Resultados de búsqueda para la etiqueta [José Raymundo Nava Requesens ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Sat, 07 Jan 2023 16:31:40 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 José Raymundo Nava Requesens (1937–2023) https://arquine.com/jose-raymundo-nava-requesens-1937-2023/ Sat, 07 Jan 2023 16:31:40 +0000 https://arquine.com/?p=73887 José Nava Requesens fue parte de la primera generación de alumnos egresados del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana. Arquitecto y docente, reconocido entre otras cosas por su habilidad para el dibujo, fue director de su alma mater.

El cargo José Raymundo Nava Requesens (1937–2023) apareció primero en Arquine.

]]>
José Nava Requesens fue parte de la primera generación de alumnos egresados del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana. Como escribió su hijo, también arquitecto, “la primera generación de Arquitectura en la Ibero, partió con el sueño de un programa que pretendía tomar los principios de la Bauhaus aplicados a la realidad mexicana. No en balde el primer director, Augusto H. Álvarez, se entrevistó con Walter Gropius, ya en Harvard, para configurar el plan de estudios que correría paralelo al obligatorio de la UNAM. Así, con Augusto como guía, y una pléyade de maestros comprometidos con la modernidad, surgió un grupo formado en el uso del módulo industrial, la limpieza de la forma, la pulcritud del espacio y el rigor de la composición.” Nava, reconocido entre otras cosas como un gran dibujante, inició su carrera trabajando en el despacho de Francisco J. Serrano, junto con el hijo de éste, Francisco Serrano Cacho. Tiempo después los tres firmarían proyectos juntos, como Serrano, Serrano y Nava. Después, José Nava Requesens fundaría su propia oficina, además de desarrollar una larga carrera como docente en el Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana, del que también fue director.

Condomino de apartamentos en la calle Juan de la Barrera. Leer más aquí.

 

Conjunto habitacional para el INFONAVIT, San Francisco Metepec. Leer más aquí.

 

Edificio en Paseo de la Reforma. Leer más aquí.

 

El cargo José Raymundo Nava Requesens (1937–2023) apareció primero en Arquine.

]]>
INFONAVIT San Francisco Metepec: idea, apropiación y habitación https://arquine.com/infonavit-san-francisco-metepec-idea-apropiacion-y-habitacion/ Thu, 30 Sep 2021 14:10:55 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/infonavit-san-francisco-metepec-idea-apropiacion-y-habitacion/ Quizás la modernidad fracasó pues su utopía acabó siendo impositiva, ignorando el valor preindustrial de la producción social de vivienda que al final acaba resolviendo el déficit de este bien inalienable, sin presuponer reglas de funcionamiento inflexibles. Pero es necesario también reconocer en el ejercicio crítico, que no siempre estas utopías han terminado en desastres.

El cargo INFONAVIT San Francisco Metepec: idea, apropiación y habitación apareció primero en Arquine.

]]>

 

El denominado “Milagro económico” de México durante los dos primera décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial tiene diversos aspectos dignos de analizar, como el aprovechar la activación bélica en el conflicto mundial, por parte de los Estados Unidos de América, así como la focalización de su producción industrial hacia las armas, para potenciar nuestra propia actividad industrial y dirigirla a ofrecer los productos complementarios que requería la demanda comercial de nuestro vecino al norte. Esta capacidad de atrapar la oportunidad del momento histórico global, se mezclaba con la continuidad política que enfocaba una atención importante a la implementación de esquemas que, en su momento, se creían los adecuados para permitir el crecimiento económico de familias obreras y campesinas, con la firme intención de consolidar una incipiente clase media.

No es este espacio el adecuado para el análisis de cómo y porqué ese momento perdió inercia y terminó desastrosamente con las crisis económicas de finales de los años 70, los 80 y posteriores, pero sirva la introducción para entender el porqué, desde los años 40 hasta inicios de los 70, INFONAVIT, ISSTE, e IMMS, llegaron a producir una buena cantidad de estructuras arquitectónicas dedicadas a la vivienda de bajo costo, contando con la participación de destacados despachos del momento.

El que aquí comparto conlleva un encargo específico de mi padre. Con motivo de mi asistencia a la Reunión Nacional de ASINEA (Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana) por ahí del 2015, siendo Coordinador del programa de Arquitectura de la IBERO, que se realizaba en Metepec, Estado de México, me pidió que en los ratos libres pudiera darme una vuelta y documentar la evolución que había tenido el conjunto habitacional realizado durante su sociedad en SSN (Serrano, Serrano y Nava) a las afueras del mencionado pueblo mágico. Él ya había realizado un ejercicio similar, con el conjunto que diseñaron para la misma institución gubernamental, en Iztacalco Ciudad de México, generando una profunda reflexión autocrítica que le llevó a cambiar en parte su postura idealizada por la arquitectura moderna, el papel del arquitecto como constructor de utopías sociales, contrastada ante la realidad entre las necesidades de los habitantes y la evolución de las familias.

Así que, con ese contexto, me aventuré a visitar el sitio, registrarlo fotográficamente y compararlo con algunas de las perspectivas dibujadas por mi padre, y utilizadas como herramienta de visualización y prefiguración.

El espacio actual se aleja de la bella perspectiva aérea donde se plasmaba una población moderna que jugaba en su traza con los ejes que la vinculaban a distancia con el pueblo originario de Metepec, el cerro contiguo e importante en el paisaje, y las diagonales que conectaban por carreteras hacia la ciudad de Toluca y hacia Zinacantepec. No porque la traza haya cambiado, sino porque esa idea de la población moderna, con sus mercados, templos y viviendas incluidas que miraba a distancia a la estructura urbana antigua, hoy día ha quedado envuelta, al igual que el pueblo originario, por la conurbación con la capital del Estado.

Sin embargo, una vez identificada la traza de la unidad, y a diferencia de otras existentes a lo largo de la república, el primer punto a favor que le daría a su subsistencia es que no se lee como un gueto cerrado, sus calles se abren y se continúan con los crecimientos posteriores. También es reconocible el juego de las tres escalas: Hacia el exterior y funcionando como como una gran envolvente urbana, los edificios de tres niveles que contenían unidades para un cierto tipo de familias. Las plazas y edificios de mercado, hacia el interior, que utilizaban a manera de torreón, los tanques elevados como hitos de identificación del espacio colectivo, y los dúplex de dos niveles para la segunda tipología de familia. Y finalmente, al corazón del interior, accesibles por calles peatonales y combinando espacio con las otras tipologías, edificaciones de un solo nivel.

Desde luego, entre el ideologizado ambiente que representan las perspectivas y la realidad de las imágenes hay un salto cuántico, pero debo decir que la tipología original se ha mantenido sin grandes alteraciones, eso sí, con pinturita relativamente nueva en algunas secciones del conjunto. Lo que sí ha cambiado es la configuración programática, ya que en la apropiación natural de quien habita el sitio, los espacios pierden su destino originalmente diferenciado entre vivienda y comercio, para abrir paso a reconfiguraciones donde las familias ajustan, ponen rejas o cierran espacios donde unos lo requieren, otro no, abren puertas, asoman negocios nuevos, mezclan el uso.

Esto, desde mi punto de vista, resulta en una simbiosis afortunada que no siempre sucede y hace que la utopía pase del no lugar, el sitio que hay que construir, a la heterotopía de las sociedades y espacios que evolucionan y se transforman constantemente.

La experiencia se completa con la ruptura de prejuicios sociales. Mientras camino y registro por los diversos espacios, diferentes habitantes se acercan a mí —al inicio con no muy buena cara— para preguntar qué estoy haciendo. A fin de cuentas soy un extraño invadiendo su territorio. Pero al explicar la intención y encargo relacionados con mi visita, aparece la empatía. Me ofrecen la mano, me platican su historia donde los viejos hablan de cuando llegaron y sus herederos de que prefieren no salir de ahí, pues es su barrio. Me cuentan cuándo abrieron el taller, la costurera, el cuarto que sobraba, o no, pero que se podía abrir a la calle. Me llevan, me acompañan, se despiden de mí, y me cuidan pasando la voz.

Quizás la modernidad fracasó pues su utopía acabó siendo impositiva, ignorando el valor preindustrial de la producción social de vivienda que al final acaba resolviendo el déficit de este bien inalienable, sin presuponer reglas de funcionamiento inflexibles. Pero es necesario también reconocer en el ejercicio crítico, que no siempre estas utopías han terminado en desastres dignos de ser dinamitados, como el emblemático Pruitt Igoe, que cita Jenks para fechar el inicio de la posmodernidad.

De lo que yo puedo percibir, y aceptando mi inevitable filiación a los tres autores originales de la propuesta (J. Francisco Serrano, Francisco J. Serrano y José Raymundo Nava) es que se acertó en las tipologías formales y en sus escalas, se acertó en las rítmicas de los elementos reiterativos, como escaleras comunes, como parte de la estratificación del espacio colectivo. Se acertó en las dinámicas de vivienda, insuficientes, pero con alternativas. Se acertó también en la configuración interna de los espacios comerciales y de servicio y sus elementos de identidad. 

Al final, el acerito principal fue intentar confeccionar una población completa, y no una unidad de vivienda multifamiliar.

Hoy día, ni mi padre ni yo creemos que ese deba ser el acercamiento. La construcción del espacio habitable debe ser un ejercicio social y ecosistémico. Nuevas urgencias se suman a las injusticias de siempre. Hay que seguir la conversación, hay que seguir caminando.

El cargo INFONAVIT San Francisco Metepec: idea, apropiación y habitación apareció primero en Arquine.

]]>
México, modernidad y obsolescencia planeada https://arquine.com/mexico-modernidad-y-obsolescencia-planeada/ Wed, 05 May 2021 15:14:15 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/mexico-modernidad-y-obsolescencia-planeada/ La economía de escala, capital y global, convierte a todo lo que produce en un juego de obsolescencia planeada. Es decir, para que ésta pueda funcionar, es obligatorio que los productos tengan una característica objetiva, un tiempo de vida limitado, y eventualmente, sean desechados para que la industria pueda seguir ofreciendo nuevos productos “más actualizados” que, desde su gestación, se saben destinados a terminar como deshecho.

El cargo México, modernidad y obsolescencia planeada apareció primero en Arquine.

]]>

Navegaba hace un par de meses por la red, en esa búsqueda inacabable por seguir aprendiendo. En este caso, mi curiosidad era acicateada por un conjunto arquitectónico que, habiéndolo tenido toda mi vida consciente en gran estima, desapareció como por arte de magia durante el 2018. He de reconocer que hay un aliciente sentimental, ya que mi padre cada vez que pasábamos cerca de él, nos narraba con orgullo su participación como colaborador —que no como autor— del edificio ya haciendo equipo con su amigo Pancho Serrano.

El conjunto, constaba de dos edificios, obra de la asociación entre Francisco J. Serrano, Luis MacGregor Krieger y Fernando Pineda, terna que en la década de los 50 del siglo pasado ya había participado haciendo equipo para el edificio de la Escuela de Ingeniería e Instituto de Biología en Ciudad Universitaria. La construcción aquí narrada me parecía en lo personal un bello ejemplo de la arquitectura racionalista a lo Gordon Bunshaft, con sus matices locales relativos a la latitud cultural y al contexto citadino de la capital mexicana.

Se encontraba casi en la esquina de Rio Mississippi y Reforma, en la Ciudad de México. Recién estrenado, y celebrando que su imagen se ajustaba adecuadamente a las aspiraciones que tenía la Regencia —en aquel entonces, no había gobernador— de nuestra capital por proyectar la pantalla de un México Moderno ante la inminente celebración de los Juegos Olímpicos de 1968, el Comité organizador de dicho evento adquirió el conjunto sin dudarlo un momento. Así, se convirtió en una de las múltiples estampas que nuestra ciudad proyectó al mundo en aquella época. Su posición casi en esquina, y la ausencia de edificación en el lote colindante, hicieron que su perfil se dibujara dominando la encrucijada entre las avenidas mencionadas durante varios años.

Narraba mi padre que, ante la importancia del evento y la resonancia del conjunto, una de las perspectivas que él había dibujado, como parte de su colaboración en el mismo, había sido publicada en una revista donde el autor del artículo comparaba el dibujo con una foto de su autoría, tomada más o menos desde el mismo punto, para hablar de la honestidad entre la modelización y la ejecución arquitectónica.

Durante muchos años quedó como anécdota, pues la perspectiva original habría quedado en manos del primer propietario del inmueble, y de la revista, ni el nombre ni el autor se recordaba. Más tarde, en un gesto de cariño para con su amigo de toda la vida, Pancho Serrano le envió a mi padre, junto con un montón de originales, un folleto de aquel edificio y, finalmente, pudimos conocer una versión coloreada de la legendaria perspectiva, impresa en el documento publicitario.

Se imaginarán aquellos lectores que no se hayan aburrido aún con el relato, mi sorpresa al encontrar en Pinterest, una reproducción digital del dibujo narrado, en su original blanco y negro (misma que comparto junto con la colorada del folleto y otras más) No venía con datos, ni ficha de registro, simplemente estaba ahí, entre otras muchas.

Así que, tras pensarlo bien, decidí compartir esa, las del folleto, y algunas fotos previas a la demolición del edificio, para hablar un poco de su arquitectura.

Como platicaba al inicio del escrito, en lo personal encuentro inevitablemente el espíritu del Bunshaft joven —proyectista en jefe durante los años 50 de Skidmore, Owens & Merrill y uno de los primeros Pritzker de arquitectura— aquel que plasmara en el bello prisma montado en un basamento elevado sobre pilotís, en el Lever House Building de Nueva York. 

El Maestro Serrano y sus asociados, propusieron también un prisma bien modulado, como el de Bunshaft, que se remetía del paño de la cinta de Reforma, para dejar un umbral pergolado formando un acceso monumental, pero que tomaba escala adecuada al estar acompañado de un auditorio cuyo volumen ciego se forraba con láminas de cobre. Tras el gesto que, aun siendo monumental, matizaba la dimensión peatonal del acceso hacia Reforma, se desarrollaba el prisma de oficinas, modulado en pies y pulgadas, para ajustar al sistema con que se producían los paneles de cristal y la cancelería de aluminio que formaban la piel. La estructura esqueletal de concreto armado, liberaba al edificio en una planta baja que se abría al peatón como un gran pasaje, formado un basamento comercial que conectaba con el segundo volumen. Éste, otro prisma destinado a departamentos, más esbelto en proporción, pero más bajo de altura, se elevaba en un ritmo de bandas opacas y transparentes, para tomar la escala de una calle secundaria, como la de Río Atoyac, por la cual tenía su acceso particular. Las bandas opacas, forradas de mármol travertino, escondían el sistema de ventilación natural para los departamentos y aportaban en su voladizo la posibilidad de jardinería incluida.

Tras la culminación de los Juegos, el edificio se puso en venta y fue adquirido por la Empresa Aeronáutica que todos conocemos como Aeroméxico, y se hicieron ajustes inevitables, como la película de tono verdoso con que se forraron los cristales de la torre de oficinas, o la sustitución de las láminas de cobre por elementos de color azul, más identificable con los tonos de la empresa. Pero la realidad es que esos detalles no envilecieron en absoluto la calidad del proyecto.

Eventualmente perdió su papel como protagonista de la esquina norponiente de Reforma y Mississippi, al aparecer la construcción de la torre que alberga al Hotel Regis, ante el nuevo boom inmobiliario que sufrió Reforma al ser parte del polo de desarrollo poniente de la ciudad, generando el eje Centro-Santa Fe. Y un día, en el pasado reciente, Aeroméxico, queriendo aprovechar mejor el revaluado costo de suelo de su terreno, anunció la demolición de sus oficinas para albergar la nueva torre corporativa, de la cual aún no asoman ni sus luces y, tras la situación actual, vaya usted a saber para cuándo.

Así, la ciudad ha perdido un buen conjunto de edificios, con el riesgo de que pasen varios años antes de que otro rellene el hueco. Ya veremos.

La economía de escala, capital y global, convierte a todo lo que produce en un juego de obsolescencia planeada. Es decir, para que ésta pueda funcionar, es obligatorio que los productos tengan una característica objetiva, un tiempo de vida limitado, y eventualmente, sean desechados para que la industria pueda seguir ofreciendo nuevos productos “más actualizados” que, desde su gestación, se saben destinados a terminar como deshecho. A veces, la historia le juega una contra el sistema y, como sucedió con el Lever House en su momento, cuando estuvo a punto de ser demolida para dar paso a una edificación de mayor metraje y altura, un grupo de aguerridos protectores de la memoria salta para defender el inmueble y protegerlo. Gracias a ello, podemos seguir disfrutando y analizando el emblemático edificio de Bunshaft. No corrió con la misma suerte la protagonista de este relato, y su memoria irá perdiéndose en el tiempo “como las lágrimas en la lluvia” diría Roy Batty en Blade Runner. Nada es para siempre.

El cargo México, modernidad y obsolescencia planeada apareció primero en Arquine.

]]>
Espacios: Serrano, Serrano y Nava: Manierismo moderno en tres pasos https://arquine.com/espacios-serrano-serrano-y-nava-manierismo-moderno-en-tres-pasos/ Thu, 01 Oct 2020 17:28:32 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/espacios-serrano-serrano-y-nava-manierismo-moderno-en-tres-pasos/ La primera generación de Arquitectura en la Ibero, partió con el sueño de un programa que pretendía tomar los principios de la Bauhaus aplicados a la realidad mexicana. Así, con Augusto H. Álvarez como guía, y una pléyade de maestros comprometidos con la modernidad, surgió un grupo formado en el uso del módulo industrial, la limpieza de la forma, la pulcritud del espacio y el rigor de la composición.

El cargo Espacios: Serrano, Serrano y Nava: Manierismo moderno en tres pasos apareció primero en Arquine.

]]>
Prefiguración, Figuración y Configuración

La primera generación de Arquitectura en la Ibero, partió con el sueño de un programa que pretendía tomar los principios de la Bauhaus aplicados a la realidad mexicana. No en balde el primer director, Augusto H. Álvarez, se entrevistó con Walter Gropius, ya en Harvard, para configurar el plan de estudios que correría paralelo al obligatorio de la UNAM. Así, con Augusto como guía, y una pléyade de maestros comprometidos con la modernidad, surgió un grupo formado en el uso del módulo industrial, la limpieza de la forma, la pulcritud del espacio y el rigor de la composición.

En ese contexto, mi padre, el arquitecto José Raymundo Nava Requesens, fue acogido en el despacho del maestro Serrano, junto con su gran amigo Pancho, hijo del ingeniero y arquitecto. Tras un tiempo como colaborador, fue invitado a la sociedad que firmó una buena cantidad de proyectos como Serrano, Serrano y Nava. Proyectos de todo tipo, pasando de lo residencial hasta lo social, desde lo comercial hasta lo industrial.

El lenguaje desarrollado evidenciaba la continuidad de los ideales que los grandes maestros del Movimiento Moderno, aquellos definidos por los Mies o Le Corbusier, donde la expresión de la estructura, combinada con la transparencia y aplicación detallada de materiales, marcaban la línea de una estética espacial y constructiva. El proceso era complejo y dialogante, donde entre los muchos formatos de dibujo, se encontraban los cróquices de prefiguración, las perspectivas de figuración, y finalmente, la configuración del edificio a través de su construcción.

Dentro de ese proceso, la mano privilegiada de mi padre aportó una buena cantidad de dibujos de proceso, de los cuales comparto hoy específicamente los relacionados a un bello edificio ubicado en el número 5 de la avenida Juan de la Barrera, colonia Condesa. En su momento, la construcción fue premiada por la “Asociación de Manufactureros de Productos de Aluminio para la Construcción A.C.” en el año de 1968.

Para este edificio en particular, un croquis, una perspectiva del exterior, y otras de detalle, yo aporto fotos del antes y después, para mantener la filosofía de que las imágenes aquí mostradas, son de producción propia en cuanto a las instantáneas se refiere.

Con algo de Mies y de Bunshaft en la composición, y mucho de Paul Rudolf en la perspectiva, el volumen de este edificio de departamentos, parte de un basamento etéreo que da pie al acceso vehicular y peatonal, perfectamente diferenciado, cobijado por una marquesina de mármol blanco que determina la relación entre la escala peatonal de la calle y la acera, y la urbana donde se desarrollan propiamente los departamentos. Para la segunda escala, el volumen se parte en tres cuerpos verticales que enfatizan esa dimensión en altura, equilibrada a partir de los marcos de cristal y aluminio que componen la reiteración de entrepisos. Los dos cuerpos de los extremos, sobresalen del paño con relación al cuerpo central, que funciona como conector, tanto en la composición, como en la distribución de los espacios.

Esta época de la arquitectura mexicana, ha sido olvidada tras el desprecio que se tuvo durante el posmodernismo en los ochentas y noventas, por todo lo que oliera a moderno. Sin embargo, muchos de los edificios siguen cumpliendo una digna función hasta nuestros días, incluso si han tenido inevitables modificaciones durante su proceso de habitarse. Habría que hacer una revisión profunda.

El que hoy se comparte, manifiesta una gran dignidad en su envejecimiento, ratificando aquella frase muy prototípica de mi padre que sigue sentenciando un “no hay materiales buenos o malos, los buenos o malos son quienes hacen la arquitectura”. En su colindancia oriente, se le ha conjuntado un edificio de Enrique Norten, que acertadamente establece un diálogo con los volúmenes verticales, para después desarrollar su propuesta hacia Parque España.

El cargo Espacios: Serrano, Serrano y Nava: Manierismo moderno en tres pasos apareció primero en Arquine.

]]>