Resultados de búsqueda para la etiqueta [Oaxaca ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Wed, 04 Oct 2023 00:41:24 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 San Pablo Huitzo: patrimonio vivo sin proceso de momificación https://arquine.com/san-pablo-huitzo-patrimonio-vivo-sin-proceso-de-momificacion/ Tue, 03 Oct 2023 15:48:06 +0000 https://arquine.com/?p=83492 El patrimonio puede ser entendido desde la herencia física, financiera, sentimental, etc., recibida de nuestros antecesores, a los sistemas normativos para la conservación de valores colectivos abarcando amplios territorios de nuestro planeta. El alma patrimonial, por decirlo de alguna forma, es como un ecosistema en donde, entre más diversidad, más posibilidades de resiliencia se tiene.

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El patrimonio puede ser entendido a partir de múltiples referencias visuales que van desde la herencia física, financiera, sentimental, etc., recibida de nuestros antecesores, a los sistemas normativos para la conservación de valores colectivos abarcando amplios territorios de nuestro planeta (aunque al día de hoy ya nos debería quedar claro que es un todo), hasta los objetos materiales, muebles o inmuebles, preservados a lo largo de la historia de las culturas, o de aquellos conceptos inmateriales como el conocimiento que se transmite de una generación a otra creando identidades territorio-culturales a diversas escalas demográficas.

José Saramago, escritor portugués ya fallecido, redactaba en sus Cuadernos de Lanzarote que el patrimonio vale lo que vale el espíritu, reclamando con ello lo que él consideraba la pérdida de la esencia colectiva de la identidad portuguesa. Y es que en el amplio abanico de lo patrimonial hay casi una versión sobre el tema como habitantes humanos hay en el planeta.

En esta columna, el tomar postura es una de las reglas para el ejercicio de la reflexión, entendiendo que es una acción subjetiva, personal y, por lo tanto, susceptible a compartirse, pero de ninguna manera a imponerse, para así poder escuchar otras.

El alma patrimonial, por decirlo de alguna forma, es como un ecosistema en donde, entre más diversidad, se tienen más posibilidades de resiliencia, por lo que en mi vida he ido aprendiendo a aceptar diversas posiciones, planteamientos y acciones sobre la conservación patrimonial. El viajar me ha permitido apreciar desde ciudades completas —que han quedado “momificadas” físicamente en el tiempo, y donde lo que se aprecia es un transitar turístico para ver calles, templos, y edificaciones diversas, donde ya prácticamente no quedan habitantes locales que les confieran la habitabilidad para la que fueron creadas, hasta sitios vivos, en constante proceso evolutivo que combinan la preservación de objetos e ideas locales, con la inquietud y búsqueda aspiracional de evolucionar en la actualidad de su tiempo y seguir existiendo como un todo. El espacio que comparto hoy reflexiona sobre esta última versión.

Por ello en esta ocasión, si nuestras y nuestros estimados lectores son adictos, como su servidor, a visitar la Ciudad de Oaxaca y sus alrededores, o si no han estado, pero planean dicha visita entre sus objetivos futuros, permítanme introducirles un peculiar descubrimiento que, gracias a la gestión de nuestra colega Amparo Socorro y al curso Intersemestral o de Verano que realizamos la maestra Pilar Álvarez y yo, con las Universidades Javerianas de Bogotá y Cali pudimos experimentar en junio del presente año, todas y todos los que participamos en esta apuesta de intercambio académico.

San Pablo Huitzo se encuentra a orillas de la sierra denominada Nudo Mixteco, en cuyo extremo norte nace el Valle de Etla, uno de los tres que conforman el de Oaxaca. Es el punto natural donde desemboca tras cruzar si usted viaja por vía terrestre el mencionado Nudo, el camino que une al estado oaxaqueño con el de Puebla, y por donde escurre también el río Ayutla, que riega los sembradíos de la región desde que la agricultura surgió en estos territorios.

La cultura Mixteca le denominaba Huijazoo, y dejó memoria de ello en lo que hoy es una pequeña zona Arqueológica así denominada. Durante el dominio mexica, se renombró como Guaxolotitlán, según los datos oficiales del municipio, para finalmente en el periodo del Virreinato de la Nueva España, adoptar su nombre actual.

Ahí no encontrarán una población donde las edificaciones ejecutan el papel de una escenografía detenida en el tiempo, ni a los habitantes jugando el juego del folklore, pero no por ello dejarán ustedes de encontrar atractiva la visita, tanto en los elementos relacionados con el patrimonio tangible inmueble, como en las esencias de aquél que es intangible y se percibe solo en la sutileza del trato.

Para llegar a la plaza central, recorrerá usted alguna calle cuya traza urbana se ha ido extendiendo hasta el borde de la carretera federal libre de peaje, donde un arco le da la bienvenida. La carretera de cuota pasa más lejos, tangente e indiferente cono son siempre estas vías, a todo aquello que sucede en el territorio, más allá del objetivo que es llegar lo más rápido posible al destino principal.

El trayecto le conducirá a la plaza principal, ahí encontrará un largo porticado hacia el norte de la misma, construido en dos etapas: La primera, en los años 20 del siglo pasado, cuando la necesidad de los gobiernos postrevolucionarios, utilizaron el lenguaje neocolonial, como un sistema ideológico para generar una identidad moderna a partir del mestizaje. En ese sentido, el pórtico reproduce con rigor académico una estilizada arcada que da sombra a las dependencias municipales, durante la primavera, otoño e invierno, ya que es fachada sur. La segunda etapa, en los años 70, donde la homogenización de la ceremonia festiva que conmemora el inicio de la lucha independentista, obligaba a ampliar el edificio y dotarlo de un balcón con campanario para replicar el “grito” que Hidalgo diera en la población de Dolores, hace algo más de 200 años. La adición no deja de ser un pastiche, pero hay que reconocer, hecho con la dignidad colectiva de los oficiales albañiles del sitio, que buscaron unificar los lenguajes previos de la mejor manera. 

La plaza se divide en dos segmentos, un espacio duro para ceremonias civiles, seguido al sur de un espacio blando, esmeradamente cuidado en su jardinería y sombreado por centenarios árboles, donde los habitantes aún se concentran para socializar y relacionarse lúdicamente. Siguiendo la trayectoria sur de esta secuencia de espacios, usted llegará a un arruinado pórtico, más antiguo que aquel del Palacio Municipal y que deriva de la época virreinal. La gente de Huitzo le denomina “la Hacienda”, seguramente esta edificación de propiedad privada, incomprensiblemente abandonada al exterior, habría sido originalmente la casa grande de este sistema productivo, y de ahí el nombre. No deja de dar un tono romántico y melancólico este rítmico juego de columnas prismáticas que no sostienen ya, más que fragmentos de un tejado que se sigue desvaneciendo en el tiempo.

Al oriente de la plaza, su sección dura y cívica se remata con una escalinata que nos conduce a la plataforma donde hace unos 450 años, los Dominicos levantaron un conjunto conventual, que consagraron al patrón de la Región: San Pablo. La escalinata es uno de los tres accesos que tiene el conjunto para ingresar al amplio atrio, cuyas capillas pozas presentan una tipología totalmente inusual: Una robusta columna de mampostería, que sostiene un ligero tejado que completa su apoyo en los muros que forman la esquina.

La portada principal del conjunto, se compone del templo en el lado norte, reconstruido tras un terremoto en el siglo XVIII, pero que conserva la esencia del XVI. La austera portada del templo es acotada por dos torreones y se remete entre ellos, pero los tres elementos tienen la misma altura, dando así una unidad compositiva. Por encima, los campanarios reposan en las torres mientras que el frontón que remata la nave lo hace sobre la placa de la portada. Al interior ésta sola nave con capillas cripto colaterales y bóveda de cañón corrido acoge las celebraciones religiosas y el rezo individual de quien aún tiene fe. La dimensión del espacio interior del templo es menos imponente que en otros ejemplos de la misma época, pero también más acogedora; su escala es digna de ser conocida.

A la derecha del templo, se desarrolla el convento. Un solo arco de tres centros, anuncia el portal de peregrinos, enmarcado por un cornisamiento sobre el cual, se remete un balcón, haciendo una composición volumétrica por demás rica, mientras que un sólido volumen, con un gran vano tapiado se proyecta hacia el atrio. Al interior, el claustro refleja la calidez de un patio ajardinado, con su pozo al centro que narra la vida cotidiana del párroco y sus ayudantes. Los interiores, conviven extrañamente entre la escenografía museística y la actividad práctica del día a día: El refectorio montado como si fueran a degustar sus alimentos varios frailes, es fotogénico pero frío, en cambio, otro espacio donde hoy día sirve de comedor para quienes habitan permanente o temporalmente el convento como casa parroquial, se siente cálido, vivo, cotidiano, sin por ello renunciar al marco que le da una bella y significativamente grande, cajonera de madera barroca. Fragmentos de esgrafitos aún ornamentan la parte superior de los muros. 

Pero la cocina ¡ah, la cocina! El orden y acomodo de los distintos utensilios, aún de madera y barro, sugieren una puesta museística, pero en el fogón arde la leña, y las hoyas humean soltando el aroma de un guiso ricamente sazonado, de todo el convento, es éste el espació para mi gusto (y ahora sí, haciendo valer el origen de la palabra) más notable.

Detalles de la arquería del claustro sugieren que quien levantó la edificación, tenía una particular y bien educada mano proyectual, y que aquellos que asistieron como albañiles en el proceso, el conocimiento arraigado por centenas de años, para moldear y conformar la piedra en plástica estructural capaz de soportar el tiempo y movimiento de la tierra, sin desatender la escala y la proporción de su arquitectura. Vale destacar justamente, la escala misma del claustro, ya que el convento es una edificación de dos niveles, sin embargo, solo el claustro bajo presenta arquería, mientras que el alto remete su fachada, dejando un deambulatorio externo a manera de terrazas. Este juego volumétrico, da la sensación de una edificación más cercana a una vivienda particular, que a un edificio de habitación colectiva e institucionalizada. Tomando en cuenta que la orden son los dominicos, y que su arquitectura al menos en lo que fuera la Nueva España no se caracteriza normalmente por la humildad, llama notablemente la atención la expresión narrada.

Un segundo patio de menores dimensiones, recuerda más a una casa solariega extremeña, que, a un convento de frailes, y el pequeño huerto trabajado en ella, termina de acentuar está muy personal sensación.

Salimos del convento al atrio, para deslizarnos hacia el pueblo por otra de las puertas atriales, la oriente, donde una bella calzada refuerza su perspectiva con la tan necesaria sombra en nuestras latitudes tropicales que provee el follaje formando una verde galería. Las casas que rodean al conjunto conventual, vuelven a ejercer esta bella tensión entre la memoria reflejada en los muros de adobe que se erosionan hacia el olvido, los tejados de una sola agua, otra intrigante calzada arbolada que culmina en una reja, o los grandes ventanales con cierros de herrería, y las adecuaciones que las nuevas generaciones van haciendo para sentirse parte de un mundo contemporáneo que no se detiene. La estructura urbana se desarticula, otros espacios no fotografiados se transforman, como la vía del tren que quiere ser un paseo peatonal, más lejos, ya no visitados, los restos arqueológicos de Hujazoo.

Las amables personas que habitan Huitzo nos despiden junto a su presidente municipal, observando cómo el enorme autobús que nos llevó hasta allí, tiene serios problemas para encontrar una forma de salir del entramado urbano, divertidas y expectantes. Nos han abierto su casa, nos han permitido aprender de ellas, nos han declarado sus anhelos, sus miedos, su esperanza. A cambio devolvemos ideas, propuestas de cómo actuar en espacios puntuales, y claro está, este escrito que les invita, queridas y queridos lectores, a conocer un patrimonio aún no momificado, en tensión inevitable, muy olvidado por la industria del turismo, y la “infraestructura” supercarretera.

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Orden y progreso. Conversación con Laureana Toledo https://arquine.com/orden-y-progreso-conversacion-con-laureana-toledo/ Fri, 11 Nov 2022 04:07:46 +0000 https://arquine.com/?p=71694 La pieza Orden y progreso, de Laureana Toledo, elabora algunas aproximaciones al paisaje y a cómo éste se fractura ante la aparición de vías de transporte cuyas consecuencias ecológicas y sociales pueden durar más de 100 años.

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¿Qué implicaciones territoriales tienen las infraestructuras? ¿Cuáles son los discursos que las fundamentan y cómo se traducen en las representaciones del paisaje? La pieza Orden y progreso, de Laureana Toledo, elabora algunas aproximaciones al paisaje y a cómo éste se fractura ante la aparición de vías de transporte cuyas consecuencias ecológicas y sociales pueden durar más de 100 años. Tomando como punto de partida la instalación de un ferrocarril cuya construcción inició a inicios del Porfiriato, Toledo registra la imagen de un territorio mermado por intereses corporativos y políticos. Del ferrocarril como un símbolo de la tecnificación nacional, pasamos a ver cómo los restos de aquella infraestructura opera para transportar a migrantes centroamericanos. De la pintura mexicana de principios del siglo XX, el cual retrató al istmo como “un antiguo paraíso primitivista”, vemos actualmente un paraje “habitado por zopilotes y basureros; ya no el lugar de un retorno al origen sino el lugar de paso de los flujos migratorios y económicos del sur” (Cuauhtémoc Medina, 2016).

Orden y progreso ha adaptado sus formatos expositivos según las instituciones que la albergan. Se montó por primera vez en Miami, donde Laureana Toledo se da cuenta que es necesario que el público cuente con la música en vivo que acompaña a la muestra, en vez de que se reproduzca mediante una grabación. En el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, se organiza a la manera de pequeños conciertos de 15 minutos en los que los espectadores debían permanecer. Posteriormente, Orden y progreso fue presentada en Cornwall. Esa ocasión, “los ingleses asistieron desde su lado colonial”, menciona la artista desde su estudio en Oaxaca. Actualmente, se encuentra en el Centro de las Artes de San Agustín, bajo la estrategia de presentarla totalmente a través de las fotografías que han documentado los viajes de Toledo por el istmo. “Con el video permanecen en el espectador algunas impresiones, pero a la fotografía es más difícil eludirla. Es otra clase de edición del mismo material. Cada versión es muy distinta entre sí. Creo que en Oaxaca tiene la cualidad de que vemos el material fuera del negativo o del disco duro, además de que el proyecto se llevó al lugar donde ocurre. La intención es llevar el proyecto a la ruta de Tehuantepec, Ixtepec, Matías Romero, Acayucan, etc. La idea es abrir la discusión a la gente que está experimentando una situación que empezó hace cien años y que no ha terminado”. 

Para el Istmo de Tehuantepec, la construcción del ferrocarril significó una modificación de la ecología y el paisaje. Sin embargo, la aproximación de Toledo a este territorio no fue a través de su documentación sino de su organización. “Estaba tratando de hacer cosas con archivo”, recuerda. “Me fui al archivo de Whitman Pearson, que está en Inglaterra, en el Museo de las Ciencias. Cuando empecé a pensar qué podía pasar con esto, partiendo de fotos de las vías del tren, de los muelles y de los puertos en Oaxaca, decidí ir a ver cuánto de eso persistía. El trabajo empezó a tomar forma en 2013. En ese momento, el tren estaba abandonado: sólo servía para los migrantes y para transportar mercancías. Se habían dado intentos de hacer algo, de renovar esta infraestructura. Yo llegué en un momento en el que la región estaba a punto de dar este paso en el que estamos ahora. Lo que pensé que sería un viaje de entrada por salida, terminó mostrándome una realidad pavorosa. Por esto, el proyecto empezó a crecer. Me di cuenta que no se trataría del tren sino del progreso. La ruta era sólo el pretexto para encontrar un camino. También noté los molinos eólicos, que representaban de nuevo un gesto en el que llegaba alguien de fuera, coludido con los de adentro, para extraer toda la riqueza. Era la misma historia cien años después, vendida también bajo las mismas perspectivas: la energía limpia también es progreso. Pero sigue uno sin ver ni siquiera un descuento en el recibo de luz”

La lectura sobre el pasado y el futuro impresos sobre una región fue lo que dirigió las decisiones fotográficas. Para representar esas temporalidades, Toledo usó una cámara de plástico “para confundir qué sucedió entonces y qué sucede ahora”. Y si las infraestructuras porfiristas significaron desplazamientos de población mayoritariamente indígena, el extractivismo pareciera ser el paso lógico para continuar la destrucción de un territorio. “También existen las violencias corporativas que fragmentan el territorio porque quieren su riqueza. Sobre todo, en lugares donde la gente no tiene muchas opciones: la tierra, el mar y el aire están jodidos, ¿qué más se puede hacer?, ¿irte a Estados Unidos o quedarte para rentar tu tierra a una compañía eólica? A pesar de que esto se ha descrito como algo ecológico, trae detrás una ruptura de todo el tejido social”.

Para Toledo, el tren forma parte de un contexto mucho más amplio y complejo. “El asunto nunca fue el tren. El asunto es abrir la tierra, cruzar los mares. Todos los conflictos que hubo en el siglo XX en Panamá, Nicaragua y el Istmo de Teheuantepec es a consecuencia de esta avaricia. Por eso también muestro un mapamundi donde se trazan las rutas marítimas que están encorsetando a América: que la están exprimiendo, algo similar que les sucedía a las mujeres de aquella época. Lo que está ahí no es una eólica (que, además, sus molinos son muy bonitos), no es el tren que también tiene su encanto: es la voracidad.  Vienen las eólicas, pero también vienen los puertos, junto a las mineras y el agua”. La artista menciona que, para ella, la tecnología es contextual: “Cuando creen que uno se opone a las eólicas, están pensando en las eólicas en Suecia. Estas cosas son muy bien intencionadas y está bien que se dé el paso, pero en un lugar como México puede provocar lo mismo que en el Istmo de Tehuantepec. Es muy fácil que todo se salga de control. Tampoco se está en contra de que haya empleo en la región, pero esto es a costa de venta de tierra, de matanzas de aquellos que no quieren que esos proyectos pasen”.

Para formar este proyecto, Toledo investigó sobre el colonialismo. Ente sus lecturas se encontraron Mike Davis y a T.J. Demos, además de bastante poesía. De hecho, de este proyecto se desprenderá un libro titulado La tierra baldía. “Creo que el mundo no se va a acabar con una bomba atómica en Nueva York, como en las películas, sino que todo será después de una descomposición paulatina”. Pero también surgen algunos contrastes entre la representación paisajística de Toledo y la de una tradición de la plástica mexicana que capturó al istmo como un centro fértil para las misiones civilizadoras de la modernidad. Las pinturas de Miguel Covarrubias o la mitología tehuana de Frida Kahlo son algunos ejemplos de cómo se imaginó a Oaxaca. “Creo que es una imagen sobreexplotada el ideal del istmo: la tehuana, la mujer fuerte, Edward Weston, Tina Modotti. Mucho tiempo después todavía se sigue jugando a eso. Hay un punto en el que Porfirio Díaz mató a la mitad de los indios y la otra mitad la inventó. Yo he tomado fotos de esas mujeres, de las velas, del altar. Pero había algo que se tenía que ver de frente. Ver de frente impide la romantización del lugar. Me pareció que no hay tantas personas que estén planteando esto. Los fotógrafos que siguen fotografiando a Oaxaca siguen fotografiando lo mismo (ahora los muxes son los que están de moda). Me parece una riqueza increíble. Pero, ¿por qué nadie está hablando de los estragos del Istmo? Los gringos van a beber con los muxes pero nadie habla del tren La Bestia que traslada a tantos migrantes”.

Incluso, Orden y progreso ha construido, para Toledo, una ética de la representación del paisaje. “Uno decide qué cosa edita y qué cosa no edita. Para mí fue claro que debía quedar fuera el paisaje que hemos visto hasta el cansancio y, en lo posible, no mostrar fotos del tren. Planteo que vas en el tren, no que miras el tren, aunque La Bestia es ineludible. Pero el tren es igual de romántico: tienen una fuerza animal, tienen la fuerza del progreso. Pero ya es un progreso viejo, cansado, rechina.”

Orden y progreso puede visitarte en el Centro de las Artes de San Agustín hasta el 13 de noviembre.

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Agenda de la semana https://arquine.com/agenda-de-la-semana-107/ Fri, 28 Oct 2022 15:50:27 +0000 https://arquine.com/?p=71031 Exposiciones | Centro de las Artes de San Agustín – Oaxaca Orden y Progreso de Laureana Toledo es una investigación artística que aborda críticamente las problemáticas que embargan hoy al Istmo de Tehuantepec y que han provocado desplazamientos humanos, militarizaciones, migraciones forzadas, daños medioambientales y violencia empresarial, pero también férreas resistencias de los pueblos originarios […]

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Exposiciones | Centro de las Artes de San Agustín – Oaxaca

Orden y Progreso de Laureana Toledo es una investigación artística que aborda críticamente las problemáticas que embargan hoy al Istmo de Tehuantepec y que han provocado desplazamientos humanos, militarizaciones, migraciones forzadas, daños medioambientales y violencia empresarial, pero también férreas resistencias de los pueblos originarios del Istmo a la violenta apropiación de bienes naturales comunes que las industrias multinacionales y los proyectos estatales de infraestructura energética han causado.
¿QUÉ HACER? en la casa es una exposición de Alfredo Jaar donde podrás ver imágenes que documentan las estaciones semiabandonadas de la antigua ruta del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, así como parte de la costa oaxaqueña en el pacífico mexicano y su estado actual. Jaar toma como punto de partida The Marx Lounge (2010), proyecto que el artista creó para la Bienal de Liverpool en 2010. En el texto que acompaña la muestra se lee “esta nueva pieza gira en torno a la pregunta de “¿qué hay que hacer?, tanto como ¿qué vas a hacer tú?, el espectador y, con suerte, el participante, al respecto” y presenta alrededor de dos mil libros proporcionados por distintas editoriales e instituciones.
Programación: 

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Exposición Bruselas, Basilea, Barcelona: Espacios de vida compartida | Centro Cultural El Rule

Cities Connection Project (CCP) establece una red de conexiones culturales entre metrópolis europeas con el objetivo de presentar de forma recíproca obras que reflejen la mejor arquitectura de vanguardia de cada lugar, destacando las realizaciones de arquitectos menores de 50 años construidas durante los últimos años. Cada “conexión” implica exposiciones colectivas en cada una de las ciudades participantes, acompañadas de una serie de debates, conferencias, visitas guiadas e intercambio de conocimiento. Y se articula en torno a un nuevo tema, relacionado con las características específicas de las ciudades seleccionadas, con la clara voluntad de generar sinergias entre instituciones públicas, universidades, entidades culturales y, sobre todo, los estudios de arquitectura participantes.

“Espacios de vida compartida” es el tema elegido para esta edición de CCP_06, que conecta Bruselas-Valonia, Basilea y Barcelona. Compartir espacios y actividades, así como la diversidad de programas, son los puntos comunes de los 60 proyectos de arquitectura seleccionados en esta muestra, donde lo verdaderamente importante son los diferentes enfoques y procesos ensayados y comparados por arquitectos y administraciones públicas de diferentes territorios mientras trabajan en contextos muy heterogéneos.

Fecha: Hasta el 6 de noviembre de 2022

Ubicación:

 

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Interior continuo de TodoEverything https://arquine.com/obra/interior-continuo-de-todoeverything/ Sat, 08 Oct 2022 06:00:31 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=69868 TodoEverything Estudio es un proyecto ubicado en la ciudad de Oaxaca, su práctica se mueve entre el diseño de mobiliario, arquitectura, branding y una admiración por las prácticas creativas como la moda y el arte minimalista. Su proyecto Airbnb Emilio Carranza conceptualiza un interior continuo, un espacio para dormir, trabajar, estudiar o disfrutar.

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“Las cosas son distintas, por ello es nuestro deber pensar detenidamente en lo que estamos haciendo,
necesitamos un modo de vida más activa y directa en la realidad. Los espacios ya no se asignan de antemano,
sino que son como contenedores neutros que pueden servir como oficina o departamento según se necesite,
cada espacio se utiliza indistintamente por el trabajo, el ocio o la vida.”

TodoEverything Estudio es un proyecto ubicado en la ciudad de Oaxaca, su práctica se mueve entre el diseño de mobiliario, arquitectura, branding y una admiración por las prácticas creativas como la moda y el arte minimalista. En su proyecto Airbnb Emilio Carranza conceptualizaron un interior continuo, un espacio para dormir, trabajar, estudiar o disfrutar se superponen desapareciendo toda jerarquía de uso, un monoespacio disponible para actividades indeterminadas. 

 Los espacios ya no se asignan de antemano, sino que son como contenedores neutros que pueden servir como oficina o departamento según se necesite, cada espacio se utiliza  indistintamente para el trabajo, el ocio o la vida.

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La Casa del Sapo https://arquine.com/obra/la-casa-del-sapo/ Fri, 10 Sep 2021 06:00:32 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/la-casa-del-sapo/ La Casa del Sapo surgió para satisfacer un programa de necesidades a través de una postura arquitectónica que piensa en el contexto y en la comunidad. Es un proyecto que se fue enriqueciéndose años antes de tan siquiera pensar en construirlo, un proyecto que llegó a través de señales e intuiciones, y que poco a poco abrió puertas y creó puentes entre personas que debían estar unidas.

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Dos años, dos meses y dos días fue el tiempo que vivió el escritor Henry David Thoreau en una cabaña que él mismo construyó en Walden Pond, Massachusetts. En un espacio de 3 m x 4.5 m a la orilla del lago, se desenvuelve como un individuo apartado de la sociedad en busca de la inspiración, de lo natural y del origen. Su estadía en la cabaña le permite valorar el respeto por la vida, una experiencia que lo lleva a renovarse como humano. El sapo es diferente cuando entra y cuando sale del estanque…

La Casa del Sapo surgió para satisfacer un programa de necesidades a través de una postura arquitectónica que piensa en el contexto y en la comunidad. Es un proyecto que se fue enriqueciéndose años antes de tan siquiera pensar en construirlo, un proyecto que llegó a través de señales e intuiciones, y que poco a poco abrió puertas y creó puentes entre personas que debían estar unidas.

La casa fue determinada por el lugar, donde se plantearon dos volúmenes. Uno recibe el amanecer y desde el otro se percibe cómo se oculta el sol. El espacio intermedio entre ambos muestra el mar, la belleza de la costa Oaxaqueña, creando un espacio flexible para el habitante.

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La Extraviada https://arquine.com/obra/la-extraviada/ Thu, 25 Mar 2021 09:00:21 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/la-extraviada/ Es un proyecto que no lucha contra la naturaleza de su contexto y el desgaste que ocasiona la proximidad al mar, la sal, el sol y la humedad, sino que lo usa a su favor convirtiéndolo en parte esencial del diseño.

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“La Extraviada es un pez que se convirtió en un sueño que se convirtió en un proyecto que se convirtió en una casa que mira al mar.”

Mirando al Océano Pacífico, La Extraviada está construida en la ladera del cerro frente a la tranquila y majestuosa playa Mermejita, totalmente rodeada por la naturaleza.

La Extraviada es una casa pensada para vacacionar en Mazunte, Oaxaca, donde siempre hace calor. Bajo esta premisa, la vivienda se diseñó pensando en las vistas hacia el mar y buscando el paso del aire con ventilaciones cruzadas que dan frescura a los espacios.

Es un proyecto que no lucha contra la naturaleza de su contexto y el desgaste que ocasiona la proximidad al mar, la sal, el sol y la humedad, sino que lo usa a su favor convirtiéndolo en parte esencial del diseño. La casa busca mimetizarse con el cerro adaptándose a su topografía, donde los espacios se van descubriendo conforme se baja o se sube la montaña. La volumetría del proyecto surge a partir de la superposición de volúmenes pétreos, que contienen grandes ventanales de madera, y que se proyectan uno sobre otro, adaptándose a la pendiente del terreno, generando terrazas y volados que dan sombra y que acompañan las corrientes del viento, creando una imagen de piedras en equilibrio en la ladera del cerro.

El acceso es por la parte alta del terreno, donde se ubica el estacionamiento y la entrada principal. Para acceder a la vivienda, se bajan unas escaleras contenidas entre muros que desembocan en un patio vestíbulo de piedra. El área social se conforma por un pabellón de estructura de madera y cubierta de teja de barro que se abre hacia la terraza y alberca que acompañan la vista hacia el mar, y se complementa con el patio de piedra que contiene el espacio y permite el flujo del aire. En este pabellón se encuentran la sala, el comedor y la cocina, dentro de grandes puertas de persianas corre plegadizas de madera que se abren y cierran conforme lo pide el sol, la lluvia y el viento.

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La casa cuenta con cuatro habitaciones, dos integradas al bloque principal y dos que pueden funcionar como estudios independientes, ya que cuentan con un acceso propio desde la parte baja del terreno y tienen cocinetas y pozas de agua fresca privadas para cada una. La mayoría de los materiales utilizados en la construcción proceden de la región, como la madera de macuil en la carpintería y de guapinol en la estructura, y la piedra de canteras cercanas en patios y escaleras. La cubierta del pabellón principal es de teja plana de barro. Todos los muros del proyecto tienen un acabado en cemento pulido mezclado con pigmentos de color café, buscando, al igual que con la teja, mimetizar los volúmenes con la gama de tonos del entorno, buscando que la pátina del tiempo sea una parte integral en la imagen del proyecto donde la intemperización va dotando de carácter a los volúmenes.

El concreto aparente, presente en todo el proyecto, permite que las formas que lo integran surjan en medio una pendiente tan pronunciada, siendo además un lienzo ideal para ser transformado en su apariencia con el paso de la naturaleza y el tiempo.

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Clay Pavilion | Alvaro Siza Viera en Casa Wabi https://arquine.com/obra/clay-pavilion-alvaro-siza-viera-en-casa-wabi/ Thu, 18 Mar 2021 08:00:09 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/clay-pavilion-alvaro-siza-viera-en-casa-wabi/ El proyecto se centra en una Palapa principal (edificio con techo de palma), donde se enseña el modelado del material, y se exhiben las piezas resultantes de los talleres, también cuenta con depósito, edificio sanitario y horno.

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Parte de la misión de la fundación Casa Wabi, es incentivar, generar conocimiento y nuevas habilidades en los niños de la región.

El personal de Casa Wabi identificó que enseñar la técnica y el proceso de manejo de la arcilla sería una herramienta muy positiva para la comunidad, ya que esta es una técnica que se ha enseñado durante generaciones. Gracias a esta iniciativa, Casa Wabi invitó al Arquitecto Álvaro Siza a diseñar un pabellón para enseñar el manejo de este material.

El proyecto se centra en una Palapa principal (edificio con techo de palma), donde se enseña el modelado del material, y se exhiben las piezas resultantes de los talleres, también cuenta con depósito, edificio sanitario y horno. Todo el programa está contenido dentro de una pared de ladrillos en forma de semicírculo que encierra un patio para el horno de barro. La palapa principal tiene 7 m de altura, incluyendo una mesa de hormigón aparente de 6×2 m, ideal para trabajos manuales. La pared de ladrillos curvos tiene ocho metros de diámetro, y junto con otra pared en forma de L se crean dos salas para guardar utensilios de cerámica y arcilla.

La construcción se realizó con ladrillos rojos recocidos, estos ladrillos cuentan con medidas especiales, para poder cumplir con su obra estructural. Una “palapa” cubre el espacio y su forma se asemeja a la de las estructuras medievales de madera en Europa.

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Casa Fe María | Mauricio Rocha con Chloë Morichau-Beauchant / PASSUSatelier https://arquine.com/obra/casa-fe-maria-mauricio-rocha-con-chloe-morichau-beauchant-passusatelier/ Wed, 02 Sep 2020 01:11:33 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=69481 El proyecto está ubicado en el eje principal del Panteón General de Oaxaca. En su interior, se descubre un pabellón de madera laminada de poplar, de un solo nivel, levantado del suelo sobre una plataforma de concreto aparente.

El cargo Casa Fe María | Mauricio Rocha con Chloë Morichau-Beauchant / PASSUSatelier apareció primero en Arquine.

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El proyecto está ubicado en el eje principal del Panteón General de Oaxaca. En su interior, se descubre un pabellón de madera laminada de poplar, de un solo nivel, levantado del suelo sobre una plataforma de concreto aparente. Se accede con calma, gracias a una rampa que se despliega del mismo cuerpo. Casa Fe María se rodea. La caminas por dentro o por fuera o, simplemente, nos ofrece quedarnos sentados en ella y extender nuestra mirada hasta sus cuatro muros de colindancia aplanados con cal oxidada. Aquí, no existe fachada trasera. Todo el terreno es casa.

Los sistemas de ventanas de celosía plegables y puertas corredizas permiten controlar la luz natural a voluntad y convierten la casa en una caja de obturación. Su vibración se refleja en la superficie de un canal de nado levantado de concreto negro oxidado que acompaña la casa a la altura de la entrada a lo largo de 17 metros.

La casa de madera ofrece un espacio sala-comedor con cocina abierta, una recámara con baño privado, un estudio, un baño de visita y áreas exteriores techadas. Un cuerpo arquitectónico de servicio se construyó aislado del pabellón, con acceso directo a la calle.

 

El cargo Casa Fe María | Mauricio Rocha con Chloë Morichau-Beauchant / PASSUSatelier apareció primero en Arquine.

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Monte Uzulu | LU’UM https://arquine.com/obra/monte-uzulu-luum/ Sat, 01 Aug 2020 02:50:55 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/monte-uzulu-luum/ Enclavado entre la exuberante vegetación tropical y la refrescante brisa del Pacífico oaxaqueño, Monte Uzulu se asoma entre la sombra de huizaches y tachicones, en la pequeña población pesquera de San Agustinillo.

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Enclavado entre la exuberante vegetación tropical y la refrescante brisa del Pacífico oaxaqueño, Monte Uzulu se asoma entre la sombra de huizaches y tachicones, en la pequeña población pesquera de San Agustinillo. El hotel boutique emerge abrazado por la flora de esta comunidad que preserva el equilibrio que sus pobladores originarios han honrado desde tiempos remotos, reconociendo su eterno vínculo con las bondades de la tierra.

El nombre de Monte Uzulu –proveniente del vocablo zapoteca “gusulú” que significa “el comienzo”– evoca el origen de la vida y la primera conexión entre el ser humano y la naturaleza. Su concepto enaltece la experiencia de ser conscientes, contemplando y entendiendo la belleza de un entorno en armonía.

La conceptualización y desarrollo del proyecto cristaliza una experiencia de confort sustentable y de bajo impacto ambiental. Adaptándose a las condiciones del terreno, la distribución de los espacios respeta armónicamente los matices terracotas de las laderas, la vegetación y otros elementos existentes. Inspirados en la idea de concebir espacios que transmitan paz y tranquilidad, el interiorismo invita a restablecer una conexión con lo elemental. Las once suites, de estética minimalista y bohemia, revaloran los materiales naturales y las técnicas artesanales. El diseño aprovecha la orientación frente al mar para regalar panorámicas oníricas, que se disfrutan en sus terrazas bañadas por el sol y un benevolente clima, presente todo el año.

Los detalles conforman un homenaje a los oficios manuales de México, entre los que se encuentran las lámparas de paja y la cestería de Michoacán, el mobiliario en madera tallado por ebanistas oaxaqueños, los textiles de algodón de Teotitlán del Valle y los acabados de cal y barro en los muros.

El respeto por la vida silvestre es un compromiso contundente y tangible. La utilización de materiales endémicos en la edificación, así como la disposición de avanzados sistemas de captación pluvial y tratamiento de aguas, garantizan la completa sustentabilidad de los servicios. Además, los visitantes pueden adentrarse en la comunidad mediante actividades complementarias que les permitirán conocer las fincas cafetaleras, realizar caminatas por la sierra o descubrir la laguna bioluminiscente de Manialtepec.


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Villas Escondida | Francisco Pardo https://arquine.com/obra/villas-escondida-francisco-pardo/ Wed, 08 Jul 2020 12:00:32 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/villas-escondida-francisco-pardo/ Las Villas Escondida están ubicadas a 50 metros del Océano Pacífico, en un acantilado con vista a la bahía de Puerto Escondido. En lugar de invadir el paisaje, pretende integrarse en el sitio cubierto de vegetación, enfatizando la conexión de la arquitectura con su entorno natural.

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Las Villas Escondida están ubicadas a 50 metros del Océano Pacífico, en un acantilado con vista a la bahía de Puerto Escondido (Puerto Oculto), en México. Reconocida por sus playas salvajes e interminables, la zona es una de las atracciones turísticas más veneradas de la costa oaxaqueña.

El proyecto se encuentra enclavado en la vegetación y respeta el medio ambiente. Se establece un patrón replicable de diseño, que permite vistas de 180 ° y mucha luz natural y ventilación en cada unidad, gracias a un diseño complejo y alterno que ofrece a los residentes una experiencia única.

El complejo consta de 16 residencias de 150 metros cuadrados más la terraza. A pesar de la alta densidad en el sitio, los apartamentos, incrustados en la ladera, se sienten más como villas que como apartamentos.

Cada unidad consta de dos o tres dormitorios, una sala de estar y comedor de planta abierta y una terraza privada, que enmarca el paisaje idílico y el horizonte del mar, al tiempo que garantiza la máxima privacidad a través de las extensas plantas estratégicamente ubicadas alrededor de sus perímetros.

Cada apartamento tiene una pequeña piscina privada y tres tipos de áreas comunes en los tejados superiores: hacia el este (el más alto), un bar y un área de descanso; en el centro, la piscina principal con terraza; y al oeste, una piscina más pequeña para niños.

Se accede a los apartamentos a través de un sistema de senderos naturales y dos jardines que reproducen la pendiente natural del terreno y se extienden hasta el mar. La brisa del mar, en sinergia con la sombra proporcionada por los techos en voladizo y la ventilación cruzada generada por la terraza y las paredes laterales, ofrece opciones de enfriamiento pasivo.

En el interior, las unidades ofrecen un lugar cómodo para relajarse y refugiarse del sol. La madera en tonos naturales envuelve los interiores hechos a medida, agregando calidez visual y reforzando la conexión con el contexto natural.

Las Villas Escondida están completamente construidas con una estructura simple de hormigón armado, paredes de bloques, cemento, arena y losas acanaladas. Este sistema ha permitido una construcción flexible y una estructura sólida, resistente a los terremotos característicos que afectan el área. Los principales detalles de acabado de las fachadas externas y los interiores están hechos con Chukun, aplanado con cemento de arena fina y la sugerente madera local “Macuil”.

En lugar de invadir el paisaje, este proyecto que se inclina hacia la playa para atrapar la brisa del océano, pretende integrarse en el sitio cubierto de vegetación, enfatizando la conexión de la arquitectura con su entorno natural.

 

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