, formas históricas de exclusión y discriminación.” 5

La arquitectura debe curvarse hacia la sensibilidad y lo común, y no solo llenar de nuevos discursos el quehacer acostumbrado. La geometría que se utiliza debe curvar ante todo los conceptos, no los objetos; y usar esa línea para el ayuntamiento, es decir, para unir lo que es de todos. Contrario al esquema separatista del progreso lineal, llega el tiempo de pensar nuevas envolturas para un mundo común. Cómo se lo pregunta Peter Sloterdijk:

¿Quién va a ser capaz todavía de crear envolturas protésicas en torno a los que han quedado a la intemperie? 6

Mi respuesta, ingenua y balbuceante, recae en todos, en la capacidad de cada uno de nosotros de atender el mundo para curvarlo de a poco. Ni grandes proyectos ni a través de sistemas partidistas o totalitarios. Y como argumentó Bauman hace casi más de una década:

“Tarde o temprano, ante la evidencia diaria de nuestra dependencia mutua tendremos que darnos cuenta de que nadie puede reclamar su propiedad indivisible sobre el planeta.” 7

Que nos envuelva nuevamente la conciencia de nuestra fragilidad y temporalidad sobre esta esfera amplia y aún fecunda, que seamos capaces de ver, reconocer y repetir la curvatura que nos con-forma, que no permitamos más el oscurecimiento del cielo: que se borre para siempre la línea gris que nos impide ver la curva que es de todos.


Notas:

  1. Kant, Immanuel (2018). Hacia la paz perpetua. Fondo de Cultura Económica 
  2. Kandinsky, Wassily (1993). Punto y línea sobre el plano. Quinto Centenario Colombia
  3. Esquirol, Josep María (2018). La resistencia intima. Acantilado  
  4. Esquirol, Josep María (2021). Humano, más humano. Acantilado  
  5. Otero Verzier, Marina (2021). Volteando las mesas: la arquitectura después de la arquitectura, Rescatado de: https://www.arquine.com/volteando-las-mesas-la-arquitectura-despues-de-la-arquitectura/
  6. Sloterdijk, Peter (2004). Esferas III, Espumas. Siruela 
  7. Bauman, Zygmunt (2008). La sociedad sitiada. Fondo de Cultura Económica

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