Resultados de búsqueda para la etiqueta [Ernesto Nathan Rogers ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Thu, 06 Apr 2023 17:48:47 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.3 Nomadismo digital: Milano y sus torres https://arquine.com/nomadismo-digital-milano-y-sus-torres/ Thu, 06 Apr 2023 17:48:47 +0000 https://arquine.com/?p=77390 Siempre que pienso en Milano resuena en mi cabeza la frase que todos los días se repite en su estación central de trenes; “Milano centrale, Allontanarsi dalla linea gialla”. Milano Centrale es un edificio inaugurado en 1931, siendo la mayor estación de trenes en Europa. Admirada por su carácter, algo masivo, definitivamente fascista; un brutalismo […]

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Siempre que pienso en Milano resuena en mi cabeza la frase que todos los días se repite en su estación central de trenes; “Milano centrale, Allontanarsi dalla linea gialla”. Milano Centrale es un edificio inaugurado en 1931, siendo la mayor estación de trenes en Europa. Admirada por su carácter, algo masivo, definitivamente fascista; un brutalismo italiano. Su fachada tiene 200 metros de ancho y su bóveda 72 metros de altura, algo insólito de la época. Cuenta con 24 andenes y con más de 100 millones de pasajeros que transitan sus pasillos año con año. 

Volví a Milano una vez más, hace 10 años era la ciudad donde prácticamente había terminado la carrera de Arquitectura. Desde adolescente, me obsesioné con la idea de estudiar en Italia, no había razones específicas, sólo quería hacerlo. Cuando se me presentó la oportunidad no dudé un segundo y apliqué. Me decía “Wow, estudiaré en la misma institución de Renzo Piano”… En el momento que llegué a esta ciudad, la aclamada “ciudad de la moda, del diseño”, lo académico pasaba a segundo término. Aún así, logré buenas calificaciones. Inclusive hice un texto académico en italiano sobre la Biblioteca Central de la UNAM, una gran hazaña.  

Mis días en la ciudad, divididos entre las juntas virtuales, pendientes laborales y el paseo, fueron breves pero sustanciales. Visitando los edificios favoritos, las plazas, los lugares para comer, las mejores pizzas, pastas y panzerotto´s. Por supuesto, pasear por Montenapoleone, el quartieri de la moda. En una de mis llamadas laborales me decían: “Pienso que Milano va más contigo que Ciudad de México”. Si, podría ser.

Contrastes: La Torre más fea del mundo y la Torre de oro

Milano tiene 3 de mis edificios favoritos del mundo, un  top ten que luego compartiré.  El duomo, la Torre Velasca y la Fondazione Prada. Tres momentos históricos y magníficos en un mismo territorio urbano; una traza medieval, golpeado por la guerra y las crisis económicas. 

La primera vez que escuché hablar de Torre Velasca fue en las clases de teoría de la UNAM. Este edificio fue la oportunidad de levantar construcciones nuevas en predios que habían sido bombardeados por la guerra. Un edificio de oficinas, locales comerciales y viviendas diseñado por BBPR. Oficina fundada en 1932 por Gian Luigi Banfi (1910-1945), Lodovico Barbiano di Belgiojoso (1909-2004), Enrico Peressutti (1908-1976) y Ernesto Nathan Rogers (1909-1969). Inaugurada en 1958, es una torre que según algunos historiadores pone fin a la era del Movimiento Moderno, otros también dicen que esto sucede cuando Pruitt–Igoe se demuele hacia 1972. Lo que creo, es que nunca hay objetividad en los sucesos culturales y sociales. Mi terapeuta diría “la multiplicidad de historias es lo más rico de la narrativa”. 

Torre Velasca corresponde a conceptos teóricos de Ernesto Nathan Rogers, quién dirigió la revista Casabella de 1953 a 1965. Sus nociones teóricas como “preexistencia”, “ambientazione” (refiriéndose a la relación con el contexto urbano) y “continuidad” pasan a formar parte del debate arquitectónico de la época. El Movimiento Moderno afirmaba la ruptura con el pasado, sin embargo, Rogers creía en los vínculos con ella, para así formular la idea de modernidad entendida como una evolución, más que como una revolución. La silueta urbana de Milano abría diálogos entre sus edificios; la catedral gótica, las ruinas del imperio romano, las torres del Palazzo Sforzesco, Milano Central, la zona de rascacielos de Porta Garibaldi y a lo lejos, en la zona industrial, la torre de oro de Fondazione Prada, un edificio de OMA. 

Inaugurado en 2015, la fondazione es un museo, almacén, laboratorio y zona comercial. La primera vez que la visité, la polémica era el edificio de oro. La haunted house, como es conocida, es un elemento distintivo, frívolo que contrasta con el panorama gris del resto del complejo. En 2018, se inauguró el último elemento, una torre de concreto blanco, sede de más salas expositivas y un restaurante. En el complejo, podemos encontrar el Bar Luce, un espacio diseñado por el director Wes Anderson. Fondazione es un lugar lleno de contrastes y de muchas fantasías. Otro proyecto icónico de Rem Koolhas, sublime, industrial y muy POP. 

Ese día llovió, era domingo y me confié. Me daba miedo arruinar mis tabis Margiela y los accesorios YSL. Protegida por mis ⅛ Takamuras seguí caminando a la estación del metro LODI. Al otro día, amanecí resfriada.

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El otro Rogers https://arquine.com/el-otro-rogers/ Sat, 07 Nov 2015 17:40:40 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/el-otro-rogers/ La esencia de la arquitectura moderna no consiste en algunas formas particulares, sino en el modo de afrontar los problemas según un principio de consciente claridad. Para seguir siendo arquitectura, la tradición no debe ser ni el arco ni el capitel, ni la horizontal ni la vertical, sino el modo de entender todos los elementos en su significado esencial, que es la perfecta coherencia entres sus formas y las necesidades que han generado tales formas —Ernesto Nathan Rogers

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¿Qué es un hombre, si ni siquiera es honesto? Y aún, ¿qué es un arquitecto, si ni siguiera es lógico?

Ernesto Nathan Rogers

El tío italiano de Richard Rogers nació en Trieste el 16 de marzo de 1909. Estudió en el Politécnico de Milán, de donde se recibió en 1932. Asociado con Gian Luigi Bianfi, Ludovico Barbiano di Belgiojoso y Enrico Peressutti inició su despacho: BBPR. Su padre era inglés y su madre judía, por lo que durante la Segunda Guerra se exilió en Suiza. Regresó a Italia en 1945 y siguió trabajando con sus socios —Bianfi había muerto ese mismo año en un campo de concentración donde estaba recluido, junto con Belgiojoso, acusados de actividad antifascista. Entre el 46 y el 47, Rogers fue director de la revista Domus y luego, del 53 al 65, de Casabella. En 1958, BBPR terminó el proyecto de la Torre Velasca, un edificio de 26 pisos de altura que es característico de la segunda etapa del pensamiento de Rogers, en la que busca incorporar la nueva tradición que habían legado los maestros del movimiento moderno a la más larga de la arquitectura. El perfil medieval de la Torre Velasca no era, para Rogers y sus socios, sólo un guiño estilístico sino una manera de responder a lo que calificó como las preexistencias ambientales: “construir un edificio en un ambiente ya caracterizado por las obras de otros artistas, escribió, impone la obligación de respetar estas presencias, con el objeto de aportar la propia energía como nuevo alimento para la perpetuación de la vitalidad de aquéllas.”

En una conferencia titulada La arquitectura moderna después de la generación de los maestros, publicada en 1958, reflexionaba sobre la condición, entonces ya histórica, de las primeras obras del modernismo arquitectónico, a las que proponía estudiar como parte de una larga tradición más allá de su voluntad de ruptura: “seremos tanto mejores discípulos cuanto menos condescendientes seamos con las formas del pensamiento y las obras precedentes y en la medida en que mejor sepamos ver en perspectiva lo que se hizo antes de nosotros y afirmar así la autonomía de nuestro juicio y nuestro derecho a crear para los contemporáneos.” En aquellos momentos en Italia, el pensamiento de Rogers, como el de Zevi, diez años menor, o el de los más jóvenes como Rossi, Portoghesi o Tafuri, apuntaba a entender de nuevo la arquitectura en un contexto cultural e histórico amplio, tras la ruptura que supusieron las vanguardias. La afirmación de la contemporaneidad de la arquitectura dependía para Rogers de reinsertarla cultural y espacialmente en un contexto histórico más amplio. La historia, decía Rogers en aquella conferencia, “está compuesta no solamente por el frío examen de las crónicas, sino también, y a menudo en mayor grado, por la elección que hacemos de ellas.” La figura heroica del arquitecto moderno que había marcado las primeras décadas del siglo XX, debía dar lugar a la arquitectura contemporánea: “si no se quiere recaer en una peligrosa Babel —escribió en otra parte Rogers, las palabras individuales se deben organizar en una lengua viva y común.”

Era, decía, un problema de lógica: “la esencia de la arquitectura moderna no consiste en algunas formas particulares, sino en el modo de afrontar los problemas según un principio de consciente claridad.” Lógica y, por tanto, honestidad. Para seguir siendo arquitectura, dijo, “la tradición no debe ser ni el arco ni el capitel, ni la horizontal ni la vertical, sino el modo de entender todos los elementos en su significado esencial, que es la perfecta coherencia entres sus formas y las necesidades que han generado tales formas.” Esa coherencia, agrega Rogers, es un acto moral. Ser moderno, dirá también, significa simplemente existir y ser racional es, según Rogers, la condición esencial para nuestra existencia.

Ernesto Nathan Rogers murió el 7 de noviembre de 1969.

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