Resultados de búsqueda para la etiqueta [Facultad de Arquitectura de la UNAM ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 28 Mar 2025 15:17:13 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Conversación con Mónica Cejudo | Directora Facultad de Arquitectura UNAM https://arquine.com/hora_arquine/conversacion-con-monica-cejudo-directora-facultad-de-arquitectura-unam/ Thu, 20 Mar 2025 20:55:49 +0000 https://arquine.com/?post_type=hora_arquine&p=97517 #LaHoraArquine conversará con Mónica Cejuda, la primera mujer en dirigir la Facultad de Arquitectura de la UNAM. ¡Te esperamos!

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#LaHoraArquine conversará con Mónica Cejuda, la primera mujer en dirigir la Facultad de Arquitectura de la UNAM. ¡Te esperamos!

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Mónica Cejudo Collera, primera mujer en asumir el cargo de directora de la Facultad de Arquitectura de la UNAM https://arquine.com/monica-cejudo-collera-primera-mujer-en-asumir-el-cargo-de-directora-de-la-facultad-de-arquitectura-de-la-unam/ Thu, 20 Feb 2025 22:31:02 +0000 https://arquine.com/?p=96912 La igualdad y la equidad de género no pueden ser solo aspiraciones, sino principios rectores que guíen nuestros planes de estudio, proyectos de investigación y relaciones dentro de la comunidad. afirmó Mónica Cejudo Collera. La Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha marcado un hito en su historia al nombrar […]

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La igualdad y la equidad de género no pueden ser solo aspiraciones,
sino principios rectores que guíen nuestros planes de estudio, proyectos de investigación y
relaciones dentro de la comunidad.

afirmó Mónica Cejudo Collera.

La Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha marcado un hito en su historia al nombrar a la Doctora Mónica Cejudo Collera como su nueva directora en el periodo 2025-2029, convirtiéndose en la primera mujer en asumir este cargo. Este nombramiento, anunciado recientemente por la Junta de Gobierno de la UNAM, representa un paso significativo hacia la equidad de género en una de las instituciones más prestigiosas del país.

La Dra. Cejudo Collera es reconocida por su destacada trayectoria académica y profesional en el ámbito de la arquitectura. Su nombramiento no solo simboliza un avance en la representación femenina dentro de la Facultad, y se espera que refuerce en temas de inclusión y diversidad de género dentro de los espacios académicos en la máxima casa de estudios.Este nombramiento se enmarca en una serie de cambios que se vienen dando desde el año 2024 en las direcciones de diversas instituciones culturales y académicas de la UNAM. (Nueva curadora en jefe del MUAC y Nuevos directores en el Museo Experimental del Eco y el Chopo).

Trayectoria
Mónica Cejudo Collera realizó sus estudios de licenciatura en Arquitectura, maestría en Restauración de Monumentos y doctorado en Arquitectura en la FA de la UNAM. Desde 1988 ha impartido clases en la carrera de Arquitectura. Es profesora de los seminarios de Titulación I y II en el Taller Jorge González Reyna de la licenciatura de Arquitectura y de los talleres de Investigación II y III de la maestría en Restauración del Patrimonio Arquitectónico.

Como contribución a la docencia, en 2009 implementó la modalidad de titulación por disertaciones teóricas. Ha sido profesora visitante en las universidades de Texas, en Estados Unidos; en la de San Carlos de Guatemala; en la de Cuenca en Ecuador; en la Università degli Studi G. d’Annunzio Chieti-Pescara, en Italia; así como en las españolas de Extremadura, Sevilla y Politécnica de Valencia.

Durante los 36 años de su trayectoria académica ha interactuado estrechamente entre la docencia e investigación centrada en las áreas de restauración y conservación de monumentos y centros históricos, arquitectura e ingeniería militar e historia de la arquitectura mexicana, con líneas como la arquitectura maya y virreinal de los siglos XVI al XVIII. Fue presidenta del Colegio de Maestros en Arquitectura, Restauradores de Sitios y Monumentos, y de la Sociedad Mexicana de Arquitectos Restauradores. Es académica emérita de la Academia Nacional de Arquitectura.

Cejudo es la sucesora del Doctor Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes (autor la Guía Candela). Con la llegada de esta nueva administración, se abre una nueva etapa que esperemos logre explorar nuevas rutas en la enseñanza y práctica de la arquitectura. Su nombramiento no solo es un reconocimiento a su trayectoria, sino también una oportunidad para fortalecer el papel de la mujer en la arquitectura y en los espacios de toma de decisiones dentro de la UNAM.

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1° Festival de lectura FA https://arquine.com/evento/1-festival-de-lectura-fa/ Wed, 28 Feb 2024 19:19:58 +0000 https://arquine.com/?post_type=evento&p=87961 Durante la primera semana de marzo, Arquine estará presente en el 1° Festival de lectura en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Encontrarás novedades editoriales, las revistas Arquine y más libros de nuestro catálogo. Además, el martes 5 de marzo tendremos la Presentación del libro “La imagen del agua en la ciudad” con la […]

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Durante la primera semana de marzo, Arquine estará presente en el 1° Festival de lectura en la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Encontrarás novedades editoriales, las revistas Arquine y más libros de nuestro catálogo.

Además, el martes 5 de marzo tendremos la Presentación del libro “La imagen del agua en la ciudad” con la participación de:
Juan José Kochen, Manuel Perló y la autora Loreta Castro, un panel moderado por Miquel Adrià

Fechas:

Lunes 4 de marzo a Jueves 7 de marzo en un horario de 10:00 am a 5:00 pm

Ubicación: 

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La arquitectura del Reyna https://arquine.com/la-arquitectura-del-reyna/ Thu, 08 Jul 2021 23:46:24 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/la-arquitectura-del-reyna/ El Taller Jorge González Reyna (antes E) de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, se ha distinguido por la seriedad de sus procesos de enseñanza-aprendizaje, fundamentados en el traslado directo de la experiencia profesional de su claustro académico a las aulas y en fomentar la participación en concursos tanto profesionales como estudiantiles.

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Carlos Ortega Viramontes, Clínica del Seguro Social

 

Primera época, 1955–1970: los orígenes

El Taller Jorge González Reyna es uno de los talleres con mayor antigüedad y tradición entre los 16 talleres que hoy conforman la diversa Facultad de Arquitectura de la UNAM; sus orígenes se remontan al inicio de las labores educativas en la nueva sede de Ciudad Universitaria en el año de 1954, en donde se concibieron ocho “Edificios Taller”, cada uno asociado a los procesos de enseñanza-aprendizaje de la materia de Taller de Composición. En ese momento y bajo la directriz de Jorge González Reyna surge el Taller de Composición “2”, que poco tiempo después tomaría Carlos Ortega tras asumir el primero el cargo de Director de la Escuela Nacional de Arquitectura (ENA) en 1961. Desde entonces, el grupo de profesores que conforma esta entidad académica ha gestado una verdadera “escuela” de arquitectura con tendencias filosóficas y profesionales claramente identificadas en dos grandes ramas —una de corte racionalista y otra más humanista— y que han evolucionado con el tiempo, transitando por distintas tendencias y a través de la incorporación de nuevos integrantes que llegan con ideas innovadoras, que van sumándose a la genética intelectual de sus antecesores. Es intención de este escrito, el analizar las líneas discursivas y las visiones compartidas de los arquitectos que por generaciones han conformado esta entidad encargada de la enseñanza de la arquitectura en nuestro País.

 

 

El Funcionalismo y la Arquitectura internacional

Al arribar a Ciudad Universitaria, la ENA vivía cambios importantes y simbólicos que significaron salir del antiguo edificio de la Academia de San Carlos —incluida toda su carga formativa insertada en los principios del “academicismo”— y transitar a una nueva y moderna sede, en donde también se actualizó la visión pedagógica y educativa siguiendo los principios del modernismo y la naciente arquitectura internacional, junto con los principios del funcionalismo impulsado por las teorías de José Villagrán García. La primer generación de profesores del Taller se dedicó a transmitir a su alumnado estos principios y aplicarlos a su vez en su propia obra construida, la cual se distinguía por el orden compositivo y funcional con las que se ejecutaban, de la mano de una plástica austera y rigurosa; destacan ejemplos como los laboratorios que diseñaron Jorge González Reyna en sociedad con Jorge Gómez del Valle, así como las clínicas y hospitales de Gutiérrez Camarena, Carlos Ortega y Raúl Kobeh.

Otros notables ejemplos inscritos en el llamado modernismo internacional que dominaba el quehacer de este grupo de maestros son las Torres de la Facultad de Ciencias en C.U, y algunos años después, el Conjunto Aristos —de Eugenio Peshard y José Luis Benlliure, respectivamente—, con elegantes y sobrias soluciones modulares que reflejan la influencia de arquitectos como Mies Van Der Rohe y Walter Gropius, mientras que de México seguían de cerca las ideas de Pani, y de Del Moral.

 

Germán Herrasti, edificio Porfirio Díaz 100

 

La Arquitectura emocional y el Geometrismo estructural

Con el paso del tiempo, la planta de profesores se fue enriqueciendo con nuevos integrantes, algunos de ellos extranjeros exiliados que encontraron en nuestro País un refugio para su creatividad y que abrieron nuevos horizontes en la forma de ver y hacer la arquitectura; en tal sentido, las ideas de Max Cetto y Matías Goeritz sembraron los inicios de una corriente diferente, centrada en el habitador, sus emociones y el respeto a la naturaleza y que se identificaban más con los principios de la arquitectura orgánica de O’Gorman y los valores barraganianos heredados de Ferdinand Bac. A ellos se sumaron algunos profesores como Pedro Medina y René Capdevielle, quienes defendían una arquitectura más “nacionalista” con influencias hispánicas y mozárabes expresadas en el uso de patios, jardines, grandes muros contrastantes con vanos contundentes y un expresivo manejo de la luz. Esas búsquedas fueron permeando al resto de profesores, en combinación con una convivencia cultural llena de acuarela, tauromaquia y música, que le confirieron al Taller una fama y perfil bohemio durante años, en los que fue conocido como el Taller “E”.

Otro extranjero que tuvo una fuerte influencia en el Taller y en la arquitectura mexicana de aquel tiempo, fue Félix Candela, quién innovó la espacialidad y la forma de construir a través del entendimiento de la geometría estructural y la eficiencia en la transmisión de cargas por forma; sus construcciones -como la Iglesia de la Medalla Milagrosa-, basadas en el uso de cascarones ligeros de doble curvatura sorprendieron al mundo y dieron pauta para un diseño con visión sistémica, donde espacialidad, forma y estructura se funden en una solución integral. Siguiendo tales principios, pero bajo otros sistemas estructurales, sobresalen la arquitectura de losas plegadas concéntricas que uso exitosamente Honorato Carrasco Navarrete en iglesias como la Capilla del Seminario Menor en Tlalpan o bien, Alejandro Shoenhofer quién trabajaría junto con Benlliure, Ramírez Vázquez y Chávez de la Mora, en la cubierta colgante de la nueva Basílica de Guadalupe en el Tepeyac.

Con el término de la década de los 60’s, el mundo y México se vieron inmersos en cambios socio-políticos muy intensos que anunciaban una fuerte crisis en torno a los sistemas establecidos; en el caso de la Escuela Nacional de Arquitectura, esto llevó a una discusión sobre las posturas de lo que debía ser la arquitectura y sus procesos de enseñanza, lo que finalizó en una división interna con la creación del Autogobierno y la aplicación de dos planes de estudio totalmente diferentes entre sí; el entonces llamado Taller “E” permaneció en el grupo llamado “Talleres de la Dirección” bajo una formación más conservadora y contraria al autogobierno.

 

Segunda época, 1970–1985: la consolidación

En el Taller “E”, la formación se complementaba con otros saberes como la teoría y la historia, lo que permitía construir una base sólida de conocimientos respecto de los principios estilísticos a lo largo del tiempo y ampliaban la cultura artística del alumnado; son recordadas las clases de María Luisa Mendiola con su desparpajado estilo al narrar sus diapositivas, así como las notables cátedras con impecables croquis de Ricardo Arancón, a los que se sumarían años más tarde Gabriel Mérigo y Alejandro Villalobos. También se impulsaba el dominio de otras habilidades como el dibujo, la pintura y la fotografía —algunos maestros como Capdevielle Licastro, Benlliure y Pedro Medina eran extraordinarios dibujantes—; el gusto por la formación artística y cultural impregnada en las clases, conllevó a que varios estudiantes optaran por la pintura como su labor primordial y ejemplos como Pablo Caso y Lorenza Capdevielle destacan como sobresalientes al convertirse en artistas plásticos consagrados, además de arquitectos prácticos.

 

El Formalismo brutalista y el Minimalismo mediterráneo

Con los años se fueron sumando maestros que continuaban con las enseñanzas de corte más técnico y racionalista heredado de González Reyna y su grupo de maestros y que ahora incursionaban en las nuevas corrientes imperantes en el mundo como la obra de Kenzo Tange en Japón y de Paul Rudolph en Norteamérica; en esta década, los arquitectos del Taller se distinguían por tener un trabajo serio y riguroso, que seguía los principios de un formalismo brutalista, con la presencia de edificios de volumetría contundente y una expresividad que explotaba la riqueza del concreto aparente y de grandes prismas de un único material, como se puede observar en sus respectivas obras del palacio de gobierno de Chiapas de David Muñoz, el edificio de Porfirio Díaz 100 en el parque hundido de Germán Herrasti o bien en el edificio de San Jerónimo 650 de Rodrigo Zorrilla. Ese talentoso grupo influyó a varias generaciones que seguían estas directrices y que se incorporaron a la labor profesional y docente para continuar así con una línea forjada en un abanico que iba desde lo emocional en concordancia con lo nacional, hasta lo técnico- constructivo, centrado en lo racional y con una visión internacionalista.

En esa época y ya con una práctica profesional consolidada -aunque con ciertas diferencias entre sí-, se unen al Taller los arquitectos José María Buendía y unos años después, Antonio Attollini Lack, ambos con una cuidada arquitectura de corte emocional, minimalista y mediterránea, con fuerte influencia barraganiana, guiada por la presencia mínima de elementos y con una especial atención por el detalle y el manejo de la luz, como se puede observar en muchas de sus obras y en especial en la casa Buendía en Coyoacán y en la Iglesia de la Santa Cruz del Pedregal, respectivamente. Mención especial merece la arquitecta italiana Giulia Cardinali, quién comparte el interés por estas ideas y en especial el cuidadoso trabajo con la luz natural en ejemplos como el vitral para la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Azcapotzalco (obra de Germán Herrasti).

 

El Neo-modernismo y la Arquitectura orgánica

A esa generación, le sucedió un preparado grupo de arquitectos egresados del Taller, el cual trasladaba a las aulas su propia experiencia profesional con una visión que combinaba el todavía vigente formalismo brutalista, con una innovadora corriente neo-modernista, fundamentada en alcanzar diseños austeros y elegantes en los que prevalecían los materiales aparentes (acero, concreto, tabique), con composiciones lineales, ordenadas y modulares de cuidadas proporciones; ejemplos como el Instituto de Geografía de Morelia de Ernesto Natarén, la Casa Estudio en gran Jardín en León, Gto. de David Lujan, la Torre Siglum de Miguel Murguía (con Mario Schjetnan), la sede de CENEVAL de Luis F Solís (con Ernesto Velasco), el Museo de Arte Contemporáneo en Tlaxcala de José Rogelio Álvarez N o el corporativo “Endomédica” de Luis Coll M. (con Vicente Alonso), son importantes ejemplos de esta línea de pensamiento arquitectónico prevaleciente en ese grupo de maestros.

Pertenecientes a esta misma generación, pero con líneas de pensamiento más cercanas a la escuela de Goeritz, Cetto y Buendía y bajo la clara influencia de Gaudí, O’Gorman y Barragán, destaca el trabajo y la labor profesional de otro grupo de maestros que optan por una arquitectura más “orgánica” y heredera de algunos de los principios de la arquitectura emocional, en especial la atención al habitador y su

percepción del espacio, así como de una alta sensibilidad en el respeto e inserción dentro de la naturaleza; en tal sentido, es de destacar la obra de Javier Senosiain, quien ha permanecido fiel de ese tiempo a la fecha, en una idea de un irrestricto apego al hombre y a la naturaleza y que alcanza su máxima

representación en el parque “Nido de Quetzalcoatl” en Naucalpan, Edo. de México; así mismo y también con una obra relevante, es necesario mencionar el trabajo de Daniel Arredondo (en sociedad con Senosiáin), en una serie de edificaciones con geometrías puras y coloridos primarios, rodeados de naturaleza y vegetación abundante, como se puede observar en los Laboratorios Senosiain.

 

 

Tercera época, 1985–2000: la reunificación

Con la década de los 80’s, llegaron importantes cambios a la entonces Escuela Nacional de Arquitectura; entre los más importantes citaremos la creación del Doctorado en Arquitectura, lo que le permitió adquirir el carácter de Facultad de Arquitectura (FA), junto con la creación de dos nuevos programas de licenciatura (en Urbanismo y en Arquitectura de Paisaje); pocos años más tarde y apenas iniciada la

década de los 90’s, se logró la reunificación de los Talleres de Arquitectura y la aplicación de un nuevo y único Plan de Estudios. En esa renovación, se acordó modificar las denominaciones que distinguían a los distintos talleres y que se agrupaban en números para el Autogobierno y en letras para los talleres de la Dirección; es ahí que el colectivo de profesores y alumnos decide nombrar al Taller como uno de sus fundadores: “Jorge González Reyna”.

 

El Racionalismo tecnológico y la Arquitectura contemporánea mexicana

Esa época se caracterizó por un replanteamiento de los valores que regían la arquitectura y que postulaban autores como Charles Jencks, Richard Venturi y Michael Graves, y que derivo en el nacimiento del posmodernismo; esta corriente influyó en parte de las generaciones que entonces estudiaban y que se cuestionaban sobre los caminos que debía tomar la profesión. Sin embargo, los profesores de mayor edad veían lejanos los postulados defendidos por los “posmodernos” -Honorato Carrasco Navarrete señalaba que adentrarse en el “posmodernismo” era “pasar del subdesarrollo a la decadencia, sin haber tocado el desarrollo”-; es así que algunos jóvenes profesionales congeniaban en sus primeros trabajos con estas ideas, aunque después conformaron sus propios caminos siguiendo las enseñanzas más racionalistas de sus maestros y que podríamos definir como una segunda generación de neo-modernistas; es así que jóvenes arquitectos de la época como Marcos Mazari, Francisco Ortiz Islas y Ernesto Betancourt, dan muestra de este pensamiento en obras de lograda calidad como “Residencial Bernardo Quintana 105”, el “Hospital del Niño y el Adolescente” o la “Biblioteca de la Preparatoria 5”, respectivamente.

Varios egresados transformaron parte de estas ideas y las maduran aún más, adentrándose en lo que podríamos llamar como un “racionalismo tecnológico”, en donde impera una visión más sistémica del proceso de diseño y en donde se incorporan y desnudan los elementos estructurales y de instalaciones en las soluciones generales; con ciertas ideas compartidas en el “High Tech” de Renzo Piano o bien en la pureza de diseño de Richard Mier; sobresale el trabajo de los Hermanos García del Valle, en ejemplos como el edificio de laboratorios médicos en Lerma, así como la arquitectura de espectáculos de José de Arimatea Moyao en obras como el Auditorio Telmex en Guadalajara. En un renglón aparte y por su notable calidad, tenemos que nombrar a Cesar Pérez Becerril, quién heredó la sensibilidad y cuidadoso diseño de su guía y referente, Antonio Attollini y que muestra con maestría en su obra de la Cafetería de la Facultad de Medicina en C.U.

En esos años, se incorporan al Taller varios profesores externos que aportaron sus conocimientos y reforzaron la tendencia racionalista que ya distinguía a parte del Taller; ejemplos como Alejandro Rivadeneyra, quien da muestra de esta línea de pensamiento en su obra de la nueva sede de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, o bien de Carlos Tejeda quién colaboraría con González de León y Francisco Serrano en el Corporativo “Bosques” y finalmente con las ideas de Margarita García Cornejo, quien da cuenta de ello en su intervención en el “Espacio México” en Madrid, España. También gravitan entre esta corriente los arquitectos Honorato Carrasco Mahr y Javier Duarte Morales, en edificios como la Estación Metrobús Centro Cultural Universitario y la Escuela Nemadi -respectivamente- y en algunas otras de sus obras temprana se adentran por igual en una arquitectura mexicana contemporánea (al igual que Alejandro Rivadeneyra), donde se retoman principios de materialidad regional aparente (piedra, tabique, tierra) y soluciones constructivas tradicionales modernizadas como cubiertas de viguería y teja, patios con pisos de barro u otros, por poner algunos ejemplos.

En esta generación surgieron una serie de brillantes arquitectas dedicadas a la investigación y que hoy son referentes en el estudio de la historia de la arquitectura contemporánea mexicana (Lourdes Cruz Franco, Zoraida Gutiérrez, Mónica Cejudo y Elisa Drago), mientras que -por otra parte-, destacan varios egresados como herederos de la tradición de artistas plásticos con influencias de maestros como Capdevielle y Medina, que hoy mantienen una exitosa trayectoria artística (Pedro Trueba y Marco Álvarez).

 

César Pérez Becerril, cafetería Facultad de Medicina, CU

Honorato Carrasco Mahr, estación Metrobús “Centro cultural universitario”

Cuarta época, 2000–2020

El nuevo milenio trajo consigo nuevas visiones y cambios en la arquitectura, por lo que la FA no se vio exenta de estos fenómenos; como ejemplo hay que citar el arranque del Plan ’99, que impulso la figura del “Taller de Arquitectura” como eje central de la formación, bajo una visión integradora de los elementos teóricos, técnicos y proyectuales en los procesos de solución arquitectónica; por otro lado, la configuración poblacional de la carrera se vio condicionada con un importante crecimiento en la matrícula y con el equilibrio alcanzado en la paridad de género del estudiantado. Este fenómeno permitió que la presencia de mujeres en el quehacer docente y proyectual creciera, en contraste con las pasadas generaciones y que las arquitectas egresadas del Taller tuviesen un importante papel en los escenarios profesionales de las últimas décadas.

 

El Regionalismo sustentable

Estos últimos años, el Taller ha egresado una serie de brillantes arquitectas, con una carrera profesional exitosa y plagada de reconocimientos; su obra la podríamos clasificar como de un “regionalismo sustentable” por la sensibilidad en el entendimiento del lugar, una materialidad altamente expresiva y una profunda comprensión del contexto social y ambiental en el que se insertan, que les ha permitido incursionar desde proyectos urbanos de gran calado hasta edificios de distinta escala con cuidada calidad. Esa labor profesional la trasladan a las aulas desde hace varios años con renovada frescura e ideas innovadoras que ahora tocan a las nuevas generaciones. Casos como el de Gabriela Carrillo en el Mercado de Matamoros o junto con Esterlina Campuzano (colaboradora durante varios años) en proyectos como la Escuela de Débiles Visuales en Iztapalapa o la Casa Estudio Iturbide (con Mauricio Rocha), dan cuenta del cuidado y valor que imprimen a cada una de sus obras. Unos pocos años después, la arquitecta Loreta Castro (junto con su esposo José Pablo Ambrosi) consolidan una fructífera labor profesional con propuestas sustentables e innovadoras de espacios públicos como el Parque “La Quebradora”, el Parque “El Represo” en Nogales, o bien el Parque Bicentenario en Ecatepec; en esa misma tendencia podemos nombrar el trabajo de Ana Isabel Ruíz Remolina, quien ha desarrollado importantes trabajos de carácter urbano e intervenciones de equipamiento público como las Estaciones Transporte Metropolitano Zacatecas. Caso aparte es el de Mariana de la Fuente, quién se especializó en arquitectura interior al grado de ser la fundadora de la especialidad en nuestra Facultad.

Loreta Castro Reguera y José Pablo Ambrosi, Parque Bicentenario, Ecatepec

Ana Isabel Ruíz Remolina, estaciones Transporte metropolitano, Zacatecas

 

Acompañando el esfuerzo de estas arquitectas, también destacan varios jóvenes que se han ocupado de combinar una labor profesional sobresaliente con la enseñanza del oficio en los distintos niveles del Taller; varios de ellos realizaron sus posgrados fuera del País y regresan a la UNAM para enriquecer la formación académica en su Alma Mater (Oscar Enríquez y Ronan Bolaños), mientras que otros arquitectos que han tenido una reconocida trayectoria por su lograda labor profesional de inserta en el racionalismo tecnológico, salpicado de arquitectura mexicana contemporánea; trabajos como los de Gustavo Rojas, en las adaptaciones urbanas en Ayutla, Mor. u Ovidio Cuellar en el Desarrollo “Puerta San Antonio”, así como Oscar Sanginés en el Edificio VIBE20 o bien Luis Beltrán del Rio y Alonso de la Fuente, con el Mercado de Artesanías de Tlaxcala o el Edificio COVA07 -respectivamente-, dan cuenta de ello; todos ellos combinan su práctica profesional con el gusto por la docencia y siguen impartiendo clase hoy día.

Escobedo Soliz, casas Nakasone

Luis Beltrán del Río, mercado de artesanías, Tlaxcala

 

Finalmente, es importante destacar el hecho de que varios egresados del Taller han optado por trabajar asociados en estudios de arquitectura -donde impera un espíritu creativo y colaborativo- y que les permite alcanzar una mayor proyección; casos como el Estudio Niz/Chauvet o el del Taller Paralelo de Flores/Merodio, ambos con una obra de estilo neo-modernista muy refinada y con ejemplos como el Hotel Thompson en Playa del Carmen o el Hub Santander en Santa Fe -respectivamente- permiten valorar esa calidad; otros despachos que han alcanzado una solidez profesional importante y que combinan con proyectos de menor presupuesto insertos en un regionalismo sustentable, es el de Escobedo/Soz con ejemplos como la Casa Nakasone, donde muestran una gran habilidad en el manejo de espacios, volúmenes, luz, sombra y una contundente materialidad; los cuatro últimos arquitectos han incursionado en algún momento en la práctica docente, llevando a las aulas su amplia experiencia profesional.

 

Oscar Sanginés Coral, edificio Vibe 20

Reflexión final

El Taller Jorge González Reyna (antes E), se ha distinguido por la seriedad de sus procesos de enseñanza-aprendizaje, fundamentados en el traslado directo de la experiencia profesional de su claustro académico a las aulas y en fomentar la participación en concursos tanto profesionales como estudiantiles. El grupo académico ha sabido combinar la riqueza de la profesión y del oficio, con una formación universal en los ámbitos artísticos, teóricos e históricos, que en conjunto logran transmitir a su alumnado una visión amplia y profunda de los conocimientos y habilidades que requieren para su práctica profesional.

Esto se ha hecho generación tras generación desde hace más de 65 años en un esquema maestro-aprendiz que permite conservar y mejorar año con año la genética académica que se remonta a sus orígenes y que ha convertido a sus integrantes en una gran familia académico-arquitectónica.

Podemos afirmar que han dominado dos corrientes en la formación de arquitectos al interior de este Taller; la primera, de corte más racional e inscrito en los orígenes de la modernidad y el estilo internacional y otra más nacionalista, con influencias de la arquitectura orgánica y emocional que atiende los valores locales y de apego a la naturaleza; éstas se inscriben en una serie de estilos o corrientes evolutivas que permiten identificar claramente una línea discursiva transgeneracional.

Hoy, la tradición continua y los grandes y primeros maestros que ya no están con nosotros, perviven no solo en la memoria de cada uno de aquellos a los que tocaron con sus enseñanzas, sino también en las nuevas generaciones que no tuvieron oportunidad de conocerlos, pero que han recibido parte de ellos a través de las distintas generaciones de docentes que amorosamente intercambian su pasión con la frescura y ansias de conocimiento de las nuevas generaciones.

Esperamos que los ciclos que sigan repitiendo y las futuras generaciones gocen de una formación completa, honrando con ello a quienes nos antecedieron.

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Escuela Primaria Intercultural Bilingüe Juan Álvarez https://arquine.com/escuela-primaria-intercultural-juan-alvarez/ Mon, 21 Jun 2021 14:01:59 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/escuela-primaria-intercultural-juan-alvarez/ La intervención en la Escuela Primaria Intercultural Bilingüe Juan Álvarez, ubicada en la Comunidad Juan Rocha Reyes, en Xochistlahuaca, Guerrero, forma parte de los proyectos se realizan en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Coordinación de Vinculación de Proyectos Especiales.

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Mostrar nuestros trabajos proyectuales frente a los de los otros es una de las  oportunidades que nos permite reconocernos como arquitectos y valorar lo realizado, tomando en cuenta diferentes posturas de diseño y experiencias que se relacionan con la importancia de la crítica y la autocrítica, realizadas desde perspectivas y circunstancias distintas de lo que tiene que ver con la propia realidad cotidiana. Unas primeras ideas relacionadas con la autocrítica, como instancia primera, tienen que ver con el qué presentar ante los otros, por qué
presentarlo, cómo presentarlo y qué se espera de todo lo anterior. Estas decisiones selectivas implican meditaciones, que contribuyen desde un inicio a la construcción y reconstrucción de ideas que dan sentido a las propuestas. El pararse frente al espejo de los otros puede implicar significaciones políticas y sociales, así como valoraciones de los resultados referidos a calidades proyectuales, compositivas, formales, manejo de materiales, procedimientos constructivos y consideraciones ambientales.  Tal es el caso de lo que sucede ahora, con la participación de México, en la 17 Muestra Internacional de Arquitectura de Venecia.

La intervención en la Escuela Primaria Intercultural Bilingüe Juan Álvarez, ubicada en la Comunidad Juan Rocha Reyes, en Xochistlahuaca, Guerrero, es uno de los proyectos con los cuales nuestro país participa actualmente en la muestra mencionada, formando parte de los que se realizan en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de su Coordinación de Vinculación de Proyectos Especiales. Para esta oportunidad, el proceso se inició en el año 2016 como un trabajo de diseño estudiantil que resultó del acercamiento de la comunidad de Xochistlahuaca con el taller Federico Mariscal y Piña, solicitando apoyo para revisar varias escuelas que habían sido construidas en la región de la Costa Chica de Guerrero, de acuerdo con las normas del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa y que mostraban algunas limitaciones programáticas y de funcionamiento. Estas escuelas funcionan como parte de un programa denominado Guerrero 50-50, en las que se imparten las clases de educación primaria tanto en español como en lenguas originarias de la región. La comunidad en la zona y por ende los ocupantes de esta escuela, mayoritariamente hablan la lengua Amuzga.

 

Como resultado de este primer acercamiento, se entregaron a la comunidad de Xochistlahuaca primeros esquemas de intervención realizados por  alumnos, a partir de los cuales se decidió continuar, como parte del proceso, seleccionando una de estas escuelas para llevar el diseño hasta su etapa ejecutiva, replanteando los esquemas iniciales, ahora con un equipo reconfigurado por alumnos que realizaban su servicio social, incorporando además la dirección de profesores que forman parte del Taller Max Cetto. Así las cosas, el equipo de trabajo para realizar el proyecto ejecutivo y la dirección de la realización de la obra de la escuela Juan Álvarez, quedó finalmente constituido por la representación de la propia comunidad de Xochistlahuaca, maestra en urbanismo, que expresó necesidades y lineamientos generales a resolver, Judith Meléndrez Bayardo como coordinadora general del proyecto, Gabriel Konzevik Calib y Antonio Plá Perez en lo que respecta al diseño arquitectónico y la coordinación resolutiva de las diversas ingenierías y Fernando Rivas Ladrón de Guevara, en lo que tiene que ver con los criterios de coordinación y enlace. Desde luego fue fundamental la participación del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED) como coordinador y representante institucional. Entre los ingenieros participantes en el proyecto, destaca la labor de Gerson Huerta, en lo que tiene que ver con las soluciones de carácter estructural.

El proceso se inició con visitas al lugar por parte de la representación universitaria, para evaluar conjuntamente con la comunidad de Xochistlahuaca las preexistencias, en lo que tiene que ver con su topografía natural, escurrimientos pluviales, condiciones climáticas, vegetación existente y desde luego valorar las preexistencias construidas, constituidas por aulas, centro comunitario, cancha techada y algunos servicios complementarios. El terreno, accidentado y con importantes pendientes, indujo las soluciones iniciales de proyecto ya construidas, definiendo distintas plataformas donde se asentaron las construcciones. Otros elementos considerados en la visita tuvieron que ver con el conocimiento del clima de la localidad, cálido y húmedo, imperante mayoritariamente en el tiempo y lo referente a las lluvias, los movimientos del sol y los vientos dominantes.

Como resultado de estas evaluaciones y de los primeros acercamientos programáticos y proyectuales, se plantearon los objetivos de diseño, constituidos en primera instancia por la revisión de la estabilidad de las plataformas existentes, que no contaban con las protecciones necesarias en sus desniveles, así como la integración y solución segura de los desplazamientos peatonales entre ellas. Complementando lo anterior, se propuso la construcción  de algunos espacios para terminar de conformar adecuadamente la administración y los seis grados educativos necesarios para el correcto y completo  funcionamiento de la escuela. Se planteó además el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de los espacios interiores preexistentes en lo que tiene que ver con sus condiciones y ganancias de calor y la mejor inducción de cruzamientos de los movimientos naturales de aire que mostraban algunas deficiencias, al punto de que en distintos horarios y temporadas del año, obligaban a realizar las actividades educativas al aire libre en construcciones improvisadas, con las consecuentes dificultades que ello implicaba. Finalmente se propuso la construcción y mejoramiento de algunos servicios generales, como sanitarios, la cerca perimetral que delimita la escuela y la definición clara de los accesos a la escuela.

Dadas las importantes precipitaciones pluviales en la zona y la continuidad natural de las plataformas preexistentes, los deslaves constantes entre ellas ponían en riesgo la estabilidad de las construcciones ya edificadas, así como la integridad física de los ocupantes de la escuela, por lo que fue necesario instrumentar en algunos casos, pendientes mas suaves de transición y en otros, límites más precisos y seguros entre estas plataformas, definidos ahora por distintas tipologías de muros de contención. Complementando lo anterior, en términos de espacios exteriores, se mejoraron también los itinerarios de los desplazamientos peatonales, definiendo caminos y veredas mediante diseños y materiales eficientes, así como diseñando algunas escaleras para articular los desniveles. Los diseños anteriores, terminan siendo discretos, racionales, económicos, integrados con  naturalidad al paisaje, dignificando y mejorando en buena medida la habitabilidad de los espacios útiles interiores y los recorridos en los exteriores de la escuela.

En las propuestas iniciales de proyecto para este tipo de escuelas se utilizan generalmente prototipos estandarizados, que en muchas ocasiones no toman en cuenta las condiciones particulares de la localidad, sobre todo lo que tiene que ver con el clima. La escuela que ahora nos ocupa es un ejemplo claro de lo anterior. En términos arquitectónicos, un requerimiento fundamental a solucionar fue el que se pudieran mejorar sustancialmente las condiciones de habitabilidad climática en los espacios interiores, dado el calor sofocante imperante en los mismos, para poder ocupar las aulas durante todo el año. Todo lo anterior se combinó con la construcción de una nueva aula y zona de dirección, lo que finalmente, en conjunto, constituye la esencia fundamental de la propuesta de diseño. Como solución climática se propuso la construcción de una segunda cubierta sobre las construcciones, separada de la preexistente, de tal manera que entre las dos se propiciara un espacio que regulara las ganancias de calor por la azotea, funcionando además  como un disipador de temperatura al permitir el flujo del aire entre ambas cubiertas. Como parte sustancial de lo anterior se propuso la construcción de pórticos de doble altura, al frente de las fachadas principales de los edificios, que operaran también como protecciones solares y con la idea de contar como un espacio exterior abierto, sombreado, de tal manera que permitiera la convivencia informal de alumnos y profesores en este lugar protegido. Adicionalmente se revisaron las longitudes de las protecciones necesarias de los aleros en azotea para los mismos efectos. Es indudable que con estas propuestas se mejoraron las calidades de los espacios interiores, volviéndolos mas funcionales y habitables. En los nuevos espacios construidos, aula y zona de dirección, se utilizaron en fachadas, celosías abiertas, que propician una mejor ventilación natural cruzada.

Las propuestas de dobles cubiertas y pórticos terminan por constituir la parte fundamental de la reconversión climática y formal, generando con ello, además, una escala volumétrica en las edificaciones y en los espacios exteriores resultantes que le confieren al lugar mayor claridad de conjunto, presencia, jerarquía y dignidad, calificando a la escuela con una personalidad propia y diferente entre las preexistentes en zonas aledañas. Particularmente el espacio abierto que resulta entre dos de los edificios principales, donde se ubica ahora la nueva dirección de la escuela, se ha convertido, por sus calidades formales y habitables, en el corazón vivencial de la escuela, donde se realizan algunas actividades comunitarias, condición espacial de la cual se carecía en los orígenes del proyecto. Los trabajos anteriores, terminados en el 2017, constituyen una primera etapa de intervención en la escuela, que no se terminaron completamente por falta de presupuesto. Entre los trabajos faltantes se encuentra la incorporación de unas pantallas protectoras a manera de persianas, que complementan la propuesta climática y formal, en las partes altas  de los pórticos ya construidos, regulando con ello las incidencias del sol y sus ganancias de calor. Es de esperarse que, con el tiempo y la consecución de algunos otros recursos financieros, se puedan completar estas persianas y más adelante se resuelvan las otras necesidades de intervención en la escuela, como lo que tiene que ver con los espacios interiores destinados para la convivencia comunitaria. Los procedimientos constructivos empleados en las intervenciones ya realizadas son sencillos, racionales y eficientes, utilizando preferentemente materiales aparentes como el concreto y algunos componentes metálicos, buscando con ello durabilidad, bajos costos de operación y mantenimiento. El área total del terreno es de 5,584.45 metros cuadrados, y se ocupan 933.95 y dejando un área libre de 4,650.50, fundamentalmente permeable y arbolada, lo que nos da cuenta de una propuesta proyectual amable en términos  ambientales.

La experiencia que implicó a la comunidad de Xochistlahuaca, profesores, alumnos e instancias gubernamentales, entendida  como parte de la formación académica universitaria, forma parte ahora del conjunto  de  algunas otras experiencias realizadas en el tiempo por la misma Facultad de Arquitectura de la UNAM, asumiendo lo anterior como un servicio dentro de la enseñanza-aprendizaje, como un compromiso social y político en el ejercicio de la arquitectura, acercándose a comunidades poco atendidas en algunos estados en el interior de la República Mexicana. La experiencia vital de profesores y alumnos de visitar, comprender, convivir y valorar la realidad cultural de estas comunidades y contribuir en alguna medida al mejoramiento de sus condiciones sociales y materiales, sobre todo en lo que tiene que ver justamente con la educación, es sin duda una satisfacción  invaluable. Finalmente es importante reconocer  que, como una alternativa necesaria, vale la pena pararse periódicamente frente al espejo de los otros, mostrando los propios trabajos proyectuales, para así poder visualizar de mejor manera y con conocimiento de causa, las posibles rutas de futuro a seguir en nuestros caminos profesionales.

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Juan Ignacio del Cueto, será el nuevo director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM https://arquine.com/juan-ignacio-del-cueto-sera-el-nuevo-director-de-la-facultad-de-arquitectura-de-la-unam/ Sat, 20 Feb 2021 01:31:50 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/juan-ignacio-del-cueto-sera-el-nuevo-director-de-la-facultad-de-arquitectura-de-la-unam/ Juan Ignacio del Cueto, uno de los mayores especialistas en la obra de Félix Candela a nivel mundial, será el nuevo director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

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Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes estudió arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, donde se recibió en 1985. En 1996 obtuvo su doctorado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, de la Universidad Politécnica de Cataluña, donde estudió entre 1986 y 1990. Su tesis doctoral, Arquitectos españoles exiliados en México. Su labor en la España republicana (1931-1939) y su integración en México, dirigida por Josep María Montaner, es la base de su libro, del mismo título, publicado por la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Es uno de los principales estudiosos a nivel internacional en el trabajo de Félix Candela, dictando conferencias y curando exposiciones y como autor de varios libros sobre su obra, como la Guía Candela (2013). También se ha dedicado al trabajo de conservación y preservación de la obra de Candela. Actualmente lidera la restauración del cascarón de concreto que aquél construyó para el restaurante Los Manantiales, en Xochimilco.

Juan Ignacio, Dino del Cueto, será el nuevo director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. En esta liga pueden leer la entrevista sobre el legado de Candela que Dino concedió a Arquine en 2011.

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Mercado público Matamoros https://arquine.com/obra/mercado-publico-matamoros/ Thu, 31 Dec 2020 20:22:16 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/mercado-publico-matamoros/ El Mercado público Matamoros es uno de los proyectos desarrollados por académicos y estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la UNAM para la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano y construidos durante 2019.

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Nombre de la obra. Mercado Público Matamoros.

Ubicación. Matamoros, Tamaulipas, México.

Fecha de realización de proyecto. 2019

Fecha de construcción. 2020

Superficie total construida. 2868 m2

Gestor. SEDATU.

Autor. C733 (Gabriela Carrillo, Carlos Facio, Eric Valdez, Israel Espín, José Amozurrutia) para la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Colaboradores. Misael Romero, Rosendo Casarrubias, Pedro Domingues.

Ingeniería estructural. Gabinete de Ingeniería de Estructuras Especiales S.C. 

Instalaciones básicas y especiales. Enrique Zenón

Arquitectura de paisaje. Hugo Sánchez Paisaje 

Señalización. Latente Studio

Maqueta. Temas MX

Visualizaciones. Paul Espinoza

Fotografías. Rafael Gamo

 

 

“Tiene esta ciudad muchas plazas donde hay continuo mercado y trato de comprar y vender. Tiene una plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, todavía cercada de portales alrededor; donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil animas comprando y vendiendo… ”

Hernán Cortés

 

Antecedentes

Los mercados, más que simples espacios de compra y venta en el diario abastecimiento, son una síntesis de la cultura y la historia de una región, así como de las relaciones comerciales con sus vecinos. A estos sitios históricamente han llegado no sóolo productos, sino usos y costumbres, formas artísticas, conocimientos y diferentes formas de ver el mundo.

Las construcciones vernáculas del noreste del país tienen de manera natural un carácter defensivo y de economía de recursos; la seguridad, el clima, el calor y la falta de humedad se reflejó en arquetipos sólidos, en proporciones masivas; el uso del patio para proteger al espacio interior contra la inclemencia del tiempo; el aprovechamiento de los recursos existentes los materiales utilizados, propios de la región; las orientaciones, la densidad de la luz y el flujo de aire por ventilación cruzada son algunas de sus principales manifestaciones.

 

 

La Estrategia

A finales de Marzo del 2019 la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, convocó a un grupo de académicos-practicantes a participar en un concurso para desarrollar proyectos de obra pública replicable para la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU), en contextos de alta vulnerabilidad, específicamente ese año en ciudades fronterizas del norte del país. El tiempo de desarrollo para estos proyectos serían sólo de tres meses y tres meses para ser ejecutadas sus obras; con presupuestos acotados (este espacio se construyó de diciembre del 2019 a marzo del 2020 y se habría inaugurado el 4 de abril, de no haber estado en contingencia por el COVID 19).

Por estas razones consideramos fundamentales tres estrategias de diseño; la primera, los criterios constructivos, donde racionalizamos el uso de la obra civil en un cincuenta por ciento y a la prefabricación ligera el resto; la segunda, la respuesta a una flexibilidad matérica al lugar y la última la versatilidad a su espíritu espacial. Reconocer el ambulantaje, los cambios en la densidad poblacional producto de la migración y principalmente la falta de recursos a nivel de infraestructura en las zonas por intervenir fueron el eje para imaginar un espacio público de uso variado acompañados de áreas verdes y recreación. Antes que proponer un edificio, nos parecía fundamental proponer una estructura flexible, comunitaria, capaz de fortalecer vínculos sociales y generar pertenencia evocando el imaginario del antiguo Parián —el mercado que ocupó el Zócalo de la Ciudad de México— para conformar una plaza-mercado.

 

 

Mercado Matamoros

La estructura arquitectónica se ubica en un espacio antes residual en un área residencial de la periferia de la ciudad. El edificio se remete sutilmente del paramento para rodearlo de espacio verde y plazas. El primer componente, la muralla, recuerda las antiguas estructuras sólidas cerradas al exterior que permiten perforarse de manera flexible, en este caso para generar tránsitos en tres direcciones que conectan con un espacio deportivo y otro recreativo. La muralla se define por cuarenta locales fijos, así como por el área de servicios con la orientación más desfavorable para el asoleamiento. Esta piel, de altura baja y de ladrillo rojo, adquiere su rigidez por las divisiones de los mismos locales a manera de contrafuertes y crea los vestíbulos de acceso al corazón del pórtico. 

 

Un sistema de paraguas a base de estructura metálica prefabricados en módulos triangulares-trapezoidales a los que su forma misma da rigidez construyen un pórtico perimetral cubriendo claros de nueve metros de distancia con estructuras no mayores a 5 pulgadas capaces de resistir un huracán o inundación a pesar de su ligereza. El ángulo de inclinación, responde a la reducción de carga además del trabajo estructural a tensión, propiciando también los escurrimientos óptimos para el agua y la nieve. El sistema considera una piel inferior que funciona como aislante térmico, en este caso tabique de 2 cms de espesor, manteniendo en exterior una piel de lámina ideal para la intemperie y la captación pluvial, funcionando también como reflejante solar. Las linternillas facilitan el cruce de viento y la iluminación natural óptima para los otros 40 locales que se asientan en el corazón del pórtico de manera informal con áreas asignadas de 3 x 3 metros que permiten mantener la flexibilidad espacial y uso para la gente de la comunidad.

Por último, el oasis,  es un jardín sensible a las condiciones locales, en este caso un jardín-ciénega de bajo mantenimiento que se riega a partir de la captación de agua y que se despliega en las fachadas principales penetrando en el edificio. Un espacio flexible que en el tiempo irá incrementando su verde para promover sombras naturales, colchones térmicos y espacios de silencio.


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Mercado centro de barrio en Bahía de Banderas https://arquine.com/mercado-en-bahia-de-banderas/ Thu, 17 Dec 2020 08:06:48 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/mercado-en-bahia-de-banderas/ Se construyo un nuevo mercado público y se revitalizó un conjunto preexistente de instalaciones deportivas, en la localidad denominada Bucerías, que se ubica al norte del Municipio de Bahía de Banderas, en el Estado de Nayarit.

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Fotografías de Luis Young

En todas las comunidades urbanas la calidad de vida comunitaria depende en gran medida de la cantidad, diversidad y calidad de los espacios colectivos, abiertos, públicos, incluyentes y democráticos, con los que se cuenta. Lugares en donde la gente se encuentra y se desarrollan de manera natural y espontánea los intercambios que dan fuerza y sentido a la vida cotidiana, produciendo al mismo tiempo las posibilidades de enriquecimiento y diversificación de la vida social. La riqueza de estos espacios públicos, depende en gran medida de las mezclas de diferentes usos del suelo y, desde luego, de las interrelaciones de diversos grupos sociales y económicos. Influye además en lo anterior la localización y facilidades de accesibilidad a estos lugares sociales, en relación con  la trama del tejido urbano donde se ubican y desde luego su calidad de diseño. Con el tiempo y dada la vitalidad de los mismos, estos espacios se pueden ir cargando de significados y pasan a formar parte de la historia cultural de estas comunidades. Se llegan a convertir en nodos o hitos urbanos, en relación con los cuales se ordenan las referencias espaciales de vida, de las comunidades de las que hablamos.

Las ideas anteriores las tenemos presentes a la hora de evaluar el proyecto reciente de la construcción de un mercado público y la revitalización de un conjunto preexistente de instalaciones deportivas, que se ha realizado en la localidad denominada Bucerías, que se ubica al norte del Municipio de Bahía de Banderas, en el Estado de Nayarit. Vale la pena puntualizar de inicio que los criterios de actuación y los programas de proyecto a resolver, fueron el resultado de acuerdos entre representantes de la comunidad, las dependencias del gobierno federal encargadas de la planeación de los mismos, en este caso la Sedatu, y por otro lado, como responsables de la parte proyectual, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Facultad de Arquitectura de la propia Universidad. El arquitecto Matías Martínez (1984), egresado del Taller Max Cetto de la misma Facultad en el año 2008, es el responsable directo del diseño del mercado y conjunto en cuestión.

 

Bucerías (lugar de buzos) es una comunidad que se ocupa fundamentalmente en actividades turísticas, al disponer de un bello frente de mar, colindante en continuidad con el Estado de Jalisco, formando parte de la Riviera Nayarita y contando con una población que ronda los veinte mil habitantes. El clima en la localidad es caluroso y húmedo, con una temperatura promedio de 31 grados centígrados. Dada la población del lugar, era necesario contar ya con un  mercado público formal y para el efecto se seleccionó un terreno que se ubica estratégicamente muy al centro del territorio que ocupa actualmente el desarrollo urbano de Bucerías. Colindando con el terreno seleccionado para el mercado, se ubicaban las preexistencias de tres canchas deportivas, una de futbol, otra de beisbol y una más de basquetbol, que terminaron finalmente por integrarse y constituir un conjunto o centro de barrio. Instalaciones deportivas que fueron atendidas proyectualmente con mejoramientos en cuanto a sus instalaciones, como son algunos espacios destinados para baños y vestidores, algunas gradas semicubiertas y un espacio cerrado de usos múltiples dedicado a la preparación de jóvenes, como escuela de quienes practicarán el beisbol, sumando a lo anterior instalaciones de iluminación, para  ocupar de mejor manera estas canchas durante la noche, en la cual las condiciones climáticas son mas favorables, para la práctica de estos deportes.

 

El mercado como obra nueva de 3410.20 metros cuadrados construidos, cuenta con un área administrativa y de servicios, 120 locales comerciales, de los cuales 30 están dedicados a la preparación y venta de comida, ubicados estos últimos en tres de las colindancias externas del conjunto. La propuesta proyectual de criterios racionalistas, con base en la utilización de formas geométricas simples, regulares, se ordena de manera sistemática y modular, a partir del planteamiento de una dinámica cubierta constituida por paraguas, que a la distancia nos recuerdan la arquitectura de Félix Candela (1910-1997), arquitecto español, nacionalizado mexicano. A diferencia de Candela, que realizaba sus proyectos con cubiertas laminares de concreto, en este caso Matías Martínez, resolvió su unidad modular de cubierta, con base en una estructura metálica, terminada en su parte superior con piezas de barro. Bajo cada unidad de cubierta, se disponen de manera ordenada cuatro locales comerciales y su parte correspondiente de circulaciones. Las cubiertas están resueltas a manera de planos inclinados, que permiten a partir de esta condición, contar con la suficiente iluminación natural al interior del mercado y desde luego con ventilación natural cruzada, para refrescar su habitabilidad. Los flujos peatonales resultantes son claros y eficientes, contribuyendo a esta claridad, el hecho de que los locales interiores son bajos y permiten visualizar de golpe, el conjunto total del mercado y sus posibles recorridos.

 

Los locales de baja altura están resueltos con base en tabique de barro rojo vidriado, con despieces ordenados, a lo que se suman mesetas de concreto pulido que sirven para apoyar los productos de venta, reconociendo en términos proyectuales el cuidado de su resolución geométrica y de detalle en cada uno de sus componentes. Es interesante el detalle de las columnas de la estructura metálica, al fragmentarlas en cuatro componentes, que se relacionan visual, geométrica y estructuralmente con los de las cubiertas, y que nos recuerdan propuestas previas experimentadas por el arquitecto británico Norman Foster (1935). Es atractivo el contraste cromático y de texturas entre el barro, la expresividad de la estructura terminada en tonos oscuros y el concreto pulido aparente de pisos y mesetas. Contribuyen a lo anterior los juegos de luces y claroscuros que provienen de las ventanas altas ubicadas en los planos inclinados de las cubiertas.

 

Me parece que los espacios exteriores, que colindan con los locales destinados para la venta de comida, debieron contar con un mejor tratamiento de diseño paisajístico, pensando en el confort de su utilización, ya que las extensiones de cubiertas con las que cuentan para su protección solar, creo no son suficientes, teniendo en cuenta sobretodo las condiciones climáticas, calurosas y húmedas de la localidad.  Adicionalmente pienso que debió realizarse un plan maestro, incluyendo en la propuesta de conjunto a manera de previsión, la inclusión de usos del terreno vacío que se considera como reserva territorial, que colinda con el proyecto actualmente terminado.

 

La escala actual de Bucerías permite recorrer la localidad a pié y esta condición vuelve amables los itinerarios posibles. En términos urbanos, la presencia del proyecto resulta amable para el contexto donde se ubica y al final de cuentas se aprecia sencillo, ordenado, eficiente, cuidadosamente resuelto y formalmente atractivo; pero lo mas importante es que su ubicación y la combinación de usos del suelo de conjunto, podrán traducirse en un lugar significativo de referencia, que pudiera enriquecer la cotidianeidad de la vida colectiva en la localidad y con el tiempo llegar a formar parte de la cultura de la misma. Celebro que se sigan construyendo mercados públicos, por lo que significan para la vida social y económica de las comunidades; el trato mas directo y rentable entre productores y consumidores. Las atmósferas y calidades vivenciales que resultan en los mercados, propician un rico, diverso e intenso roce social.

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La arquitectura de la 4T https://arquine.com/la-arquitectura-de-la-4t/ Thu, 17 Dec 2020 06:59:02 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/la-arquitectura-de-la-4t/ La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano se ha puesto al centro y frente de la estrategia que el gobierno de la 4T tiene en el territorio, con 739 proyectos en 35 ciudades. El reto para la Sedatu será ampliar la oportunidad para que jóvenes puedan concursar y ser partícipes y actores de estos cambios.

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Las intenciones detrás de los gobiernos son evidentes poniendo atención en la arquitectura que realizan. En La Arquitectura del Poder, Deyan Sudjic ilustra cómo la arquitectura ha sido históricamente un vehículo para comunicar una idea o ideología. México no es la excepción, a lo largo de su historia se ha visto como la arquitectura ha sido parte fundamental para comunicar el mensaje gubernamental. Las épocas que han transformado la vida pública, han estado acompañadas de una muy particular arquitectura, teniendo un impacto en la manera de hacer política y de transgredir el espacio. El nuevo gobierno se autodefine como la cuarta transformación (4T) del país. La 1T sería la Independencia de España, la 2T vendría con la Reforma, periodo donde se brindó orden constitucional a la nueva República, y la 3T es representada por la Revolución de 1910.

 

Hospital La Raza, diseñado por Enrique Yáñez, en exposición con el presidente Manuel Ávila Camacho. Fuente: http://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/75aniv/IMSS75-book.pdf

 

Haciendo el ejercicio de ver el uso de la arquitectura con fines ideológicos en las épocas definitorias de la historia nacional, se podría ver que desde antes de la Independencia, la arquitectura de la conquista sirvió para extender la red de conversión al catolicismo, primero con la destrucción de los templos precolombinos y posterior construcción de conventos con sus capillas abiertas para conversión en masa de la población indígena. En la en la 1T y la 2T, la Independencia y la Reforma, la arquitectura gubernamental tuvo como objetivo crear símbolos republicanos, basados en los valores democráticos de las culturas grecorromanas encarnados por el estilo neoclásico. La 3T trajo consigo, después de una breve búsqueda identitaria, la realización de arquitectura moderna para pagar con infraestructura la enorme deuda a las poblaciones más castigadas y que impulsaron la Revolución Mexicana: hospitales innovadores con representantes como Enrique Yañez, Obregón Santacilia, o los hermanos Landa Verdugo, modelos educativos de la mano de O’Gorman, o los famosos multifamiliares de Mario Pani, además de la mundialmente famosa integración plástica que aglutinó artistas y arquitectos en un proyecto en común de comunicación social. Ahora, la pregunta sería: ¿cuál es la arquitectura de la 4T? En este texto propongo que  la respuesta está en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), dirigida por el arquitecto Román Meyer Falcón. 

Espacio público, Tijuana. Fuente: https://www.facebook.com/SEDATU.Mexico/photos/pcb.1767274583450685/1767274363450707/

La que en 2015 fue llamada la marginal Sedatu por Proceso en el marco del nombramiento de Murillo Karam como su nuevo director después de su criticada actuación en el caso Ayotzinapa, hoy se ha puesto al centro y frente de la estrategia que el gobierno de la 4T tiene en el territorio. En efecto, la Sedatu probó ser marginal y gris desde su creación hasta hace dos años. Aunque elaboró manuales y reglamentos interesantes que reflejaban políticas que contrastaban las acciones tradicionales en materia urbana, nunca se llegó a traducir a la tan necesitada transformación de la ciudad. 

La Sedatu ha dado un giro de 180 grados con Román Meyer. Una dependencia que ha pasado de ser normativa a una que coordina acciones de planeación y proyectos estratégicos a lo largo de todo el país. La peculiaridad es que estos proyectos no se encuentran en los sitios que se podrían traducir en reflectores para la secretaría o el secretario. La mayoría de los proyectos están destinados del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU), programa del que trata este artículo, y están localizados en las áreas más pobres del país. 

Este acercamiento en materia urbana para servir a las áreas históricamente segregadas no es nuevo en la región. Favela-Bairro en Rio de Janeiro en los años noventa, marca el inicio de los proyectos de índole social en Latinoamérica. Después, el famoso y extendido trabajo colombiano, que empezando en Bogotá con los alcaldes Antanas Mockus y Enrique Peñaloza, tiene su máximo alcance en el Modelo Medellín de Sergio Fajardo entre 2003 y 2007, cuyos proyectos estrella, los parques-bibliotecas, fueron colocados en los barrios más pobres, resultando en una disminución tanto de la violencia como la percepción de la violencia.[1] El éxito de Medellín fue ampliamente difundido por el Banco Interamericano de Desarrollo y la ONU-Hábitat y su ejemplo fue replicado en otras ciudades latinoamericanas. Es importante mencionar que estas propuestas políticas que apostaron por las mejoras urbanas nacen a partir de la Constitución colombiana de 1991, que cambió la manera de hacer política y de incidir en el territorio. 

 

Parque Bicentenario, Estado de México. Fuente: https://www.facebook.com/SEDATU.Mexico/photos/pcb.1759543790890431/1759543077557169/

 

El trabajo de la Sedatu, al inicio discreto, a medida que comienzan a verse los resultados y sobre todo los beneficios de invertir en lo público, empieza a colocarse en el centro de la discusión. Estas acciones tienen como propósito equilibrar la profunda desigualdad a través de diversos proyectos arquitectónicos en el espacio público cubriendo varias tipologías como parques, mercados, centros comunitarios, educativos o deportivos. Las obras comparten conceptos rectores como sensibilización social, materiales locales para fomentar la mano de obra de la localidad.

Estos proyectos en su primera etapa se diseñaron gracias a un convenio de colaboración con la UNAM[2] y tienen gran calidad no sólo constructiva sino de diseño, siendo acreedores a nominaciones y premios internacionales de arquitectura,[3] además de tener una gran recepción en las comunidades y con justa razón, ya que si algo aprendimos de esta pandemia es que el espacio público es fundamental y necesario para mantener buena salud física y mental.

Sin duda los proyectos que está haciendo la Sedatu llegan décadas tarde a nuestro país. Invertir en el espacio público es especialmente importante para unificar un tejido social destrozado por una guerra contra el narco de más de una década. No obstante, el trabajo ya comenzó, y en los primeros dos años de la implementación del programa hay 739 proyectos del PMU aprobados en 35 ciudades de 20 estados de México, con una inversión total de $8,349.6 millones de pesos.[4] Y aunque esta escala aún es insuficiente para la gran extensión de México, es indudable que si los 32 estados y los casi 2500 municipios enfocaran su agenda en proyectos similares, un sexenio sería suficiente para cambiarle la cara al panorama y la experiencia urbana nacional.

 

Espacio público en San Luis Río Colorado, Sonora. Fuente: https://www.facebook.com/SEDATU.Mexico/photos/pcb.1756519374526206/1756518771192933

El reto para la Sedatu de cara al resto del sexenio será ampliar la oportunidad para que jóvenes talentos puedan concursar para ser partícipes y actores en estos cambios. Para contextualizar, en Colombia, después de la formulación de una ley federal en 1993, toda la obra pública de más de 2,000 metros cuadrados tiene que pasar por un concurso de arquitectura, lo que significó un aumento significativo en la calidad y originalidad de los proyectos públicos.[5] Aunque es entendible que la primera generación de proyectos haya sido soportada por la confianza en una institución como la UNAM, la Sedatu tiene ahora la obligación de democratizar la oportunidad de que arquitectos y diseñadores locales puedan concursar con sus propias propuestas, lo que seguramente derivará en respuestas arquitectónicas regionales. La tarea es titánica, ya que tendría que crear una red para la organización de dichos concursos, pero los efectos a largo plazo serían de gran beneficio para la arquitectura mexicana.

Centro de bienestar La Aldea, Morelia, Michoacán. Fuente: https://www.facebook.com/SEDATU.Mexico/photos/pcb.1752760418235435/1752760164902127

 

El que estos proyectos hayan llegado tarde, también le dan la oportunidad a que la Sedatu aprenda de los errores de otras regiones. En el caso de Medellín, organizaciones de vecinos han protestado porque estos grandes proyectos de infraestructura han tenido como efecto el atraer la inversión inmobiliaria, desplazando paulatinamente a los pobladores originales. En Rio de Janeiro, una de las críticas recurrentes es que la decisión final de los proyecto recaía en los arquitectos y la participación de los vecinos era opcional y cuando se daba, superficial (Lara, 2010). 

Paradójicamente, la prisa por cumplir un programa y déficit real de espacio público de calidad, es una de las principales amenazas y un tema que la Sedatu debe plantearse seriamente de cara a los últimos cuatro años de este gobierno, si quiere que este proyecto no sólo continúe con el éxito actual, sino que contagie a otras entidades y escalas de gobierno a emprender proyectos similares. Si bien los PMU realizados en estos primeros dos años de la 4T han dado muestra de que se puede cambiar la cara de los espacios históricamente más castigados, la estrategia debe encaminarse a dejar de ser oasis de espacio público de calidad en el desierto urbano. El verdadero éxito del programa provocaría el tránsito de estos sitios de ser excepcionales a convertirse en la regla, y con ello mejorar la manera en que se viven las ciudades mexicanas.

Centro cultural y deportivo Santa Fe, Tijuana, BC. Fuente: https://www.facebook.com/SEDATU.Mexico/photos/pcb.1752740044904139/1752739811570829/

 


Notas:

 

  1. Cerdá, et al., (2011) Reducing Violence by Transforming Neighborhoods: A Natural Experiment in Medellín, Colombia.
  2.  Fuente: https://www.facebook.com/watch/?v=1424117197725938
  3.  Fuente: https://inmobiliare.com/nominan-proyectos-de-sedatu-a-premios-internacionales-de-arquitectura/
  4.  Segundo informe de labores de la Sedatu.
  5.  Lara, F. (2010) “Quae Será Tamen,” Revista AU Arquitetura e Urbanismo, São Paulo, v.200, Novembro 2010, pp. 66-69.

El autor es arquitecto por la UANL y actualmente estudia un doctorado en Planeación Urbana en la Universidad de Texas, en Austin. Fue coordinador de regeneración urbana y urbanismo social en el IMPLANc Monterrey. Además ha sido acreedor al primer lugar nacional y segundo lugar internacional del Premio CEMEX XXIV en la categoría de congruencia en accesibilidad por la “Calle Morelos”.  

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Objeto transversoObjeto transverso https://arquine.com/objeto-transverso/ Tue, 10 Apr 2012 15:02:07 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/objeto-transverso/ La colaboración entre artesanos y diseñadores retoma las técnicas y procesos ancestrales utilizados en distintas comunidades para atraer la mirada del público al trabajo de los artesanos con el fin de crear beneficios sociales.

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El diseño es una poderosa herramienta de transformación que permite el intercambio entre sujetos, culturas y disciplinas.

Lizeth Galván

por Laila Salomon / @lailoba 

La colaboración entre artesanos y diseñadores es una práctica que se ha dado en los últimos años en nuestro país, no sólo como un pretexto para retomar las técnicas y procesos ancestrales utilizados en distintas comunidades sino para atraer la mirada del público al trabajo de los artesanos con el fin de crear beneficios sociales y económicos para estas localidades.

Presentada por el Centro de Diseño de Oaxaca (CDO), la exposición Objeto transverso en la Sala José Luis Benlliure de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, presentó hasta el 23 de marzo un ejemplo de estos proyectos realizados en distintas comunidades del estado, donde diseñadores como Valeria Florescano, Luciana Corres, Carla Fernández, Francisco Torres y Adrián Ortega y los artistas visuales Demián Flores, Daniel Guzmán, Leo Marz, Alberto Ruiz y Emilio Said trabajaron en colaboración con 35 diferentes talleres de artesanos.

La exposición mostró una variedad de objetos como lámparas de palma, muebles de hojalata, prendas tejidas en telar, tapetes de lana, accesorios de mesa tejidos con alambre, y piezas de velas y vidrio que plasman el resultado de este diálogo, donde la tradición de las artes populares se mezcla con el diseño contemporáneo.


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