Pavel Escobedo y Andrés Soliz iniciaron su carrera con estrella. Su primera obra destacada fue la instalación en el PS1, que los proyectó en el escenario de la arquitectura mexicana. Tras una capilla que inició como su tesis de final de carrera, la instalación de verano en la primera escuela pública (Public School nº 1) de Nueva York consistió en unas cuerdas tensadas entre las paredes de concreto del patio interior que conformaba una superficie reglada, proyectando a su vez una sombra vibrante sobre el piso. Después, unos pocos proyectos de pequeña escala en México y un velatorio -todavía en construcción- en Bolivia, demuestran la importancia que le otorgan al rigor del diseño y del oficio. Escobedo y Soliz pertenecen a una generación destacada de la Facultad de Arquitectura de la UNAM que todavía tuvieron a Humberto Ricalde como maestro y a Gabriela Carrillo, quienes les transmitieron el sentido crítico y entusiasmo por la profesión. Algunos de ellos formaron parte del colectivo Fuga y con el tiempo brillaron con nombre propio: Pablo Goldin, Gonzalo Mendoza Morfin, Diego Escamilla, Juan Luís Rivera (estos dos últimos formaron Palma) y Escobedo Soliz. Conviene esta breve genealogía para entender su modo de operar, donde se privilegia la materia inmediata y el proceso constructivo para llegar a una cierta mística del tabique aparente o la madera sin pulir.

Ahora este equipo acaba de inaugurar su pieza en la nueva sede de LIGA en la Colonia Doctores de la Ciudad de México. Su instalación —llamada Tórax por una obvia analogía biomórfica con la planta de su proyecto— es un espacio en forma de ojiva conformado por pares de polines verticales de 5 cm de ancho. Estos pares se amarran para asegurar el traslape que les permita alcanzar la altura del espacio, que se remata con un plano horizontal en el piso y otro bajo el plafón construido con los mismos polines. El acceso por ambos lados permite llegar a la parte posterior abierta y acceder al centro de la instalación simétrica. La experiencia de la visión alterna a través de la celosía de madera, sin embargo, pareciera proyectada para una caja negra, neutra, y no para una sala con ventanas laterales que se abren a al calle del Doctor Erazo. Su forma, recuerda aquellas plantas de edificios de viviendas de Gustav Peichl, los shipshapes de Peter Wilson o el museo marítimo en Elsinor, Dinamarca, de BIG. Su belleza no llega a dialogar con el espacio de LIGA, como era el propósito de la sede fundacional.

Con mayor o menor fortuna, las veinticinco exposiciones que durante seis años ocuparon el minúsculo triángulo que albergó a la Liga Evangélica en la planta baja de un flatiron nacional (proyectado por Augusto H. Álvarez sobre Insurgentes, en 1950), establecieron una liga entre contenedor y contenido, entre instalación y LIGA. Las distintas propuestas de la nueva generación de arquitectos latinoamericanos como Pezo von Ellrichshausen -la primera y quizá la más interesante- hasta las extraordinarias instalaciones de Macias Peredo, Eduardo Castillo, la banca jardinera en la banqueta de Tacoa, o las propuestas de Carla Juaçaba, Frida Escobedo y Camilo Restrepo, son buenos ejemplos que ocuparon el primer espacio del storefront mexicano. La nueva sede —forzada tras los sismos de septiembre de 2017— todavía no define su identidad ni genera conflicto entre contenedor y contenido. Ni las “trayectorias de un panel” de Alonso y Palmarola, ni la propuesta banal de Pedro y Juana, ni el Tórax de Escobedo y Soliz, reaccionan ante un conflicto espacial sino que proponen experiencias que podrían migrar sin delatar su denominación de origen. Quizá, en esta nueva etapa de LIGA, convenga repensar el modelo de “espacio para la arquitectura” que pretenda ser, para seguir siendo un referente de la nueva arquitectura latinoamericana.

Fotografías : Arturo Arrieta 

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El despacho mexicano con sede en la Ciudad de México Pedro y Juana ganó el 20º Programa Anual de Jóvenes Arquitectos (YAP) del MoMA PS1 2019. Los fundadores de Pedro y Juana, Ana Paula Ruiz Galindo y Mecky Reuss fueron seleccionados ante los demás finalistas para el premio con su proyecto titulado Hórama Rama.

El diseñó de la instalación incluye un escenario con estampados selváticos y hamacas hechas a medida de la región de Yucatán en México. El marco circular se eleva por encima de la altura de las paredes del patio y se reviste a lo largo de su exterior por elementos de madera que se reutilizarán luego de la instalación en el museo.

Según Ruiz Galindo ´El proyecto esta relacionado con la jungla, por lo que no pudimos resistirnos a agregar una cascada´. Reuss agregó que la cascada también animaría el espacio con el sonido de la caída del agua.

El cargo Pedro y Juana gana el programa Young Architects 2019 del MOMA apareció primero en Arquine.

Año con año, el MOMA PS1 de Nueva York escoge a un selecto grupo de jóvenes despachos para que concursen en el diseño y construcción de un pabellón en el jardín del museo durante el verano. El Young Architects Program –que ya cuenta con “capítulos” en Santiago, Roma, Estambul, y Seúl– ha escogido a Andrés Jaque y la Office for Political Innovation, para diseñar el pabellón de este año en Nueva York, con el nombre de COSMO.

COSMO es un artefacto de purificación de agua que utiliza distintos procesos bioquímicos para filtrar y purificar 3000 galones de agua en un ciclo de 4 días. Pero COSMO pretende ser más que un pabellón del PS1 e, incluso, más que un prototipo experimental de manejo de agua potable, es un complejo sistema donde el artefacto es una parte de una red de monitoreo, información y concientización. Office for Political Innovation nos demuestra que el objeto construido no es necesariamente el objetivo del proyecto en sí, sino más bien el medio de recolección de datos, donde el resultado es una plataforma interactiva, accesible y transparente cuyo objetivo primordial es la concientización del uso y manejo del agua.

Desde el año pasado, con el pabellón The Living, fabricado de material orgánico reciclable, el MOMA pone sobre la mesa temas de enorme interés publico y político; y Andrés y su equipo, potencializaron la oportunidad no sólo diseñando un espectacular objeto arquitectónico, sino un artefacto, una maquina, un ecosistema, un sistema de monitoreo, una plataforma de información y una red de intercambio de medios audiovisuales.

Tuvimos la oportunidad de charlar brevemente con Andrés para que nos contara acerca de algunos detalles de COSMO:

Francisco Brown: ¿Por qué decidieron diseñar un sistema en vez de un objeto estático?

Andrés Jaque: Queríamos utilizar esto como un artefacto experimental para hacer entender que sucede con el proceso de purificación de agua, y en la forma en la que opera, pero además hacer visible distintas alternativas de infraestructura hídrica.

FB: Háblame un poco de los elementos principales de COSMO.

AJ: Se divide en distintos componentes que van realizando distintas funciones en el proceso bioquímico de purificación. Empieza con el proceso de sedimentación y luego hace uso de un ecosistema tipo pantano, donde una gran cantidad de microorganismos descomponen otros organismos y se metabolizan para sedimentarse. Todo este proceso es monitoreado por distintos sensores de turbidez para luego ser bombeado hacia las mangueras transparentes que maximizan la incidencia solar sobre el agua que, haciendo uso de los rayos UV, reducen aún más el nivel bacteriano y, desde ahí, baja a un reservorio donde distintas especies de algas remueven otra cantidad importante de microorganismos y, además, monitorean de forma natural los niveles de PH. Finalmente el agua pasa a través de un pequeña cascada que aumenta los niveles de oxigeno, factor esencial para mantener el balance ecosistémico.

FB: ¿Y para qué las plantas en las jarras de vidrio?

AJ: Estamos usando plantas sumamente delicadas y susceptibles a aguas contaminadas como indicadores del nivel de toxicidad del agua. Es decir, la mayoría de esas plantas morirían al mas mínimo contacto con agua contaminada. Además de usar medios electrónicos para monitorear el agua, al regar las plantas con el agua una vez finaliza los ciclos de purificación utiliza elementos del ecosistema natural para verificar resultados.

FB: Usualmente el PS1 solo requiere el diseño y construcción de un pabellón, pero decidiste crear una plataforma interactiva online, ¿por qué y para que?

AJ: Básicamente nos preguntamos qué es aquello que la arquitectura le puede aportar a los sistemas de infraestructura. Creemos que hay que hacerlos urbanos, inclusivos, y provocativos. Deben promover alguna forma de política y de cómo lidiar con todo el contexto que esto implica. Por un lado hemos decidido hacer completamente accesible todos los datos del monitoreo del proceso de purificación en tiempo real, hemos creado un app con sistemas de visualización con los estudiantes de NYU –como las lectura de los niveles de oxigeno– pero además estamos coleccionando controversias alrededor del tema del agua para crear una plataforma de encuentro e intercambio.

FB: ¿Sólo en NYC o en el mundo entero?

AJ: En todo el mundo. Estamos haciendo entrevistas a través de nuestras redes de contacto, con expertos, activistas, personas afectadas por problemas del agua, etc. Además, promovemos la recolección de productos culturales con el tema del agua: desde música, poemas, películas como la de Jean Luc Goddard y la Historia del Agua. Es una forma de poner sobre la mesa algo que vive en lo subterráneo, ya que la gente no esta conciente lo que implica la purificación del agua y creemos que ese es el objeto arquitectónico, un artefacto de experimentación, en este caso con el tema del agua.

FB: Es decir, la naturaleza de este proyecto es experimental, ¿existe la posibilidad que falle?

AJ: Sí, puede fallar. No estamos seguros ciento por ciento que sea un completo éxito, es decir, lo diseñamos y nos valimos de expertos para reducir al máximo esta posibilidad, pero al fin y al cabo, es un experimento, un prototipo, y hemos decidido hacer todo el procesos evolutivo completamente transparente y accesible a quien quiere darle seguimiento al monitoreo de purificación del agua en COSMO.

Fotografías: Vista de la instalación de Andrés Jaque/Office for Political Innovation’s COSMO, diseño ganador del 2015 Young Architects Program, en el MoMA PS1. Fotos por Miguel de Guzman

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