Resultados de búsqueda para la etiqueta [BIG-Bjarke Ingels Group ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Tue, 30 Jan 2024 16:21:18 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.2 La próxima Sala Filarmónica de Praga, por BIG https://arquine.com/la-proxima-sala-filarmonica-de-praga-por-big/ Thu, 25 Jan 2024 18:21:43 +0000 https://arquine.com/?p=87190 La Sala Filarmónica de Vltava, en Praga, es uno de los proyectos arquitectónicos más esperados de República Checa para las próximas décadas. La capital de este país, en colaboración con su Instituto de Planificación y Desarrollo de Praga (IPR Praga), convocó a un concurso internacional de arquitectura para diseñar una nueva sala de conciertos a […]

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La Sala Filarmónica de Vltava, en Praga, es uno de los proyectos arquitectónicos más esperados de República Checa para las próximas décadas. La capital de este país, en colaboración con su Instituto de Planificación y Desarrollo de Praga (IPR Praga), convocó a un concurso internacional de arquitectura para diseñar una nueva sala de conciertos a finales de agosto de 2021. 

En mayo de 2022 se seleccionó un ganador: el estudio danés BIG – Bjarke Ingels Group. Después se desarrolló el diseño ganador de forma detallada. La propuesta del estudio arquitectónico configura la Sala Filarmónica de Vltava como un camino serpenteante desde la orilla del río hasta la azotea. Una nueva escalera mecánica facilita el flujo de visitantes tanto en el interior como en el exterior, la nueva vegetación deja espacio para una plaza y actos comunitarios, y el edificio interactúa con su entorno mediante la modificación del paso subterráneo del viaducto situado en sus proximidades. 

El corazón de la futura sala de conciertos serán sus auditorios, con sus propias instalaciones, y sus espacios públicos, pero el Hub Creativo desempeñará un papel igual de importante, cuyo centro será la biblioteca musical. El edificio será la sede de la Filarmónica Checa, la Orquesta Sinfónica de Praga FOK y el Departamento de Música de la Biblioteca Municipal de Praga. 

El impacto de este recinto cultural lo ha estudiado la oficina danesa BIG, cuyo equipo ha conversado con los residentes de Praga, las partes interesadas de la comunidad local, así como con expertos en acústica, transporte y zonas verdes. 

“La Filarmónica del Vltava está compuesta como un viaje serpenteante desde la orilla del río hasta la azotea. Los flujos públicos y las plazas mirador unen la vida urbana de Praga con la música que proviene de su interior. Sus salas están diseñadas para la vista, afinadas para el sonido y orquestadas para la funcionalidad y la conectividad. A partir de esta estructura rítmica, una sinfonía de columnatas y balcones se extiende como plataformas para la vida pública. Expresiva, a la vez que pragmática, la nueva Filarmónica se convertirá en un hito para la ciudad de Praga”,

dijo Bjarke Ingels en el comunicado de prensa del proyecto.

La Sala Filarmónica de Vltava se convertirá en el principal iniciador y acelerador del desarrollo de la descuidada zona de Bubny-Zátory. La construcción debería comenzar en 2027 y se espera que el recinto abra sus puertas hasta 2032. 

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Un rascacielos biofílico de BIG en Nueva York https://arquine.com/obra/un-rascacielos-biofilico-de-big-en-nueva-york/ Thu, 26 Oct 2023 00:58:24 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=84334 Nombrado como el edificio más alto del mundo en su categoría por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, The Spiral extiende visualmente el paisaje del cercano High Line Park hacia arriba, permitiendo el acceso a terrazas verdes al aire libre desde cada una de las 66 plantas del edificio.

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Reconocido como el mejor edificio alto del mundo en su categoría por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, en la conferencia anual de la organización celebrada la semana pasada, The Spiral extiende visualmente el paisaje del cercano High Line Park hacia arriba y en sus alrededores. Permite el acceso a terrazas verdes al aire libre desde cada una de las 66 plantas del edificio. Desarrollado por Tishman Speyer y construido por Turner, The Spiral ha abierto de manera oficial sus puertas a importantes empresas como Pfizer, Debevoise & Plimpton, Turner Construction y HSBC, entre otras. Situado en la calle 34 Oeste, entre Hudson Boulevard y la 10ª Avenida, The Spiral es vecino de la High Line y del parque Bella Abzug, en el lado oeste de Manhattan. El rascacielos comercial, diseñado por BIG en colaboración con Adamson Associates y el ingeniero estructural WSP Cantor Seinuk, tiene 66 plantas y 2.8 millones de pies cuadrados, y alcanza una altura de 1,031.5 pies. The Spiral aspira a obtener la certificación LEED Silver y es el primer rascacielos comercial de BIG en Nueva York.

Desde el nivel de la calle, la torre atrae la mirada hacia arriba, en donde está la franja de vegetación que extiende el High Line más allá de la calle 34 Oeste y hacia el horizonte de Manhattan. La fachada acristalada de la torre, que recuerda a un invernadero, ofrece a los transeúntes una mirada al luminoso y espacioso vestíbulo del edificio, adornado con obras de arte del estudio holandés DRIFT y exuberante follaje, al que se puede acceder por las entradas del Hudson Boulevard y la 10ª Avenida. Como gesto al entorno del edificio, el vestíbulo de The Spiral incorpora siete metales diferentes en honor a la historia industrial de la zona, con paneles de suelo medidos según las dimensiones exactas de los tablones de hormigón prefabricado que atraviesan la High Line.

The Spiral reduce lentamente su volumen a medida que se eleva, siguiendo la zonificación del emplazamiento. Su lenguaje escalonado evoca la estética de los rascacielos clásicos de Manhattan, como el edificio del Empire State y el Rockefeller Center, mientras que sus esbeltas proporciones y el uso de materiales y detalles modernos reflejan las características de diseño de la arquitectura contemporánea de rascacielos. Las terrazas ajardinadas en cascada y los jardines colgantes ascienden por la torre en espiral para crear una cinta verde única y continua, que envuelve la fachada del edificio y proporciona a cada planta de oficinas un espacio de terraza de fácil acceso.Con aproximadamente 13 mil pies cuadrados de espacio exterior, nunca se había instalado un paisaje del tamaño de The Spiral a más de 300 pies de altura en la ciudad de Nueva York. La mayoría de las especies de la cubierta vegetal son autóctonas de la pradera americana, lo que las hace resistentes a los fuertes vientos y las sequías.

A medida que el edificio se eleva, se introduce una segunda capa de arbustos y matorrales más altos que florecen en invierno y, por último, el paisaje se corona con árboles de uno o varios tallos que florecen ya en febrero, junto con enrejados verticales con hiedra inglesa y de Boston que conservan sus hojas durante el invierno. La paleta de plantas difiere en cada lado del edificio en función de la orientación del sol y la resistencia a los vientos de alta velocidad.

“The Spiral” es pionera en una nueva tipología paisajística al llevar los jardines a un rascacielos. Su cascada continua de vegetación de un nivel a otro proporciona a los espacios de oficinas una nueva dimensión vertical de conectividad social y biofílica. Diseñadas para reforzar la colaboración y el bienestar, cada terraza alberga plantaciones específicas en función de la luz natural, los vientos y las temperaturas de cada planta de la torre. Estos jardines acogerán a los pájaros, abejas y mariposas vecinos para ampliar la biodiversidad de Nueva York al horizonte de la ciudad”. – Giulia Frittoli, socia de BIG

A medida que The Spiral asciende, la terraza accesible de cada planta ofrece impresionantes vistas de Manhattan, el río Hudson y Nueva Jersey. Algunas plantas ofrecen un espacio de ocio de doble altura y la opción de conectar plantas adyacentes a través de una gran escalera, lo que sugiere una alternativa a los ascensores y fomenta la interacción entre colegas.

En la planta 66, The Spiral ofrece su propio ZO Clubhouse, reservado en exclusiva para que la gente se reúna, conecte y recargue energía en el salón privado o en la terraza al aire libre. The Spiral promueve un lugar de trabajo contemporáneo en el que la naturaleza se integra en el entorno de la oficina y las características espaciales se adaptan de manera continua a las necesidades cambiantes de sus ocupantes. Para fomentar la conexión con el exterior y apoyar el follaje interior de The Spiral, una generosa altura de techo y un revestimiento de vidrio exterior especialmente seleccionado permiten una mayor incursión de luz natural. El sistema de gestión del agua del edificio recoge el agua de lluvia desbordada para tratarla y redistribuirla por los jardines escalonados, lo que permite ahorrar millones de litros de agua al año. Esto no sólo fomenta el riego sostenible, sino que también consolida a The Spiral como una adición ecológica al horizonte de Manhattan.

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BIG en Sudamérica https://arquine.com/obra/big-en-sudamerica/ Mon, 02 Jan 2023 17:43:15 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=73665 Tras cuatro años de construcción, IQON el primer edificio de BIG en Sudamérica, se eleva 130 m convirtiéndose en el edificio más alto de Quito, en la capital de Ecuador, una de las ciudades más elevadas del mundo. Un edificio residencial de uso mixto de aprox. 54,000 m2, que incluye 215 residencias, unidades comerciales, espacios de oficinas y una variedad de comodidades.

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Tras cuatro años de construcción, IQON el primer edificio de BIG en Sudamérica, se eleva 130 m convirtiéndose en el edificio más alto de Quito, en la capital de Ecuador, una de las ciudades más elevadas del mundo. Tradicionalmente una ciudad de edificios densos pero de baja altura, la silueta urbana de Quito se replanteó tras la reubicación del aeropuerto en el centro de la ciudad hace más de una década.

En 2017 se contrató a BIG Group para diseñar un edificio residencial de uso mixto de aprox. 54,000 m2, que incluye 215 residencias, unidades comerciales, espacios de oficinas y una variedad de comodidades. Además de IQON, está previsto que el otro proyecto EPIQ Residences de BIG situado en las inmediaciones, finalice su construcción en 2023.

IQON está diseñado como una comunidad vertical y una extensión del vecino parque La Carolina, que se prolonga desde la calle a la fachada del edificio. El edificio presenta una notable esquina curva, envuelta por terrazas que continúan alrededor del perímetro del edificio con vistas al parque, a la ciudad y al volcán Pichincha. La identidad arquitectónica de IQON se define por su fachada que sobresale del contexto, donde el concreto en bruto que funciona estéticamente y estructuralmente. Los “píxeles” individuales se apilan los 32 pisos de altura y se rotan para ofrecer las mejores vistas posibles y, al mismo tiempo, crear terrazas para los departamentos. El edificio incorpora árboles y plantas endémicas para aprovechar el clima templado y la ecología de Ecuador, el país con más especies vegetales por metro cuadrado del mundo.

“Hemos intentado tomar todas las cualidades icónicas de Quito -como el disfrute de vivir en uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, en una ciudad situada en el ecuador donde las estaciones son perfectas tanto para la vida humana como para la vegetal- y llevar esa experiencia a la dimensión vertical. IQON es toda una comunidad vertical de viviendas individuales; una extensión del Parque La Carolina que ahora sube hasta la azotea”,
dice Bjarke Ingels, fundador y director creativo de BIG-Bjarke Ingels Group.

En planta baja, IQON incluye amplios espacios públicos, locales comerciales y espacios con obras de arte. Esta plaza central funciona como una nueva vía este-oeste que conecta el parque con el resto del barrio. Al entrar en el vestíbulo, la paleta de materiales pasa de la crudeza y la sobriedad del exterior a una estética más refinada; los adoquines de mármol complementan el mostrador de recepción, hecho a medida, y los toques de concreto recuerdan a la fachada. Los azulejos del techo, los buzones y el vestíbulo del ascensor, situado tras un portal de acero negro, presentan tonos verde esmeralda.

La naturaleza endémica de Quito se traslada de los espacios públicos al ámbito privado de cada vivienda a través de las escultóricas jardineras integradas en la arquitectura del edificio. Las jardineras se convierten en una escultura de concreto única en el interior de las viviendas, creando espacio para la zona de las raíces del árbol de la terraza de la vivienda superior, al tiempo que transforman la fachada del edificio en una celebración de la verde biodiversidad de Quito. El edificio también actúa como un vivero urbano: una vez que la vegetación plantada en las terrazas crece más allá de su maceta, puede replantarse en parques de toda la ciudad. De este modo, el edificio se convierte en parte de un ciclo verde: del parque al edificio, y de vuelta al parque.

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Museo y homenaje a los refugiados por BIG https://arquine.com/obra/museo-y-homenaje-a-los-refugiados-por-big/ Mon, 15 Aug 2022 06:00:07 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=66840 El Museo de Refugiados de Dinamarca, FLUGT, es un proyecto diseñado por BIG-Bjarke Ingels Group y los diseñadores Tinker Imagineers. Ubicado en el que fue el campo de refugiados más grande de Dinamarca durante la Segunda Guerra Mundial, FLUGT da voz a los refugiados de todo el mundo e intenta capturar los desafíos universales, las emociones, el espíritu y las historias compartidas por los seres humanos que han sido desplazados.

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“El Museo de los Refugiados de Dinamarca explora una parte importante de nuestra historia y un tema que es más relevante
qué nunca, con millones de refugiados actualmente desplazados en el mundo”.
Bjarke Ingels, BIG.

El Museo de Refugiados de Dinamarca, FLUGT, es un proyecto diseñado por BIG-Bjarke Ingels Group y los diseñadores Tinker Imagineers. Ubicado en el que fue el campo de refugiados más grande de Dinamarca durante la Segunda Guerra Mundial, FLUGT da voz a los refugiados de todo el mundo e intenta capturar los desafíos universales, las emociones, el espíritu y las historias compartidas por los seres humanos que han sido desplazados.

FLUGT es el segundo museo de BIG para la institución Vardemuseerne que se dedica a la divulgación, arqueología y recopilación de
conocimiento en esta región. Colaborando con ingenieros y diseñadores como Tinker Imagineers, BIG ha adaptado y ampliado una de las pocas estructuras restantes del campamento; un edificio que fue hospital en un museo de 1.600 m2.

El antiguo hospital que ahora se transforma en FLUGT se compone de dos edificios largos que se conectan por un volumen curvo que suma 500 m2 de espacio al museo y crea una estructura atractiva, visible desde lo lejos.

Este volumen curvo crea una llegada diferente y acogedora para los visitantes del museo. El color de acero corten y la estructura que lo construye se comunica con los ladrillos rojos de los antiguos edificios del hospital. Al entrar, se puede ver un muro curvo de vidrio, de piso a techo que revela un patio verde protegido y el bosque, donde solía estar el campo de refugiados. El patio deja fluir la luz hacia el vestíbulo para después iniciar el recorrido por el museo.

El área de exhibición se organizó de acuerdo a la circulación original del ex-hospital. Si bien la mayoría de las paredes de las habitaciones fueron derribadas, algunas de las paredes interiores se mantienen intactas. El patio diseñado por BIG Landscape crea una experiencia sensorial pacífica donde un espejo de agua en el corazón del mismo refleja el cielo.

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Una habitación suspendida entre árboles https://arquine.com/obra/una-habitacion-suspendida-entre-arboles/ Wed, 20 Jul 2022 05:24:46 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=66008 BIG proyectó una habitación para un hotel donde humanos y aves conviven en comunidad.

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En colaboración con el Treehotel y el ornitólogo sueco Ulf Öhman, la nueva habitación del hotel Biosphere, diseñada por BIG, le aportará 350 casas para pájaros al conocido hotel. Suspendida en los pinos de Harads, el diseño experimental de BIG es la octava habitación de hotel de la propiedad y pretende mejorar la biosfera circundante.

Situada en el pequeño pueblo de Harads, a unos 70 minutos del aeropuerto de Luleå, en la Laponia sueca, la Biosfera de 34 m2 está diseñada para atraer la vida silvestre y para que los huéspedes estén completamente inmersos en el bosque circundante.

La habitación de hotel titulada Biosphere es la última incorporación a Treehotel, que incluye habitaciones diseñadas individualmente por algunos de los arquitectos más renombrados de Escandinavia, incluidos Snöhetta, Rintala Eggerstsson y Tham & Videgård, entre otros. Los fundadores Kent y Britta Jonsson-Lindvall invitaron a BIG a diseñar la octava sala en 2020.

La sala se abrió para los visitantes a mediados de junio de 2022. “Estamos muy contentos de colaborar con otro grupo de destacados arquitectos escandinavos, el renombrado BIG danés – Bjarke Ingels Group. Esto completa nuestro objetivo de tener arquitectos de todos los países escandinavos”, explica Kent Lindvall, fundador y copropietario de Treehotel. “Siempre hemos dependido en gran medida de nuestros principales arquitectos escandinavos, quienes nos han ayudado a construir una visión holística, desde los pequeños hasta los grandes detalles, en el proceso de diseño. Hemos estado esperando el momento adecuado y la empresa de arquitectura adecuada para nuestro próximo paso. El hecho de que nuestra octava sala se haya creado en colaboración con BIG, en este mismo momento, y con un concepto enfocado en el futuro donde el entorno natural se convierte en una parte interactiva de la experiencia, se siente perfecto”, concluye Kent Lindvall.

El norte de Suecia es conocido por su belleza natural, sus extensos bosques y su biosfera distintiva. Los fuertes contrastes climáticos a través de las estaciones han requerido edificios altamente resilientes, incorporando los materiales locales de madera y piedra. El Treehotel es conocido por su amplia variedad de cabañas, cada una de las cuales tiene una identidad distinta que responde e interactúa de manera diferente con el bosque circundante. Biosphere acentúa el enfoque de Treehotel en la sostenibilidad y el turismo natural, ayudando a facilitar la conservación de la población local de aves: la habitación de hotel en la copa de un árbol con una fachada que contiene 350 nidos de aves, Treehotel tiene como objetivo disminuir la espiral descendente de la población de aves en los bosques suecos y, en cambio, fortalecer la biosfera y el hábitat natural.

“Los inventarios en el condado de Norrbotten, realizados tanto por nosotros como ornitólogos como por la Junta Administrativa del Condado, muestran que varias poblaciones de aves diferentes están disminuyendo. La silvicultura ha dado lugar a una reducción del número de huecos naturales en los árboles donde anidan las aves reproductoras. La instalación de nidos de pájaros es, por lo tanto, una medida importante a tomar. Además, el cambio climático hace que el auge de los insectos ocurra a principios de año y, cuando los huevos de las aves eclosionan, el auge ya ha pasado. La alimentación es un importante mecanismo de apoyo para las aves que se quedan en el norte de Suecia y necesitan comida durante el invierno. Es valioso demostrar el uso de nidos y alimentación de pájaros, no solo en el Treehotel, sino también para que las personas los instalen cerca de sus propios hogares. Una iniciativa de Treehotel para tomar tales medidas puede inspirar a sus visitantes a hacer lo mismo”, explica Ulf Öhman, presidente de la Asociación Ornitológica de Norrbotten.

El acceso a Biosphere a través de un puente colgante que desciende desde el suelo hasta la copa de los árboles. El interior de la habitación de hotel de 34 m2 incorpora interiores oscuros y materiales orgánicos inspirados en el paisaje circundante, que sirven aún más para reforzar la vista de los visitantes hacia el exterior y enfocarse en la belleza natural del entorno.

“Pasé algunos días y noches en algunas de las habitaciones del Treehotel justo antes de la pandemia y me fui con una sensación de rejuvenecimiento por la inmersión total en la naturaleza. No pude evitar preguntarme si había una manera de llevar la inmersión un paso más allá, y casi instantáneamente la idea de invitar no solo a los visitantes humanos sino también a la población de aves y murciélagos residentes a cohabitar en un enjambre esférico de nidos cobró vida. Después de nuestras primeras conversaciones con Ulf Öhman de la Asociación Ornitológica de Norrbotten, nos sentimos aliviados al saber que las aves no caen donde anidan, por lo que hay esperanza de que el cristal permanezca transparente dentro de esta nube de arquitectura de pajarera”. Bjarke Ingels, fundador y director creativo de BIG.

El interior es simple y pragmático, sin embargo, debido a su estructura conceptual sólida y abierta, permite una variedad de experiencias dentro de un espacio relativamente pequeño. Los visitantes tienen acceso a una terraza en la azotea, cerca de las copas de los árboles, que ofrecen vistas de 360 ​​grados del bosque.

Al variar los tamaños individuales de los nidos de pájaros y expandirlos hacia afuera y, según el tipo de pájaro y la frecuencia en el área, la luz puede ingresar al espacio interior mientras se mantienen las vistas hacia el exterior. Al envolver la nueva habitación del hotel en un hábitat ecológico, los huéspedes tienen la oportunidad de experimentar la vida de las aves en las proximidades, encontrándose en el epicentro de la naturaleza.

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VIA West 57th Street https://arquine.com/obra/via-west-57th-street/ Tue, 23 Mar 2021 10:00:34 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/via-west-57th-street/ VIA es un híbrido entre el bloque perimetral europeo y un rascacielos de Manhattan, que combina las ventajas de ambos: la densidad y eficiencia de un edificio-patio con la ligereza y las amplias vistas de un edificio en altura.

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Semana del vidrio presentada por:

Ventanas


Proyecto arquitectónico: BIG | Bjarke Ingels Group
Vidrio: Solarban® 70 de Vitro Arquitectónico
Fotografía: Nic Lehoux, Esto Photographics Inc.
Lugar: Nueva York, Estados Unidos
Año: 2016


VIA es un híbrido entre el bloque perimetral europeo y un rascacielos de Manhattan, que combina las ventajas de ambos: la densidad y eficiencia de un edificio-patio con la ligereza y las amplias vistas de un edificio en altura. Al levantar la esquina noreste a 150 metros, el patio se abre hacia el río Hudson, lo que permite que el sol del poniente se introduzca en el bloque. La forma del edificio varía en función del punto de vista del espectador; aparece como una pirámide desde la autopista Side West y se convierte en una dramática torre de cristal desde West 58th Street.

El patio, inspirado en el clásico oasis urbano de Copenhague, puede verse desde la calle y sirve para extender la vegetación del Hudson River Park en el interior del edificio.  La pendiente permite una transición de escala entre las estructuras de baja altura ubicadas al sur y las torres residenciales de gran altura al norte y oeste. El techo inclinado consiste en una simple superficie reglada perforada por terrazas, cada una única y orientada hacia el sur, que posibilita que cada apartamento consiga un ventanal, que amplifica los beneficios de las generosas vistas, y un balcón que fomenta la interacción entre residentes y transeúntes. Orientadas al oeste, las ventanas de piso a techo en VIA 57 West están constituidas por un vidrio de alta eficiencia que bloquea más del 70% de la energía solar, reduciendo la demanda de aire acondicionado en primavera y verano, y mejorando la comodidad y las vistas de ocupantes del edificio durante todo el año.

 

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Diseñar el planeta entero https://arquine.com/disenar-el-planeta-entero/ Mon, 30 Nov 2020 15:35:09 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/disenar-el-planeta-entero/ “Hacer mundos es algo que empieza siempre de mundos que ya están a la mano. Hacer es rehacer”, escribió el filósofo Nelson Goodman en su libro Ways of Worldmaking. Con su Masterplanet, Bjarke Ingels parece intentar rehacer un mundo sin detenerse demasiado en cuestionar qué ha producido las condiciones que pretende mejorar en el que tenemos a la mano.

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Era un tiempo cuando un arquitecto aun le daba forma al mundo.

McKenzie Wark

Un mundo no es anterior a sus imágenes. Son ellas las que le dan forma.

Sarkis, Salgueiro Barrio y Kozlowsky

El plan es para una artificialidad alternativa, planetaria, que es geográfica porque es geopolítica y geoeconómica porque es geotecnológica.

Benjamin Bratton

 

La primera de las frases citadas es del más reciente libro de McKenzie Wark, Sensoria: Thinkers for the Twenty-first Century. Está al inicio del capítulo en el que comenta el libro de Keller Easterling Extrastatecraft. The Power of Infrastructure Space, libro en el que —citando la presentación editorial— Easterling “revela los nexos entre fuerzas gubernamentales y corporativas emergentes dentro del concreto y la fibra óptica en nuestro hábitat moderno.” Wark escribe aquella frase al recordar su infancia en Australia, fascinada por el trabajo de su padre como arquitecto en los años sesenta. Esos tiempos cuando un arquitecto le daba forma al mundo, dice, “ya terminaron. El arquitecto hoy ya no es un «manantial». Es mas bien triste ver a los starquitectos de nuestros días diseñando sus edificios de firma con formas alocadas. Parece que hoy todos esos edificios son o museos o condominios para billonarios. El arquitecto-marca hoy sólo construye inútil vivienda de lujo y adornitos para el 1%. El diseño real del mundo hoy está en manos de otras personas.”

La segunda frase es con la que abre el libro The World as an Architectural Project, editado por Hashim Sarkis —director de la Muestra internacional de arquitectura para la Bienal de Venecia que se pospuso de este año al próximo—, junto con Roi Salgueiro Barrio y Gabriel Kozlowski. El libro reúne y analiza 150 proyectos de o para el mundo, desde La ciudad lineal que Arturo Soria y Mata, “urbanista, constructor, geómetra y periodista español” —Wikipedia dixit—, diseñó entre 1882 y 1913, o la Torre observatorio que el escocés Patrick Geddes propuso por los mismos años, hasta Satellights, diseñada por el brasileño Angelo Bucci en el 2017 y la Ciudad para 7 mil millones, propuesta de Plan B que visualiza al mundo entero como una sola ciudad, pasando por propuestas de Taut, Le Corbusier, Doxiadis, Archigram, Hadid, Hejduk y más. En la introducción al libro se plantea que, “las respuestas de la arquitectura a los retos globales han favorecido principalmente las soluciones técnicas” y que “hoy necesitamos atender un plantea que ha sido intensamente configurado por las lógicas espaciales de la modernidad y que continúa siendo producido mediante sistemas de control geoespacial y racionalidad técnica que son una continuación directa de aquellas.”

La tercera frase es del libro The Terraforming, escrito por Benjamin H. Bratton —quien dirige el programa de posgrado del Instituto Strelka que lleva el mismo título y al que el libro sirve de manifiesto y programa. Terraforming es “el proyecto para transformar desde sus fundamentos las ciudades, tecnologías y ecosistemas de la tierra para asegurar que el planeta sea capaz de seguir sosteniendo vida terrestre” —y habría que aclarar: vidas humanas y formas de vida que las vidas humanas consideran necesarias para su propia subsistencia. El programa propone “un urbanismo que es pro-planeación, pro-artificialidad, anti-colapso, pro-universalismo, anti-anti-totalidad, pro-materialista, anti-anti-leviathan, anti-mitología y pro-distribución igualitaria.” Bratton afirma que “tenemos los medios (financiero, logísticos, etc.) para atacar significativamente la crisis climática, pero hacen falta los mecanismos de gobierno funcionales para poner en aplicación dichos medios.” El prospecto es el de un mundo dividido en dos: mitad parque —una reserva natural por eso mismo totalmente artificial— y “una densa amalgama automatizada de complejos humano-mecánicos”, igualmente artificial.

 

 

“El clima se está desmoronando. El arquitecto Bjarke Ingels tiene un plan maestro para eso”. Ese es el título de un artículo de Ciara Nugent publicado a finales de octubre en la revista Time. Incluso en inglés el título podría ser ambiguo: a master plan for that podría ser un plan para que el clima termine de desmoronarse y no para evitarlo. Tras presentar a Ingels como alguien que “a veces suena como un científico loco” pero de quien la “extravagante escala de su pensamiento no sorprendería a nadie que haya seguido su carrera”, Nugent escribe:

“El siguiente proyecto de Ingels es un plan para salvar al mundo. Cuando los arquitectos disponen la forma de una cuadra o de un barrio, comúnmente crean un plan maestro: un documento que identifica los problemas que deben atenderse, proponiendo soluciones y creando una imagen del futuro en la que todas las partes involucradas pueden ponerse a trabajar. En su Masterplanet, BIG emplea esa manera de pensar al planeta entero, delineando cómo podemos rediseñar al planeta para reducir las emisiones de gases con efecto de invernadero, proteger recursos y adaptarse al cambio climático.”

La propuesta la había presentado Ingels en Columbia al final de una conferencia a principios de año. Siguiendo el esquema koolhaasiano, inicia con un proyecto de pequeña escala —el restaurante Noma, en Copenhague— y va subiendo de escala hasta llegar con la propuesta de una ciudad en Marte. Pero falta aun algo más grande que una ciudad: un planeta. Ingels dice que parece que la humanidad es incapaz de lidiar con la crisis climática, mientras que sí ha podido lidiar con esfuerzos que requieren muchos recursos durante varias generaciones, como construir catedrales. ¿Cómo pudieron hacerlo?, se pregunta retóricamente Ingels. ¡Porque había un plan maestro!, responde, y los arquitectos trabajan sobre los dibujos de sus predecesores. Mucho se ha escrito sobre el tipo de dibujos que utilizaban los constructores medievales y el papel que jugaban en la obra, pero es difícil suponer que el cuaderno de Villard de Honnecourt o el plano del monasterio de San Galo sean comparables a lo que hoy llamamos plan maestro. Ingels continúa presentando acaso la caricatura de tres personajes: el científico, que tiene conocimiento pero no es bueno para emprender, para la acción; el político, que no piensa a largo plazo porque no le interesa; y el arquitecto, aquél que será capaz de definir líneas de acción de largo alcance, que eso es un plan maestro, el masterplanet.

Usando algunas imágenes más ilustrativas que analíticas, Ingels explica que la Tierra ha atravesado desde el inicio de su historia por cambios climáticos catastróficos, pero que desde hace 150 años las partículas de C02 atmosférico han aumentado a niveles que no se habían alcanzado hace más de 20 o 30 millones de años y esto provocado por actividades humanas. “Es una situación sin precedentes”, afirma Ingels, sin preguntarse demasiado qué tipo de actividades humanas han causado el aumento de gases con efecto de invernadero y, mucho menos, qué otras implicaciones sociales, económicas o políticas han tenido tales actividades. No es lo mismo, como ha señalado entre otros Jason Moore, hablar de antropoceno que de capitaloceno, por ejemplo. En The Terraforming Bratton escribe:

Importa si la era contemporánea la llamamos “antropoceno”, “capitaloceno”, “petroceno”, “chthuluceno” o cualquier otra cosa, porque los diferentes nombres capturan diferentes diagnósticos, y cada uno implica diferentes cursos de acción. Importa qué tanto de la era contemporánea se entienda como parte de una medida de 200 años de expansión industrial, de diez mil años de sociedades agrícolas o el arco de cientos de miles de años de migraciones humanas y transformaciones del ecosistema.

A las medidas que menciona Bratton habría que agregar la de poco más de 500 años de capitalismo, global, colonial y extractivista, que se inició en 1492 y a la que Ingels parece particularmente ciego, como cuando, al presentar su propuesta para una ciudad marciana, compara los tres meses que a Magallanes le llevó en 1522 viajar de Europa a Sudamérica con los tres meses que llevaría un viaje de la Tierra a Marte, haciendo de este segundo planeta un territorio más a ser colonizado y explotado e imaginando a América, quizá inconscientemente, como un territorio vacío, sin habitantes, a ser civilizado por los europeos. O cuando propone, como una manera de producir energía de manera limpia y eficiente, que ciudades como Londres y Ciudad del Cabo, con ciclos de intensidad solar inversos y complementarios, se interconecten, sin reparar, más allá de las implicaciones técnicas de la propuesta, en la relación colonial entre las dos ciudades. Tampoco hay en su discurso ningún cuestionamiento a los modos y relaciones de producción actuales o a los niveles de consumo, que asume sin problematizar.

Al final de la conferencia, Amale Andraos, decana de la Escuela de arquitectura, planeación y preservación de la Universidad de Columbia, quien había presentado con cierto entusiasmo a Ingels en un principio, visiblemente contrariada con el supuesto Masterplanet, tras cuestionar las condiciones distópicas, la exclusión y segregación, y las estructuras de poder que implican un plan maestro, señala la posición, supuestamente acontextual y apolítica de Ingels, y afirma que le parece difícil actuar hoy, en tanto arquitecto o arquitecta, como si se hiciera desde un vacío político. Ingels se excusa afirmando que su posición política es al “centro” —socio-liberal, dice, atendiendo por igual al individuo que a la colectividad, buscando “la mayor libertad posible”, pero también el mayor “cuidado”. Un “centro” que muchas veces es el cómodo lugar donde se colocan quienes no tienen gran interés por cambiar las cosas. Cuando otra asistente señala que todos los proyectos que presentó antes del Masterplanet son en ciudades del norte global y le pregunta sobre si tomó en cuenta distintas formas de gobierno y otras formas de vivir en otras ciudades, Ingels responde, con pretendida ironía: “Gracias por casi culparme por trabajar tanto en el norte global, pues recientemente aprendí en un viaje a Sudamérica que se supone que no debes trabajar ahí o, específicamente, en Brasil”, aludiendo, con torpeza o cinismo, al pequeño escándalo que suscitaron las fotografías donde aparece al lado de Bolsonaro.

“Hacer mundos es algo que empieza siempre de mundos que ya están a la mano. Hacer es rehacer”, escribió el filósofo Nelson Goodman en su libro Ways of Worldmaking. Con su Masterplanet, Ingels parece intentar rehacer un mundo sin detenerse demasiado en cuestionar qué ha producido las condiciones que pretende mejorar en el que tenemos a la mano. Su posición sin posición es fruto o bien de cierta ingenuidad o de cierto cinismo —o una mezcla, que no son excluyentes. Y acaso también de cierta ignorancia, aquella que Charles Mills definió como ignorancia blanca: “Imaginen una ignorancia militante, agresiva, que no se intimida, una ignorancia que es activa, dinámica, que se niega a estar en silencio y para nada exclusiva de los iletrados y no educados sino propagada en los más altos niveles, que de hecho se presenta descaradamente como conocimiento.”

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Cómo contar arquitectura https://arquine.com/como-contar-arquitectura/ Mon, 06 Jan 2020 14:29:19 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/como-contar-arquitectura/ Tanto la exposición de Tatiana Bilbao como la de Bjarke Ingals invitan a experiencias arquitectónicas que distan mucho de las muestras de arquitectura canónicas, invitan a la percepción espacial desde múltiples recursos gráficos, dinámicos y tridimensionales. Ambas ofrecen un panorama de reflexiones, propuestas y ejemplos construidos que superan, en su interactividad, el paseo arquitectónico de alguno de sus edificios.

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Dos exposiciones simultáneas en Copenhague, de BIG y Tatiana Bilbao, se prestan a una reflexión sobre cómo se cuenta y ordena la arquitectura para compartirla con la gente. La de BIG (Bjarke Ingals Group) en el DAC (Centro de Arquitectura danesa, proyectado por OMA, por cierto) ofrece diez “regalos” de arquitectura a la sociedad —a los usuarios, los vecinos, la ciudad, el paisaje, el medioambiente, el mundo o el futuro— y agrupa sus propositivas obras en regalos que enlacen, produzcan, crezcan, mariden, se adapten, respondan, hospeden, levanten, muestren y agrupen, otorgando un color a cada tema y zona en la exposición. Por otro lado, la muestra de Tatiana Bilbao Estudio ocupa las salas temporales del maravilloso museo de arte moderno de Louisiana, a poco menos de una hora de Copenhague y se organiza a partir de tres temáticas: paisajes, curiosidades y lugares.

Ninguna de las exposiciones se organiza desde una perspectiva cronológica, ni por escalas o programas, tampoco por tipologías, ciudades o climas (como hiciera BIG en su libro HOT to COLD). Éste decidió estructurar su exposición de acuerdo a los “regalos” que suponen cada proyecto para la gente. Unos amevoides de colores definen la planta donde se ubica cada grupo de proyectos, en el entendido que el poder formal de la arquitectura tiene efectos benéficos para la sociedad:

1: Así enlazar es el regalo que BIG propone para reconectar la arquitectura con la vida real. Ésta ha estado perdiendo el monopolio de creación de espacios para la interacción social, ya que las redes sociales y los multi-juegos masivos online son las nuevas ágoras de encuentro, disociadas a un espacio físico. La intimidad colectiva debe encontrar espacios físicos que propicien ese encuentro.

2: Con producir se reflexiona sobre el bajo impacto de la arquitectura de calidad en términos globales. Bjarke Ingals apunta que el mas prolífico de los arquitectos habrá construido quizá cientos de obras, 1,000 a lo sumo. La arquitectura, para Ingels, tiene gran impacto ideológico pero poco dentro de la cadena productiva. Incrementando la participación de la arquitectura en los procesos de producción masiva puede tener un beneficio directo en la sociedad. Podemos producir arquitectura industrializada con elementos manufacturados como LEGO a gran escala, en lugar de seguir haciendo arquitectura a “la medida” con bajo impacto en nuestras ciudades.

3: El arquitecto danés propone sumergirse en la alberca de la innovación, tanto para bucear a profundidad como para surfear superficialmente, intercambiando conocimiento para eficientar los recursos humanos disponibles.

4: Ingels argumenta que mucha arquitectura se ha convertido en cajas opacas que contienen experiencias de vida pero solo son contenedores neutros, sin expresión. Su regalo es mostrar lo que sucede dentro de esas cajas neutras, creando espacios que sean la expresión honesta y transparente de lo que sucede entre sus paredes, estructuras y losas.

5: La planeación urbana tradicionalmente es una disciplina bidimensional. Con levantar incorpora la tercera dimensión, creando una extrusión que permite pasar del plan bidemsional a la maqueta en 3D.

6: La mayor parte de nuestras ciudades no las conforman las iglesias y los museos sino donde vivimos los ciudadanos. Hospedar es el regalo que propone BIG (en alianza con las redes sociales), incorporando espacios habitables para albergar a alguien más, con quien compartir nuestras urbes.

7: La arquitectura Moderna abogó por la tabula rasa, convencida que su propuesta permitía construir un futuro mejor. Sin embargo hoy en día sería impensable una arquitectura que no responda a las condiciones existentes -cultura, clima, paisaje, ciudad.

8. La única constante de la vida es el cambio. Adaptarse es el regalo que da nueva vida a los viejos contenedores. La arquitectura reinterpreta permanentemente y debe ser la plataforma física para la vida humana.

9: Las ciudades se están convirtiendo en monoculturas. Aumenta la población humana pero disminuye la biodiversidad. En el futuro debemos crecer y construir con y para tejidos vivos, promoviendo la cohabitación de todas las formas de vida.

10: Hay que juntar programas de infraestructuras públicas (y limpias) con programas para la gente, en lugar de la separación y la zonificación, maridando y sobreponiendo usos sobre las infraestructuras metropolitanas.

Como sucede siempre con Bjarke Ingals, lo que parece medio en broma y a la ligera, está sustentado de modo muy potente y sus conceptos innovadores sobre el reuso adaptativo, la ingeniería sin ingenieros o lo neo-vernacular 2.0, son propuestas frescas para una nueva lectura de su obra y de la realidad global contemporánea.

Para los daneses —como se lee en la entrada de la exposición—, Tatiana Bilbao quizá sea la antítesis del arquitecto contemporáneo. En lugar de representar una oficina corporativa, Tatiana Bilbao y su equipo tratan de expresar la arquitectura hecha a mano. Versátil en sus escalas, programas y materiales, su trabajo se aleja de un estilo propio o de representar una marca. La exposición acerca al proceso que va de las ideas a las formas, mostrando sesgadamente alguno de sus proyectos más destacados como la Ruta del peregrino o el jardín botánico de Culiacán.

También refleja sus constantes colaboraciones con artistas, biólogos, escritores y otros arquitectos. Sus procesos de trabajo muestran la cercanía con el usuario y —como Aldo van Eyck sesenta años antes— está más interesada en el lugar que en el espacio y en el ahora más que en el tiempo. Sus collages y dibujos a mano alzada (en lugar de renders hiperealistas) para representar su trabajo, confieren un sesgo personal. En Dinamarca lleva al extremo soluciones parcialmente exploradas en sus anteriores exposiciones en el museo Marco de Monterrey y en el Museo Amparo de Puebla. Aquí los dibujos a mano alzada de su equipo inundan pisos y muros, mientras que maquetas de distintos materiales conforman un nuevo universo bilbao. En sus proyectos de vivienda social reivindica el derecho a la belleza para todo el mundo. Para ello propone con sean diversos y al mismo tiempo que se vean terminados. Es decir, ni todo isomorfo (como casas Feo) ni que reflejen la infinita temporalidad de la arquitectura informal de tantas periferias mexicanas.

La exposición se organiza a partir de tres temáticas que, si bien se refieren al trabajo de Tatiana Bilbao, también pudieran referirse al mismo museo: paisajes, curiosidades y lugares. La muestra ocupa las salas temporales subterráneas del maravilloso museo de arte moderno de Louisiana, a poco menos de una hora de Copenhague. El museo que inició con el legado de un fabricante de quesos y amante del arte (que debe su nombre a las tres esposas consecutivas llamadas Louise, del primer propietario de la villa original), alberga una envidiable colección de Giacometti, Moore, Miró, Calder, Arp, entre otros grandes. Esta exposición de arquitectura es la tercera de una serie de seis, después de Wang Shu y Elemental/Alejandro Aravena.

La sala de Paisajes de la exposición de Bilbao reúne sobre una gigantesca plataforma muchas maquetas de sus proyectos -al modo de las grandes maquetas de museos de sitios arqueológicos- para dar entender que cada obra -cada pieza- forma parte de un universo mayor. Alrededor, sobre las paredes, se proponen analogías extremadamente interesantes: junto a un collage de la arquitecta, aparece un paisaje de Velasco (prestado por el MUNAL) o un clásico modernos danés de la colección del Museo de Louisiana. Así, los paisajes, más fenomenológicos que literales, sugieren un nuevo imaginario para contextualizar su obra. Uno de esos riesgos -tremendamente acertado- que difícilmente se pudiera llevar a cabo en su propia ciudad.

Un segundo espacio alberga las curiosidades que articulan la pequeña escala de las maquetas con las construcciones finales. Retomando las vitrinas de un archivo forense en el mejor estilo de los gabinetes de curiosidades de los viajeros y naturalistas del siglo XVIII, Tatiana Bilbao reúne las piezas que conforman cada proyecto: desde los primeros apuntes de los lugares hasta las muestras de los materiales de cada proyecto.  Ordenar fragmentos permite definir un léxico, como sucedía en la celebrada exposición Historia Natural de Herzog&deMeuron de años atrás. No es casual, que al lado de esta sala se abra un pequeño escenario para asistir a la videoconversación entre Jacques Herzog y Tatiana Bilbao, donde el mentor da juego a su protegée.

La tercera sala, a doble altura, expone cuatro lugares, que son fragmentos de las arquitecturas de Tatiana Bilbao. De algún modo aluden a obras precisas (Udem en Monterrey, casa en Los Terrenos en San Pedro Garza García, jardín botánico de Culiacán, Acuario de Mazatlán) donde combina episodios de distintos proyectos y técnicas constructivas locales con prefabricados sofisticados. Estos ensambles son, de algún modo, la expresión tridimensional de sus collages y proponen una experiencia espacial y por tanto arquitectónica de los arquetipos de Tatiana Bilbao.

Tanto la exposición de Tatiana Bilbao como la de Bjarke Ingals invitan a experiencias arquitectónicas que distan mucho de las muestras de arquitectura canónicas, que siempre requerían de la visita directa a alguno de los edificios construidos para corroborar la información del proyecto expuesto. Estas muestras, en cambio, invitan a la percepción espacial desde múltiples recursos gráficos, dinámicos y tridimensionales. Ambas ofrecen un panorama de reflexiones, propuestas y ejemplos construidos que superan, en su interactividad, el paseo arquitectónico de alguno de sus edificios.

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MÉCA | Nuevo proyecto de BIG https://arquine.com/obra/meca-nuevo-proyecto-de-big/ Wed, 10 Jul 2019 15:00:32 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/meca-nuevo-proyecto-de-big/ La nueva Maison de l'Économie Créative et de la Culture en Aquitaine, MÉCA, de 18,000 m2, crea un marco para la celebración del arte contemporáneo, el cine y las representaciones, y le da a Burdeos el regalo de un espacio público lleno de arte desde el paseo marítimo hasta el nuevo salón urbano de la ciudad.

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La nueva Maison de l’Économie Créative et de la Culture en Aquitaine, MÉCA, de 18,000 m2, crea un marco para la celebración del arte contemporáneo, el cine y las representaciones, y le da a Burdeos un espacio público lleno de arte desde el paseo marítimo hasta el nuevo salón urbano de la ciudad.

Situado en el centro entre las estaciones de tren de River Garonne y Saint-Jean, MÉCA, reúne a tres agencias regionales de arte: FRAC para arte contemporáneo, ALCA para cine, literatura y audiovisuales y OARA para artes escénicas, en un anillo que consolida a la ciudad catalogada por la UNESCO en el epicentro de la cultura.

El edificio se concibe como un solo anillo de instituciones culturales y espacios públicos extruyendo el pavimento del paseo para convertirlo en la rampa que conduce al salón urbano, en la fachada con vistas a las torres del escenario de OARA y las oficinas del ALCA, y en la azotea que encierra las galerías iluminadas por el cielo de FRAC.

Una serie de escalones y rampas llevan al público directamente a la sala urbana al aire libre de 1,100 m2 en el centro de MÉCA, creando una institución porosa para que los visitantes se paseen libremente entre la calle Quai de Paludate y el paseo del río.

Un letrero MÉCA de 7 m de altura ilumina el espacio con luces LED blancas, como una moderna lámpara de araña en la escala de la sala urbana. En ocasiones especiales, los espacios al aire libre de MÉCA se pueden transformar en un escenario para conciertos y espectáculos teatrales o una galería ampliada para esculturas y otras instalaciones de arte. Una escultura de bronce permanente que representa una media cabeza de Hermes por el artista francés Benoît Maire se cruza con la entrada a la orilla del río, invitando a los visitantes a reflexionar sobre la cultura contemporánea de la región.

Al ingresar a MÉCA desde la planta baja, los visitantes llegan al vestíbulo, donde pueden relajarse en el foso en espiral o cenar en el restaurante Le CREM, equipado con muebles rojos y sillas de corcho diseñadas por BIG en referencia a la ciudad conocida por el vino.

Un periscopio gigante junto al restaurante y los ascensores permite a los visitantes ver la actividad en la sala urbana al aire libre y viceversa, creando un diálogo interior-exterior.

En la misma planta baja, aquellos con boletos pueden disfrutar de actuaciones en el teatro de 250 asientos de OARA con configuraciones flexibles de asientos y sistemas acústicos optimizados por un panel de tablero de ajedrez completamente negro de concreto, madera y metal perforado. En el piso superior, los aficionados al cine pueden ver las proyecciones en la sala de 80 asientos con acento rojo del ALCA o visitar las dos oficinas de producción y el área de incubación de proyectos.

FRAC ocupa los pisos superiores con espacios de exhibición de 7 m de altura, estudios de producción para artistas, instalaciones de almacenamiento, auditorio con capacidad para 90 personas y cafetería. La terraza pública en la azotea de 850 m2 sirve como una extensión flexible de los espacios de exposición, permitiendo que las futuras instalaciones de arte a gran escala y las actuaciones tengan lugar al aire libre en medio de las vistas de la ciudad y la Basílica de San Miguel.

La fachada de MÉCA está compuesta casi en su totalidad por 4,800 paneles de concreto prefabricados intercalados con ventanas de varios tamaños para controlar la cantidad de luz que ingresa y crear una sensación de transparencia. Las losas de concreto, que pesan hasta 1.6 toneladas, se pulen con chorro de arena para exponer sus cualidades en bruto y para texturizar la superficie con la arenisca local de Burdeos. Los gránulos amarillos para el brillo y el calor irradian el edificio bajo el sol e integran MÉCA.

 

 

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Galerías Lafayette de BIG https://arquine.com/obra/galerias-lafayette-big/ Mon, 10 Jun 2019 15:00:29 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/galerias-lafayette-big/ El nuevo edificio de BIG rinde homenaje a la tectónica y textura de un edificio histórico ubicado en los Campos Elíseos.

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Ubicado en la emblemática avenida de los Campos Elíseos, el histórico edificio Art Deco del banco de 1932 se destapa y se crea un laboratorio de ventas cuidadosamente curado, para el encuentro entre sí y con la ciudad circundante de las marcas de moda, alimentos y estilo de vida más importantes del mundo. La tienda de 6,800 m2 de Galerías Lafayette abrió oficialmente sus puertas al público en la primavera de 2019.

El diseño rinde homenaje a la tectónica y textura del edificio histórico. A lo largo de la tienda, los visitantes se encuentran con materiales y detalles refinados del pasado que se reinterpretan y despliegan de una manera contemporánea. Caminar alrededor de un espacio tan alto como una galería se siente como moverse a través de una composición de elementos arquitectónicos que operan a la escala de los muebles y crean zonas de compras definidas.

Los compradores son invitados al edificio a través de un ligero pabellón en el nivel de la calle. Un puente brillante introduce al corazón del edificio: un atrio circular cubierto por una cúpula de vidrio monumental que ha sido descubierta y restaurada para una máxima obtención de luz natural. Toda la tienda se despliega en la planta baja y crea un nuevo y luminoso salón urbano para activaciones de marca, desfiles de moda y otros eventos especiales. Una gran escalera, que funciona también como un auditorio durante los eventos, lleva a los visitantes al espacio de uso mixto en el primer piso. Un anillo dorado continuo de metal perforado envuelve todas las columnas y crea una serie de habitaciones y alcobas frente al atrio.

Desde la planta baja, los visitantes pueden ver de inmediato los niveles superiores, atrayéndolos a explorar los diferentes destinos y actividades. Las escaleras mecánicas están acabadas en metal cálido y una cinta de vidrio en la misma paleta de materiales que el atrio central. Explorar la tienda y sus diferentes niveles se siente como un entorno cuidadosamente curado donde los muebles no son solo un espacio de almacenamiento: las alfombras entretejidas se convierten en vestidores, las encimeras son una pila de elementos esculturales, alfombras para la exhibición de zapatos que sirven como muebles para que los compradores se sienten y prueben el calzado.

Los niveles superiores de la tienda son más refinados y continúan con la idea del mobiliario como artefacto. El piso superior presenta una serie de vitrinas de vidrio suspendidas que parecen objetos independientes y pueden albergar una variedad de experiencias y actividades visibles desde los niveles inferiores.

En el segundo piso, los compradores pueden cenar en el restaurante Oursin mientras disfrutan de las vistas de la ciudad, o relajarse en el café Citron en el primer piso, ambos diseñados por el diseñador de moda francés Simon Porte Jacquemus.

 

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