La Ciudad de México quizá sea la ciudad contemporánea con la transformación más drástica de su entorno natural. De haber sido una urbe asentada sobre y rodeada de cuerpos de agua, a día de hoy quedan poquísimas trazas de este paisaje hídrico. Más aún, los más de 20 millones de personas que la habitamos estamos sometidos a vivir continuamente en la paradoja hídrica: escasez de agua potable y exceso de agua pluvial.

Esta condición es, sin embargo, su gran fuerza. La Ciudad de México tiene todas las posibilidades de auto gestionar su propia agua a través de sus miles de espacios públicos Es inminente crear un sistema hídrico, paralelo, alterno y sustentable que permita que el paisaje funcione como una infraestructura hídrica

Propongo un sistema descentralizado, pulverizado a lo largo y ancho de la mancha urbana acupunturas hidro urbanas desahogaran el estrés al que está sometido el sistema actual de tal manera que la nueva forma de gestionar el agua sea un hibrido entre los sistemas tradicionales y las infraestructuras paisajísticas suaves, la ciudad de México profundamente arraigada en su historia pero cosmopolita y moderna a la vez es capaz de reinventarse continuamente. ¿Qué nos detiene ante la posibilidad de generar un sistema hídrico donde el agua vuelva a ser protagonista de nuestro paisaje?

Durante MEXTRÓPOLI 2017 varios arquitectos participaron en el foro ‘Una Idea para la Ciudad’, un evento en el que se invitaba a ofrecer visiones para el presente y el futuro de la Ciudad de México. Durante las próximas semanas compartiremos estas visiones e invitamos a todos a participar en un debate abierto y colectivo en el que compartir distintas visiones y opiniones.

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El cargo Una idea para la ciudad (III) apareció primero en Arquine.

En 10 o 15 años, los niños de una ciudad serán los que vivirán los efectos de nuestras políticas, de nuestros proyectos y serán también quienes decidirán los nuevos proyectos y las nuevas políticas. Se dice que los niños tienen que jugar y aprender. La calle debería ser un espacio de aprendizaje: una extensión de la escuela y de las lecciones de los padres. Pero hoy la calle es para los adultos: segregada, con miedo, sin parques o con juegos de plástico; un ambiente construido del cual poco se puede aprender.

Hay que dar a los niños las herramientas y las fórmulas para que, desde pequeños, empiecen a pensar la ciudad como un lugar de opciones y oportunidades, donde puedan ser agentes de cambio desde su calle, su barrio, su escuela, dibujando un futuro con árboles y no con espectaculares, con casas cercanas al transporte y no con chimeneas, con peatones y no con motocicletas.

Por eso yo pido que exista un programa infantil de cultura urbana: una ciudad que enseñe a pensar.

Durante MEXTRÓPOLI 2017 varios arquitectos participaron en el foro ‘Una Idea para la Ciudad’, un evento en el que se invitaba a ofrecer visiones para el presente y el futuro de la Ciudad de México. Durante las próximas semanas compartiremos estas visiones e invitamos a todos a participar en un debate abierto y colectivo en el que compartir distintas visiones y opiniones.

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El cargo Una idea para la ciudad (II) apareció primero en Arquine.

Durante MEXTRÓPOLI 2017 varios arquitectos participaron en el foro ‘Una Idea para la Ciudad’, un evento en el que se invitaba a ofrecer visiones para el presente y el futuro de la Ciudad de México. Durante las próximas semanas compartiremos estas visiones e invitamos a todos a participar en un debate abierto y colectivo en el que compartir distintas visiones y opiniones.

– La metrópolis verde, crear una autoridad de parques de CDMX que tenga competencias para mejorar, gestionar y aumentar la oferta de espacio público VERDE en CDMX.

– Ver La vivienda social no como un derecho, absurdo paternalismo del estado, sino como una oportunidad para consolidar la ciudad como espacio colectivo y reducir la expansión urbana. CDMX tiene 500km2 construidos. En esa área se pueden construir 500,000 viviendas. El déficit actual son 250,000 viviendas. Una vivienda social mide 62m2, es decir que en cada Km2 de la ciudad podríamos construir de manera conservadora, 100 viviendas, lo cual daría 500,000 viviendas. Es decir, el problema no es de ejecución sino de visión.

– El paradigma de la movilidad: Crecer el programa de bicicleta pública. Hacerlo una marca de la ciudad: CDMX pedaleable, en donde el último kilómetro del viaje entre la casa y el trabajo pueda ser realizado en bicicleta. La ciudad es plana y tiene un clima bastante estable. Hay 38 rutas de peseros de menos de 8km entre puntos intermodales. La bicicleta debiese ser la norma y no la excepción.

– La calidad de vida solo podrá ser mejor si hay equidad de género. Cada delegación debería tener iniciativas tempranas de protección local contra la violencia doméstica. El 48% de los delitos son relacionados directamente con violencia de género.

– La CDMX debe considerar un ecosistema de infraestructura futura, metropolitana. Dejar el modelo de límites político-administrativos como forma de planificar, presupuestar y ejecutar proyectos. Hay que buscar una concepción nueva, vinculada a políticas ecológicas y sistemas como cuencas de ríos y sistemas metropolitanos de transporte, entre otros.

– Programa de la banqueta saludable. Una Iniciativa de gasto público fuerte pero de ganancia rápida. Empleo seguro, mejora visual evidente e intervenciones masivas. Esto generaría uniformidad, mejoramiento de prácticas constructivas y dotaría de espacio público accesible para muchas personas.

El cargo Una idea para la ciudad (I) apareció primero en Arquine.