El cargo Norman Foster, Rafael Moneo, Nieto Sobejano, Snøhetta, BIG y SANAA, finalistas para la reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao apareció primero en Arquine.
]]>Se anunciaron los seis finalistas para el diseño de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao.
El jurado encargado ha hecho pública la selección entre los 57 aspirantes, los finalistas son : los ganadores del Premio Pritzker Norman Foster, Rafael Moneo, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (SANAA), los madrileños Nieto Sobejano, Bjarke Ingels Group y el estudio noruego Snøhetta.
El Bellas Artes quiere aprovechar las ventajas de estar situado a apenas 250 metros del otro museo que ha propiciado la transformación urbanística de Bilbao, el Guggenheim. Al nuevo edificio auxiliar, situado fuera del actual emplazamiento, se trasladaría el depósito de obras de arte, el archivo, la biblioteca y un nuevo Centro de Estudios y de Documentación de Arte Vasco, denominado Arteder. La idea ganadora será proclamada entre el 22 y 29 de julio
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]]>El cargo Museo de la Ciencia de Guangzhou apareció primero en Arquine.
]]>El jurado del concurso internacional para el diseño del nuevo Museo de la Ciencia de Guangzhou ha otorgado el Primer Premio al proyecto presentado por Nieto Sobejano Arquitectos (Madrid y Berlín). El futuro museo estará situado en la ribera meridional del Río de la Perla, cercano a la Torre de Cantón, junto al Parque Lignan. Junto a la propuesta del estudio español se desarrollará el Museo de Guangzhou, de gmp Architects von Gerkan, Marg and Partners. Ambos proyectos forman parte de un nuevo complejo cultural, “Three Museums – One Square”, que, junto a la Galería de Arte proyectada por Thomas Herzog Architekten, tienen por objetivo transformar el nuevo centro urbano de la tercera ciudad más importante de China en un nuevo epicentro cultural, con un ambicioso programa para la divulgación de la ciencia y una inusual concepción espacial, que propone un diálogo entre la memoria y la tradición histórica del lugar y una avanzada concepción tecnológica y museográfica.
Foto © 2015 Nieto Sobejano Arquitectos | Guangzhou Science Museum. Vista exterior.
Foto © 2015 Nieto Sobejano Arquitectos | Guangzhou Science Museum. Vista exterior
Meses atrás, el Ayuntamiento de Guangzhou, organizador dos concursos en los que se decidirían ambas propuestas. Los equipos participantes en el Museo de la Ciencia de Guangzhou fueron Atelier FCJZ en conlaboración con Shenzhen A+E Design; Architecture Design and Research Institute of South China University of Technology; MAD Architects; MLA+ B.V. en conjunto con NorthernLight; Nieto Sobejano Arquitectos; Henn GmbH con el Guangzhou Design Institute; Steven Holl Architects; y China Architecture Design & Research Group en colaboración con Nicholas Grimshaw y Buro Happold. Por otra parte, en el concurso del Museo de Guangzhou participaron Bernard Tschumi Architects; Lacaton & Vassal Architects; Miralles Tagliabue EMBT con CITIC arch Design, el Beijing Institute of Architectural Design junto a Bjarke Ingels Group; gmp Architects von Gerkan, Marg and Partners; Guangzhou Hanhua Architects + Engineers; TFP Farrells y Wilcoter (Shanghai) Architecture and Planning Design.
La propuesta ganadora de Nieto Sobejano está basada en una agrupación de nueve volúmenes concebidos como una secuencia flexible de grandes “vasos cerámicos”. El programa funcional, con un área total de 80.000 m2, incluye diversas salas de exposición permanente y temporal, teatros, auditorios y una cubierta-jardín con vistas hacia la ciudad y el Parque Lignan. El concepto arquitectónico, surgido de un simple proceso aditivo, admite múltiples variaciones de un número limitado de elementos que generan un complejo espacio a partir de un sencillo sistema combinatorio.
Foto © 2015 Nieto Sobejano Arquitectos | Guangzhou Science Museum. Vista interior
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]]>El cargo Dos libros ‘estrellados’ en mi mesa apareció primero en Arquine.
]]>Uno es Nieto Sobejano, editado por Hatje Cantz en inglés, de 28 x 28 cm. y 260 páginas. El otro es FR-EE, Fernando Romero EnterprisE, editado por editorial Mapas en español, de 27 x 21 cm. y 394 páginas. Los dos a todo color.
En el de Romero queda claro que el tamaño de los proyectos si importa y hace suya la fascinación de su mentor Rem Koolhaas por lobigness (con quien sale fotografiado). Su obra está orientada hacia las tallas grandes hasta el punto de proyectar FR-EE City que hace pensar en Freetown, o Monrovia, capital de Liberia, aunque el autor cita como referentes Brasilia de Niemeyer y Chandigarh de Le Corbusier.
Su estimulante visión de la profesión y del futuro inmediato, no deja de sorprender cuando afirma que se distancia de la tendencia dominante mexicana, “al tratar de hacer una arquitectura que no sea exclusivamente comercial”, a la vez que defiende la estructura dual de su despacho con sede en la ciudad de México y en Nueva York, enfocado respectivamente a dar respuestas eficaces al mercado y a la investigación. Tan amplios horizontes supuran cierta urgencia y frivolidad de una agenda que trata de satisfacer todos los frentes.
Las colecciones de maquetas de posibles opciones de proyectos -siguiendo el modelo de los arquitectos holandeses, donde la solución parecer ser un proceso de eliminación- se convierten en formas decorativas al servicio de un deplorable diseño gráfico. Paradójicamente, su serie de ovnis aterrizaron en México, Croacia y Portugal, pero no en Ordos, que fue el gran laboratorio de ideas de los “otros” arquitectos de su generación en los últimos años. Una serie de edificios circulares, como platos parados, se ubican hipotéticamente en Florida, Armenia o Texas, y culminan con la Hexacity en China. A su vez, la frustrada torre del Bicentenario de O.M.A. da pie a una serie de torres piramidales en México, Chile o Nueva York, invadidas por una naturaleza más viral que ecológica, destacando en cambio, un esbelto y elegante cilindro de 55 pisos que, de llevarse a cabo, remataría el paseo de la Reforma. Entre las obras se entrecruzan edificios corrientes como la torre Jumex, frente al Museo Soumaya, que ha sido avalado por todos los líderes globales –Shakira incluida- aún cuando no es más que una ocurrencia formal sin aterrizar. Queda claro que a Fernando Romero igual que a Salvador Dalí, autor de la mayoría de las delirantes esculturas que inundan la última planta del museo, lo que le importa es “que hablen, aunque hablen bien”.
Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano también pueden presumir que su mentor Rafael Moneo, posee el preciado Pritzker, aunque no lo hacen. También tienen una estructura bicéfala entre Madrid y Berlín, donde Sobejano es catedrático.
Para ellos la arquitectura se alimenta de imágenes atrapadas en la memoria. De ahí que aparezcan geometrías de corte musulmán en el Museo de Arte Contemporáneo de Córdoba, a pocos metros del inconcluso Centro de Convenciones de Rem Koolhaas, en estado de ruina. O composiciones de edificios inspiradas en las piezas de ajedrez, en Munich; conos hincados entre los patios de la Kunsthaus de Graz; cilindros oxidados que emergen en Lugo; y el delicado Museo de sitio excavado en la zona arqueológica de Medinat al-Zahra, Córdoba, que les mereció el premio Aga Kahn. Siguen formas caprichosamente orgánicas en un mercado temporal madrileño, hasta el icónico centro de Congresos de Zaragoza, resultado extruído de una cordillera en sección. Exquisitas intervenciones museísticas en Canarias, Valladolid o San Sebastián, donde toda la riqueza de espacio, luz y materia de la modernidad dialoga con castillos, templos y murallas. El material y la forma no son arbitrarios si bien no renuncian al ornamento que rasga y perfora concretos y aceros. Todo está construido y el lirismo de sus ideas no se ve frustrado por torpeza alguna en su construcción.
Cerrando los libros me pregunto por qué unos son confiables y emocionan, mientras que el otro causa recelo. La cantidad abrumadora de objetos icónicos del talentoso arquitecto mexicano remite a una producción genérica y global inducida por su tutor, mientras que la obra de Nieto y Sobejano es única en cada lugar que se posa y no requiere de bendición, quizá por que superaron con creces a su mentor. Y es que la arquitectura, sedimentada sin prisas, adquiere una densidad que la urgencia mediática no otorga.
FR-EE, Fernando Romero EnterpirsE
Nieto Sobejano
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