El cargo Patio de Comidas y Galería del Zoológico de Chapultepec apareció primero en Arquine.
]]>La estructura incluye una cubierta de madera laminada y una bóveda en el pasillo, elementos que resguardan y conectan las áreas sin perder el vínculo con el entorno natural. La forma de la bóveda facilita amplios espacios abiertos y una circulación cómoda, creando una atmósfera acogedora.
La elección de la madera laminada responde a la necesidad de integrar el diseño al bosque de Chapultepec. Este sistema constructivo híbrido reinventa un espacio funcional, innovador y respetuoso con el medio ambiente, fomentando el disfrute y la socialización.
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]]>El cargo Los Bananos apareció primero en Arquine.
]]>Aunque las dos casas comparten el mismo lenguaje arquitectónico y materialidad, cada una posee una personalidad única. Su ubicación y orientación responden de manera individual a la topografía y al contexto circundante, generando experiencias espaciales distintas dentro de un marco de diseño cohesivo. Con una rotación sutil en planta, cada casa interactúa dinámicamente con el paisaje, enmarcando vistas hacia las colinas ondulantes de Sayulita y el horizonte del océano, al tiempo que mantiene privacidad con respecto a las propiedades vecinas.
Construidas con una combinación de muros de estuco y un sistema estructural expuesto—destacando vigas, columnas y la estructura de concreto de la alberca—las casas logran un equilibrio entre materialidad cruda y una simplicidad refinada. Cada vivienda cuenta con tres recámaras y un estudio, además de amplios espacios comunes que incluyen una cocina, comedor y sala de estar de planta abierta. Terrazas expansivas y azoteas amplían aún más el entorno habitable, fomentando una conexión continua entre el interior y el exterior, un aspecto esencial del estilo de vida en Sayulita.
Un elemento distintivo del proyecto es la palapa que corona cada casa. Esta estructura de cubierta tradicional, reinterpretada desde una óptica contemporánea, proporciona sombra y ventilación a los espacios en la azotea, estableciendo una conexión directa con la arquitectura vernácula de la región. Al integrar un material y una técnica profundamente arraigados en las tradiciones constructivas locales, el proyecto crea un puente entre el pasado y el presente, ofreciendo una reinterpretación contemporánea de una forma familiar que enriquece tanto el confort como la identidad del espacio.
El cargo Los Bananos apareció primero en Arquine.
]]>El cargo Casa Mireia y Toni apareció primero en Arquine.
]]>Los espacios se organizan de forma seriada, encadenados, entre diafragmas estructurales. El acceso a la casa se produce por un espacio de garaje y un umbral vestíbulo/baño. A partir de aquí se llega a la cocina, en el centro, abierta a la escalera. Al fondo, la sala de estar con techo alto, abierta al patio trasero. En la planta primera, de forma escalonada, la distribución es simétrica, configurada por dos estancias encadenadas en cada lado, dormitorios en fachada y espacio de juego o trabajo, asociado a pequeño baño, como espacio previo. El baño está partido en dos, una mitad en cada nivel, para ajustarse al ancho de la escalera (uno para la ducha y el otro para el wc).
La azotea es una extensión de la casa, espacio interior pero descubierto, con los muros altos. Se parte en dos a ambos lados del patio y escalera, continuando el juego de medias alturas. Una plataforma se levanta ligeramente en el fondo para volcarse sobre el patio trasero. La relación con el exterior es franca en la planta baja, y en la planta primera se produce por dos grandes ventanas profundas y ricas, aprovechando el grosor de la fachada, protagonistas de las habitaciones. Dos ventanas-nido, partidas en dos partes, una estrecha y enrasada en el plano interior, de abrir, un pequeño balcón en el grosor de la fachada, y la otra más ancha, con cristal fijo enrasado por el exterior, a modo de banco donde sentarse y observar el exterior.
La materialidad es austera. Las paredes, enlucidas en las partes bajas, y todo pintado de blanco. Los pavimentos son de microcemento, con algunas estancias singularizadas mediante mosaico hidráulico con una composición de dos colores (pieza entera y pieza cortada ¼). La fachada de calle y del patio se alicatan con azulejo esmaltado. En el patio, el alicatado se extiende hacia el interior de la casa, bajando hasta la cocina por el doble espacio, conduciendo y haciendo vibrar la luz del sol. Los alicatados cambian de aparejo en franjas horizontales. La estructura es sintética y regular, de materialidad híbrida. Está formada por 4 pórticos en el sentido transversal. Pilares de acero en los extremos, para abrir todo el ancho, y dos machones cerámicos en los dos pórticos centrales. Las vigas van en el sentido transversal a la planta, y los forjados son ligeros, unidireccionales en el sentido longitudinal, formados por perfiles de acero de 7,00m, y 4 módulos de machihembrado cerámico con capa de compresión de concreto. El orden y modulación de los forjados estructura toda la geometría de la casa.
En la parte central (patio y escalera), 3 vigas en H apoyadas en los machones de obra soportan el muro de cierre del patio y toda la complejidad volumétrica superior (patio, doble espacio, escalera). Así, las medianeras, a pesar de ser de ladrillo, no son muros de carga. En su grosor pasan las instalaciones, evitando la formación de “cajones”. Una de las medianeras es un muro de piedra en la parte baja, compartido con la finca vecina, que se hace visible en el interior, y es completado en la parte superior por obra cerámica. Las fachadas son de obra cerámica de doble hoja, gruesas, con aislamiento y cámara de aire interior, obteniendo ventanas profundas. Los cierres en el patio interior son de una sola hoja cerámica y SATE por el exterior. Las instalaciones se esconden en el grosor del pavimento y los muros. La climatización es por suelo radiante calor-frío, por no acondicionar el espacio, y suplementada en verano por ventiladores de techo.
El cargo Casa Mireia y Toni apareció primero en Arquine.
]]>El berrocal en el que se asienta la casa se caracteriza por una suave topografía y por la imponente presencia de un roble centenario rodeado de encinas y carrascas que crecen entre grandes bolos graníticos. Entre todos estos elementos pétreos y vegetales y aprendiendo de la casa Ugalde de Coderch, la casa consigue encontrar su sitio con una planta en forma de X que acomoda el programa en el accidentado paisaje, al tiempo que encuadra las vistas de dichos accidentes desde su interior.
Construida íntegramente en concreto fabricado en la propia obra con materiales del lugar, se propone la permanencia y la vida útil de la propia casa como alternativas a una sostenibilidad frecuentemente sintetizada en imágenes inmediatas. Los muros de 50 cm de espesor se construyen artesanalmente mediante tongadas de 60 cm de altura que integran el aislamiento entre la hoja interior y la exterior. El resultado es un muro de grandes sillares aislados que quedan vistos dentro y fuera de la casa.
Frente a una media de 50 años de vida útil, se construye una casa que dure generaciones, una casa arraigada profundamente en el paisaje como los bolos graníticos y los árboles que la rodean.
El cargo Eco Parque Batanes apareció primero en Arquine.
]]>Bajo esta premisa, el gobierno municipal recuperó el terreno establecido bajo el puente, transformándolo en un espacio público que respeta la interacción entre el patrimonio construido y el entorno natural, conformado por el cause del río que alimenta al valle, y el predio a cielo abierto que se apropia del paisaje. El propósito consistió en revitalizar y agregar valor a la ciudad mediante una propuesta sensible con su ubicación. Un proyecto que fortalece la estructura del paisaje existente de huertos y sabinos imponentes en la vereda del río, y que pusiera a disposición esa reserva ecológica para acentuar el carácter patrimonial de la estructura.
Dentro de la estrategia de diseño, se consideraron varias intervenciones: el acceso se convierte en un umbral generado a partir de la consolidación de los restos existentes de una casa antigua, y una nueva pieza en concreto -que se ciñe formalmente al vestigio para reestructurarlo- alberga la taquilla y una rampa mirador que desemboca en el parque por medio de muros de contención a base de piedra. El parque se organiza en 3 plataformas de gran escala que descienden hasta el desplante del puente, que permanece latente como remate visual. Estas plataformas propician actividades multitudinarias al aire libre, con recorridos alrededor del sitio que son a través de senderos de tepetate mejorado, acompañados por muretes de piedra.
Los pabellones de servicios y gastronómico se desarrollaron mediante estructuras ligeras de madera, compuestas por un sistema de vigas y columnas dobles en forma de doble “T”. En el área gastronómica, se generan una serie de espacios que la hacen más dinámica, y le permiten albergar otro tipo de actividades culturales y recreativas. Se utilizaron materiales y sistemas constructivos propios de la región, como la madera y la piedra, con un aparejo tradicional en muros para mantener el mismo lenguaje con las preexistencias. En cuanto al diseño de paisaje, se integraron diversas especies de árboles y pastos silvestres que se suman a la recuperación de huertos, obteniendo beneficios orgánicos que conservan y regeneran el ecosistema.
El cargo Eco Parque Batanes apareció primero en Arquine.
]]>Este proyecto busca establecer una conversación de una manera más moderna con los jóvenes de la escuela. Se busca atraerlos a la espiritualidad en un espacio que invite a la reflexión. José Lombana, el diseñador principal, y su equipo crearon el recinto de manera que se baña de luz cenital debido a los muros dobles que funcionan como un cubo inscrito suspendido, creando un espacio perimetral. Reinterpretando un baldaquino de un antiguo templo católico, generando un cambio de proporciones y claroscuro.
Este proyecto combina de manera elegante, discreta y muy respetuosa, materiales, texturas, iluminación y escalas, para lograr una experiencia confortable e introspectiva, aportando el misticismo necesario al espacio para jóvenes.
El cargo Hacienda Wabi apareció primero en Arquine.
]]>El escalonamiento de los volúmenes que se retrae hacia el cielo invoca a los antiguos asentamientos que algún día bordeaban la zona, provocando un esquema que proporciona luz y viento de forma regular a cada bloque. Las terrazas están contenidas por jardineras perimetrales que bañan la fachada con vegetación provocando una sensación de la naturaleza reapropiándose del espacio.
Hacia su interior un gran patio que se fragmenta, genera rincones para vestibular los 15 departamentos que se posicionan en tres niveles, cada nivel con terrazas y caminos que se descubren en recorridos sinuosos culminando en el área semi pública de alberca, y espacios recreativos. Cada nivel es favorecido con distintas características, la planta baja con amplios jardines y albercas, el primer nivel con terrazas y jacuzzis y el 2o nivel con terrazas y roof gardens que orientan sus vistas a las copas de los árboles.
La materialidad del edificio se provee de texturas locales como la piedra en el basamento del edificio y el Chukum en los nieles superiores. Los tonos neutros permiten a la jungla jugar un papel protagónico en muros y losas, invitando a la vegetación ser parte intrínseca de la arquitectura.
El cargo Hacienda Wabi apareció primero en Arquine.
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