La Fundación Príncipe Claus anuncia los nombres de los Premios Príncipe Claus 2019. Los galardonados de este año son:
Kamala Ibrahim Ishag (artista visual, Sudán),  Ambulante (organización de cine documental, México), Mariam Kamara (arquitecta, Níger), Bill Kouélany (artista visual, escritora, Congo-Brazzaville), Djamila Ribeiro (filósofa, Brasil) y Anocha Suwichakornpong (cineasta, Tailandia); En la categoría Next Generation la galardonada es la escritora ecuatoriana Mónica Ojeda Franco.

Los galardonados de 2019 presentarán sus propias historias el 3 de diciembre, en el Louder than Words, un espacio público de entrevistas del Compagnietheater de Ámsterdam.

Los Premios Príncipe Claus honran a las personas y organizaciones visionarias por sus excelentes e innovadores trabajos en los terrenos de la cultura y el desarrollo.
Los galardonados con el Premios Príncipe Claus de este año son todas mujeres u organizaciones dirigidas por mujeres. Aunque la Fundación no puso énfasis en el género en su propuesta para presentación de candidaturas, las presentaciones recibidas reflejaban una tendencia de mujeres ejemplares que están llevando a cabo grandes avances en sus respectivos campos.

‘Los galardonados de este año sitúan a mujeres excepcionales al frente y en el centro. Tanto las candidaturas recibidas como la selección final del Comité de Premios 2019 para los galardonados, refuerzan precisamente el hecho de que cada vez son más las mujeres que destacan como pioneras en el pensamiento innovador y en iniciativas creativas. Estos Premios representan un reconocimiento a sus excelentes logros y al impacto que dichos logros ejercen no solo en las mujeres y en las jóvenes, sino también porque aportan un beneficio al conjunto de sus sociedades.’ – Joumana El Zein Khoury, directora de la Fundación Príncipe Claus

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Protected House es un bloque de viviendas construido en dos plantas para alojar a 24 discapacitados mentales en un vecindario de Zoetermeer en Holanda. Aquí viven dos grupos de doce personas, además de un pequeño equipo de apoyo médico y cuidadores.

La intención del cliente era integrar lo más posible a las personas con discapacidad dentro de su sociedad inmediata. Para ello se han realizado muchos esfuerzos para crear la aceptación social dentro de su nuevo vecindario; el resultado ha sido exitoso gracias a la estrecha participación del cliente, los vecinos y un contratista sensato. Por un lado es importante la interacción entre los discapacitados con el vecindario de manera controlada para mantener la aceptación, y por otro, darle la privacidad necesaria a los habitantes.

Una cuestión clave en el diseño fue la interacción entre el edificio y sus habitantes con el medio ambiente, que está regulada por una plataforma de concreto blanco con una jardinera de abedules que rodea el edificio y el jardín trasero. Durante el verano los árboles proporcionan sombra; en invierno pierden sus hojas, permitiendo que más luz penetre en el edificio.

La construcción está revestida con elementos de concreto negro, con su estructura vertical y bloques de piedra blanca sin procesar. En una de las esquinas del edificio la plataforma blanca se levanta para crear un vacío que interactúa con el espacio público circundante y que además, es la entrada principal. En este vacío se localiza un gran espacio de reunión social, el comedor e instalaciones de apoyo. Además, es la conexión principal que lleva al atrio en el primer piso con el acceso a las viviendas y a la terraza en la azotea.

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