Resultados de búsqueda para la etiqueta [Terremoto ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 16 Aug 2024 18:21:10 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.3 Intuición del presagio: el futuro del Centro SCOP https://arquine.com/intuicion-del-presagio-el-futuro-del-centro-scop/ Thu, 25 Jul 2024 17:02:00 +0000 https://arquine.com/?p=91984 Les confieso que casi lo pasé por alto. En junio de 1955, el joven ingeniero Lino González Mercado escribió en su tesis de licenciatura dos frases que, a primeras, me parecieron extrañas y, a segundas, telúricamente reveladoras. Más culpa mía que suya, claro, por anacrónico y ocioso. En fin. Dice Lino González: “La resistencia [como […]

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Les confieso que casi lo pasé por alto. En junio de 1955, el joven ingeniero Lino González Mercado escribió en su tesis de licenciatura dos frases que, a primeras, me parecieron extrañas y, a segundas, telúricamente reveladoras. Más culpa mía que suya, claro, por anacrónico y ocioso. En fin.

Dice Lino González: “La resistencia [como propiedad mecánica del suelo] se aprecia poniéndolo [el material seco] entre los dedos y frotándolo. Se dice del material que es muy suave, suave, medio, alto y muy alto”. Imagino a una cofradía de ingenieros sobre el balastro recién tendido de las ferrovías. Crujen sus pisadas, huele a poderosísimo engranaje recién lubricado. En los pozos a cielo abierto, donde tal vez construirán una terminal, excavaron a pico y pala para el muestreo.

—¿Cómo lo ve, inge?

—Pues yo digo que muy suave, ¿no muchachos?

¡Y ájale! Uno de ellos registra en su diario de campo la resistencia del subsuelo.

Líneas atrás, González Mercado admite: “Antes de los últimos 10 años, la exploración de los suelos era considerada inadecuada”. Si le preguntáramos a Lino por qué, desde su punto de vista, se consideraba inadecuada, respondería lo siguiente: “Porque los métodos empleados no habían tenido gran desarrollo.”

La tesis se llamó Estudio comparativo de la cimentación para un edificio de diez pisos, ubicado en el centro S. C. O. P [Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas]. destinado a hospital de dicha unidad. El proyecto de ampliación jamás se concretó. Y quizá muchos sabemos lo que sucedió 30 años después en el Centro SCOP. Pero ese, ahorita, no es el punto.

Tal vez las afirmaciones de Lino coinciden con algunas conjeturas científicas de aquellos años. La más bella: que los suelos fangosos amortiguaban las ondas sísmicas. Dicha creencia casi presupone un acto de fe. Y en donde hay fe, también magia, el destino, la lucha de la humanidad contra las fuerzas naturales que lo superan. Magia, entonces, en Mesoamérica, tierra no sólo de grandes constructores, sino también de adivinadores.

 

Datos duros

En 1950, un edificio en obra negra que pertenecía al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue permutado a la SCOP. Dos años habían pasado desde que Augusto Pérez Palacios integrara el diseño estructural para el proyecto arquitectónico del hospital que ahí construirían.

Leo lo siguiente en el artículo “Desde sus entrañas: Radiografía del Centro SCOP”, de la arquitecta Elisa Drago: 

El cálculo estructural del hospital se desarrolló durante poco más de dos años, entre 1946 y 1948. Los casi 300 planos estructurales y el enorme expediente de cálculos, contenido en el AAM [Acervo de Arquitectura Mexicana] muestran lo difícil que resultaba calcular y dimensionar la cimentación con los sistemas hasta entonces conocidos y utilizados por los arquitectos calculistas.

Y enseguida, escribe: 

Hay que considerar que los cálculos efectuados, además de los coeficientes por sismo, eran los vigentes en el reglamento de construcciones de 1942. Las edificaciones de concreto armado aún no habían tenido que medirse con los movimientos telúricos de gran magnitud, sino hasta 1957. Lo que llama poderosamente la atención es que los ingenieros y arquitectos de la época no hayan considerado que el tipo de terreno fangoso era un factor de riesgo para las edificaciones de gran altura en la ciudad.

La construcción del Centro SCOP finalizó en septiembre de 1954, bajo las órdenes del arquitecto Carlos Lazo. Poco después Juan O’Gorman y José Chávez Morado, junto a sus asistentes, instalaron en el conjunto 6 mil ilustres metros cuadrados de mosaicos que lo hicieron todavía más pesado sobre el suelo lacustre. Para la ejecución del nuevo proyecto de oficinas, el equipo de arquitectos e ingenieros no contempló hacer cálculos adicionales, ni pruebas anexas.

Si la resistencia del suelo se medía con los dedos y los demás estudios eran inadecuados, ¿bajo qué certezas, entonces, se cimentaban los edificios de esa época?

Más adelante, habrá una posible respuesta en doce sílabas.

 

[02 En primer plano “La tierra”] Juan O’Gorman, Canto a la patria. En primer plano Guillermo Monroy, La tierra. © 2023 Estate of Juan O’Gorman / Artists Rights Society (ARS), New York

De borregos y premoniciones (I)

Por supuesto que la busqué en los murales del Centro SCOP, tal vez escondida bajo el águila que asciende como un escudo de piedra, o en las vertiginosas serpientes que se encaran y se encaraman, o hundida en el turquesa profundo. En busca de magia recorrí palmo a palmo la historia prehispánica, el pasado colonial, las luchas históricas, el futuro ascendente y rectilíneo del México sostenido por una grúa…

Claro que sobreinterpreté, por culpa del maíz, y porque los mayas adivinaban con semillas. Quise ver el futuro en el pasado, como José Chávez Morado cuando plasmó la visión del suyo en el mural Cuatro siglos de comunicaciones. En Canto a la patria, de Juan O’Gorman, busqué redes de conceptos relacionados mediante metáforas. Conjuré antiguas divinidades, y creí ser el Uno y lo Múltiple; pedí contemplar el origen, la esencia oculta de todas y cada una de las cosas.

Y llegué al carnero de Guillermo Monroy en La tierra.

Todo aquí se trata del carnero y de la tierra.

Fue, supongo, el presagio.

Dice mi abuela: “Cielo aborregado, temblor asegurado”.

El mural forma parte del conjunto de composiciones que alude a los cuatro soles de la mitología mexica. Pareciera representar un mundo en armonía. Al centro, el orbe terrestre y cuatro mujeres; en los extremos, el sol y la luna. Un médico y un obrero dialogan. La paloma cruza por el Magreb en dirección a Japón. ¿Qué dirá su mensaje? A saber, si los aviones van o vienen, o si el corredor olímpico llegará alguna vez a su destino. ¿El cielo? Aborregado, casi tanto como el perfil del carnero.

El principio básico de cualquier premonición supone que todo en el cosmos está relacionado: lo aborregado, en primerísimo lugar, con los temblores; la tierra (en su múltiple significado: como elemento de la naturaleza, como el primer sol de la mitología mexica), con la vida; los temblores y terremotos, con la fatalidad y el mito del Quinto Sol. Una cosa lleva a la otra: el borrego, la tierra, el terremoto, la catástrofe.

No estoy seguro, pero creo que mi abuela practicaría la rapsodomancia, método de adivinación que obtiene información de materiales o textos específicos. Echa suertes en los petates del heptasílabo y los alejandrinos jorobados. En esencia, indaga en un signo la expresión de otro oculto, como los antiguos. En el cielo, los temblores.

—Abuela, ¿será que durante el 19 de septiembre de 1985 el cielo se estaba aborregando?

 

La unidad mínima, pero absoluta, de la fe

Creo que en estos tiempos modernos persiste, en lo más recóndito de la mente, un espacio reservado para un saber distinto, cuyas raíces se hunden en los abismos del pensamiento mágico. Y vuelvo a mi figuración del ingeniero: de fondo, la cuadrilla, una máquina de balancín, la cuchara de extracción.

—No se preocupen, muchachos —dice el inge, y remata después—: suelo enlodado, temblor amortiguado.

Pareciera que los ingenieros y arquitectos calculistas construyeron la ciudad sobre una sólida base de fe, en la pura convicción de lo que aún no estaba probado, en el todavía fresco mito de la ciencia y el progreso. Y donde hay fe, también fatalidad. Recuerdo haber investigado cuántos temblores registró don José Manuel de Castro Santa-Anna en su Diario de sucesos notables (1752-1754). La cifra, por supuesto, escapa a mi memoria, y no caeré de nueva cuenta en ese ocio profundo.

En cambio, consigno lo siguiente que sucedió en julio de 1753: “La mañana del 4, asistió la nobilísima ciudad a la iglesia de nuestra Señora de la Merced a la procesión de rogativa y misa, que a sus expensas se cantó al glorioso patriarca Señor San José, su patrón, jurado de temblores, para que nos liberte de ellos”. Días después, el domingo 8, salió “por la puerta que llaman del Seminario” una multitudinaria procesión tras la imagen del Santo Patriarca. Los devotos clamaban a San José para que los liberara de los temblores.

Las plegarias, a la fecha, no han sido atendidas.

Si la tradición de salvaguardar lo infraordinario hubiese continuado, el compilador habría escrito, en el Diario de sucesos notables de 1957, que durante la madrugada del 28 de julio cayó el Ángel de la Independencia, derribado por un terremoto. En voz de un periodista de la época, comparto el testimonio del compilador omnisciente: “Los bloques de bronce brillaban sobre el pasto y aún en el pavimento de forma esplendorosa, a la vista de los fanales de los autos que se habían detenido en los contornos (Héctor de Mauleón, El derrumbe de los ídolos, p. 237)”.

En septiembre de 1985, el anónimo diarista habría descrito los campamentos de fieles alrededor de la Basílica de Guadalupe, la peregrinación en marcha sobre la Calzada de los Misterios, las eclesiásticas declaraciones que recuperó Carlos Monsiváis en No sin nosotros: los días del terremoto 1985–2005 (2016): “Dios nos está diciendo: esta no es tu patria, no creas que tu país es eterno, la única patria que no terminará jamás es la del más allá. Él (Dios) nos quita la vida cuando quiere… el terremoto es para bien, no para mal”.

En el terremoto de 2017, ocurrido también un 19 de septiembre, el eterno compilador escribió, bajo el nombre de Rogelio Velázquez en “Testimonios de personas que vivieron el sismo en la CDMX” (2017): “No hay momento en que las sirenas de las ambulancias dejen de sonar. Bomberos van y vienen […] En algunos puntos los rescatistas exigen silencio total para escuchar los gritos de las personas atrapadas. Empieza a oscurecer, no hay luz”.

Por último (pero quizás no el último), el diarista hubiese consignado en septiembre de 2022: “Volvió a temblar. Muchas personas se preguntan en las calles sobre la probabilidad de que ocurran terremotos en México el 19 de septiembre”.

—¿Usted qué opina, inge?

—Pues yo digo que muy baja, ¿no?

Y alguien lo registra en su diario.

La pregunta, desde mi punto de vista, tendría que ser otra: “¿No quieres que pongamos en el té unas gotas de cognac?” (Manuel Gutiérrez Nájera, en su crónica tras el sismo de 1894.)

 

Datos suaves

Suceso notabilísimo que no fue anotado en ningún diario de sucesos notables: el 22 de octubre de 1749, en el momento en que pobladores de Ciudad Guzmán (Jalisco) establecieron la figura de San José en una iglesia, aconteció un fuerte sismo. Por ello lo juraron como patrono de los temblores.

 

De nueva cuenta, el futuro

Qué importante resultaría ir por la vida con un manual de vaticinio, y comprender en el vuelo de un gorrión las advertencias; en el aletazo de un colibrí, las amenazas; en la caída del águila, el fin de un imperio.

Tal vez podríamos anticiparnos, de una buena vez y para siempre, a la fatalidad última de los terremotos, y salvarnos. Pero bueno, ello supondría un retorno al pensamiento mágico. Y eso estaría mal visto.

En fin. Hace unos meses, el pasado 7 de enero de 2024, el muralista Guillermo Monroy cumplió sus primeros 100 años. Es (y no cabe duda de que será) el último alumno vivo de Frida Kahlo. Monroy asistió a Diego Rivera y a Juan O’Gorman en diversos proyectos. De joven, junto a sus compañeros de la escuela de artes La Esmeralda, pintaba en las pulquerías y, en general, en donde les prestaran una barda en la que practicar el fresco. Monroy dijo en una entrevista para El Sol de México: “El Centro SCOP es un trabajo tan hermoso que lo considero igual al que hicieron los antiguos mexicanos en Chichen Itzá, Mitla, Teotihuacán o Tajín. Es una planta maravillosísima que se hizo con mucho gusto y muchísimo amor, un trabajo digno de ser alabado por mexicanos y no mexicanos”.

Y quizá muchos sabemos lo que, en años recientes, ha sucedido en el centro SCOP. Al parecer el suelo no le ayudó en 1985 ni en 2017; la fe, menos, nunca. Hace unas semanas, la empresa CAV Diseño e Ingeniería concluyó, casi en su totalidad, las labores de rescate de los murales y la demolición de los edificios. Hoy, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) habla de su futuro como el Parque del Muralismo Mexicano.

Conforme al proyecto de rescate, la SICT construirá el Museo de Sitio Canto a la patria, nuevas oficinas de administración y el Archivo Cuatro Siglos de Comunicaciones. Sobre los nuevos edificios, la SICT propone colocar los casi 6 mil metros cuadrados de obra mural. El proyecto contempla también áreas verdes, estacionamiento, pista para corredores, senderos y jardines.

Múltiples son las exigencias, todas válidas: en esencia, que se respeten los principios de su composición mural, la macroperspectiva de conjunto, su “integración plástica” ligada a un momento y sitio de la historia nacional. 

Sea como fuere, ¿qué sucederá mañana para el ya demolido centro SCOP? 

¿Alguien que sepa echar suertes con semillas?

El mismísimo José Chávez Morado dejó por escrito una que otra pista, según lo recuperó la historiadora de arte Ida Rodríguez Prampolini en La crítica de arte en el siglo XX (2017): “Se puede decir que en la obra de Comunicaciones no hay criterio único [para la decoración del edificio]. Sería una falsedad, un exceso, afirmar que ésta es una obra de integración plástica. Es una colaboración, aunque muy inefectiva, en la que se logran aciertos y se comenten errores de cada parte.”

¿O tal vez surgirá a partir de esta situación algún alejandrino de oscuro origen dialectal que luego descifraremos?

 

De borregos y premoniciones (II)

Federico García Lorca se pasea entre luciérnagas una noche de 1936. Quiero creer que las nota cenicientas. Camina bajo el cosmos rutilante, en silencio. Aves nocturnas lo sobrevuelan. La niebla se extiende en jirones sobre la soledad del ancho paraje. Qué raro anochece en el mundo: el viento asustado, el adjetivo inexacto.

El poeta se detiene junto a una verja. Frente a él, la campiña como un blanquizal, los rastrojos apilados en mansos mogotes, el balido de un corderito que rumia hierbajos. De pronto, como desprendida de la sombra, una piara de cerdos embiste en contra suya. Intenta huir, pero no hay nada que el cordero pueda hacer para salvar su vida.

Supongo que García Lorca huye, algo confundido, de ahí. Creo que se estremece entre el repentino cobijo de la neblina, y es como si un ángel de geografía lo abrazara. El poeta aún no lo sabe, pero esa noche atestigua su propio futuro. Su asesinato dejará temblando a toda una generación.

 

Floromancia

La interpretación del futuro por medio de los pétalos de flores.

 

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Taller de Artes y Oficios “La Perseverancia” https://arquine.com/obra/la-perseverancia/ Sat, 19 Sep 2020 11:00:30 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/la-perseverancia/ El Taller de Artes y Oficios “La Perseverancia” es resultado del trabajo multidisciplinario y colaborativo entre academia y sociedad civil organizada ante la emergencia derivada por el sismo del 19 de septiembre de 2017 que provocó importantes daños a la infraestructura en el centro del país.

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El Taller de Artes y Oficios “La Perseverancia” es resultado del trabajo multidisciplinario y colaborativo entre academia y sociedad civil organizada ante la emergencia derivada por el sismo del 19 de septiembre de 2017 que provocó importantes daños a la infraestructura en el centro del país. Este taller de140m2 de construcción está ubicado en un equipamiento deportivo de Jojutla, uno de los municipios más afectadas por el terremoto.

El taller promueve el desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos entre la población que resultó directamente afectada por el terremoto; esta nueva instalación ofrece capacitación laboral que pretende ayudar a las personas a desarrollar un nuevo oficio que les permita percibir ingresos económicos adicionales y mejorar su condición económica familiar.

El proyecto fue elaborado por estudiantes y profesores del Taller de Arquitectura Ciudadana del Tecnológico de Monterrey [TAAC] y fue financiado gracias a la gestión de diversas donaciones de distintas organizaciones sociales encabezadas por la
Fundación Hogares I.A.P. La construcción del proyecto se realizó con el trabajo voluntario de alumnos, profesores y vecinos de Jojutla organizados en diversas cooperativas y grupos de trabajo de diversos oficios tales como: calzado y bolsas artesanales, cocina, panadería y agricultura urbana.

Con recursos materiales limitados el proyecto fue prefabricado en la ciudad de Querétaro y transportado a la ciudad de Jojutla para su instalación. Esta condición obligó al equipo de diseño a proponer un sistema constructivo asequible, seco, ligero y fácil de transportar que tuvo como resultado una estructura híbrida de columnas de acero y vigas de madera atornilladas y dispuestas para crear una planta libre que permite el uso flexible del espacio. Los muros exteriores del proyecto utilizaron materiales del sitio como el otate y el escombro resultado de la demolición de muchas estructuras de concreto, estos materiales ofrecen una envolvente permeable y ventilada apropiada al caluroso clima del lugar.

Alumnos y profesores parte del TAAC2019
David Navarro Contreras, Andrea Gutiérrez Peña, Mariela Teco Corzo, Kevin Fernández Otamendi, Rodrigo Herrera Feregrino, Luis Gerardo Martínez, Andrés Vega Barrera, Yamilet Arrieta Pérez, Daniela Ríos Guarín, Korin Rojas de la Torre, Luisa Hernández Aguilar, José Manuel López Almaraz, Miguel Ángel Rocha Juárez, José Miguel Reséndiz Gómez, Alejandra, Olmedo Bones, Sarahí Mora Trujillo, Beatriz Vázquez Cid, Catalina Morales Plazas, Ma. Fernanda Aguilar, Edmundo Palacios Machuca, Rodrigo González González, Azucena Vega Cabuto.

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Reconstruir el patrimonio: una tarea inmensa | Conversación con Arturo Balandrano https://arquine.com/reconstruir-el-patrimonio-una-tarea-inmensa-conversacion-con-arturo-balandrano/ Thu, 19 Sep 2019 15:00:19 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/reconstruir-el-patrimonio-una-tarea-inmensa-conversacion-con-arturo-balandrano/ Arturo Balandrano, Director General de Sitios y Monumentos del INAH, conversó con Arquine sobre las metodologías, retos y planes para la reconstrucción del patrimonio arquitectónico los sismos de septiembre del 2017.

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El balance que se hizo desde las primeras horas después de los dos sismos por parte del INAH, del INBA y la Dirección General de Monumentos, todos de la Secretaría de Cultura, fue un universo de 2,340 inmuebles dañados, de los cuales el 92% es arquitectura religiosa de los siglos XVI al XIX, y en menor medida sitios arqueológicos y arquitectura de carácter relevante de los siglos XX y XXI. El desastre rebasó las capacidades de las instituciones de este país y los institutos de la Secretaría de Cultura volcaron todo su personal al campo para realizar diversas acciones. Primero, se tuvo que hacer un registro, verificación y clasificación de los daños con el objeto de darle dimensión y escala a las afectaciones. Luego, siguió prever medidas de seguridad y de apuntalamiento.

Hay que apuntar que, además de los 2,340 inmuebles afectados, también resultaron dañados bienes muebles, pintura de caballete, escultura, pintura mural, retablos, archivos, mobiliario antiguo, etcétera. Más de 10,000 bienes resultaron afectados en total y cerca de 4,000 registraron daños, y el resto tuvieron o tienen que ser resguardados durante las obras de restauración. Si bien ya habíamos enfrentado, en épocas recientes como el 85 y el 99, terremotos por supuesto que importantes –en el segundo logramos restaurar más de 1,500 bienes inmuebles en su totalidad en un plazo de dos años– el daño, en cantidad y gravedad, fue mucho menor. En esta ocasión, además de la extensión territorial, el número de bienes afectados y la dimensión del daño fue mucho más grave: más del 20% de los inmuebles resultaron afectados con daños severos, es decir, colapsos de elementos estructurales que ponen en riesgo la estabilidad del inmueble, y un 60% con daños moderados: grietas y fracturas y desprendimientos y colapsos de elementos decorativos que no ponen en riesgo la estabilidad del inmueble. Otro 18% son daños menores.

Los inmuebles con valor patrimonial y cultural demandan una respuesta especializada de parte los organismos gubernamentales cuando se trata de evaluar los daños provocados por un sismo. Además de las estructuras y de los refuerzos que éstas necesitan, dichos edificios albergan elementos ornamentales que tienen que considerarse para su reparación.  Arturo Balandrano, Director General de Sitios y Monumentos del INAH, conversó con Arquine sobre las metodologías, retos y planes para la reconstrucción del patrimonio arquitectónico los sismos de septiembre del 2017.

Por su naturaleza, en el caso del patrimonio cultural, la recuperación y restauración puede resultar más compleja que en otros sectores, como salud o educación. Hay algunos inmuebles en la zona oriente del Estado de México donde colapsó el 40% de la estructura del inmueble. Aun así, la posibilidad de hacer una reestructuración restituyendo los valores patrimoniales a través de procesos de restauración que permitan mantener la integridad y la autenticidad de los bienes es factible. Para poder hacerlo, lo primero que necesitábamos era identificar los daños y trazar metodologías que nos permitieron sistematizar su reconocimiento, tomadas de las experiencias italianas. Entonces, nos dimos a la tarea de conseguir recursos. Primero, buscamos los del Fondo Nacional de Desastres Naturales que estableció el Gobierno Federal. Las reglas de operación del FONDEN preveen que se soliciten recursos en un plazo de 30 en los cuales integrar un expediente explicando el daño, cómo se va a recuperar y el costo. Tuvimos que elaborar en esos primeros 30 días después de ambos sismos los expedientes, para lo que fueron a campo todos nuestros especialistas. Se subieron 1,542 expedientes al FONDEN, lo que nos garantizó la posibilidad de utilizar 6,000 millones de pesos. El resto de los 2,340 lo manejamos a través del seguro que el INAH contrató después del terremoto de 1999. Logramos recuperar de la aseguradora un monto de un poco más de 5,000 millones de pesos.. Insisto en la diferencia con otros sectores en donde el trabajo es demoler y reconstruir, pues estamos trabajando con los especialistas de todo el país, tanto de instancias gubernamentales como con empresas privadas. En esto también enfrentamos un problema muy grave por el limitado mercado de empresas dedicadas a la restauración en nuestro país. Contando con un catálogo de monumentos históricos de más de 117,000 y más de 300, 000 sitios arqueológicos en el país, existen 420 empresas especializadas registradas.

Ya garantizados los recursos estamos trabajando en la elaboración de los proyectos. Hemos restaurado y entregado hasta ahora más de 820 monumentos. Nos han preguntado por qué vamos tan lentos. Respondemos que no vamos lento sino con el ritmo que el patrimonio requiere. El patrimonio requiere de una atención muy especial, requiere de investigación histórica, de investigación técnica, de análisis químicos, estructurales y de resistencia de materiales.

En el sector cultura, ¿qué es lo que falta? El INAH atendió prácticamente la totalidad de los bienes culturales, históricos y arqueológicos a federal. El seguro que tenemos contratado nos proveyó para esos inmuebles pero nos puso trabas para cumplir con los términos de la póliza. El seguro se negó a cubrir los inmuebles que no son federales, pues la póliza indica sólo el interés legal del INAH. En términos prácticos, lo que ha sucedido es que no han pagado daños a inmuebles que son monumentos históricos de propiedad estatal, municipal, comunal, ejidal o privada. Para los cuatro sectores esta nueva administración otorgó 8,000 millones de pesos más para atender lo que hace falta. La prioridad fundamentalmente es la vivienda, con más de 5,000 millones dedicados a ese rubro. A los otros 3 sectores nos dieron a cada uno 800 millones de pesos. El tema es la eficiencia con la que tenemos que trabajar para poder ejercer esos fondos que tienen la limitante de deber ejercerce en este año. Entonces estamos en una carrera frenética para poder atender a los solicitantes de los estados, poder transferir recursos, contratar los proyectos ejecutivos de restauración y hacer las obras en los cinco últimos meses del año. Tenemos una previsión aproximada de que tendremos alrededor de 200 obras que complementan los inmuebles en que está trabajando el INAH.

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El patrimonio expandido | Conversación con Inti Muñoz https://arquine.com/el-patrimonio-expandido-conversacion-con-inti-munoz/ Thu, 19 Sep 2019 13:00:27 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/el-patrimonio-expandido-conversacion-con-inti-munoz/ Catalogar y restaurar ya no tendría que atender únicamente a lo histórico, sino también a lo contemporáneo, además de mirar también las expresiones que no están necesariamente legitimadas por las instituciones arquitectónicas. Inti Muñoz, asistente del secretario de Cultura, habla sobre el reto que implica ampliar la catalogación patrimonial.

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Se han expandido las perspectivas que nos permiten entender el patrimonio arquitectónico como algo no sólo canonizado, sino también vernáculo. Este factor ha complejizado la normativa y la respuesta que ésta debe dar ante el rescate patrimonial. Catalogar y restaurar ya no tendría que atender únicamente a lo histórico, sino también a lo contemporáneo, además de mirar también las expresiones que no están necesariamente legitimadas por las instituciones arquitectónicas. Inti Muñoz, asistente del secretario de Cultura, habla sobre el reto que implica ampliar la catalogación patrimonial.

 

Desde un nivel personal puedo corroborar que el impacto de los sismos de 2017 es el más grande del que se tenga registro en la historia moderna de México. En parte porque el concepto de monumento histórico ha cambiado. Fue muy grande el daño al patrimonio, y esto no sólo respecto a lo material sino también por las implicaciones simbólicas, sociales, culturales e incluso económicas. La inmensa mayoría de los más de 2,300 monumentos históricos o de valor artístico son templos, y quienes trabajamos en torno al patrimonio podemos constatar de primera mano cómo los templos católicos —mas allá de lo religioso y de la concepción que uno pueda tener sobre la laicidad del Estado a más de 175 años de la Reforma Liberal— juegan un papel fundamental en la vida comunitaria. En muchos casos son el principal espacio público de las comunidades, un lugar de encuentro, de trabajo comunitario, de organización social, y juegan un papel de articulador económico.

Si bien tenemos instituciones culturales públicas fuertes con una larga trayectoria, con un vastísimo capital humano y un conocimiento acumulado y sistematizado a lo largo de muchas décadas, es claro que esa fortaleza de nuestras viejas instituciones culturales y de la ley que les da herramientas para trabajar no se ve reflejada en esta situación, producto de décadas de ahorcamiento presupuestal. Nuestras instituciones no estaban preparadas para enfrentar una tragedia de ese tipo. Existen expertos, especialistas del más alto nivel pero en instituciones que tenían capacidad material de respuesta suficiente.

A mí me tocaron los terremotos estando en la oficina de la UNESCO en México, y participamos en el primer monitoreo. Los daños fueron de distinto tipo. Algunas zonas de Xochimilco y el corredor de los primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl fueron devastadas. Se trata de construcciones impresionantes, de un valor inconmensurable, donde aflora la arquitectura renacentista, medieval incluso. Vimos que la falta acumulada de mantenimiento fue una de las causas de los daños adicionales al temblor, incluyendo malas intervenciones a veces promovidas por el personal parroquial. En cambio,  Parroquia de Atlatlahucan en Morelos, por ejemplo, resultó con muchísimos menos daños que cualquier otro edificio en la zona gracias a una tradición que involucra a la comunidad en conjunto con el INAH en la gestoría de la conservación permanentemente en una junta vecinal.

En la Ciudad de México, cuando tomamos la rienda de la nueva administración, particularmente en la Secretaria de Cultura, nos sorprendió la dimensión de los daños y la cantidad de inmuebles afectados: 196 monumentos históricos, es decir, anteriores a 1900, y 7 inmuebles declarados monumentos artísticos o catalogados por su valor artístico por el INBA. En diciembre de 2018 el proceso de reconstrucción y restauración estaba atorado por distintas razones, incluyendo que la ciudad no había aportado la parte de recursos con la que se había comprometido y por la complejidad administrativa para empezar a trabajar. Nos llevamos cinco meses de trabajo en la solución de todos los problemas administrativos. Descubrimos que había dictámenes de seguridad estructural que aun no habían sido revisados y nuestra primera tarea fue cerrar diez templos al culto, como San Fernando, la Santa Veracruz, la Santísima y varios más en la Magdalena Contreras, donde hoy todos los templos tradicionales están cerrados.

En el proceso surgieron nuevos datos, como la existencia de una cantidad importante de edificios que no estaban en ese universo que estaba siendo atendido: monumentos históricos o parte del patrimonio cultural según la Ley Federal, pero también según las leyes de la ciudad. La Ley de Desarrollo Urbano de la Ciudad establece dos categorías y puede considerar de valor patrimonial edificaciones que no están considerados a nivel federal. Ese nuevo universo resultó ser de varios cientos de edificios y hoy tenemos la constancia de, al menos, 127. Hay otros edificios que son parte del patrimonio cultural pero están incluidos en los censos de edificios dañados de vivienda. Estos 127 incluyen edificios tan importantes como la Casa de Talavera o el Palacio del Conde de Regla en el Centro Histórico y muchos edificios modernos de vivienda, de propiedad privada, que están a penas catalogados por el INBA.

El reto es muy grande y contrasta el hecho que aun teniendo una escuela de restauradores y arquitectos especializados en patrimonio y de ingenieros estructuristas especializados de gran tradición, no tenemos la suficiente capacidad de atención especializada, rebasados por la dimensión de los daños, pero también detenidos por herencias burocráticas. Hoy el gobierno de la ciudad ya ha hecho una aportación de 133 millones de pesos que se destinará íntegramente a la rehabilitación de los templos más dañados en los pueblos originarios. Se definió esa categoría para catalogar inmuebles que son parte de la vida cultural de la comunidad. Ya se contrataron las obras con empresas a recomendación del INAH y vamos a comenzar a trabajar en 18 templos. El primero va a ser San Bernardino de Siena en Xochimilco.

Todo esto también debe servirnos para buscar una transformación estructural en nuestra capacidad de respuesta ante los desastres en materia de conservación del patrimonio cultural en todo el país. Lo que pasó con los sismos también es un síntoma de la insuficiencia en el mantenimiento. La nueva propuesta debe incluir una nueva política de mantenimiento. La Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, planteó al inicio de la administración combinar la creación de escuelas-talleres en todos los municipios donde haya monumentos históricos con una mayor implicación de las comunidades en la conservación y con la implementación de medidas de mantenimiento y prevención.

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Renzo Piano y la reconstrucción https://arquine.com/renzo-piano-y-la-reconstruccion/ Wed, 31 Aug 2016 23:57:26 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/renzo-piano-y-la-reconstruccion/ Tras el terremoto de más de 6 grados en la escala de Richter que afectó diversas ciudades de Italia, el Primer Ministro del país, Matteo Renzi, solicitó la ayuda del prestigioso arquitecto Renzo Piano para dirigir las labores necesarias para desarrollar la reconstrucción y recuperación; proponer posibles y urgentes estrategias para realojar los más de 3,000 sobrevivientes que han perdido sus hogares y áreas de trabajo; y valorar estrategias para mitigar los efectos de temblores en el futuro.

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Tras el terremoto de más de 6 grados en la escala de Richter, sucedido el pasado 24 de agosto y que afectó diversas ciudades de Italia, comenzaron a anunciarse las acciones a realizar en las zonas afectadas. De acuerdo al diario británico The Guardian, el Primer Ministro del país, Matteo Renzi, solicitó la ayuda del prestigioso arquitecto Renzo Piano para dirigir las labores necesarias para desarrollar la reconstrucción y recuperación; proponer posibles y urgentes estrategias para realojar los más de 3,000 sobrevivientes que han perdido sus hogares y áreas de trabajo; y valorar estrategias para mitigar los efectos de temblores en el futuro.

El plan de reconstrucción —que se llevarán a cabo en los próximos seis meses— implica el traslado de los afectados de las tiendas de campaña y refugios temporales actuales a una nuevas construcciones de madera que funcionaran a mediano plazo y en las que habitarán mientras continúen las labores de reconstrucción, en un proceso que puede durar 50 años para aplicarse de forma plena.






El cargo Renzo Piano y la reconstrucción apareció primero en Arquine.

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