Resultados de búsqueda para la etiqueta [Agustín Landa ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 08 Jul 2022 07:31:00 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Arquitectura: la batalla de las pasiones https://arquine.com/arquitectura-la-batalla-de-las-pasiones/ Fri, 28 Feb 2020 13:00:43 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/arquitectura-la-batalla-de-las-pasiones/ Decía Agustín Landa Vértiz que “el que copia una vez es un copión, el que copia muchas veces es un investigador”.

El cargo Arquitectura: la batalla de las pasiones apareció primero en Arquine.

]]>

 

Decía Agustín Landa Vértiz que “el que copia una vez es un copión, el que copia muchas veces es un investigador”. Frases memorables como la anterior y una disciplina inalterable fueron parte fundamental de la retórica y la actitud de Agustín para enseñar arquitectura a más de 250 alumnos que participamos en la Cátedra Blanca, y a muchos otros más que pasaron por el Taller Vertical en el Tecnológico de Monterrey. Su legado ha quedado impreso en un libro que reúne más de 80 proyectos de arquitectura realizados por exalumnos y profesores de la Cátedra. Orden Unidad Sistema fue presentado ayer miércoles para celebrar 15 años de la Cátedra Blanca fundada por Agustín Landa y Cemex en la carrera de arquitectura del campus Monterrey.

La Cátedra Blanca surgió de un modelo de “cátedra empresarial” en la que Cemex brinda apoyo para la investigación y el desarrollo de la arquitectura en la academia. En 2003 la empresa invitó al arquitecto Agustín Landa Vértiz a replicar el formato de la Universidad Politécnica de Madrid en Monterrey y lo que se ideó como un “taller de arquitectura en una universidad”, según Roberto Romero, nació como “un curso intensivo, de alto rendimiento, que forma a los alumnos con una visión del impacto que puede lograrse a través del diseño arquitectónico” (1) vigente hasta la fecha. De la Cátedra Blanca surgió la idea de crear el Taller Vertical: un conjunto de talleres de diseño cuya intención era, más bien, hacer un taller horizontal en el que los arquitectos de semestres avanzados intercambiaran ideas y conocimientos con los de nuevo ingreso. El Taller, dirigido por exalumnos de Agustín, lo único que tenía (y conserva) de vertical son los niveles de los cursos que culminan con la Cátedra Blanca en los últimos semestres de la carrera.

Agustín Landa Vértiz creó, en palabras de Roberto Zúñiga (Consultor de la Cátedra Blanca), una escuela dentro de una escuela en el Tecológico de Monterrey. Y para ello no sólo fundó la Cátedra y creó el famoso Taller Vertical, si no que recicló un viejo edificio de almacenaje contiguo al campus (denominado AR-1-ZONA) para hacer coincidir a sus alumnos en lugar, tiempo y espacio todos los lunes, miércoles y viernes a las 7:00 am durante los 12 años que enseñó con extraordinaria pasión la arquitectura. Para muestra, Agustín ordenaba que sus alumnos trabajáramos fuera de casa, dentro de “Arizona” y sus clases no se impartían sólo 2 veces por semana como las demás clases de proyectos: los miércoles se organizaban (y organizan) charlas a las que asisten todos los alumnos del Taller Vertical.

La tercera es la vencida, y después de aterrizar la idea a la primer década de la creación de la Cátedra y retomarla 2 años después por el mismo Agustín, fue hasta la década y media (2018) que se logró concretar un homenaje para honrar el legado de un arquitecto ejemplar que “comía de la arquitectura, pero vivía de enseñarla” (2). Roberto Romero, Agustín Landa Jr. y Laura Gómez lanzaron una convocatoria a todos los “excátedros” para postular proyectos construidos y previa selección, editar una monografía que materializara 15 años de enseñanza de arquitectura. El resultado es un libro que reúne más de 80 proyectos de “los ejemplos más claros de cómo esta metodología (de la Cátedra Blanca) se ha enraizado en el ejercicio profesional de los egresados” (3). La elección de los proyectos se basó en la aproximación de los arquitectos a los proyectos y la solución en partes; no el lenguaje arquitectónico, ni la importancia dentro de la trayectoria individual.

La presentación de Orden Unidad Sistema. 15 años de la Cátedra Blanca fue la Cafetería La Carreta del Tecnológico. Pero antes de que Alejandro Rivadeneyra, Roberto Zúñiga, Laura Gómez, Roberto Romero y Agustín y Pablo Landa presentaran el libro a través de sus testimonios, los directivos del Tecnológico de Monterrey y Cemex efectuaron la firma del convenio Tec-Cemex para continuar con el legado de Landa en persona de Romero; titular de la Cátedra Blanca, parte medular de la metodología de enseñanza y compañero de batallas de Agustín sin quien no se podrían cosechar los éxitos sembrados en 2003.

Agustín Landa Vértiz no inventó el hilo negro de la arquitectura pero logró, con su férrea práctica, un hilo conductor inigualable en toda su trayectoria. No copió a Luis Barragán, Frank Lloyd  Wright y Mies Van der Rohe, pero investigó su obra y la de tantos más para enriquecer su arquitectura. No dio clases en una universidad, creó una escuela dentro de una escuela en la universidad donde educó. No viajó con los estudiantes para conocer arquitectura, nos reveló el sentido del contexto en la arquitectura que visitamos. No recorrió una trayectoria larga pero dejó un extenso legado en cada uno de los alumnos a los que enseñó. Agustín Landa no le ganó la batalla a la muerte pero transmitió, con ecos infinitos, su batalla más importante: la arquitectura. O la batalla de las pasiones, como él mismo la proclamó.


  1. Ricardo Naya. (2019). Cátedra Blanca CEMEX-ITESM. En Orden Unidad Sistema. 15 años de la Cátedra Blanca (20-21). Monterrey, México: Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
  2. Roberto Zúñiga. (2019). Una escuela dentro de una escuela. En Orden Unidad Sistema. 15 años de la Cátedra Blanca( 20-21). Monterrey, México: Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
  3. Roberto Romero. (2019). La Cátedra Blanca, un taller de diseño arquitectónico. En Orden Unidad Sistema. 15 años de la Cátedra Blanca (20-21). Monterrey, México: Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

 

El cargo Arquitectura: la batalla de las pasiones apareció primero en Arquine.

]]>
Agustín Landa https://arquine.com/agustin-landa/ Sun, 08 Feb 2015 15:11:54 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/agustin-landa/ Agustín Landa llegó a Monterrey en los noventas a inyectarle a la práctica profesional de esa ciudad una pasión que no existía.

El cargo Agustín Landa apareció primero en Arquine.

]]>
El viernes por la mañana describía a mis alumnos de Taller de Proyectos en la Facultad de Arquitectura de la UANL las bondades que el edificio Pabellón M aportaba a la ciudad, cada fachada a nivel de calle responde a una condición específica de la misma, da una plaza hacia la avenida más transitada, sus otras fachadas con frente a calles más domésticas donan amplias arcadas para aumentar anchos de banquetas que en esta ciudad son casi inexistentes; estas arcadas permiten que exista una bella transición entre el espacio público y privado efecto que no existía en los edificios de oficinas de Monterrey desde la construcción del Edificio Chapa a mediados del siglo XX, entre muchas otras cualidades. Mientras eso sucedía recibí un mensaje donde me informaban de la lamentable muerte del creador de esta joya de la arquitectura regia aún sin inaugurar: Agustín Landa Vértiz.

Agustín llegó en los noventas a inyectarle a la práctica profesional de esta ciudad una pasión que no existía, su carácter a veces incendiario hacía que uno lo volteara a ver, recuerdo perfectamente la primera conferencia de él a la que asistí siendo estudiante donde aseveró que había llegado a la ciudad a enseñarnos a hacer arquitectura, el público local estaba evidentemente molesto. Sin embargo, a la distancia, veo la gran enseñanza que Agustín dejó a este gremio: vendedor nato, de ideas muy claras, con una capacidad impresionante para convencer pero sobre todo para lograr que los que lo rodeaban colaboradores, empleados, clientes, inversionistas se sumaran con pasión al desarrollo del proyecto. Gracias a él hoy se acepta en la ciudad las cualidades estéticas del concreto expuesto, creó el primer rascacielos de la ciudad para celebrar el nuevo milenio con una novedosa técnica constructiva de losas suspendidas única en el norte de México y logró motivar a sus alumnos a impulsar, desde las aulas de la Cátedra Blanca del Tec de Monterrey, la creación del Centro Comunitario Independencia en plena época de la guerra entre cárteles de la ciudad.

A mi parecer en este edificio dejó un gran legado, una pieza única de arquitectura que nació de la colaboración entre su taller, sus alumnos de varias generaciones, sus profesores asistentes y una comunidad muy entusiasta que por años ha sido golpeada por la violencia y la degradación social. En sus colaboradores y sus alumnos pesa la gran resposabilidad de continuar un legado de pasión por la ciudad y la producción arquitectónica, en nosotros la gratitud infinita por su gran aportación a nuestra ciudad. Hoy Agustín tiene un lugar a lado de los grandes de la arquitectura regiomontana como Alfred Giles, Lisandro Peña, Ramón la Madrid, entre otros.

Descanse en paz el maestro Agustín Landa.

landa_2

El cargo Agustín Landa apareció primero en Arquine.

]]>
Agustín Landa Vértiz (1951-2015) https://arquine.com/agustin-landa-vertiz-1951-2015/ Fri, 06 Feb 2015 20:16:03 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/agustin-landa-vertiz-1951-2015/ Agustín Landa fue un arquitecto moderno. Una sólida formación y unos años de ensayos en México, su ciudad natal, lo dispusieron para producir en Monterrey una arquitectura sin fisuras, funcional y didáctica. Hijo – y padre – de arquitecto, Landa creó una arquitectura que se explica sola, en la que la estructura define el concepto arquitectónico. Para él, “ esto garantiza una arquitectura funcional, congruente con la economía de nuestro país y respetuosa de su entorno. Una arquitectura legible facilita nuestra relación con ella como un espacio en el que negociamos nuestra vida diaria – sin ilusionismo arquitectónico fomentamos la habitabilidad de los espacios que diseñamos. La estructura, si no como principio inviolable, sí como guía, define las reglas y sus excepciones, la tensión entre sus elementos y enfatiza su función.”

El cargo Agustín Landa Vértiz (1951-2015) apareció primero en Arquine.

]]>

Agustín Landa fue un arquitecto moderno. Una sólida formación y unos años de ensayos en México, su ciudad natal, lo dispusieron para producir en Monterrey una arquitectura sin fisuras, funcional y didáctica.

Hijo –y padre– de arquitecto, trabajó como estudiante en despachos comprometidos con la profesión. El estudio liderado por Félix Sánchez y Luis Sánchez Renero lo puso en la senda de don Augusto H. Álvarez. El carácter abierto y participativo de los primeros, que lo llevó a realizar propuestas acordes con un tiempo de cambios sociales y estéticos, le enseñó los riesgos de la dispersión, a la vez que el rigor del maestro moderno de estirpe miesiana que fue Álvarez, le impregnó el rigor del dibujo, el estudio del detalle y la continuidad del proceso de diseño, recordándole la famosa frase del arquitecto alemán: “no se puede inventar una arquitectura cada lunes por la mañana”. Si bien su padre fue maestro en la UNAM por mas de veinte años, los tiempos de huelgas y ajustes en la enseñanza pública lo llevaron a la Universidad Iberoamericana. Más tarde cursó una maestría en Gran Bretaña. El periodo de posgrado lejos de las tierras de origen, no sólo sirvió para adquirir los conocimientos que ofrecía el programa docente, sino para reflexionar sobre otros modos de entender el mundo, para viajar y beber directamente de los manantiales de la modernidad. Unos años de práctica en la ciudad de México, asociado con Isaac Broid primero y con su primo Jorge Alessio Robles después, le permitieron sentar las bases sobre las cuales construir su propio discurso, ya en Monterrey, basado en la legibilidad de la arquitectura, en la expresión de sus funciones y en la condición didáctica de los detalles.

LANDA_

La arquitectura se explica sola

Agustín Landa tuvo un notable poder de síntesis. Todo el legado acumulado en viajes, proyectos, experiencias personales o relaciones con clientes, se puede extractar en manifiestos que, a modo de mantras, repitió sistemáticamente. Desde el inicio de su carrera Landa creó una arquitectura que se explica sola, en la que la estructura define el concepto arquitectónico. Para él, “esto garantiza una arquitectura funcional, congruente con la economía de nuestro país y respetuosa de su entorno. Una arquitectura legible facilita nuestra relación con ella como un espacio en el que negociamos nuestra vida diaria –sin ilusionismo arquitectónico fomentamos la habitabilidad de los espacios que diseñamos. La estructura, si no como principio inviolable, sí como guía, define las reglas y sus excepciones, la tensión entre sus elementos y enfatiza su función.”

Quizá por ello “ su arquitecto predilecto” era Louis Kahn, a quien reconoció deber las normas que dirigen su pensamiento. “Su obra de geometrías puras”, decía Landa, “materializa la ansiedad de la búsqueda arquitectónica de la temporalidad: la luz, el silencio, los espacios contenidos producen una serie de tensiones y paradojas que trascienden lo existencial. Todo esto lo construye Kahn dentro de un proceso de excavación, limpieza, definición y redefinición guiado por la ansiedad de la creación.”

Si bien es cierto que hay una serie de obras que ejercitan las múltiples combinaciones entre el círculo y el cuadrado Kahnianos, también hay una condición más didáctica y menos conceptual a lo largo de toda su obra, que tiene una génesis próxima al primer Stirling. Como recuerda Rafael Moneo, James Stirling en sus proyectos en Leicester y Oxford tenía un alto componente didáctico en sus perspectivas y secciones, las cuales explican y justifican sus propuestas, y que reencontramos en los cortes por fachada de Landa. Disecciones que no solo identifican las dimensiones y los materiales, sino que expresan el palpitar del proyecto, como ya sucedía en los precisos y, por demás, expresivos dibujos anatómicos de Leonardo da Vinci. Anatomías que se leen desde sus huesos, desde su génesis, desde el estacionamiento. En un paseo por sus obras, Landa muestra antes que nada la lógica del estacionamiento para justificar la forma del edificio, la organización de sus plantas, la estructura, las dimensiones. Y es que quizá ahí sea donde se expresa con mayor claridad la idea que carga implícitamente toda la información genética de un proyecto.

Landa repetió año tras año a sus alumnos de la Cátedra Blanca del Tec de Monterrey: “Al concepto no le importa el programa. El concepto es la idea generadora que ocurre dentro de un proceso de síntesis – la síntesis de una serie de condiciones contextuales e históricas a partir de la cual se genera el orden de un proyecto. Una vez definido el concepto el programa siempre cabe, y puede incluso transformarse en el tiempo. El programa es independiente del concepto que lo contiene.” Prueba de ello son los CEDETECs, que tienen programas complicadísimos –talleres, aulas, servicios, estudios, oficinas, etc.– pero caben perfectamente dentro de orden concebido en un inicio, dentro de la idea germinal.

Legibilidad, funcionalidad y expresividad son las claves de su obra. Sus edificios son sus estructuras, pero estructuras que no solo soportan sino que expresan su condición sustentante para, finalmente, envolverlas como epidermis tratadas con contención casi loosiana, sin perder las exigencias del expresionismo tecnológico. La estructura seguirá presente al fundirse con la piel de la fachada, ya que no responde a composiciones ni a alzados, sino a la anatomía expresada en el corte constructivo.

El trabajo de Landa García Landa muestra un alto nivel de profesionalización realizado con eficacia y dedicación, al servicio de un volumen de obra muy considerable. En cualquiera de sus edificios recientes se resumen muchas actitudes de este firme y efectivo funcionalismo, basado en la aceptación de las limitaciones del mercado, que privilegia las consideraciones funcionales por encima de las formales y que expresa el proceso tecnológico de su construcción.

Queda claro que Landa proyectaba en planta y, posteriormente, en corte. Jamás se parte de una fachada, de una visión en perspectiva, o de una condición particular. La complejidad la dará la definición exhaustiva de cada una de sus partes en el corte por fachada y la cuidada construcción no hará mas que corroborar –desde la legibilidad, la funcionalidad y la expresividad– lo proyectado. Desde esta metodología, el proceso proyectual es cartesiano, universal y transmisible, facilitando la posibilidad de abordar un enorme volumen de proyectos simultáneos.

Con su perdida, México pierde a un gran arquitecto y, en especial, Monterrey, pierde al hijo adoptivo que transformó su paisaje irregular con íconos modernos.

El cargo Agustín Landa Vértiz (1951-2015) apareció primero en Arquine.

]]>