Resultados de búsqueda para la etiqueta [Torre Mítikah ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 08 Jul 2022 07:33:25 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Arquitectura sin ética https://arquine.com/arquitectura-sin-etica/ Mon, 14 Dec 2020 15:50:03 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/arquitectura-sin-etica/ Un burdo truco permite usar espacios sin ventilación ni iluminación naturales como habitaciones para personas que trabajan en el servicio doméstico. Un truco que revela la poca ética de algunos que se llaman arquitectos al diseñar espacios que segregan y excluyen.

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Ya se ha comentado varias veces aquél párrafo del texto que Esther McCoy escribió para el número de agosto de 1951 de la revista Arts & Archtiecture, dedicado a la arquitectura mexicana : “En México hoy el vestíbulo, alardeando una planta de plástico, es muchas veces más grande que la cocina. Ojalá algún día la casa de criados o sirvientes pueda usar un poco de espacio de la más grande de los patrones.” Ese día, al parecer, aún no llega.

Juan Carlos Espinosa Cuock escribió en este mismo sitio: “Si eligiéramos cualquier proyecto residencial de la clase media en México —especialmente entre las casas y departamentos construidos a lo largo del siglo pasado—, nos encontraremos con frecuencia una habitación extremadamente pequeña y extraña: escondida detrás de la cocina, debajo de una escalera, improvisada en algún sótano o como un chipote en la azotea, pero siempre ubicada ambiguamente en los resquicios de la casa.” En relación a ese asunto, el siglo XXI nos sigue ofreciendo notables ejemplos de este racismo y clasismo materializados en el espacio y avalados por la firma de arquitectos que ostentan dicho título sin asomo de vergüenza.

Un ejemplo notable es el edificio llamado Mítikah, torre residencial, “una propuesta arquitectónica que conjuga matices elegantes y sofisticados con elementos funcionales, seguros y de alta calidad”, según presume su sitio web. En realidad, también es un muy buen ejemplo del pernicioso modelo de rapiña inmobiliaria que disfrazó como “desarrollo” el anterior gobierno de la Ciudad de México. Construido donde no debiera estar, en el viejo pueblo de Xoco, al lado de Coyoacan, alguna nota periodística afirmó que “detrás de este ambicioso desarrollo hay una trama oscura que empezó antes de que se pusiera la primera piedra”: protestas de vecinos, funcionarios públicos como socios del negocio, tala ilegal de árboles. A lo anterior habría que agregar que, por lo visto en los planos publicados en su sitio web, los departamentos de torre Mítikah parece que no cumplen con las normas técnicas del reglamento de construcciones de la Ciudad de México.

En departamentos que van de los 190 a los 315 metros cuadrados, y que cuentan cada uno con al menos dos lugares para estacionamiento, los cuartos de servicio tienen aproximadamente 10 metros cuadrados, incluyendo el baño —menor superficie que la que ocupa un auto estacionado. Esto en sí no es ilegal, pero sí una muestra evidente de clasismo de la peor calaña y de que el deseo de Esther McCoy no se ha cumplido. Pero lo que sí es una violación a las normas es que ninguna de esas habitaciones tiene ni iluminación ni ventilación naturales.

 

En esta serie de esquemas se muestra la planta del departamento donde se encuentra el cuarto de servicio, y una comparación entre éste y la habitación principal.

En esto la norma es clara:

3.4 Iluminación y ventilación

3.4.1 Generalidades

Los locales habitables y complementarios deben tener iluminación diurna natural por medio de ventanas que den directamente a la vía pública, azoteas, superficies descubiertas o patios que satisfagan lo establecido en el inciso 3.4.2.2. Se consideran locales habitables: las recámaras, alcobas, salas, comedores, estancias o espacios únicos, salas de televisión y de costura, locales de alojamiento, cuartos para encamados de hospitales, clínicas y similares, aulas de educación básica y media, vestíbulos, locales de trabajo y de reunión. Se consideran locales complementarios: los sanitarios, cocinas, cuartos de lavado y planchado doméstico, las circulaciones, los servicios y los estacionamientos. Se consideran locales no habitables: los destinados al almacenamiento como bodegas, clósets, despensas, roperías.

La norma sigue indicando que, entre otras habitaciones, las recámaras no pueden ser una excepción a la exigencia de contar con iluminación y ventilación naturales. En los hechos, parece una costumbre que este tipo de desarrollos obtengan permisos, en el mejor de los casos, con un truco tan burdo como cínico: nombrando al espacio como cuarto de lavado o planchado, para después, en los hechos, venderlo como cuarto de servicio —presentándolo en los planos de venta con una cama que apenas cabe entre los muros. Si se trata, pues, de una recámara, de una habitación que será ocupada por una persona, no cumple con lo que el reglamento exige.

El descarado truco es conocido y permitido por autoridades y probablemente requerido por algunos inversionistas. Quizá lo ignoren quienes terminan comprando este tipo de departamentos, aunque eso no los exima de la responsabilidad ética de suponer que un espacio sin iluminación ni ventilación naturales resulte apropiado para que lo habite una persona. Pero los arquitectos que diseñan esos espacios sin duda conocen las reglas y conocen el truco y son los principales responsables de ejercer, con arquitectura, un acto colonial, racista y clasista.

 

Por supuesto, las autoridades pertinentes debieran tomar cartas en el asunto y evitar el engaño —o dejar de ser cómplices del mismo. Y las asociaciones gremiales podrían también asumir su responsabilidad. Recientemente se anunció que el Instituto de Arquitectos de los Estados Unidos (AIA) prohibió a sus agremiados diseñar espacios que, a sabiendas, serán destinados a ejecuciones o aislamiento solitario —un paso apenas para quienes buscan que el diseño de prisiones sea vetado como un trabajo de arquitectura. En el caso comentado, sería encomiable que las asociaciones de arquitectos en México prohibieran que sus agremiados —aunque no sean muchos— sen cómplices en este tipo de actos racistas, clasistas, e ilegales. Un poco de principios éticos no le harían mal a esta profesión.

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Las reglas de la densidad https://arquine.com/las-reglas-de-la-densidad/ Tue, 11 Jun 2013 15:21:31 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/las-reglas-de-la-densidad/ Nuestras grandes ciudades necesitan densificarse, pero de forma planeada, un modelo en el que las mayores concentraciones de actividades no signifiquen el colapso del entorno.

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La densificación de las ciudades se convirtió en panacea. No hay documento oficial que no hable de la creación de ciudades compactas, como Los Ángeles, como vía para enfrentar los grandes desafíos urbanos contemporáneos. En urbes de gran tamaño esto no es opción: las largas distancias y el alto costo del suelo obligan a la maximización del uso de cada metro cuadrado. Mantener las economías de aglomeración propias de las grandes metrópolis demanda disminuir distancias y tiempos de traslado, lo cual se logra cuando las distintas actividades están más cerca unas de las otras. Las ciudades compactas son, por lo general, más eficientes de administrar y mantener, su consumo energético tiende a ser menor, lo mismo que sus emisiones de gases contaminantes y el efecto invernadero.

Sin embargo, la alta densidad no es buena per se. Mal manejada puede traducirse en hacinamiento y promiscuidad, en deterioro del paisaje y congestión vehicular. Vivir en la densidad exige determinadas reglas de convivencia entre los edificios y el entorno en que se insertan. La historia al respecto es abundante. La construcción sin ningún tipo de regulación de los primeros rascacielos en Nueva York, como el Equitable (1915) y el Woolworth (1916) —en gran medida simples extrusiones de la manzana— produjo zonas permanentes de sombra que generaron el deterioro inmediato de las edificaciones que les rodeaban. Esto obligó a la ciudad a establecer un sistema normativo para la densidad que dejaría de entenderse como un crecimiento indiscriminado en la vertical. Primero aparecerían líneas de rasante, re-tranqueos y conos de edificación orientados a garantizar minutos de sol a las propiedades vecinas. Luego se regularía el estacionamiento, con la restricción del número de cajones para así desincentivar la llegada a los nuevas moles en automóvil particular; en la Gran Manzana, la alta densidad urbana no se entendería disociada de las redes de transporte público, única forma de alimentar grandes concentraciones de vivienda, comercio y servicio en áreas reducidas; The Shard, en Londres —el recientemente inaugurado edificio de Renzo Piano que es el más alto de Europa— sólo ofrece 48 cajones de estacionamiento a los 12,000 ocupantes de sus 87 pisos.

Nuestras grandes ciudades necesitan densificarse, pero de forma planeada, un modelo en el que las mayores concentraciones de actividades no signifiquen el colapso del entorno ni la degradación de las edificaciones vecinas. Poco de eso ha ocurrido. “Fuck the context” dicen que alguna vez dijo Rem Koolhaas. Su anteproyecto para la Torre Bicentenario, un ataúd vertical que llevaría a la muerte el tejido de Lomas de Chapultepec, da verosimilitud a la leyenda. Afortunadamente la idea quedó en el papel. La historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa. Le llegaría el turno a César Pelli, Richard Meier (al parecer el Pritzker da derecho a todo), y a otros destacados despachos de arquitectura, para armar su propia vía a la densificación urbana, esta vez en el muy tradicional y horizontal pueblo de Xoco, al sur de la ciudad. La publicidad aguanta todo: bajo el concepto de “La ciudad viva”, el proyecto Mítikah (vaya nombre) es presentado como “un solo espacio (que) integra modernidad de vivienda, comercio, oficinas, servicios y áreas verdes, favoreciendo la sustentabilidad, calidad de vida de sus habitantes y la convivencia con el entorno, del cual resalta su arraigo a la tradición y la cultura”.

Panorama

La realidad es algo distinta: en la práctica, el proyecto se desenvuelve con la delicadeza de un elefante dentro de la frágil cristalería del pueblo de Xoco. La publicidad habla de tradición y cultura, pero los volúmenes —el mayor es de 60 pisos— se insertan sin establecer el más mínimo diálogo con el entorno. Más bien es un monólogo planteado en los términos exclusivos del megaproyecto. Habla de sustentabilidad, pero en vez de promover el uso del transporte público, la caminata y la bicicleta, se da el gusto de aportar 10,000 estacionamientos (verdadero imán de automóviles) a un sector que ya sufre los estragos de la congestión vehicular. Mítikah se plantea como la nueva ciudad, pero es una ciudad que reniega de una que ya existe y que pareciera dar vergüenza. En una celebrada columna, el poeta chileno Cristián Warnken recurrió al gigante egoísta de Oscar Wilde para referirse a esta particular forma de concebir la arquitectura y la ciudad: “El empresario que ‘sueña’ una torre o un mall de manera narcisista y egoísta, el arquitecto que proyecta la obra sabiendo en el fondo de su alma que se trata de un horror, los alcaldes que hacen vista gorda de los efectos de estas ‘intervenciones’, el funcionario que firma el permiso de construcción respectivo, el ministro que reacciona tarde, el parlamentario que no fiscaliza a tiempo, cada uno de ellos, en su esfera de acción propia, es responsable de sus actos y omisiones. No es cierto que porque la legislación lo permita, yo pueda desde destruir un entorno patrimonial hasta producir un colapso vial que arruinará la calidad de vida de miles de mis compatriotas, y sentir que lo que hago no es éticamente reprobable porque está legalmente permitido”. La voracidad de los promotores inmobiliarios, la miopía de las autoridades, y la permisividad ciudadana le han dejado el camino libre a gigantes egoístas que no entienden que densificar es mucho más que construir muchos pisos uno encima del otro. No todo está perdido: los gigantes también pueden ser generosos. La multiplicación del suelo en la vertical ofrece la extraordinaria oportunidad no sólo de crear nuevas ciudades en la altura, sino de mejorarla en el nivel de la calle. Imaginar y planear la manera en que construimos la densidad aparece como el gran desafío urbano de los años venideros.

*Texto publicado en Arquine No.64 | Vivienda colectiva | Las reglas de la densidad

*Rodrigo Díaz es arquitecto y planificador urbano chileno, pero sobre todo peatón por convicción. Participará el jueves 13 de junio como parte de la fila cero en Arquine Jams No.6 | Vivienda social, un debate abierto sobre la vivienda colectiva y de interés social, con el fin de revisar las claves que permitirán la evolución y el relevo de los modelos de vivienda colectiva conocidos.
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Richard Meier. RetrospectivaRichard Meier. Retrospectiva https://arquine.com/richard-meier-retrospectiva/ Wed, 06 Jun 2012 13:25:59 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/richard-meier-retrospectiva/ Este miércoles se inauguró la exposición retrospectiva sobre el arquitecto estadounidense Richard Meier (Newark ,1934) en el Museo de Arte Carrillo Gil.

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Este miércoles se inauguró la exposición retrospectiva sobre el arquitecto estadounidense Richard Meier (Newark ,1934) en el Museo de Arte Carrillo Gil. La muestra –que estuvo hasta enero en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO)– estará hasta el 26 de agosto y es un tributo a los 48 años de carrera profesional que devela la línea compositiva y morfología homogénea de Richard Meier & Partners Architects LLP.

Con base en una narrativa cronológica, la museografía de Richard Meier. Retrospectiva inicia con la reseña de sus  primeras casas en los años sesenta como la Casa Lambert Beach House y la Casa Smith, pasando por sus obras más reconocidas como el Getty Center en Los Ángeles, el High Museum of Art en Atlanta, la Jubilee Church en Roma, las torres Perry Street en Nueva York, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), el Ara Pacis Museum de Roma y el Arp Museum de Bahnhof Rolandseck, Alemania.

En total, la exhibición reúne 15 maquetas, 30 bocetos de proyectos y 17 de objetos, 39 diseños de mobiliario industrial y 40 fotografías. En la selección se incluyen proyectos que Meier desarrolla en México para la cadena Starwood: la Liberty Plaza en Santa Fe y el W Retreat Kanai de la Rivera Maya, además de la Torre Mítikah, como parte del plan maestro de ‘La ciudad viva’ diseñado por César Pelli en Av. Universidad y Río Churubusco.

La sobria curaduría responde a las características tipológicas del ganador del Premio Pritzker en 1984; colores blancos que se mimetizan con materiales en aluminio y grandes ventanales, iluminaciones naturales que entran en cada intersticio de sus edificios y una identidad formal. La exposición también incluye proyectos que sólo quedaron en buenas ideas como el World Trade Center Memorial, el New York Avery Fisher Hall y la Bibliothèque Nationale de Francia.

Fotos: Cortesía Richard Meier & Partners Architects LLP / Museo de Arte Carrillo Gil


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‘La ciudad viva’‘La ciudad viva’ https://arquine.com/la-ciudad-viva/ Tue, 05 Jun 2012 14:13:26 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/la-ciudad-viva/ Mítikah es un concepto inmobiliario ‘inspirado’ en el trazo de Teotihuacán que se une a los proyectos de la Cineteca Nacional del Siglo XXI y la Sociedad de Autores y Compositores de México en el pueblo de Xoco, al sur de la ciudad de México.

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Mítikah es un concepto inmobiliario ‘inspirado’ en el trazo de Teotihuacán que se une a los proyectos de la Cineteca Nacional del Siglo XXI y la Sociedad de Autores y Compositores de México en el pueblo de Xoco, al sur de la ciudad de México. ‘La ciudad viva’ integra vivienda, comercios, oficinas, servicios y áreas verdes. El plan maestro del proyecto está a cargo del arquitecto argentino César Pelli (entrevistado en octubre del año pasado por Arquine / Rascacielos para una ciudad de cristal) quien también diseñó la Torre Mítikah que tendrá 267 m -42 m más que la Torre Mayor-, 60 pisos y plantas de mil 750 m2. La torre de cristal, muy similar a la Torre Cajasol en Sevilla, incluso en cuanto a críticas, es un rectángulo elipsoidal que se extiende y reduce su dimensión hacia arriba.

El plan maestro contempla edificios residenciales de Roberto Espejo con el diseño de interiorismo a cargo de Roy Azar; una torre corporativa de 148 m y 31 pisos diseñada por Richard Meier (Torre Mítikah); un centro comercial de RTKL y Juan José Sánchez Aedo con 70 mil m2; una clínica de 18 mil m2; una intervención y diseño de paisaje de Mario Schjetnan; y 10 mil cajones de estacionamiento. El proyecto desarrollado por Grupo Ideurban e iniciado en 2009 se ubica entre las avenidas Churubusco y Universidad, a un costado de la plaza Centro Coyoacán y frente al Centro Operativo Bancomer construido por Augusto H. Álvarez en 1976 y que pronto será desocupado.

Más allá del plan maestro propuesto por Pelli Clarke Pelli Architects, el proyecto que contempla 10 mil cajones de estacionamiento y una nueva densidad de población en la zona, pone en entredicho el desarrollo urbano controlado al ser una zona conflictiva con probemas de movilidad por la confluencia de las avenidas Río Churubusco y Universidad por donde circulan entre 4 mil y 5 mil autos al día en horas pico (de 8:00 a 9:00 y de 15:00 a 16:00 hrs) según cifras del gobierno del Distrito Federal. Planeado en su totalidad para 2015, por ahora, ‘La ciudad viva’ es parte de un proyecto desarticulado, pero aún en curso, que exige estudios viales, pertinencia y consideraciones urbanísticas, sociales y ambientales en el pueblo de Xoco, a unas cuadras de los Viveros de Coyoacán.


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