Resultados de búsqueda para la etiqueta [Luis Fernández Galiano ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Mon, 11 Jul 2022 15:54:41 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Luis Fenández Galiano: reflexión y difusión https://arquine.com/luis-fenandez-galiano-reflexion-y-difusion/ Tue, 19 Apr 2022 02:52:09 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/luis-fenandez-galiano-reflexion-y-difusion/ La serie de ocho conferencias que preparó en video Luis Fernández Galiano para la fundación Juan March, presenta no sólo el trabajo, sino las ideas y la vida de Frank Lloyd Wright, Le Corbusier, Mies van der Rohe, Alvar Aalto, Norman Foster, Rea Koolhaas, Jacques Herzog y Pierre de Meuron y Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, de manera clara y atractiva, resultando de interés tanto para quien se dedica a la arquitectura como para el público general.

El cargo Luis Fenández Galiano: reflexión y difusión apareció primero en Arquine.

]]>
Valorar reflexivamente el proceso histórico que da cuenta de la experiencia teórica, proyectual y constructiva de los arquitectos que han sido considerados importantes, trascendentes, dentro de la arquitectura contemporánea, es una actividad necesaria para entender lo que sucede en la actualidad y  lo que podría visualizarse para las consideraciones de futuro, en lo que tiene que ver con la practica de la planeación, el diseño urbano y arquitectónico, con los cuales se determinan en buena medida las calidades habitables, de los diferentes grupos sociales que habitan sobre todo en el ámbito de las ciudades. Hoy en día existe una gran variedad de estudios sobre el tema, realizados por autores que representan distintas visiones o posturas culturales, sociales y políticas. Todo lo anterior ha sido ampliamente documentado, entre otras modalidades, mediante  trabajos periodísticos, libros y revistas, constituidos generalmente por textos, planos y fotografías.

Otra modalidad importante de reflexión crítica, tiene que ver con la documentación urbano-arquitectónica-cinematográfica y desde hace por lo menos treinta años, con las nuevas modalidades de comunicación, como lo que tiene que ver con los videos que podemos encontrar en internet. Luis Fernández-Galiano, doctor y arquitecto español nacido en 1950, en Calatayud, España, ha practicado el registro histórico y la valoración de la arquitectura contemporánea, siendo catedrático de proyectos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid,  desde 1985, director de la reconocida revista AV Arquitectura Viva y entre 1996 y 2006, director de las secciones de arquitectura del diario El País. Adicionalmente ha escrito varios libros, entre los que se encuentran El fuego y la memoria: sobre arquitectura y energía (1991), Textos críticos (202), Moneo, el profesor (2020) y Koolhaas surrealista (2021). Complementando esta actividad de difusión histórica y crítica, ha realizado diversos videos de charlas que se pueden ver a través de You Tube. Trabajos en colaboración con la Fundación Juan March, creada en 1955 por el financiero español Juan March Ondinas, con la intensión de desarrollar actividades filantrópicas en el campo de la cultura humanística y científica.

Entre las videocharlas de Fernández-Galiano destacan dos series de cuatro programas cada una. La primera, enfocada a reconocer y valorar a algunos de los maestros, con cuyos trabajos se consolida del movimiento moderno, como Frank Lloyd Wrigth (1867-1959), estadounidense —presentado el  9 de marzo del 2010—, Mies van Der Rohe (1886-1969), alemán —11 de marzo 2010—, Le Corbusier (1887-1965), suizo-francés, —16 de marzo— y, finalmente, Alvar Aalto (1898-1976), finlandés —18 de marzo del 2010. Una segunda serie está dedicada a cuatro representantes de la arquitectura de nuestros días, como son: Norman Foster (1935), británico —programa presentado el 18 de octubre del 2011—, Rem Koolhaas (1944), holandés —20 de octubre del 2011—, Jacques Herzog (1950) & Pierre de Meurón (1950), suizos —el 25 de octubre del 2011— y, finalmente Kasuyo Sejima (1956) y Ryue Nishizahua 1966, arquitectos japoneses que constituyen el grupo SANAA —el 27 de octubre del 2011. Complementando los programas anteriores, vale la pena tener en cuenta el realizado el 2 de abril del 2013, dedicado a la valoración reflexiva de la Bauhaus, escuela alemana fundada en Weimar en 1919 por Walter Gropius (1883-1969).

En las charlas, cuenta de manera amena las capacidades y cualidades personales de estos arquitectos, y sus diversas relaciones familiares, además de ir documentando secuencial e históricamente las series de proyectos arquitectónicos y urbanos que constituyen su ejercicio profesional, valorando las calidades compositivas, formales y constructivas del conjunto total de sus proyectos, reconociendo sus aportaciones, significados y trascendencia y ubicando la importancia de sus trabajos dentro del desarrollo de la arquitectura contemporánea universal, los cuales les han llevado a ser reconocidos como los maestros de la arquitectura contemporánea. De cada personaje se habla de sus ambiciones personales y profesionales, de sus filias y fobias culturales, de sus sueños, visiones e interpretaciones particulares de la arquitectura, logros, frustraciones y fracasos, dejándonos ver no sólo a los arquitectos héroes míticos, que se nos muestran en los tradicionales libros de historia y crítica de la arquitectura contemporánea, sino que Fernández-Galiano habla de seres humanos terrenales, de carne y hueso, que como todas las personas muestran altibajos, fortalezas y debilidades, como es la realidad de la vida. Fundamentalmente, los cuatro autores de esta primera serie, están relacionados con la arquitectura racionalista y la arquitectura orgánica, cada uno con sus particulares expresiones e interpretaciones.

En la segunda serie nos muestra un grupo de arquitectos que representan algunas de las principales tendencias de la arquitectura actual, dejándonos ver de igual manera las particularidades personales, familiares y profesionales de cada uno, pero además comentando las posibilidades, complejidades y variedades de la vida moderna, en lo que tienen que ver  las realidades sociales, económicas, políticas, culturales y tecnológicas dentro de las cuales realizan sus obras y, particularmente, se da cuenta de todo aquello relacionado con los sorprendentes, vertiginosos y cambiantes medios informativos actuales y las tecnologías de procesamiento del conocimiento, dejándonos ver las realidades de los países de donde son originarios cada uno de estos autores, además de aquellas otras realidades que corresponden a los diversos países donde se ubican sus obras, mostrando esta condición, diversa, dinámica, compleja, contradictoria, cosmopolita, global, dentro de la cual se desarrolla la arquitectura actual.

Con la valoración de las obras de estos autores se tienen presentes las realidades de la vida actual en las ciudades y se vislumbran posibles posibilidades de futuro. Vale la pena resaltar que  en el conjunto de los ocho programas mencionados, es notable la presencia de las mujeres, dejando ver de diversa manera su importancia y aportaciones, que tiene que ver desde los propios ámbitos familiares de cada uno de los autores, pasando por las importantes contribuciones directas de diseño en las diferentes firmas profesionales, hasta los apoyos que realizaron varias para relacionar a los autores, directa o indirectamente, con posibles e importantes clientes o en lo que tiene que ver con las fundamentales relaciones culturales que fueron determinantes en el desarrollo creativo y profesional de cada taller de arquitectura. Con el realce de la presencia de las mujeres, se replantea su papel histórico dentro de estas firmas arquitectónicas conocidas, que históricamente, en los libros, son documentadas mayoritariamente como trabajos de hombres. Los cuatro autores de esta segunda serie, están relacionados con el conjunto de las diversidad de interpretaciones actuales, dentro de las cuales son representativas el Higt Tech y el Minimalismo, como variantes de la propia arquitectura racionalista, sumando a lo anterior  las variables complejas dentro de lo que se llama el deconstructivismo o la arquitectura del caos.

En un último y noveno programa, Fernández-Galiano realiza una relatoría histórica y valoración de las aportaciones y significados de la Bauhaus, fundada en 1919 por Walter Gropius. En este programa se plantea como escenario de fondo las condiciones culturales, políticas, sociales y económicas de Europa en su conjunto, con las particularidades de lo que tiene que ver con Alemania, entre fines del siglo XIX e inicios del XX,  condiciones impuestas por la guerra y las nuevas estructuras políticas, teniendo una particular importancia y valoración lo que culturalmente significaron las llamadas Vanguardias Figurativas, el movimiento Protoracionalista, el inicio y la consolidación del Movimiento Racionalista, dentro del cual la presencia de la Bauhaus fue determinante. Se tiene en cuenta desde luego a la Bauhaus, como una gran experiencia educativa y tomando en cuenta además  sus trabajos arquitectónicos, urbanos y de diseño realizados, en lo que tiene que ver con su enfoque de aprender haciendo, relacionando educación con las realidades y necesidades sociales del momento y la visión multicultural de la enseñanza aprendizaje, en la que participaron conjuntamente brillantes y reconocidos pintores, escultores, diseñadores industriales, artesanos diversos, escenógrafos, arquitectos y urbanistas entre otros, con una postura de enseñanza integral, pasando por el diseño de objetos, obras de arte, artesanales, arquitectura, diseño y planeación urbana. Se insiste en la importancia de la Bauhaus, que tuvo y sigue teniendo influencia y repercusión en las modalidades de enseñanza-aprendizaje, en muchos lugares del mundo. Aquí tendríamos que considerar también su influencia en México, en las diferentes escuelas y facultades que tienen que ver con la enseñanza de arquitectura, diseño y planeación urbana, sin dejar de tener en cuanta las escuelas de diseño de paisaje e industrial.

Es agradable, interesante y aleccionadora la experiencia de ver estos programas de arquitectura, enfocados al público general, pero con especial atención hacia los estudiantes de arquitectura y arquitectos profesionales. Estos programas, amenos y bien realizados, pueden convertirse en un buen aliciente para realizar otros, por distintas personalidades con distintas posturas, arquitectos o interesados por la cultura en general y enfocados a distintos autores y sus obras en diferentes regiones del mundo, en donde la arquitectura ha mostrado interpretaciones importantes y trascendentes. Vale la pena insistir en que documentar y valorar históricamente las experiencias urbanas y arquitectónicas es una actividad necesaria para comprender la realidad actual y visualizar las condiciones de futuro, sobre todo pensando en la vida en las ciudades, planteando aprender de las experiencias previas y esperando con ello poder conformar mejores condiciones de vida en su conjunto, pensando en el futuro inmediato y desde luego a largo plazo en el tiempo, teniendo particularmente en cuenta que tenemos la obligación de reconciliar desarrollo con respeto a la naturaleza.

El cargo Luis Fenández Galiano: reflexión y difusión apareció primero en Arquine.

]]>
Carme Pinós. Escenarios para la vida https://arquine.com/carme-pinos-escenarios-para-la-vida/ Fri, 12 Mar 2021 15:13:41 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/carme-pinos-escenarios-para-la-vida/ El título marca el camino y con él se presenta la última muestra del Museo ICO, en Madrid, dedicada a una de las principales figuras de la arquitectura de los últimos años: Carme Pinós. 

El cargo Carme Pinós. Escenarios para la vida apareció primero en Arquine.

]]>
 

El título marca el camino y con él se presenta la última muestra del Museo ICO, en Madrid, dedicada a una de las principales figuras de la arquitectura de los últimos años: Carme Pinós. 

La arquitecta barcelonesa fue reconocida desde sus primeros trabajos, realizados en la década de 1980 en colaboración con quien entonces era su pareja, Enric Miralles. Juntos levantaron algunos de los trabajos más destacados de la arquitectura catalana de final de siglo XX, como el Cementerio de Igualada o las instalaciones de Tiro con Arco para los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, uno de los símbolos ante el mundo del diseño local de la ciudad en aquellos años maravillosos, hoy caído en desgracia y en el abandono. 

La exposición, aunque está dedicada a la figura de Pinós en solitario, no niega ese pasado, sino que le da un lugar propio y solemne: es el punto de entrada de la puesta, al trabajo que, ya en solitario, realizó desde 1991. Este periodo sirve de introducción y se dormía como un ejercicio ritual de paso: luz escasa pero precisa y fotografías en blanco y negro de grandes dimensiones de ocho de los proyectos que realizaron en conjunto. La sensación ritual se amplía con varios archivadores de planos que contienen los documentos gráficos —los dibujos originales— de esos mismos ocho proyectos y que están cerrados con llave para salvaguardar aquellos primeros con un silencio —que sirve, de paso, como un homenaje a Enric Miralles— que introduce al espectador a la exposición en sí: un espacio luminoso y alegre, en el que visitar, reconocer y descubrir más de 80 trabajos de distinto tipo —de viviendas a grandes proyectos urbanos, pasando por pequeños pabellones o infraestructuras— desarrollados por el estudio de Carme Pinós en varias partes del mundo.

Una diversidad de proyectos que permite recorrer en detalle su carrera y descubrir un trabajo donde la arquitectura, aunque no renuncie a su condición icónica allá cuando se la necesite, nunca olvida su objetivo principal: ser ese escenario para la vida descrito antes; definir un diseño cuyo fin no es el diseño mismo, sino la de la construcción de relaciones, entre el edificio, el paisaje y la ciudad, y entre las personas que lo habitarán. Y no de cualquier manera: “cuando trabajo, considero que mi intervención se propone, en último término, mejorar, embellecer el contexto”.

Una búsqueda que está presente ya en sus primeros trabajos, incluso en los de pequeña escala, como el paseo marítimo construido en Torrevieja o, más aún, la pasarela peatonal en Petrer, un excelente ejercicio de cómo convertir en algo más lo que es simplemente un lugar de paso —un puente— para construir un espacio para la ciudad —una plaza, y se ha consolidado en sus trabajos más grandes, como el CaixaForum de Zaragoza, un edifico que se ‘posa’ —y se levanta— delicadamente en el suelo para construir una plaza de acceso bajo el edificio.

Con su obra, Pinos da un nuevo sentido al contexto: lo amplía, lo lleva a otro lugar. Eso se verá en la forma en la que los edificios ‘llegan’ al sitio, cómo se asientan, se integran y se hacen —o rehacen— parte de la geometría del lugar: el contacto con el suelo pone en relieve cómo el edificio busca extenderse —y entenderse— siempre más allá de sus límites, tanto hacia afuera, incorporando y construyendo espacios, plazas y lugares de encuentro, como hacia dentro, con, con una geometría que parece difícil capturar en un sólo golpe, difíciles de entender sin experimentarlos más allá de la fotografía: siempre hay rincones donde descubrir un lugar nuevo, definiendo espacios generosos que amplían los usos posibles; una arquitectura en la que casi siempre hay quiebres y pliegues, apuntando la intención de construir una topología rica, diversa y compleja, como excavada, de espacios variados que definen una sensible y clara relación hacia el lugar y con el uso posterior. También sus torres, donde el contacto con el terreno —respecto a la vertical— tiende a ser menor, no olvidan esta necesidad: la Torre Cube-I, en Guadalajara, es un ejemplo de cómo convertir un patio central —destinado a la iluminación y a la ventilación— en el corazón del proyecto, configurando un espacio complejo que permiten construir múltiples vistas cruzadas en su interior, y desde ahí desplegar la vida.

La muestra, curada por Luis Fernández Galiano y pensada antes de la pandemia para haber sido inaugurada en octubre del año pasado, se vio retrasada hasta febrero de este 2021. Algo que, en cierto modo, ha permitido poner a prueba la obra de Pinós. Un video sirve de telón de fondo a la muestra y explora un día en uno de sus últimos —y más celebrados— trabajos: la actuación urbana que realizó en la Plaza de la Gardunya en Barcelona, junto al mercado de la Boquería y que se define por un conjunto de proyectos: la propia plaza, un bloque de viviendas, un Centro de Arte y Diseño —la Escola Massana— y la ampliación del mismo mercado, en un todo integral que ha permitido repensar todo el lugar y darle una nueva dirección. Realizado tras la desescalada que vivió la ciudad —como evidencian las mascarillas que llevan las personas que salen en él—, expone la (nueva) normalidad cotidiana del lugar: los paseos, los encuentros (a distancia). En definitiva, que la vida en la calle y en los edificios se sigue desplegando gracias a su diseño. 

Vista la incertidumbre que nos ha generado el presente sobre la ciudad y la arquitectura, no se puede pedir más. 

El cargo Carme Pinós. Escenarios para la vida apareció primero en Arquine.

]]>
Split-screen : la década digital https://arquine.com/split-screen-la-decada-digital/ Mon, 19 Jun 2017 03:59:57 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/split-screen-la-decada-digital/ A finales de 1999, Luis Fernández Galiano describía la década de los años noventa como la primera del siglo XXI, una en la que se presentaba "un panorama paradójico: nunca la arquitectura había estado tan presente en la conciencia simbólica contemporánea, y nunca los arquitectos se habían hallado tan lejos de las grandes decisiones estratégicas sobre el espacio construido."

El cargo Split-screen : la década digital apareció primero en Arquine.

]]>
Texto de Luis Fernández Galiano publicado en el número 11 de la Revista Arquine, primavera del 2000 | #Arquine20Años

En el fervor de las celebraciones finiseculares y finimilenarias, estamos omitiendo clausurar la década. Y sin embargo, es la década de los noventa el único periodo histórico que con certeza está llegando a su término. Para el milenio nos falta perspectiva; quizá acabó hace tiempo, sin que nos apercibiéramos de ello, en aquellos años cuarenta que van de Pearl Harbour a Hiroshima, y que desplazaron al Pacífico el protagonismo del Atlántico en el segundo milenio, y seguramente del Índico en el primero; o acaso no ha terminado aún, y el punto de inflexión no lo señalarán escenarios bélicos o comerciales sino revoluciones técnicas como la colonización del espacio exterior, la intercomunicación instantánea del plantea o la transformación deliberada de la especie humana. En contraste con esta indeterminación milenaria, el siglo XX perfila sus límites cada vez con mayor nitidez; sabemos ya que, diferencia del largo siglo XIX que se extiende de la Revolución Francesa a la I Guerra Mundial, el nuestro es un siglo corto, cuyos 75 años se encuadran por el atentado de Sarajevo y la caída del muro de Berlín.

 

FILE PHOTO 20FEB90 - A big section of the Berlin Wall is lifted by a crane as East Germany has started to dismantle the wall near the Brandenburg Gate in East Berlin, February 20, 1990. The anniversary of the fall of the Berlin Wall occurs November 9, 1999. FAB/CLH/ - RTRRZM4

Si el siglo XX terminó el 9 de noviembre de 1989, los noventa pertenecen en rigor al siglo siguiente: no son la última década del siglo del que fingen formar parte, sino la década inicial del XXI; y sus contornos no definen un periodo que se cierra, sino que prefiguran los rasgos de la época histórica que se inicia. Podríamos haberla llamado la década global, porque el fenómeno de la globalización se ha acelerado prodigiosamente al extinguirse el mundo bipolar; podríamos haberla denominado igualmente la década virtual, porque virtual es en efecto el universo inédito que se ha multiplicado durante estos diez años; y también podríamos haberle dado el nombre de la década dócil, porque sólo con ese adjetivo se describe cabalmente el conformismo social e ideológico de un planeta sometido a una sola potencia y a un solo pensamiento. Pero se la ha llamado la década digital, y es que este término matemático y orgánico resume a su manera los otros tres: la globalización es inevitablemente digital, lo virtual alcanza su expresión más extrema con la realidad digital, y aun la docilidad se expresa exactamente en la sumisión al omnipresente dogma digital.

 

hqdefault

Esta década, que ha digital izado la arquitectura, ha digital izado también la guerra y su representación como espectáculo en los medios. La guerra del Golfo de Bush en 1991 y la guerra de los Balcanes de Clinton en 1999 ahorquillan la década con sus pantallas digitales, que hacen de la muerte una realidad virtual: parpadeos luminosos producidos por aviones invisibles, cuya evolución formal sirve de resumen taquigráfico para la propia evolución de la arquitectura durante la década. Entre los pliegues aristados del F-117 Nighthawk, el stealth fighter de la Lockheed y las superficies ondulantes del B-2 Spirit, el bombardero igualmente invisible de la Northrop Grumman, hay la misma distancia que separa las formas fracturadas de la reconstrucción bajo la adveración de Derrida, y los volúmenes alabeados de la corriente informe que clausura la década remitiéndose a Deleuze o Bataille. Pero el desarrollo no ha sido lineal: lo mismo que las cadenas de televisión informaban en 1998 del desarrollo simultáneo del impeachment en Washington y de los bombardeos de Bagdad con una “pantalla partida”, la arquitectura tiene que usar una split-screen para dar cuenta de los fenómenos contradictorios que se han superpuesto en la década.

 

La primera split-screen muestra las arquitecturas convulsas que han caracterizado los noventa, pero enseña también la tenacidad edulcorada de la promoción comercial. Philip Johnson promovió la reconstrucción con su exposición del MoMA en el verano de 1988, y los siete jinetes de la construcción torcida cabalgarán triunfalmente en el hipódromo crítico de los años siguientes. Algunos, como Peter Eisenman o Daniel LIbeskind, cristalizarían al fin una carrera edificada, y otros, como Frank Gehry, conseguirían en Bilbao un reconocimiento popular y mediático pocas veces al alcance de una profesión hermética y ensimismada. El postmoderno, sin embargo, no estaba derrotado, y si el clasicismo del príncipe Carlos o el academicismo de Ceaucescu naufragaron en el marasmo de la casa de Windsor y el colapso de la Europa del Este, las ficciones figurativas y melosas del Disney neovernáculo sobrevivirían en las utopías amables y exclusivas del nuevo urbanismo norteamericano, en la algarabía silicona de las exposiciones internacionales y en la extensión planetaria de los parques temáticos, que al convertirse en referente prioritario de la construcción comercial  hacen de Truman la seña de identidad de una nueva internacional de la inocencia.

En la segunda split-screen pueden verse a la vez las dos tendencias pragmáticas que han compartido el escenario de los proyectos emblemáticos: la neoconstrucción silenciosa o escultórica, frecuentemente vinculada a la talla XL de las infraestructuras de la comunicación material y virtual, y el formalismo intelectual o poético, a menudo presente en las sedes urbanas de la cultura y el alto. Los aeropuertos sobre islas artificiales de Renzo Piano y Norman Foster en Asia son testimonio tanto del auge veloz del borde Pacífico como de la popularidad de las megaformas; y los nudos de los ferrocarriles europeos de alta velocidad, muestras tanto de la voluntad de integración continental como de la vigencia de la ingeniería artística, que ha encontrado en Santiago Calatrava su ejecutante más figurativo. Pero si el transporte es tecnófilo, pocos edificios simbólicos lo son; excluyendo el colosalismo inmaterial de algunas obras de Dominique Perrault y Jean Nouvel, los museos e iglesias de los noventa prefirieron la sintaxis corbuseriana de Richard Meier, el esencialismo áspero de Tadao Ando, el contextualismo grávido de Rafael Moneo o la plasticidad de Alvaro Siza.

Por último, la tercera split-screen divide su atención entre dos ciudades, que en la primera mitad de la década fueron Berlin y Barcelona y en la segunda, Rotterdam y Basilea. Tras la caída del muro, la ciudad-laboratorio de la IBA se convirtió en un gigantesco campo de pruebas, y los experimentos vanguardistas de sabor postmoderno se fosilizaron en una “nueva simplicidad” expeditiva e inmobiliaria, cuyos frutos cosmopolitas decepcionaron a todos; mientras tanto, la Barcelona de las plazas duras y los bares blandos se reintentó a sí misma para albergar unos Juegos Olímpicos, mostrando la capacidad del diseño para mejorar el entorno urbano y la autoestima ciudadana. A medida que avanzaron los noventa, sin embargo, las retinas se desplazaron hacia los dos focos actuales de subversión arquitectónica: el minimalismo material de los suizos del norte, presente también en el sur de Alemania y el oeste de Austria, pero centrado sin duda en Basilea, la ciudad de Jacques Herzog y Pierre de Meuron o Peter Zumthor, y el surrealismo paisajista y urbanístico de Rem Koolhaas y sus discípulos de Rotterdam, donde los placeres del pliegue han sustituido a la ansiedad de las fracturas.

Estas tres “pantallas partidas” describen la condición ambigua de los años noventa, que han visto simultáneamente el triunfo planetario del espectáculo de la arquitectura y el fracaso de los arquitectos en la ordenación de la ciudad y el territorio. El éxito mediático y la derrota social componen un panorama paradójico: nunca la arquitectura había estado tan presente en la conciencia simbólica contemporánea, y nunca los arquitectos se habían hallado tan lejos de las grandes decisiones estratégicas sobre el espacio construido. En contraste con el conservadurismo trivial de esa década rosa que fueron los ochenta, la “tercera vía” de los años noventa ha fabricado con humo y espejos un escenario virtual donde se representa un espectáculo global. Durante la que probablemente ha sido la primera década del siglo XXI nos hemos convertido en espectadores de esa narración verosímil, y nuestra docilidad digital quizás advierta que deberíamos haber leído a Debord antes que a Deleuze o Derrida. Habría sido una buena forma de terminar el siglo, o acaso de iniciarlo.






El cargo Split-screen : la década digital apareció primero en Arquine.

]]>
Spain Mon Amour https://arquine.com/spain-mon-amour/ Tue, 14 Aug 2012 15:01:12 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/spain-mon-amour/ El próximo 29 de agosto dará comienzo la 13 Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal Venecia que girará en torno al tema de lo común.

El cargo Spain Mon Amour apareció primero en Arquine.

]]>
El próximo 29 de agosto dará comienzo la 13 Bienal de Arquitectura de Venecia. El evento más importante en su tipo, dividido en dos ejes, de un lado la muestra curada por David Chipperfield, que girará en torno al tema de lo común –Common Ground–  y las muestras nacionales, en las que cada país decide llevar una muestra de cuál es el estado de su arquitectura en estos momentos. La primera de la parte desarrolla varios escenarios de la ciudad italiana, siendo uno de los espacios más atractivos los del Arsenal, por la riqueza espacial de las salas y aspecto material, por la forma en la que la luz entra en su interior, pero sobre todo por la manera en que se produce transición entre las salas. Cada una de estas –bastante parecidas entre sí– suele presentar el trabajo de un arquitecto invitado por el director de esa edición. Por cada sala, una luz, una atmósfera, un sonido, un olor diferente. El espectador que lo recorre va saltando de una a otra, encontrándose con diferentes contrastes y sorpresas.

Una de las futuras propuestas del Arsenal es la que llevará a cabo Luis Fernández Galiano, uno de los tres arquitectos españoles, junto a Juan Herreros y Rafael Moneo, invitados por David Chipperfield. El proyecto integra la participación de cinco estudios españoles: Mansilla + Tuñón, Paredes Pedrosa, Nieto & Sobejano, RCR Arquitectes y Patxi Mangado, quienes aportarán tres obras recientes de carácter público construidas por concurso en quince ciudades españolas –además del pabellón español a cargo de Antón García-Abril–. El proyecto de Fernández Galiano sustituye toda la parafernalia de grandes puestas en escena de grandes imágenes de la arquitectura actual por quince actores. Cada uno sostiene una pequeña maqueta de 28×28 cm que representa una de las quince obras de los estudios mencionados anteriormente. Su posición en la sala no será aleatoria, sino que se referenciará con base en un mapa de España pintado sobre el suelo, que indicará el que lugar del país donde se encuentra ubicada la construcción.

La muestra hace referencia a la representación medieval donde se presentaba a reyes y mecenas sosteniendo en sus brazos una maqueta a escala de la arquitectura que había pagado y que han explorado artistas como Domènec con su Sostenere il palazzo dell’utopia, al tiempo que, en palabras de Luis Fernández Galiano, “remite a performances contemporáneas –de Santiago Sierra a Ai wei wei– donde el trabajo subalterno se usa con intención crítica, pedagógica o solidaria”. De este modo se buscaría pasar del hecho arquitectónico a la conversación. El paso del objeto a la acción, del panel al diálogo tranquilo en donde la maqueta debería convertirse no tanto en el cuerpo sobre qué hablar sino desde el que inicia el debate entre visitantes y actores.

La intención de la muestra es doble: ofrecer una mirada crítica y al tiempo optimista de la realidad arquitectónica española; y algo que ya se busca desde el mismo título Spain Mon Amour, extraído de Hiroshima, Mon Amour, que ponía sobre la mesa esos mismos sentimientos de tristeza y esperanza –además de la referencia al grupo español Aviador Dro y sus obreros especializados–. Se trata de una crítica y denuncia en un país donde el número de realizaciones ha caído de manera abrumadora en pocos años, lo que obliga a emigrar a muchos jóvenes, pero que especialmente dura con la generación anterior entre los 50 y 55 años –justamente retratada en la obra– y que se encuentran con menores posibilidades de movilidad. Sin embargo, la propuesta expondrá una mirada optimista sobre cómo esta generación ha logrado realizar grandes proyectos representándola a través de los diez arquitectos invitados. Pese a la interesante puesta en escena, la propuesta presenta un punto siniestro de buen seguro no intencionado: su excesivo paternalismo, y clásica mirada hacia el aprendizaje.

Los jóvenes, aún elegidos con un casting que evalúa su conocimiento de inglés, proceden en su absoluta totalidad de los entornos académicos de los participantes, donde el arquitecto es visto como un maestro que permite el aprendizaje de su pupilo a través del contacto directo con la obra de su profesor y de la invitación ‘bienintencionada’ a una supuesta cuna del conocimiento como es la bienal. Tal vez sea un problema generacional y sobre el que un comentario optimista de Emilio Tuñón hablaba casi al final de la presentación: “quizá los jóvenes en su viaje y los contactos que hagan descubran nuevas manera de enfrentarse a la arquitectura que aún desconocemos”. Entonces sí se podrá decir que el alumno se ha convertido en maestro.

Spain+Mon+Amour

El cargo Spain Mon Amour apareció primero en Arquine.

]]>