Resultados de búsqueda para la etiqueta [Infonavit ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Tue, 20 Aug 2024 17:00:13 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Inti Muñoz Santini: nuevo titular de la Secretaría de Vivienda de CDMX https://arquine.com/inti-munoz-santini-nuevo-titular-de-la-secretaria-de-vivienda-de-cdmx/ Tue, 20 Aug 2024 14:46:57 +0000 https://arquine.com/?p=92501 La jefa de gobierno electa de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció en la tarde de ayer la designación de Inti Muñoz Santini como secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la Ciudad de México. El nombramiento se produjo en el contexto de la transición de poderes en la capital y fue […]

El cargo Inti Muñoz Santini: nuevo titular de la Secretaría de Vivienda de CDMX apareció primero en Arquine.

]]>
La jefa de gobierno electa de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció en la tarde de ayer la designación de Inti Muñoz Santini como secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la Ciudad de México. El nombramiento se produjo en el contexto de la transición de poderes en la capital y fue uno de los anuncios más importantes del gabinete de Brugada.

En redes sociales, Muñoz Santini declaró lo siguiente acerca de su nuevo puesto y dio un primer bosquejo de las líneas de trabajo que seguirá una vez que asuma oficialmente el cargo en octubre de 2024:

“Agradezco de todo corazón la confianza depositada en un servidor por la Jefa de gobierno electa Clara Brugada para asumir el cargo de secretario de vivienda de la Ciudad de México. Bajo su conducción, siempre honesta, sensible y comprometida, será un honor seguir sirviendo a nuestra querida urbe. También será un orgullo trabajar junto a mis compañer@s del gabinete: personas altamente preparadas y de principios firmes en la construcción de una sociedad justa, libre e igualitaria. Todos los días trabajaremos fuerte para que el derecho humano a la vivienda adecuada y asequible [sea] una realidad para las mayorías que más lo necesitan.”

Muñoz Santini nació en la capital de Chihuahua el 4 de enero de 1974. Es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México, y después cursó la maestría en Gestión de la Ciudad y Urbanismo por la Universidad Abierta de Cataluña. También ha sido activista y asesor invitado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) durante los diálogos de paz en San Andrés de 1996; así como funcionario público en gobiernos locales de Chiapas y la capital mexicana. 

Fue integrante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y diputado federal en la LIX Legislatura. También ha sido director general del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México en los sexenios de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, quienes llevaron a cabo una importante obra de gestión y restauración en esta zona emblemática de la capital que, durante esos años, paso de llamarse oficialmente Distrito Federal a Ciudad de México.

Ya como parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y de los equipos de la entonces jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, Muñoz Santini participó en la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2018, fue coordinador de la secretaría de Cultura de la Ciudad de México entre 2021 y 2023, y ocupó la Dirección General de Ordenamiento Urbano de la Ciudad de México. En julio de 2023 fue nombrado titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).

Además de esta larga carrera como funcionario público, Inti Muñoz Santini, es autor y coautor de nueve libros sobre política cultural y urbana que han sido publicados por la UNAM, la UNESCO y el Fondo de Cultura Económica, entre otras instituciones. Ha participado como consultor experto en gestión del patrimonio cultural y regeneración urbana en diversos lugares de América y Europa.

El cargo Inti Muñoz Santini: nuevo titular de la Secretaría de Vivienda de CDMX apareció primero en Arquine.

]]>
Conversación sobre el Espacio Cultural Infonavit https://arquine.com/hora_arquine/conversacion-sobre-el-espacio-cultural-infonavit/ Sat, 09 Sep 2023 04:10:26 +0000 https://arquine.com/?post_type=hora_arquine&p=82812 #LaHoraArquine conversará con la Arq. Alejandra de la Mora, gerente del Espacio Cultural Infonavit, una iniciativa que promueve la reflexión y el diálogo sobre el derecho a la vivienda como detonador de otros derechos y su impacto en el territorio, el medio ambiente y el buen vivir.

El cargo Conversación sobre el Espacio Cultural Infonavit apareció primero en Arquine.

]]>
#LaHoraArquine conversará con la Arq. Alejandra de la Mora, gerente del Espacio Cultural Infonavit, una iniciativa que promueve la reflexión y el diálogo sobre el derecho a la vivienda como detonador de otros derechos y su impacto en el territorio, el medio ambiente y el buen vivir.

El cargo Conversación sobre el Espacio Cultural Infonavit apareció primero en Arquine.

]]>
Pilares Valentín Gómez Farías https://arquine.com/obra/pilares-valentin-gomez-farias/ Sat, 01 Apr 2023 12:31:05 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=77211 PILARES Valentín Gómez Farías busca recuperar el discurso de la obra pública de calidad. Este edificio es parte de una iniciativa y política pública más grande con el objetivo de reconstruir desde la colonia y desde una arquitectura comprometida.

El cargo Pilares Valentín Gómez Farías apareció primero en Arquine.

]]>
PILARES Valentín Gómez Farías busca recuperar el discurso de la obra pública de calidad. Este edificio es parte de una iniciativa y política pública más grande con el objetivo de reconstruir desde la colonia y desde una arquitectura comprometida.

El edificio se entreteje con el parque a través de un gesto doble y equilibrado entre la permeabilidad y presencia. Es una arquitectura de bajo impacto, conceptualizado sobre la huella de lo que fueron los frontones del parque. En una retícula se distribuyen una serie de aulas, un andador exterior de norte a sur, dos jardines en los extremos creando un sistema educativo donde al exterior también se aprende y donde el espacio entre las aulas hace del conjunto más un pabellón que un edificio, iluminado y ventilado naturalmente. 

El edificio se entrelaza con la historia del contexto y de su tipología, con su materialidad de ladrillo y concreto expuesto busca hacer memoria de las infraestructuras sociales y educativas de décadas anteriores con una nueva morfología. Su concepto central es la creación de un nuevo paisaje, un horizonte con dimensión cívica. La horizontalidad de los muros de celosía se contrasta mediante múltiples gestos de verticalidad: un sistema de tragaluces con una fuerza expresiva en el entorno.

El cargo Pilares Valentín Gómez Farías apareció primero en Arquine.

]]>
MUNAVI: ¿A habitar quién nos enseña? https://arquine.com/munavi-a-habitar-quien-nos-ensena/ Thu, 16 Mar 2023 15:56:19 +0000 https://arquine.com/?p=76598 Espacioso y bien ubicado. Y por supuesto con servicios básicos. Pero, ¿casa o departamento? O más bien, ¿departamento sólo o con roomies? Eso dependerá del precio. Bueno, con que haya espacio para plantas, muchas plantas, y para mascotas también. Aunque, si nos alejamos un poco del centro, quizás el precio mejore, ¿no? Pero, ¿qué tan […]

El cargo MUNAVI: ¿A habitar quién nos enseña? apareció primero en Arquine.

]]>
Espacioso y bien ubicado. Y por supuesto con servicios básicos. Pero, ¿casa o departamento? O más bien, ¿departamento sólo o con roomies? Eso dependerá del precio. Bueno, con que haya espacio para plantas, muchas plantas, y para mascotas también. Aunque, si nos alejamos un poco del centro, quizás el precio mejore, ¿no? Pero, ¿qué tan lejos es muy lejos?, ¿cuánto tiempo se hace al trabajo o a la escuela?, por cierto ¿habrá hospitales o parques cerca? Estas y (muchas) otras preguntas suelen inundar la cabeza de todos aquellos quienes están pensando en adquirir una vivienda por primera vez. Sin embargo, y tal como sucede con muchas otras actividades de la vida adulta (como declarar impuestos, o cocinar una comida de tres tiempos) escoger un sitio para vivir es algo que nunca nadie nos enseña. 

Con esto en mente, el pasado mes de febrero abrió sus puertas el Museo Nacional de la Vivienda (MUNAVI). Iniciativa de Carlos Martínez Velázquez, director general del INFONAVIT, y dirigido por la arquitecta y artista Athenea Papacostas, el MUNAVI es el último integrante del pequeñísimo grupo de apenas media docena de museos dedicados al tema de la vivienda que existen en el mundo, y que se extiende sobre un área de casi 700 metros cuadrados de ‘La Casa de las y los trabajadores’, una obra póstuma de Teodoro González de León que fue inaugurada apenas el año pasado, y que funciona como anexo de las oficinas centrales del Instituto que, en 1974, concluyeran Teodoro y Zabludovsky sobre Barranca del Muerto.

Con una museografía realizada por RIWA (despacho responsable asimismo del diseño del MIDE y del Museo Banco de México), el MUNAVI ofrece una experiencia interactiva que busca que sus visitantes se interroguen sobre todo lo que forma a una vivienda. Más allá de la concepción de casa como cuatro paredes y un techo, el museo pone la lupa sobre temas como la seguridad jurídica, la comunidad que construimos en el lugar donde habitamos, la habitabilidad, el bienestar y el respeto a la identidad. Un equipo de mediadores ofrecen la posibilidad de tomar visitas guiadas, muy recomendables, para navegar estos tópicos de una mejor manera, y cinco pantallas táctiles cuestionan a los visitantes con sencillas preguntas: ¿Cómo te imaginas que será tu casa en el futuro?, ¿cuáles son los elementos indispensables que tu vivienda adecuada debe de tener?, ¿qué elementos consideras los más importantes para vivir en una ciudad?, etc.

Así, y más allá de la obligada línea del tiempo sobre la historia de la vivienda social en México durante el siglo XX, y la explicación de los diferentes tipos de vivienda que existen en el país, la experiencia del MUNAVI es una constante discusión sobre lo que implica habitar. Una discusión sumamente necesaria de tener, tomando en cuenta no sólo la tasa de urbanización del país que oscila ya por ahí del 80%, sino también el lugar primordial que ocupa el sueño de ‘ser propietario de una casa’ dentro el imaginario colectivo mexicano.

De este modo, y en adición a la exposición permanente del museo (que por cierto está dividida en seis ejes: ‘vivienda adecuada’, ‘Los espacios que habitamos’, ‘El derecho a la vivienda’, ‘Historia de la vivienda en México’, ‘Barrio y ciudad’ y ‘El futuro de la vivienda’), el MUNAVI cuenta asimismo con una sala de exposiciones temporales, con las que busca seguir explorando todos los aspectos que componen eso que llamamos ‘casa’. Para la inauguración del recinto, por ejemplo, se invitó a personas de todo el país a que prestaran un objeto que consideran representativo de su hogar. La muestra, titulada ‘Objetos que hacen hogar’, reúne así cosas tan particulares como fotografías, peluches o libros, como varios crucifijos, y un buen grupo de tortilleros. Un gentil recordatorio de que, aunque cada persona tenga su casa, habitar es algo que hacemos en común.

El cargo MUNAVI: ¿A habitar quién nos enseña? apareció primero en Arquine.

]]>
La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT https://arquine.com/la-segunda-casa-esquema-de-vivienda-unifamiliar-del-infonavit/ Tue, 15 Nov 2022 15:16:56 +0000 https://arquine.com/?p=71903 “La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT” aborda la habitabilidad, el trabajo doméstico y la memoria familiar. La pieza se exhibió dentro de “Materia Verde”, exposición curada por Daniel C. Fernández en CENICERO, espacio independiente dedicado a la producción y gestión artísticas. 

El cargo La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT apareció primero en Arquine.

]]>
La pieza se exhibió dentro de “Materia Verde”, exposición curada por Daniel C. Fernández que tuvo lugar del 11 al 25 de junio del 2022  en CENICERO, espacio independiente dedicado a la producción y gestión artísticas. 

“Materia Verde” reunió obras de 17 artistas que establecieron un diálogo y relectura del patio-jardín desde la habitabilidad. “Pensar al patio como un lugar de trabajo, retomar a la naturaleza como referente creativo, pensar la relación del cuerpo y la cultura con la ciudad y el mundo natural, y cuestionar la falta de lugares verdes en los espacios urbanos contemporáneos”. 

“La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT” aborda la habitabilidad, el trabajo doméstico y la memoria familiar. Comenzó como un ejercicio de narrativa, ya que forma parte de un proyecto vivo de la autora, en la que explora y realiza aproximaciones literarias vinculadas en las que se contrapone el espacio doméstico y la ciudad. La instalación de lazo de tendedero traza la planta arquitectónica de un prototipo del INFONAVIT de los años 90 ubicado en el estado de Hidalgo en el que se mancharon con cloro y polvo las áreas de patio de servicio y cochera. 

A la instalación le acompañó el siguiente texto:

La casa transitoria más larga de mi vida representaba el esquema de vivienda unifamiliar de INFONAVIT de los años noventa en México.

Esquema: 

-Solo una planta baja (no hay escaleras)

-Una cochera que a la vez es patio frontal y que con el tiempo también se convierte en el hogar de una cachorra labrador

-Acceso para las personas con un espacio desperdiciado de metro y medio

-Sala, comedor y cocina, todo en un mismo bloque

-Patio de servicio al final del bloque, única entrada de iluminación natural en la que, en teoría no te ve nadie

-Habitación de adultos que da hacia la calle con ventanas grandes (del vidrio más delgado que tengan, por favor)

-Pasillo que te muestra el camino al baño y en el que los adultos acomodan muchas cajas, por lo mientras

-Baño que nadie recuerda, nadie ve y nadie quiere, pero se debe tener

-Cuarto del mismo tamaño que el de los adultos, pero para dos hermanos de distinto sexo

 

Esquema

 

Esas casas estaban proyectadas y construidas hacia el futuro, pero el de las inmobiliarias y de la ciudad, no el nuestro: nosotros no veíamos el futuro, nosotros vivíamos en el por lo mientras. Es decir, estaban construidas en lugares donde inicialmente no había nada. Todas las casas de la cuadra eran muy similares a la nuestra, de otros colores, con otros portones, con más hijos y más perros, pero al final con el mismo esquema. Todas eran habitadas por familias, todas las familias tenían muchos problemas cruzando el metro y medio del acceso. 

Ficha técnica:

Instalación, lazo de tendedero, clavos, cloro y polvo.

Medidas variables, 2022

El cargo La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT apareció primero en Arquine.

]]>
Arquitectura como ensayo: comedia y tragedia https://arquine.com/arquitectura-como-ensayo-comedia-y-tragedia/ Tue, 06 Sep 2022 07:00:59 +0000 https://arquine.com/?p=68655 El concepto que Nathan Fielder tiene de la arquitectura difiere de cómo la entienden el INFONAVIT y sus arquitectos. La diferencia principal es que ellos no consideraron el hecho de que una vivienda es inconmensurable con respecto a sus materiales, sus metros cuadrados, su desempeño térmico, su presupuesto y sus muebles. Por su parte, el comediante canadiense en sus ensayos, sabe que la arquitectura es como una matriz de variables y relaciones cuyos nodos son los habitantes particulares.

El cargo Arquitectura como ensayo: comedia y tragedia apareció primero en Arquine.

]]>
Comedia

La comedia es la forma más alta de inteligencia. Consecuentemente, el comediante canadiense Nathan Fielder es un genio. Su más reciente serie titulada The Rehersal (El ensayo) es una producción que vacila entre documental y tragedia en tensión con la comedia. Es un proyecto que, en palabras de la productora HBO: 

explora hasta dónde es capaz de llegar un hombre con tal de reducir las incertidumbres de la vida cotidiana. Con un equipo de construcción, una legión de actores y recursos aparentemente ilimitados, Fielder permite que la gente común se prepare para los momentos más importantes de la vida ensayándolos en simulaciones cuidadosamente diseñadas por él mismo. Cuando un solo paso en falso podría destrozarlo todo, ¿por qué dejarlo al azar?

La genialidad de Nathan Fielder está en su método. Por ejemplo, en el primer episodio, Fielder es contactado por un neoyorkino llamado Kor quien tiene un problema personal que está dispuesto a ensayar con tal de ver resuelto. Kor es miembro de un grupo de amigos quienes se reúnen semanalmente en un bar de Brooklyn para jugar trivia. Sin embargo, ante el mismo grupo de amigos, Kor ha sostenido durante años la mentira de que tiene una maestría cuando en realidad solo tiene licenciatura. La mentira le come por dentro, así que Kor está listo para confesarle el verdadero estado de su educación superior a Tricia, su amiga más cercana. Dada la reticencia que siente Kor por confesar, así como la incertidumbre de cómo reaccionará Tricia, Nathan Fielder le ayuda al neoyorkino a ensayar su confesión. El equipo de producción contrata a una actriz que de forma encubierta conoce a profundidad a Tricia para saber cómo personificarla, cómo entrar en el rol y cómo serán sus reacciones ante la inesperada confesión de Kor.

Kor y Nathan dentro de una maqueta del bar preparándose para un ensayo de la confesión de Kor. 2022 © HBO

 

Fielder está por encima de todo comprometido con la ficción. Esto quiere decir que en el ensayo no están implicadas únicamente las personas en cuestión, en este caso, Kor y Tricia, sino el entorno y la situación de la confesión en su totalidad. Kor piensa confesar en el mismo lugar donde los amigos se reúnen a jugar trivia: un bar en Brooklyn llamado The Alligator Lounge. Por lo tanto, para aproximar el ensayo a la realidad en la medida de lo mayor posible, el comediante canadiense construye una maqueta a escala 1:1 del Alligator Lounge donde réplica en tamaño real hasta el último detalle de su interior; contrata meseros, trabajadores y comensales —todos actores— quienes hacen de los ensayos de la confesión más similares a cómo tendría que acontecer en la realidad. De esta forma, Kor ensaya una y otra vez su confesión para determinar cómo será la mejor forma de proceder. Con la anticipación que representan los ensayos, Kor escoge la mesa donde se sentará con Tricia, la cadencia de sus palabras y los inicios de una charla que conducirá a la revelación de la verdad sobre su educación. De la mano de Fielder, tras varios ensayos, Kor averigua la mejor forma de proceder con su confesión e interpretarla en la realidad ante Tricia. Si bien el final obtenido no es precisamente el que Fielder anticipaba, para Kor, la confesión es un éxito. 

Kor y Nathan ante la maqueta escala 1:1 del bar Alligator Lounge. 2022 © HBO

Más allá de hacer cada vez más tenue la línea entre lo que es ensayo o ficción y lo que es realidad, lo interesante del método de Nathan Fielder es su compromiso con la apariencia del entorno dentro del cual acontecen los ensayos. A tal respecto, el comediante canadiense emplea las posibilidades de la arquitectura y la tensión que ella mantiene con su representación —las maquetas a escala real— para confeccionar escenarios que desdibujan el límite entre simulación y realidad. Las puestas en escena de The Rehersal son un ejemplo de cómo las diferencias entre la arquitectura y su representación no son tan evidentes como se podría pensar. A reserva de discurrir más sobre como toda la arquitectura no es sino una maqueta escala 1:1, diré simplemente que la virtud del método de Nathan Fielder está en aprovechar al máximo las posibilidades de la representación al grado de transgredirla. Vaya metodología: a través de ajustar calculadamente las variables y la reacciones de los actores y el entorno, cada ensayo es una especie de laboratorio de la realidad. Lo que determina el éxito de los ensayos y su aire de comedia es el grado con el cual Nathan se compromete con la ficción. 

 

Tragedia

Del otro lado del espectro melodramático —alejado de la comedia—, en México, el Centro de Investigación para el Desarrollo Sostenible (CIDS), rama del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) llevó a cabo su propio intento de ensayo. Desde el 2016 hasta el 2018, el INFONAVIT convocó, gestionó y construyó en Apan, Hidalgo, lo que fue llamado un Laboratorio de Vivienda. El INFONAVIT le encargó a diferentes oficinas de arquitectura el diseño de 32 casas, una por cada estado de la república. Cada proyecto fue diseñado con las condiciones climatológicas de cada estado en mente, inspiradas en algunos métodos constructivos vernáculos y locales y cuyos habitantes potenciales pertenecerían al estrato social más grueso, familias de escasos recursos que procuran su economía en la medida de lo posible. Dice el documento emitido por el INFONAVIT: 

El proyecto está diseñado para desarrollar tanto prototipos nuevos para vivienda unifamiliar, como un modelo nuevo de urbanismo. Se reunió un grupo de arquitectos, a cada uno de los cuales se le fue contratado para diseñar una vivienda unifamiliar, consciente de que no va a estar aislada y que va a estar vinculada con una ciudad, una calle, y una casa contigua. También está consciente de que puede que se repita una y otra vez. Sin embargo, a los arquitectos no se les da un terreno específico, no tienen un contexto específico, más allá de la petición de que tomen en cuenta las diferentes condiciones climáticas de México.

Posterior a la entrega de los 32 proyectos de vivienda unifamiliar, el INFONAVIT le encargó a la firma norteamericana MOS Architects el plan maestro del Laboratorio de vivienda. Así se procedió con el Laboratorio y se construyeron en el predio en Apan 32 maquetas escala 1:1 de cada prototipo de vivienda. Para cada maqueta se contemplaron las respectivas instalaciones, electrodomésticos, y muebles: camas, refrigeradores, lavadoras, sillas, etc. Sin embargo, antes del 2019, el Laboratorio padeció abandono institucional. Por su alto costo de mantenimiento así como por haber fallado a su cometido, el INFONAVIT desertó del proyecto poco después de haber construido los prototipos. A pesar de haber sido un ejercicio de construcción interesante, el Laboratorio de vivienda sufrió un final trágico. ¿Qué falló? 

Fotografía aérea del Laboratorio de Vivienda del INFONAVIT. 2018 © Jaime Navarro

A diferencia de los cómicos ensayos de Nathan Fielder, el del INFONAVIT fue una tragedia. Una comparación entre ambos revela qué salió mal. Los ensayos de Nathan Fielder y el del INFONAVIT convergen en el hecho que ambos emplean la construcción de maquetas de tamaño real para simular una situación deseada. Sin embargo, las motivaciones, la eficacia y los resultados son totalmente diferentes. El hecho de que a los arquitectos no se les haya dado un terreno, una familia y una circunstancia particular revela el hecho de que a diferencia de los ensayos de Nathan, que atienden al caso —en el ejemplo, la confesión de Kor—, el ejercicio del INFONAVIT fue hecho apelando a una condición general; tan general que se adentró en el desierto de lo abstracto. De ahí procede la naturaleza trágica del Laboratorio de vivienda. 

Que no se malinterprete, el problema ulterior que buscaba resolver el Laboratorio de vivienda es real: el trágico hecho de que desde hace años en México hubiera sido necesario construir más de un millón de viviendas al año para cumplir con la demanda del país. Sin embargo, hay un grave error metodológico en suponer que se puede aproximar a una solución apelando al fenómeno general y no a la instancia del caso particular. Por lo tanto, más allá del abandono institucional, cada uno de los prototipos, de las maquetas escala 1:1, es un resultado mal logrado. Me consta: recientemente tuve la oportunidad de visitar el Laboratorio de vivienda en Apan. Muchos de los prototipos son bellos objetos arquitectónicos, diseñados con dedicación por muchas de las arquitectas y arquitectos más destacados de México. Sin embargo, cada prototipo es un fracaso. Todos padecen de algún grado de insuficiencias de habitabilidad, accesibilidad universal para niños y adultos mayores, privacidad, altos presupuestos, o una mezcla de estas cuestiones. No obstante, la falla de los 32 equipos de arquitectura implicados en el Laboratorio no es únicamente un defecto de diseño, sino de procedimiento. Su error fue haber aceptado el encargo de una vivienda unifamiliar para familias de escasos recursos pero sin predio, sin habitantes, y sin todas las especificidades circunstanciales que exige un proyecto de vivienda real. Por su parte, el error del INFONAVIT fue haber entretenido demasiado la idea de que un collage de prototipos de vivienda unifamiliar en Apan se asemeja de forma análoga a las condiciones de deficiencia de vivienda del país. Ante tal problemática tan compleja y sistemática, no hay metodología alguna que se pueda trasladar unilateralmente a la situación general. El hecho de que varias de las maquetas escala 1:1 fueran acondicionadas con finos muebles de diseñador procedentes de una oficina con sede en la Ciudad de México es un ejemplo del hecho de que la institución responsable se perdió en un ejercicio de autorreferencialidad. El Laboratorio de vivienda es una especie de pasarela de arquitectura, un desierto de lo real dentro del cual se desvanece toda relación discursiva con la realidad material del país. 

En vez de apelar a la tragedia del padecimiento universal, hubiera sido mejor recurrir a la comicidad del caso particular. ¿Cuál hubiera sido una alternativa? ¿Cómo se hubiera podido lograr mejor el propósito y llevar a cabo un mejor ensayo? Sencillo. Haciendo de la tragedia una comedia: es decir, haber contratado a Nathan Fielder. A diferencia del INFONAVIT, en sus ensayos, Fielder se compromete seriamente con la ficción. Él hubiera contratado padres, madres, e hijos —tal vez hasta extras, todos actores— que vivieran durante un tiempo en las maquetas y así pusieran a prueba la factibilidad, eficiencia y habitabilidad de cada uno de los prototipos. Posiblemente hubiera hecho réplicas tamaño real de las pertenencias de los potenciales habitantes para comprobar que de hecho los espacios, sus dimensiones y características fueran las adecuadas. Para simular el clima de cada entidad federativa, Fielder hubiera puesto cada maqueta escala 1:1 dentro de un contenedor con un microclima, o hubiera simplemente emplazado los prototipos en su respectivo lugar proyectado con tal de probar el desempeño térmico de los materiales con cuales cada prototipo fue diseñado. Contratar a Fielder podría parecer algo cómico: posiblemente lo sería. Sin embargo, “cuando un sólo paso en falso podría destrozarlo todo, ¿por qué dejarlo al azar?”. Con un presupuesto de 93 millones de pesos, implicar a Nathan Fielder en el proceso del Laboratorio de vivienda hubiera sido factible y quizás habría hecho más amena la tragedia. 

El concepto que Fielder tiene de la arquitectura difiere de cómo la entienden el INFONAVIT y sus arquitectos. La diferencia principal es que ellos no consideraron el hecho de que una vivienda es inconmensurable con respecto a sus materiales, sus metros cuadrados, su desempeño térmico, su presupuesto y sus muebles. Por su parte, el comediante canadiense en sus ensayos, sabe que la arquitectura es como una matriz de variables y relaciones cuyos nodos son los habitantes particulares. El método de Fielder hace explícito el hecho de que un actor únicamente logra comprometerse con su ficción —tragedia o comedia— en la medida en la que este encuentre conformidad con su entorno habitable. El habitar se asemeja más a una forma de personificación de sí que a un apego relativo a los aspectos cuantitativos de alguna casa: esto es algo que un comediante entiende mejor que una institución estatal dedicada a la vivienda. Esta anécdota confirma el hecho de que la forma más alta de inteligencia es la comedia. La arquitectura tendrá a bien seguir desarrollando un sentido del humor, tal vez tomarse a sí misma menos en serio y así cumplir mejor sus cometidos.    

El cargo Arquitectura como ensayo: comedia y tragedia apareció primero en Arquine.

]]>
INFONAVIT San Francisco Metepec: idea, apropiación y habitación https://arquine.com/infonavit-san-francisco-metepec-idea-apropiacion-y-habitacion/ Thu, 30 Sep 2021 14:10:55 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/infonavit-san-francisco-metepec-idea-apropiacion-y-habitacion/ Quizás la modernidad fracasó pues su utopía acabó siendo impositiva, ignorando el valor preindustrial de la producción social de vivienda que al final acaba resolviendo el déficit de este bien inalienable, sin presuponer reglas de funcionamiento inflexibles. Pero es necesario también reconocer en el ejercicio crítico, que no siempre estas utopías han terminado en desastres.

El cargo INFONAVIT San Francisco Metepec: idea, apropiación y habitación apareció primero en Arquine.

]]>

 

El denominado “Milagro económico” de México durante los dos primera décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial tiene diversos aspectos dignos de analizar, como el aprovechar la activación bélica en el conflicto mundial, por parte de los Estados Unidos de América, así como la focalización de su producción industrial hacia las armas, para potenciar nuestra propia actividad industrial y dirigirla a ofrecer los productos complementarios que requería la demanda comercial de nuestro vecino al norte. Esta capacidad de atrapar la oportunidad del momento histórico global, se mezclaba con la continuidad política que enfocaba una atención importante a la implementación de esquemas que, en su momento, se creían los adecuados para permitir el crecimiento económico de familias obreras y campesinas, con la firme intención de consolidar una incipiente clase media.

No es este espacio el adecuado para el análisis de cómo y porqué ese momento perdió inercia y terminó desastrosamente con las crisis económicas de finales de los años 70, los 80 y posteriores, pero sirva la introducción para entender el porqué, desde los años 40 hasta inicios de los 70, INFONAVIT, ISSTE, e IMMS, llegaron a producir una buena cantidad de estructuras arquitectónicas dedicadas a la vivienda de bajo costo, contando con la participación de destacados despachos del momento.

El que aquí comparto conlleva un encargo específico de mi padre. Con motivo de mi asistencia a la Reunión Nacional de ASINEA (Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana) por ahí del 2015, siendo Coordinador del programa de Arquitectura de la IBERO, que se realizaba en Metepec, Estado de México, me pidió que en los ratos libres pudiera darme una vuelta y documentar la evolución que había tenido el conjunto habitacional realizado durante su sociedad en SSN (Serrano, Serrano y Nava) a las afueras del mencionado pueblo mágico. Él ya había realizado un ejercicio similar, con el conjunto que diseñaron para la misma institución gubernamental, en Iztacalco Ciudad de México, generando una profunda reflexión autocrítica que le llevó a cambiar en parte su postura idealizada por la arquitectura moderna, el papel del arquitecto como constructor de utopías sociales, contrastada ante la realidad entre las necesidades de los habitantes y la evolución de las familias.

Así que, con ese contexto, me aventuré a visitar el sitio, registrarlo fotográficamente y compararlo con algunas de las perspectivas dibujadas por mi padre, y utilizadas como herramienta de visualización y prefiguración.

El espacio actual se aleja de la bella perspectiva aérea donde se plasmaba una población moderna que jugaba en su traza con los ejes que la vinculaban a distancia con el pueblo originario de Metepec, el cerro contiguo e importante en el paisaje, y las diagonales que conectaban por carreteras hacia la ciudad de Toluca y hacia Zinacantepec. No porque la traza haya cambiado, sino porque esa idea de la población moderna, con sus mercados, templos y viviendas incluidas que miraba a distancia a la estructura urbana antigua, hoy día ha quedado envuelta, al igual que el pueblo originario, por la conurbación con la capital del Estado.

Sin embargo, una vez identificada la traza de la unidad, y a diferencia de otras existentes a lo largo de la república, el primer punto a favor que le daría a su subsistencia es que no se lee como un gueto cerrado, sus calles se abren y se continúan con los crecimientos posteriores. También es reconocible el juego de las tres escalas: Hacia el exterior y funcionando como como una gran envolvente urbana, los edificios de tres niveles que contenían unidades para un cierto tipo de familias. Las plazas y edificios de mercado, hacia el interior, que utilizaban a manera de torreón, los tanques elevados como hitos de identificación del espacio colectivo, y los dúplex de dos niveles para la segunda tipología de familia. Y finalmente, al corazón del interior, accesibles por calles peatonales y combinando espacio con las otras tipologías, edificaciones de un solo nivel.

Desde luego, entre el ideologizado ambiente que representan las perspectivas y la realidad de las imágenes hay un salto cuántico, pero debo decir que la tipología original se ha mantenido sin grandes alteraciones, eso sí, con pinturita relativamente nueva en algunas secciones del conjunto. Lo que sí ha cambiado es la configuración programática, ya que en la apropiación natural de quien habita el sitio, los espacios pierden su destino originalmente diferenciado entre vivienda y comercio, para abrir paso a reconfiguraciones donde las familias ajustan, ponen rejas o cierran espacios donde unos lo requieren, otro no, abren puertas, asoman negocios nuevos, mezclan el uso.

Esto, desde mi punto de vista, resulta en una simbiosis afortunada que no siempre sucede y hace que la utopía pase del no lugar, el sitio que hay que construir, a la heterotopía de las sociedades y espacios que evolucionan y se transforman constantemente.

La experiencia se completa con la ruptura de prejuicios sociales. Mientras camino y registro por los diversos espacios, diferentes habitantes se acercan a mí —al inicio con no muy buena cara— para preguntar qué estoy haciendo. A fin de cuentas soy un extraño invadiendo su territorio. Pero al explicar la intención y encargo relacionados con mi visita, aparece la empatía. Me ofrecen la mano, me platican su historia donde los viejos hablan de cuando llegaron y sus herederos de que prefieren no salir de ahí, pues es su barrio. Me cuentan cuándo abrieron el taller, la costurera, el cuarto que sobraba, o no, pero que se podía abrir a la calle. Me llevan, me acompañan, se despiden de mí, y me cuidan pasando la voz.

Quizás la modernidad fracasó pues su utopía acabó siendo impositiva, ignorando el valor preindustrial de la producción social de vivienda que al final acaba resolviendo el déficit de este bien inalienable, sin presuponer reglas de funcionamiento inflexibles. Pero es necesario también reconocer en el ejercicio crítico, que no siempre estas utopías han terminado en desastres dignos de ser dinamitados, como el emblemático Pruitt Igoe, que cita Jenks para fechar el inicio de la posmodernidad.

De lo que yo puedo percibir, y aceptando mi inevitable filiación a los tres autores originales de la propuesta (J. Francisco Serrano, Francisco J. Serrano y José Raymundo Nava) es que se acertó en las tipologías formales y en sus escalas, se acertó en las rítmicas de los elementos reiterativos, como escaleras comunes, como parte de la estratificación del espacio colectivo. Se acertó en las dinámicas de vivienda, insuficientes, pero con alternativas. Se acertó también en la configuración interna de los espacios comerciales y de servicio y sus elementos de identidad. 

Al final, el acerito principal fue intentar confeccionar una población completa, y no una unidad de vivienda multifamiliar.

Hoy día, ni mi padre ni yo creemos que ese deba ser el acercamiento. La construcción del espacio habitable debe ser un ejercicio social y ecosistémico. Nuevas urgencias se suman a las injusticias de siempre. Hay que seguir la conversación, hay que seguir caminando.

El cargo INFONAVIT San Francisco Metepec: idea, apropiación y habitación apareció primero en Arquine.

]]>
Vivienda autoproducida, no chatarra https://arquine.com/vivienda-autoproducida-no-chatarra/ Wed, 24 Feb 2021 21:28:47 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/vivienda-autoproducida-no-chatarra/ La producción y autoproducción de vivienda es un fenómeno complejo que no hay que prejuzgar sin conocer. Es un tema que hay que abordar desde visiones y posturas profesionales y académicas, desde las ciencias sociales, las económicas, las urbano arquitectónicas, los gobiernos, los aparatos legislativos, los desarrolladores y sobre todo los habitantes. No es un tema sólo de expertos, no nos equivoquemos.

El cargo Vivienda autoproducida, no chatarra apareció primero en Arquine.

]]>

Quiero comentar el artículo “Vivienda chatarra”, que plantea una crítica al nuevo programa de asistencia y financiamiento de la SEDATU, dirigido a la “autoconstrucción de vivienda llamada popular”, ya que tiene una interpretación que es necesario aclarar.

El texto hace referencia al fenómeno de crecimiento y transformación urbana de la ciudad de México entre 1940 y 2015. Nos dice que la población creció por seis y que el crecimiento de su área fue 23 veces. Esto es una confusión que compara el área metropolitana de la Ciudad de México con la de la ahora Ciudad de México y su población y no con la de toda el Área Metropolitana de la Ciudad de México (AMCM), que es de 21 millones. Después hace una comparación con Nueva York en el mismo lapso de tiempo, lo cual es muy discutible por las diferentes condiciones históricas. En ese caso, habría que comparar con el crecimiento de Nueva York durante el siglo XIX, particularmente en la segunda mitad con  la gran inmigración europea. Luego compara el crecimiento de personas con la misma relación y dice que “llegaron o nacieron en la ciudad de México 60 personas por cada 10 que ya vivían ahí y ocuparon 23 veces más espacio”, volviendo a confundir la ciudad con toda el AMCM.

Posteriormente se hace una interpretación sólo urbanística de las ocupaciones del suelo en el AMCM, donde pareciera ser que esto se dio por “políticas urbanas deficientes” —¿alguna vez las ha habido eficientes?— y deja de lado el complejo proceso que ha producido las formas de ocupación y uso de las partes de la ciudad. Se olvida que esto surge por la profunda desigualdad que existe en nuestra sociedad y que por lógica se expresa y se reproduce en la espacialidad social. Sería imposible pensar en ciudades ordenadas según los criterios urbanos arquitectónicos establecidos por los grupos dominantes de la ciudad, criterios que han marginado históricamente entre el 60 y el 80% de la población para acceder a una posibilidad de poblamiento “mas apropiado y apropiable,” y que afectan más aún sus condiciones de precariedades diversas: sociales, económicas y jurídicas.  Esta población se vio obligada a buscar alternativas para su vida en la sociedad. Surgieron diversas demandas, y la oferta de un mercado de tierras, fuera de las normas establecidas, de muy diverso tipo y que se inicia desde los años 30 hasta los 50, cuando un regente con miopía urbana —Uruchurtu— prohibió los fraccionamientos en el entonces Distrito Federal —norma aún vigente. Lo anterior provocó que el poblamiento popular se fuera a los municipios del Estado de Mexico, casi deshabitados. Es importante decir que esta respuesta permitió que la población no tuviera que habitar las calles, como en Calcuta, que llegó a tener 3 millones de personas en las calles o en los Estados Unidos, donde las políticas neoliberales impuestas por Ronald Reagan produjeron un número similar de homeless entre 1980 y 1990.  

La colonias populares son un universo que tiene muy diferentes características y una composición social y económica muy diversificada. En las investigaciones que realizamos en CYTED (Programa de Ciencia y tecnología para el desarrollo en América Latina), en las cuales participamos investigadores y profesionales de 18 países en el subprograma XIV HABITED, se ha explicado que:

“Ante este panorama, se hace necesaria la formulación de nuevos enfoques, nuevos modos de entender los procesos de urbanización y poblamiento que se están llevando a cabo en nuestras ciudades y, paralelamente, encontrar nuevas maneras de intervenir en el desarrollo de estos procesos.

El punto de partida que sustenta cualquier propuesta en este sentido es un asunto que la propia realidad nos ha demostrado: en la gran mayoría de los casos —más allá de las consideraciones estéticas que tanto preocupan a los arquitectos, o de las organizaciones racionales que tanto interesan a los planificadores–, estos desarrollos autoproducidos han resultado más cercanos a las demandas de los grupos sociales que los generan, ya que, a pesar de sus limitaciones y problemas, encierran muchos ejemplos positivos de cómo, en medio de la escasez y con las circunstancias en su contra, los actores involucrados han sido capaces de llevarlos a cabo. Al llegar a las últimas fases de su desarrollo progresivo, estos asentamientos son, en muchos casos, mejores en sus condiciones habitables, más sustentables y de más fácil mantenimiento; además de que en su producción tienden a generarse conductas y actitudes de solidaridad y de compromiso, características comúnmente ausentes en los desarrollos planificados, diseñados y construidos por profesionales.”

Este fenómeno, cuyo nombre más riguroso es “autoproducción”, ya que se realiza bajo el control de sus habitantes —es decir, se encargan de todas las partes del proceso de producción de su vivienda—, se realiza por grupos económicamente diversos, desde los de bajos ingresos a los medios y altos. Es la vivienda por encargo, el ideal de los profesionales y, por otro lado, los grupos de bajos ingresos que la realizan en medio de limitaciones, escasez económica y con asistencia técnica —como ellos dicen: yo autoconstruí con mi albañil. Esta autoproducción popular la han realizado los grupos de mayor ingreso dentro de los sectores populares, que se encuentran entre los 4 y 7 deciles de ingreso. Los que están en entre 1 y 3 difícilmente lo pueden hacer, sólo quizá en la invasión, que es un pequeño porcentaje —un 5% según algunos análisis—; los demás rentan suelo, cuartos en casas y vecindades en las colonias populares.

La oferta de tierras la han realizado fraccionadoras legales con sus empresas “ilegales” —véase Netzahualcóyotl que tuvo en su etapa inicial 125,000 lotes, con vialidades, centros de barrio y algo de infraestructuras entre 1950 y 1980—, ejidatarios y comuneros y algunos propietarios de tierras privadas. Todos ellos coludidos con funcionarios gubernamentales, muy pocas veces por invasiones organizadas por grupos políticos de diverso cuño. 

Las políticas urbanas y de vivienda y la planificaciones propuestas desde un pensamiento racionalista e idealista alejado de las complejas realidades, pretendían meter esa complejidad en una discutible verdad técnica de buenas intenciones. Sin embargo, no dieron más que limitados resultados y, algunas veces, más que resolverlo, se volvieron el problema. La propuesta de vivienda partió de creer que era un problema urbano arquitectónico y que había que producir masivamente con las ideas que el movimiento moderno vendió al mundo —en Latinoamérica no fuimos la excepción. Primero, la vivienda departamental en altura, supuestamente de alta densidad, en conjuntos de supermanzanas o cerrados que rompieron con la calle tradicional, dirigida a familias nucleares en los programas públicos y de mercado, que no entendían ni conocían que los grupos populares viven en familias extensas, en redes familiares espaciales en cercanías vecinales. La soluciones rompieron las redes y los tejidos familiares. Se explica así que en las viviendas que entregó el Infonavit de 1972 a los años 90, el 70% de los habitantes de bajo ingreso —de 1 a 3 salarios mínimos— vendiera o las rentara para irse a comprar un lote para hacerse una casa a su gusto y posiblemente cerca de familiares. ¿Por qué esa vivienda no fue adecuada para esos sectores de la sociedad? Es la pregunta que ni los políticos ni gran parte de los gremios profesionales se hizo, en gran parte porque no les interesa saber más allá de los paradigmas y supuestas verdades dominantes.

Ningún plan de desarrollo urbano ha contemplado cómo enfrentar las demandas de suelo para los diferentes y diversos casos y especialmente ha ignorado la complejidad de dicha demanda. Este tema nos llevaría más tiempo y espacio para poder discutirlo.

Finalmente, el caso de la política nueva de Infonavit, que consiste en abrir las diferentes posibilidades de otorgar apoyos crediticios —entre éstos el de “Construyo Infonavit”, al que se llama con el erróneo nombre de autoconstrucción y no el de autoproducción, que es realmente lo que se hace— supone que los solicitantes tengan terrenos en regla y cuenten con asistencia técnica. Además, está el programa de mejoramiento, que es de bajo monto. La gran ventaja es que no está asociado a una hipoteca, aspecto que hace mucho sugerimos que hiciera el Infonavit. Esta política equilibra el que sólo se apoyara en esencia a los desarrolladores. Desde hace tiempo se había luchado por lo que hemos denominado Producción social de vivienda, que es una autoproducción controlada por los habitantes demandantes, tal como en la ley de vivienda del 2006. 

Las  políticas para la vivienda arrastran la decisión gubernamental de entregar los apoyos individuales y cerrar las posibilidades de las organizaciones comunitarias para enfrentar con mayores posibilidades las producción de sus viviendas y lograr mejores localizaciones urbanas.

De ninguna manera se trata de una vivienda “chatarra”, como despectivamente se titula el articulo comentado. La vivienda popular ha producido 21 o 22 millones de los 38 millones de viviendas que hay en el país. La mayor parte ha crecido y se ha ajustado más flexiblemente a las condiciones de producción de sus habitantes y tienen áreas mayores a las producidas por las políticas públicas y de mercado, contando con servicios de varios niveles y en barrios con economías y actividades diversas. No se trata de ocultar sus limitaciones, pero como tal son soluciones menos malas que las anteriores. No hay que prejuzgar sin conocer los fenómenos. Muchos hemos escrito sobre ellas y actuado tanto en la investigación y comprensión del fenómeno como en las propuestas de actuación desde las políticas públicas y en el diseño y  producción participativa con sus habitantes.

Esto tiene que complementarse con políticas urbanas variadas y diversas que respondan a las complejidades de la demanda y que tienen que ser construidas por todos los actores involucrados en la producción, incluyendo por supuesto a los habitantes, sujetos  y no objetos de los programas.

Respecto a las densidades, necesitamos entender que son fenómenos culturales con expresiones urbano arquitectónicas. Si empezamos con la Ciudad de México, ésta en todas sus dimensiones ha tenido, desde 1550 a la fecha, una densidad urbana total aproximadamente de 125 a 160 habitantes por hectárea, en un proceso de expansión y consolidación. En segundo lugar, con las densidades brutas y netas barriales que van desde 10 a 15 viviendas por hectárea —como v. g. Lomas de Chapultepec o Jardines del Pedregal— hasta las de 2000 a 2500 habitantes por hectárea (400 o 500 viviendas por hectárea, como los desarrollos comerciales de Nueva Granada), o zonas como Tacuba, cercana a ellas, con sólo dos o tres pisos. 

En general, las colonias populares, en su consolidación, tienen densidades medias y altas, lo que contradice los juicios superficiales sobre su extensión territorial. En algunos desarrollos de vivienda agrupada unifamiliar, desarrollados con grupos organizados y asistencia técnicas de las ONG, se han alcanzado 750 a 1000 habitantes por hectárea, semejante a Nonoálco Tlatelolco. Este es un tema de compleja discusión y que tenemos que abordar desde visiones y posturas profesionales y académicas, desde las ciencias sociales, las económicas, las urbano arquitectónicas, los gobiernos, los aparatos legislativos, los desarrolladores y sobre todo los habitantes. No es un tema sólo de expertos, no nos equivoquemos.

 

Gustavo Romero

Facultad de Arquitectura UNAM. Coalición Internacional del Hábitat. HIC-AL

El cargo Vivienda autoproducida, no chatarra apareció primero en Arquine.

]]>
Vivienda Rural Salazar https://arquine.com/obra/vivienda-rural/ Mon, 18 Jan 2021 16:57:47 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/vivienda-rural/ Uno de los puntos más importantes para el adecuado funcionamiento bioclimático de la vivienda es optimizar el impacto de la radiación solar y protección hermética de la casa en las épocas frías.

El cargo Vivienda Rural Salazar apareció primero en Arquine.

]]>
El proyecto es el resultado de un ejercicio de investigación para el mejoramiento de la autoproducción asistida de vivienda en zonas rurales en México, el cual se realizó en colaboración con Infonavit (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores) para la comunidad de Salazar en el Estado de México.

Uno de los puntos más importantes para el adecuado funcionamiento bioclimático de la vivienda es optimizar el impacto de la radiación solar y protección hermética de la casa en las épocas frías; partiendo de esta condición, la orientación de la vivienda siempre es con la inclinación de la cubierta al sur.

El cargo Vivienda Rural Salazar apareció primero en Arquine.

]]>
Infonavit alterado https://arquine.com/infonavit-alterado/ Tue, 01 Oct 2019 05:30:45 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/infonavit-alterado/ La nueva dirección del INFONAVIT debería rescatar los valores del conjunto original y reubicar en la mayor azotea verde de la capital sus placas solares, sin alterar el aspecto de las fachadas principales. 

El cargo Infonavit alterado apareció primero en Arquine.

]]>

Estoy por instalar unas placas solares en la azotea de mi casa. Veo con admiración como el paisaje urbano y rural se está transformado con esos planos inclinados que ociosamente reciben la energía solar para calentar el agua doméstica, mientras seguimos consumiendo gas, que es mucho más caro y siempre conlleva riesgos. Y desde mi perspectiva doméstica entiendo a todos aquellos que aplican este criterio y evolucionan hacia energías limpias y seguras. Sin embargo, hasta en las buenas intenciones hay maneras. Y me refiero a las placas solares que cambiaron el perfil urbano de uno de los edificios más destacados de la arquitectura mexicana de la segunda mitad del pasado siglo, como son las oficinas del INFONAVIT.

Este conjunto realizado en 1974 por los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky para el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores está conformado por dos volúmenes sólidos de concreto aparente y la ampliación en curso de un tercero. Los dos cuerpos originales albergan el estacionamiento y las oficinas, respectivamente y entre ellos se abre una plaza urbana que ritualiza el acceso monumental al conjunto. Los edificios que González de León y Zabludovsky llevaron a cabo en esos años setenta y ochenta —el Colegio de México, la Delegación Cuauhtémoc, la Embajada de México en Brasilia, la Universidad Pedagógica Nacional y el Museo Rufino Tamayo— son piezas clave no sólo de la mejor etapa de estos arquitectos, sino de la arquitectura moderna mexicana. Concretamente en el INFONAVIT la transparencia y la ambigüedad ente interior y exterior de las otras obras mencionadas, se convierte en opacidad: dos cuerpos resuelven el programa —estacionamiento a un lado y oficinas al otro— liberando en medio la plaza de acceso. Ambos cuerpos definen la escenografía urbana y monumental de esta institución, ocultando los edificios preexistentes e imponiendo su imagen atemporal para abrirse a un espacio interior que articula todo el programa. La ausencia de escala de referencia lo lleva a la máxima abstracción del edificio representativo, entre el templo y el panóptico. Sus fachadas laterales se supeditan a los parteluces estructurales que protegen del sol.  El uso de un único material convertido en fachada, piso, cubierta, rampa, escalera y plaza, permitió generar un cierto sincretismo entre la herencia prehispánica y el lenguaje moderno corbusiano. Los cinco niveles alrededor de un atrio vestibular en uno de los volúmenes albergan 16,000 m2 de oficinas, además de una biblioteca, un auditorio y un comedor para 1,200 empleados, mientras que el otro volumen es un estacionamiento para 500 automóviles.

El conjunto sobrevivió dignamente cuarenta y cinco años, agregando una azotea verde y el tercer edificio —todavía proyectados por Teodoro González de León— para dar cabida a la ampliación del programa del instituto. Sin embargo, el pasado año el edificio más hermético —los estacionamientos—, amaneció despeinado, y la contundencia horizontal que remataba el conjunto se vio alterada por un sinfín de pequeños planos de placas solares inclinadas. Si bien es cierto que las energías limpias no solo ahorran y no contaminan, sino que deben mostrarse como ejemplares, no debería ser de tal manera que afectaran la imagen de uno de los edificios más destacados del pasado siglo. La nueva dirección del INFONAVIT debería rescatar los valores del conjunto original y reubicar en la mayor azotea verde de la capital sus placas solares, sin alterar el aspecto de las fachadas principales.

El cargo Infonavit alterado apareció primero en Arquine.

]]>