Resultados de búsqueda para la etiqueta [Toni Negri ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Thu, 01 Aug 2024 15:59:38 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Mario Tronti (1931–2023) https://arquine.com/mario-tronti-1931-2023/ Tue, 22 Aug 2023 17:59:52 +0000 https://arquine.com/?p=82138 Mario Tronti fue un pensador crítico y agudo, que replanteó ciertas ideas del marxismo para revalorar el poder de la clase obrera y plantear la idea de la autonomía de lo político, y cuya influencia en las ideas y el trabajo de reconocidos arquitectos, hoy no pasa desapercibida. Tronti murió, a los 92 años, el 7 de agosto de 2023.

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El problema no es lo que sigue al presente, sino cómo ir más allá de él.

Mario Tronti

 

El 7 de agosto de 2023, a los 92 años de edad, murió el filósofo, activista y político italiano Mario Tronti. Junto con Toni Negri, Massimo Cacciari, Alberto Asor Rosa, entre otras personas, fue uno de los principales pensadores y actores del operaismo, movimiento político italiano de los años 60 que, desarrollando algunos planteamientos de Marx, entendían a la clase obrera como el auténtico motor del desarrollo económico necesario para el capitalismo y, por tanto, afirmaban que la toma de consciencia de esta condición por parte de los trabajadores haría posible una renuncia en masa al trabajo —no a un trabajo en particular sino al hecho de trabajar para otro, núcleo de la relación desigual que establece el capitalismo— y destruir así al capitalismo. En su conocido texto La estrategia del rechazo, escrito en 1965, Tronti escribió:

Creemos que este derrocamiento es posible hoy incluso en el nivel simple de investigación histórica básica. Pensamos que ha llegado el momento de iniciar el trabajo de reconstrucción de los hechos, de los momentos, de las transiciones, que la realidad interna del capitalismo sólo revela —y sólo puede revelar— al punto de vista de la clase trabajadora. Ha llegado el momento de poner en marcha esa historia de la sociedad capitalista desde la clase obrera, que es la única que puede generar el movimiento de derrocamiento práctico con ricas, temibles y decisivas armas teóricas. La reconstrucción teórica y la destrucción práctica, a partir de este momento, no tienen más remedio que correr juntas, como las dos piernas de ese cuerpo único que es la clase obrera.

Tronti pensaba que el control de la clase trabajadora por parte del sistema capitalista había hecho que la sociedad entera se organizara como una fábrica, cuyo único objetivo era lograr la mayor eficiencia posible en la producción. Esa organización social tenía también, por supuesto, dimensiones territoriales. Pedro Martínez Capdevilla dice que “la homogeneidad funcional, que funde producción, consumo y residencia”, en la propuesta de Archizoom No-Stop City, “estaban en deuda con los conceptos de afiliación marxista de la «sociedad como fábrica», de Tronti, y la «ciudad territorio», de Tafuri” —quien, a su vez, había abrevado de las ideas de Tronti.

Por otro lado, Emilio Ambasz, en la exposición que curó para el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1972, Italy: The New Domestic Landscape, también tuvo alguna influencia del pensamiento de Tronti. Alexandra Brown escribió:

En la introducción que escribió para el catálogo, el curador Emilio Ambasz identificó que “el objeto ya no se concibe como una entidad aislada, autosuficiente, sino más bien como parte integral de un entorno natural y sociocultural.” Específicamente dentro de la exhibición, la cercanía de prácticas de diseño (arquitectónico e industrial) y de teorías marxistas en el contexto de la Italia de los años 60, debe ser reconocida. Aquí, la investigación identifica la coincidente reestructuración de la izquierda política en relación al capitalismo y el arreglo de las artes en un nivel disciplinar en relación a la arquitectura y el diseño. Más aún, no se trató de un simple caso de reestructura cultural y política mediante su propia lógica interna, sino más bien de un proceso de redefinición entendido como una serie de investigaciones complejas e interrelacionadas, en los que jugaron un papel importante algunas ideas clave del Operaismo italiano y, en particular, la estrategia del rechazo de Mario Tronti.

Tronti también desarrolló la idea de autonomía, que tuvo influencia —indirecta, quizá, y luego contradicha, sin duda— en el pensamiento de arquitectos como Aldo Rossi y Peter Eisenman. Tronti publicó su libro Sobre la autonomía de lo político en 1977, partiendo de temas que había tratado en un seminario que se realizó en 1972. Tronti planteó que la autonomía de lo político implicaba “la decisión de no reducir la fuerza alternativa al dominio capitalista exclusivamente al campo de lo económico, sino de reencontrarla también en otros campos.” Ciertas versiones de la idea de autonomía discurrieron en sentido contrario. Tahl Kaminer explicó que, en los años 70, “la arquitectura se embarcó en un proceso de retiro de sus ambiciones anteriores de afectar directamente a la sociedad”:

Ese retiro se generó por varios factores, uno de los cuales fue la conclusión pesimista a la que llegaron muchos arquitectos y críticos de arquitectura: que la arquitectura sirve a la sociedad, la política y la ideología dominantes, y es incapaz de realizar proyectos que diverjan del estatus quo contemporáneo. El surgimiento de la autonomía arquitectónica como un lugar seguro para la arquitectura en el discurso de la Tendenza y de Peter Eisenman fue, por tanto, muy distinto a la “autonomía de lo político” identificada por figuras como Mario Tronti y el Operaismo, para quienes la “autonomía de lo político” implicaba el empoderamiento de lo político.

En su libro The project of Autonomy. Politics and Architecture within and against Capitalism, Pier Vittorio Aureli también rastrea las relaciones entre las ideas de Mario Tronti y el pensamiento de Manfredo Tafuri —quien, como Tronti, era parte del equipo editorial de la revista Contropiano—, Aldo Rossi o Andrea Branzi, fundador de Archizoom.

Mario Tronti fue un pensador crítico y agudo que en un momento complejo —el fortalecimiento del capitalismo en la Italia de los años 60— propuso ideas y acciones o, más bien, el entrelazamiento de las ideas —la teoría— y las acciones —la práctica— como una manera de destruir el presente para abrirle camino a otros futuros posibles y que, desde ahí, ejerció una influencia que hoy se vuelve a estudiar e interpretar en el pensamiento y, por supuesto, la obra, de influyentes arquitectos y diseñadores.

El futuro: he aquí una dimensión por reconquistar. El futuro como nivel de pensamiento, que hay que reconquistar no en la filosofía pública, sino en la política colectiva. Si el resultado de la modernidad es esta reducción de la historia al presente, hay que derribar la barrera de la imposibilidad del después.

Mario Tronti

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Negri: arte y multitud https://arquine.com/negri-arte-y-multitud/ Sat, 01 Aug 2015 13:51:08 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/negri-arte-y-multitud/ En la historia de la civilización y hasta el final del periodo moderno, gran parte de la imaginación artística consistió en expresar lo real. Pero lo real ya no existe más o, mejor, no existe más que construcción, no como naturaleza sino como producto manufacturado. Es una abstracción viva —Toni Negri

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Querida María Magdalena

¿Recuerdas la Bienal de Venecia que visitamos juntos hace dos meses? Salimos perplejos, asombrados de tal vacío de innovación formal. ¿Y si lo bello no es la forma, qué puede entonces ser?

Así empieza la primera carta, fechada el 15 de diciembre del 2001, de las escritas por Toni Negri y reunidas en el libro Arte y multitud. La edición italiana, publicada en 1990, contaba con siete cartas, fechadas todas en diciembre de 1988. La edición española, de 1999, agregaba otra carta y la francesa, del 2005, una más y una presentación a las primeras.

Antonio Negri nació el primero de agosto de 1933 en Padua. Estudió filosofía en la universidad de su ciudad, donde después fue profesor. En los años sesenta fue uno de los fundadores del movimiento Potere Operaio: poder obrero, que más tarde, al disloverse, daría lugar a Autonomía Operaia: autonomía obrera. En su libro The Project of Autonomy, Politics and Architecture within and against Capitalism, Pier Vittorio Aureli da cuenta de ese bullicioso momento en la Italia de los años sesentas y principios de los setentas, cuando filósofos e intelectuales como Mario Tronti, Alerto Asor Rosa, Massimo Cacciari o el mismo Negri, discutían las posibilidades del movimiento obrero y del comunismo, volviéndose más radicales unos, tomando distancia otros. No sólo siguiendo sino incluso participando en aquellas discusiones había arquitectos como Tafuri o Rossi y el grupo que se consolidó en el Instituto de Arquitectura y Urbanismo de Venecia. Aureli escribe que lo que entendemos hoy como Autonomía, era un movimiento de élite de intelectuales y activistas surgido en Italia en los años 70, tras las protestas estudiantiles del 68 y antes de 1977, cuando “los activistas radicales expresaron su deseo de un individualismo político protestando abiertamente contra las organizaciones obreras.” Justo a finales de los setentas, Negri fue acusado de ser una de las cabezas de las Brigadas Rojas, que habían planeado el secuestro y asesinato de Aldo Moro, primer ministro italiano, en 1978. El 7 de abril de 1979, Negri fue arrestado y encarcelado mientras se desarrollaba el juicio. En 1983, estando en prisión, fue electo diputado y puesto en libertad provisional, lo que aprovechó para, el 19 de septiembre, escapar a Francia, donde se exilió durante 14 años. Regresó a Italia en 1997 a cumplir su condena, primero en prisión y luego en arresto domiciliario hasta el 2004. Además de libros en los que ha estudiado el pensamiento de filósofos como Marx y Spinoza o de personajes como Job, en años recientes Negri a escrito, en compañía de Michael Hardt, libros como Imperio, Multitud y Comonwealth: el proyecto de una revolución del común.

 

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En las cartas que componen Arte y multitud, Negri quiere plantear las condiciones del arte en el momento político y económico que ha descrito en sus otros libros.

En la historia de la civilización y hasta el final del periodo moderno, gran parte de la imaginación artística consistió en expresar lo real. Pero lo real ya no existe más o, mejor, no existe más que construcción, no como naturaleza sino como producto manufacturado. Es una abstracción viva.

Si —pensando como Heidegger— la verdad es una revelación y el arte es el trabajo —la techné— que opera esa revelación, para Negri —a finales de los años 80— vivimos en un momento en que lo real había sido sustraído de lo verdadero y, en contrapartida, se presentaba como lo único verdadero. Si lo real ha suplantado a lo verdadero, no hace falta ninguna revelación, ¿a qué, entonces, el arte? Esa realidad, además, es una realidad abstracta. Sin verdad, sin naturaleza y sin valor de uso, todo se reduce al flujo incesante del valor de cambio, evidentemente abstracto. Lo posmoderno —escribió Negri en 1988— es el mercado.

En la época de las imágenes, afirmará también Negri, la imaginación se agota. El mercado se apropia de las imágenes, las controla, las vuelve un objeto apropiable: derechos de autor, propiedad intelectual, copyright. El arte, en cambio, dice Negri, es formalmente tan abierto como una democracia verdadera y radical: la reproducibilidad de la obra de arte no es vulgar sino que constituye una experiencia ética. “El arte es el anti-mercado, en la medida en que opone la multitud de la singularidad a la unicidad reducida a un precio.” Para Negri el arte es fruto de un trabajo colectivo: “no hay producción sin colectividad. No hay palabras sin lenguaje. No hay arte sin producción y sin lenguaje.” Negri rompe aquel circuito descrito por Heidegger en el que el artista era quien producía una obra de arte y la obra de arte el producto del artista: el artista es, dice, una obra de arte —su primera obra de arte, tal vez.

El arte es producción: de la obra y del productor, y no es posible sin un trabajo colectivo: un escritor puede transformar su lenguaje, pero no lo inventa. Si el trabajo del poeta excede la producción cotidiana —de sentido, de verdad— no lo hace desde afuera sino desde dentro del lenguaje. “El arte se distingue de la plusvalía en la medida en que el trabajo artístico es un trabajo liberado, y el valor es en consecuencia un  excedente de ser producido libremente.” Por eso, también, el arte es necesariamente democrático: “su mecanismo de producción es democrático en el sentido que produce lenguaje, palabras, colores, sonidos que se aglutinan en comunidades, en nuevas comunidades.” El arte, perdido con la verdad, se recupera en el trabajo colectivo de producir el mundo, mundo que, para Negri, empieza y termina en los cuerpos: no en el cuerpo, sino en cada cuerpo de la multitud de singularidades. El arte, así, se incorpora a la vida.

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