12 × 17cm / 144 páginas
Encuadernación de tapa dura
Español
ISBN 978-607-8880-32-4
El cargo Guía Abraham Zabludovsky apareció primero en Arquine.
]]>La propuesta es que se recorra y reconozca su obra desde la experiencia física del lugar y del espacio, al poner en práctica el paseo arquitectónico corbusiano, para ilustrar un camino arquitectónico de constante crecimiento y evolución al identificar sus diferentes etapas: desde sus primeras obras habitacionales, hasta sus obras institucionales construidas con concreto aparente cincelado como único material, que provee de una imagen sólida y atemporal al conjunto de su obra, en la que todo es singular.
• Es la primera guía para conocer la obra construida más representativa de Abraham Zabludovsky en México.
• Cuenta con fotografías y descripciones de los proyectos del arquitecto, además de mapas de diferentes zonas del área metropolitana que detallan la ubicación de sus obras.
• Incluye información útil para visitar las obras, como las estaciones de transporte público más cercanas y, en algunos casos, horarios de atención y números de teléfono.
El cargo Guía Abraham Zabludovsky apareció primero en Arquine.
]]>El cargo Arquitectos vs. Arquitectos apareció primero en Arquine.
]]>Pero en mi segunda visita, la de ayer, me di cuenta que estaba caminando entre los muertos, que muchos de esos edificios han desaparecido y recordé mi primera vista a la muestra, la de los saludos y abrazos, cuando se reúnen todos los arquitectos, algunos para ver y otros para que los vean y otros, como González de León, para ver toda su vida metida en un mismo espacio. En maquetas y dibujos, vio lo que construyó pero también lo que destruyó: cuando lo vi pasar a escasos centímetros de las fotos del desaparecidoServicio Lomas del arquitecto ruso Vladimir Kaspé, pensé, con un tanto de melancolía, coraje y frustración, que somos los arquitectos nuestros peores enemigos. Ese buen edificio, uno de los más relevantes del periodo moderno en México y catalogado —aunque tardíamente— como patrimonio artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes, fue demolido para construir otro nuevo diseñado por González de León. ¿Por qué un arquitecto de su trayectoria necesitaría hacer eso y por qué meterse en tanta controversia —no sólo por la demolición sino por meter con calzador una torre en una zona en la que tendrá un impacto severo? Puede ser que algunos piensen que su obra es mejor que la de Kaspé. Pero lo que creo insinúa es que no importa si en 20 o 50 años pasa lo mismo con esa obra: todo da igual.
Lo que más me preocupa de la muestra del Palacio de Iturbide es que sea casi un panteón de la buena arquitectura que teníamos y que en algún momento destruimos: hay muchas otras historias además de lo de Kaspé y que poco tienen que ver las autoridades. Tienen que más que ver con la arrogancia y el ego de nuestro gremio. Ahí están —o ya no están— la casa del Gringo del Moral, el Hotel Bamer, el Edificio Anahuac o el Plaza, la casa del Risco, el Manacar o Gayosso de Felix Cuevas, entre muchos otros. En todos estos casos han sido demolidos y remplazados por arquitectos, no por el gobierno. Definitivamente los arquitectos no somos las víctimas: somos los victimarios. Cambiamos de lugar fácilmente: de desarrollador a proyectista, con discursos contradictorios y al final somos nosotros los que solicitamos las licencias de demolición, gestionamos cambios al uso de suelo, permiso para más pisos de los permitidos; torcemos el reglamento y modificamos los planos para poder hacer esa chambita. Pareciera que son pocos los arquitectos que pueden decirle no al cliente —y peor si son su propio cliente (el caso de la casa del Gringo del Moral es de diván). Los primeros que deberíamos de respetar el patrimonio arquitectónico de nuestro país somos los arquitectos. Somos los que sabemos el valor que puede tener. Y si las nuevas generaciones ven a los no tan jóvenes pero famosos arquitectos destruyendo nuestra historia será la poca ética del gremio lo que nos hace culpables de la pérdida del valor patrimonial de la arquitectura. No, no son los funcionarios: somos nosotros —por cierto: eso de que van a reconstruir exactamente igual el edificio de Kaspé me parece una verdadera tomadura de pelo.
El cargo Arquitectos vs. Arquitectos apareció primero en Arquine.
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