Resultados de búsqueda para la etiqueta [Delirious New York ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Tue, 21 May 2024 18:50:37 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 El secreto encanto del neón en las taquerías: Rem Koolhaas en México. Parte I. https://arquine.com/el-secreto-encanto-del-neon-en-las-taquerias-rem-koolhaas-en-mexico-parte-i/ Tue, 21 May 2024 17:00:49 +0000 https://arquine.com/?p=90336 Prehistoria En 1978 se publicó el libro Delirious New York, uno de los textos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX en el mundo de la arquitectura y el urbanismo. El arquitecto holandés Rem Koolhaas relata allí cómo el crecimiento de la población en la zona de Nueva York a finales del siglo […]

El cargo El secreto encanto del neón en las taquerías: Rem Koolhaas en México. Parte I. apareció primero en Arquine.

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Prehistoria

En 1978 se publicó el libro Delirious New York, uno de los textos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX en el mundo de la arquitectura y el urbanismo. El arquitecto holandés Rem Koolhaas relata allí cómo el crecimiento de la población en la zona de Nueva York a finales del siglo XIX, junto con la llegada de las nuevas tecnologías, resultaron en lo que hoy se conoce como Cultura de la Congestión. En el libro, Koolhaas se postula como el escritor fantasma de esta “Cultura”, y desde allí, promulga un manifiesto delirante para las metrópolis postmodernas.

A partir de la publicación del Delirious, el nombre del holandés se difundió rápidamente, primero en los círculos intelectuales de los Estados Unidos, y casi simultáneamente en los de Europa.

Hacia 1995, cuando Koolhaas publicó el libro S,M,L,XL, su figura se convirtió definitivamente en un fenómeno global. Su obra y sus ideas comenzaron a llenar páginas en los medios de comunicación de los cinco continentes, despertando una amplia gama de reacciones. Las ideas de Koolhaas se convirtieron en tema ineludible, no solo en el mundo de la arquitectura, sino en los círculos de intelectuales de todo el mundo.

Para los que estudiaron arquitectura a finales de la década de los 90, el arquitecto holandés es el sucesor de Le Corbusier como el teórico más influyente en la arquitectura y el urbanismo del siglo XX. Y para muchos otros, su pensamiento y su obra son un referente desde entonces. 

Por ejemplo, Luis Fernández-Galiano, editor de la revista española Arquitectura Viva, lo calificó en 2011 como el “Le Corbusier contemporáneo” (Fernández Galiano 2011). El crítico de arquitectura Nicolai Ouroussoff, se refirió a él como “el arquitecto más controvertido del mundo” (Ouroussoff 2012). Miquel Adrià, el director de Arquine, lo emparentó hace unos años en una conferencia, con Palladio y con Le Corbusier, por tener como ellos, “acólitos sembrados por el planeta, haciendo realidad su ideario” (Adrià 2013).

México no fue ajeno a la influencia del holandés cuando su influencia se convirtió en algo global. Desde los años 90, Koolhaas mantuvo reuniones con poderosos promotores y políticos en México. Fue invitado a participar en grandes concursos de arquitectura en el país, e incluso recibió varios encargos directos. Los medios de comunicación mexicanos estuvieron desde muy temprano pendientes de su actividad. 

¿Pero cuándo estuvo Rem Koolhaas en México por primera vez? ¿Cuántas veces estuvo el holandés en la UNAM? ¿Cuántos proyectos hizo en México? ¿Qué trabajos presentó en la Galería Sloane en 1986? ¿Por qué un secreto encanto del neón en las taquerías? Esta serie de ensayos intentan responder a estas preguntas.

Ithaca, NY.

Publicidad de la “Ithaca Gun Company’s” de 1916 (Wikipedia).

“Completar” los estudios en el extranjero se había convertido en los años 70 en un riguroso ritual para los jóvenes arquitectos de clases acomodadas en México. Remedando el Grand Tour que llevaba hasta Italia a los jóvenes de la burguesía inglesa a mediados del siglo XVIII, un joven Enrique Norten, que apenas había terminado sus estudios de arquitectura en la Universidad Iberoamericana, tomó un avión en el verano de 1968, con dirección hacia la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos. Se desplazó después hasta la pequeña Ithaca, donde pasaría los siguientes dos años haciendo una maestría en el College of Architecture, Art and Planning de la reconocida Cornell University.

Enrique Norten (Wikipedia).

Rem Koolhaas (Wikipedia).

Ithaca era en ese entonces, un lugar bucólico y hermoso, según palabras del mismo Norten: “Un mundo diferente a lo que conocía. Lo opuesto a una ciudad enorme e intensa como la Ciudad de México. Un paisaje abierto… Colinas y ríos y lagos, y cañones… Un lugar absolutamente hermoso, como nunca había visto hasta entonces. Cuando decidí irme por dos años, resultó ser un gran lugar para pensar en arquitectura y reflexionar sobre muchas ideas” (Belogolovsky 2016).

La escuela de arquitectura, arte y planeación de Cornell (College of Architecture, Art and Planning) ofrecía en aquellos años, varios programas de maestría. Bellas artes, planeación regional, arquitectura de paisaje, ciencias de la arquitectura, historia, y también la maestría en arquitectura, programa que Enrique Norten cursó a partir de 1978. 

Norten iba a tomar clases allí con dos enormes pilares de la arquitectura. Estos sobresalían por encima de los demás académicos en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Cornell. Uno era el británico Colin Rowe, el otro era el alemán Oswald Mathias Ungers.

Colin Rowe

Rowe (1920-1999) se había estrenado en la academia durante la posguerra, cuando la diáspora del movimiento moderno era más intensa. Rowe supo explicar mejor que muchos, el continuum histórico en el que había florecido la arquitectura moderna. Y así preparó el terreno para que una nueva generación de arquitectos encontraran el camino hacia un mundo con ideas más frescas y estimulantes.

Colin Rowe creció al norte de la Gran Bretaña y estudió arquitectura en la Universidad de Liverpool. En 1942 formó parte de la división de paracaidistas del ejército, pero en un aterrizaje se lesionó la espalda. Esto lo apartó definitivamente del frente (Spens 1999). Su tesis de maestría (1945), especulaba con la intención de Inigo Jones de publicar un tratado teórico sobre arquitectura, similar a los ‘Cuatro libros de la arquitectura’ de Andrea Palladio (Alchetron 2021).

Rowe partió hacia los Estados Unidos en 1949 para enseñar en Yale, bajo la batuta de Henry Russell Hitchcock. Luego, se unió al profesorado de la Universidad de Texas, en Austin, de 1954 a 1956. Después enseñó brevemente en la Cooper Union y en Cornell, para luego volver a Gran Bretaña y enseñar en la Universidad de Cambridge (1959-62). En 1962 fue invitado a unirse definitivamente a Cornell.

La producción literaria de Rowe, no fue extensa, pero sí determinante. En 1947, Rowe publicó The Mathematics of the Ideal Villa (algo así como “La matemática de la residencia ideal”), en donde compara y acerca sin tapujos la Villa Foscari de Palladio (construida entre 1550 y 1560), con la Villa Stein de Le Corbusier (de 1927).

El planteamiento de Rowe en este libro, significó un (otro) golpe bajo para el movimiento moderno que, hasta ese momento, se había presentado como un rompimiento brusco con la historia. Paradójicamente, el libro de Rowe marcó también el inicio de una segunda vida para el movimiento moderno. La influencia de los análisis de Rowe, acabó llamando la atención sobre edificaciones como las de “Los cinco de Nueva York” (Eisenman, Graves, Gwathmey, Hedjuk y Meier), y de paso, le restaría peso a otros eventos de gran significación, como la demolición del conjunto Pruitt Igoe (1972–1976).

Demolición televisada de los edificios en Pruitt–Igoe, el 21 de Abril de 1972 (Wikipedia).

Rowe promovió siempre un acercamiento formal al análisis arquitectónico ¿La forma es desde entonces la esencia irreductible de la masa construida? ¿Es la forma sólo uno de los valores que posee la arquitectura (además del valor psicológico, social, ideológico, económico, histórico, etc.)? 

Rowe promovió la idea de que la arquitectura se podía renovar abrazando la máxima de “La forma por la forma”, separando así a la arquitectura de sus aspiraciones utópicas y de las condiciones históricas en las cuales el movimiento moderno se había originado. Los planteamientos de Rowe fueron apreciados por los jóvenes arquitectos que todavía esperaban obtener algo de un movimiento moderno en franca decadencia. Se había transformado en un estilo propio de la arquitectura corporativa, con ejemplos rígidos y mediocres de rascacielos de vidrio y concreto.

¿No son de alguna manera Norten y Koolhaas herederos de esta curiosa paradoja?

Oswald Mathias Ungers.

Para Ungers, la forma no fue menos importante que para Rowe. Pero el alemán no se sintió nunca obligado a explorar las formas fluidas de sus compatriotas Scharoun, o las estructuras celulares de Günter Behnisch. Ungers fue uno de los más hábiles herederos de la arquitectura de Schinkel, y un gran intérprete de los ideales estéticos del Renacimiento italiano.

Glashütte Villa, diseño de Ungers (Wikipedia)

Ungers creció en la Alemania nazi. Pasada la Segunda Guerra Mundial, estudió arquitectura en Karlsruhe con Egon Eiermann, y en 1950 inició su práctica profesional en Colonia, entregándose a la exploración del cubo y el ángulo recto, en un complejo clasicismo geométrico.

En 1963 fue nombrado director de la carrera de arquitectura en la Technische Universität de Berlín, y desde el 69, fungió como director de la Facultad de Arquitectura en Cornell.

Ungers, el cuarto de izquierda a derecha, en una foto de 1971 (Issue 8 / Cornell Journal of Architecture 2011).

“Con el primero —escribió Koolhaas de Rowe en 2006—, escuchaba un excitante monólogo, con el segundo -refiriéndose ahora a Ungers-, estuve involucrado desde el principio en un excitante diálogo que volvía a iniciarse cada vez que nos veíamos como si no hubiera habido una interrupción real” (Hernández 2015).

Ungers y Koolhaas

“Debía ser el 69 o el 70 -explica Koolhaas en otra entrevista-, cuando me topé con el trabajo de Ungers en Berlín. Yo era un estudiante en la Architectural Association y hacía mi tesis sobre “El muro de Berlín como arquitectura. En Berlín descubrí los panfletos que Ungers estaba publicando y me parecieron fascinantes, sobre todo porque en la Architectural Association no había interés por los temas formales. Desde ese momento, mi principal interés en los Estados Unidos, fue Ungers” (Koolhaas 2011).

La estancia de Ungers en los Estados Unidos, nunca lo alejó de la práctica en Alemania. De hecho participó en varios concursos locales junto con su alumno Rem Koolhaas, así como en el proyecto A Green Archipielago, también un manifiesto retroactivo, esta vez sobre la ciudad de Berlín, que se publicó en 1977.

Norten y Koolhaas unidos por el Delirio

A principios de 1978, el holandés Rem Koolhaas visitó de nuevo Cornell, seguramente para discutir con Ungers la investigación sobre la ciudad de Nueva York que estaba próxima a publicarse en forma de libro (el Delirious New York). Fue durante esa visita que el alemán presentó a Koolhaas con el joven arquitecto mexicano Enrique Norten en los pasillos de la Universidad. Este evento pretendidamente fortuito, resultaría más tarde en una serie de episodios de seducción y deseo mutuo entre México y el arquitecto holandés. 

Norten, recién había llegado a Ithaca para estudiar la misma maestría que Koolhaas había dejado inconclusa tres años antes (1975) para dedicarse de lleno a escribir su libro (Norten 2021). Meses más tarde, el Delirious New York se publicaría simultáneamente en Londres y en Nueva York, con un éxito discreto.

Referencias

Adrià, Miquel. 2013. “Le Corbusier y la conexión mexicana.” Conferencia pronunciada en el “X Seminario Docomomo Brasil: Arquitectura moderna e internacional: conexiones brutalistas 1955-75”. Curitiba, Brasil, 15-18 de Octubre de 2013. Consultado del 9 de febrero de 2020. http://docomomo.org.br/wp-content/uploads/2016/08/CON_02.pdf

Belogolovsky, Vladimir. 2016. “Interview with Enrique Norten: ‘Architecture is Not a Competition of Strange Objects.'” Archdaily Interviews. 5 de enero de 2016. Consultado el 11 de marzo de 2021. https://www.archdaily.com/779867/interview-with-enrique-norten-architecture-is-not-a-competition-of-strange-objects

Cornell University. 2021. “Announcement of the College of Architecture, Art, and Planning, 1978-79.” Consultado el 11 de marzo de 2021. https://ecommons.cornell.edu/handle/1813/37877

Hernández Gálvez, Alejandro. 2015. “Berlín: archipiélago verde.” Arquine. 30 de septiembre de 2015. Consultado el 7 de junio de 2022. https://www.arquine.com/berlin-archipielago-verde/

Fernández-Galiano, Luis. 2011. “Rem Koolhaas”. Dentro del ciclo “Protagonistas de la arquitectura del siglo XXI.” 20 de octubre de 2011. Madrid: Fundación Juan March. Consultado el 1 de octubre de 2020. https://www.march.es/conferencias/anteriores/voz.aspx?p1=22786&l=2

Koolhaas, Rem. 2011. “OMA RE: OMU. In conversation with Rem Koolhaas on Oswald Mathias Ungers.” Entrevista con Jeremy Alain Siegel, Melissa Constantine, Matt

Eshleman, y Steven Zambrano Cascante. Issue 8 – Cornell Journal of Architecture: 233-260. Consultado el 14 de junio de 2022. https://cornelljournalofarchitecture.cornell.edu/issue/issue-8

Muschamp, Herbert. 1999. “Colin Rowe, Architecture Professor, Dies at 79.” The New York Times, 8 de noviembre de 1999: Sección B, Página 10. Consultado el 11 de marzo de 2021. https://www.nytimes.com/1999/11/08/arts/colin-rowe-architecture-professor-dies-at-79.html

Norten, Enrique. 2021. “Rem Koolhaas en México.” Entrevista con Carlos Rascón. 22 de enero de 2021.

Ouroussoff, Nicolai. 2012. “Why is Rem Koolhaas the World’s Most Controversial Architect?” Smithsonian Magazine, septiembre 2012. Consultado el 9 de febrero de 2020. https://www.smithsonianmag.com/arts-culture/why-is-rem-koolhaas-the-worlds-most-controversial-architect-18254921/ 

Spens, Michael. “Obituary: Colin Rowe.” The Guardian, 18 de Noviembre de 1999. Consultado el 20 de diciembre de 2022. https://www.theguardian.com/news/1999/nov/18/guardianobituaries2

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Arquitectura …a pesar de Delirio de Nueva York https://arquine.com/arquitectura-a-pesar-de-delirio-de-nueva-york/ Thu, 08 Sep 2022 17:00:39 +0000 https://arquine.com/?p=68810 En 1978 se publicó el libro de Rem Koolhaas DELIRIUS NEW YORK y en España se tradujo por DELIRIO DE NUEVA YORK en 2004 editado por Gustavo Gili. Este libro ha instituido en bucle y por el procedimiento binario de exclusión, los enunciados sobre los que se ha fundamentado la arquitectura contemporánea. El bucle repetía […]

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En 1978 se publicó el libro de Rem Koolhaas DELIRIUS NEW YORK y en España se tradujo por DELIRIO DE NUEVA YORK en 2004 editado por Gustavo Gili. Este libro ha instituido en bucle y por el procedimiento binario de exclusión, los enunciados sobre los que se ha fundamentado la arquitectura contemporánea. El bucle repetía una y otra vez que el arquitecto, el arquitecto estrella, es el único ser en la creación capaz de gestionar el espacio público o privado. Su metodología  propone exhaustivamente  que la única representación posible de la arquitectura es a través de sus edificios.

Para fundamentar estas teorías, fueron excluidos de la historia que el libro construye sobre Nueva York todos los registros de género, las diversidades nacionales, la vida de los cuerpos distintos, o la de los animales, plantas, microorganismos y otros seres vivos, además de todas las propuestas culturales y políticas alternativas que a finales del siglo pasado conformaban la vida cultural de la ciudad, y por ende la cultura del mundo. El proyecto como sistema de exclusiones fue formulado de una manera tan contundente que ha convertido desde su publicación a Delirious New York en mucho más que solo un libro: es un proyecto metapolítico que ha instituido gran parte de las formas de gobernanza del espacio público de la ciudad. Sobre sus enunciados culturales y políticos se han apoyado, hasta muy recientemente, gran parte de las prácticas culturales arquitectónicas y urbanas contemporáneas, y han instituido buena parte de la agenda académica para la docencia de la arquitectura.

Esta exposición, que se suma como práctica arquitectónica a aquellas arquitecturas que ya no parten de los enunciados de DNY, explora otras materialidades basadas en el disenso, el humor, los lenguajes vagabundos no normativos, y la atención a lo precario cultural para reconstruir la arquitectura de aquella emblemática portada. Son los lenguajes de un medio que activa la idea de la arquitectura ecologizante, la arquitectura que hace hacer ecologías.

En el inicio de este escrito, hay un curso para una asignatura impartida en 2020 en la UTS de Sídney, un trabajo que me permitió investigar la intuición inicial de que el libro “Delirio de Nueva York” fundamentaba ese sistema de exclusiones. El libro de Rem Koolhaas fijó los dos argumentos centrales sobre los que se ha fundamentado la práctica y la docencia arquitectónica del siglo XX, y con los que seguimos conviviendo. En primer lugar, propone al edificio como la única representación posible de la arquitectura; en segundo dice, que el único ser con capacidad para hacer y deshacer, para pensar y  dirimir, lo que es y lo que no es arquitectura es el arquitecto, el arquitecto_hombre_estrella, por supuesto. El trabajo posterior me permitió documentar cómo ese sistema de exclusiones había construido la epistemología de la arquitectura contemporánea. He aprendido de Paul B. Preciado, especialmente leyendo y releyendo su libro “Yo soy el monstruo que os habla Anagrama 2021″, la imperiosa necesidad de fundamentar adecuadamente la epistemología de lo nuevo que queremos construir. Y eso, no puede hacerse sin entender y desmontar la que hemos heredado, aquella necesidad que automáticamente nos hace hacer más de lo mismo, aquella que nos hace renunciar a pelear por “futuros mejores”. Hay que asumir sin complejos, vigorosamente, que el encantamiento que estábamos viviendo forma parte esencial del antropocentrismo por él que estamos pagando un precio inmenso todos los seres y materias del planeta. Ante él, y ya desde mi experiencia en Alicante, asumo lo ecologizante como el argumento arquitectónico en el que insertar afirmativamente nuestras formas de resistencia al antropocentrismo. La exposición fue el formato de comunicación y la representación material de esa re-creación epistemológica alternativa.   

Los tres documentos que resumen los materiales de la exposición que tuvo lugar en junio de 2022 en la galería H2O de Barcelona son los siguientes:

  1. El texto desarrollado en junio de 2020 a la vuelta de Sídney, expandiendo los argumentos iniciales del trabajo de curso inicial, y explicitando los argumentos que el libro había omitido, y que de haberlos incluido, hubiera creado con toda seguridad una historia de la arquitectura alternativa

2. El video de la exposición que da cuenta de las acciones que se hicieron para poder construir las distintas piezas del montaje: las gallinas y los mapas, las mochilas para llevar la arquitectura a cuestas, o la construcción de la barca de los disidentes. El video recoge los nombres de los amigos y amigas sin los cuales ese trabajo hubiera sido imposible 

3. Los textos publicados en Instagram en el que se explica una a una las distintas piezas del montaje, su relación con el dibujo de la portada inicial y las realidadesficcionadas que ellas relatan.  

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Las torres y el pedestal https://arquine.com/las-torres-y-el-pedestal/ Tue, 26 Nov 2013 16:50:43 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/las-torres-y-el-pedestal/ Recientemente el estudio holandés OMA anunció la finalización del que hasta ahora sería su último edificio pero cuyo desarrollo ha sido extremadamente longevo para la oficina. Un proyecto colosal que parece esconder un ejercicio de ida y vuelta del trabajo del arquitecto con 41 años de diferencia.

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Recientemente el estudio holandés OMA anunció la finalización del que hasta ahora sería su último edificio pero cuyo desarrollo ha sido extremadamente longevo para la oficina. El proyecto data de 1997 pero hasta 2009 no comenzó a ejecutarse, momento en el que el propio Rem Koolhaas, manifestando su siempre oportuno discurso, se cuestionaba si después de tantos años el proyecto original seguía siendo válido. Ahora y después de 4 años de desarrollo, De Rotterdam se parece mucho al primer proyecto original. A lo largo de esta semana el edificio ha sido la noticia de la semana sobre arquitectura en todos los medios internacionales, exponiendo, casi de forma unánime, su carácter mastodóntico a través únicamente de datos duros: que “mide 150 metros de altura”; que son “160.000 metros cuadrados de cemento y cristal”; que “ocupa el área de un campo de fútbol y pesa 230,000 toneladas”; que han trabajado “4,500 personas”; que ha supuesto un coste de “375 millones de euros”; o que está formado por “240 apartamentos; un hotel con 285 habitaciones” y que dará trabajo a “2,000 empleados”.

Datos que casi todos los medios han repetido, como si sólo hubieran copiado la hoja de prensa. Es curioso, aunque bastante común, que cuando un gobierno o una empresa presenta, con gran orgullo, un nuevo edificio recurre siempre a datos duros. Datos incuestionables. Números que intentan dar buena cuenta del esfuerzo que ha supuesto la inversión, como si sólo eso fuera suficiente, aún sin haber puesto en carga el edificio y sin saber si ha funcionado. Quizás porque es muy pronto y, antes de que cualquier cosa pueda fallar, es mejor mostrarse fuerte, de sacar músculo, de modo que, como ha manifestado el mismo arquitecto, suponga “un pequeño triunfo de la persistencia de la ciudad, de los promotores y los arquitectos”. Pero el edificio de Rem Koolhaas, como gran parte de su obra, no puede ser vista de forma exclusiva en ‘número gordos’. Al mirar la imagen del nuevo edificio, uno puede observar algunas cosas que lo hacen interesante desde el punto de vista arquitectónico y urbano: tres torres se desplazan, entrecruzan y mueven sobre un enorme pedestal en un aparente alarde contra la gravedad. Pese al peso –esas 230,000 toneladas – se muestra gráciles:  “A pesar de su aparente solidez, los bloques del edificio crean una apariencia de constante cambio, diferente de cualquier otra parte de la ciudad”.

Si seguimos mirando, a poco que se rasca en la superficialidad de las fotografías se pueden reconocer con facilidad antiguos proyectos del arquitecto holandés como el Ayuntamiento de La Haya, nunca construido. Pero es en especial uno de sus primeros proyectos en papel, realizado en 1972, unos años antes de publicar su célebre Delirious New York, el que mejor se manifiesta como antecedente de este último proyecto. En La ciudad del globo cautivo –una exploración formal de Nueva York en lo que todavía son sólo intuiciones para Koolhaas– una retícula contiene distintas propuestas erigidas sobre un enorme pedestal. El dibujo expone distintas soluciones al problema de la arquitectura, donde “cada ciencia o manía tiene su propia parcela”. Se reconoce a Le Corbusier, a Dalí, al architekton de Malevich o a la geometría de Superstudio. “Todas estas instituciones juntas forman una enorme incubadora del mundo” decía RK.  El rascacielos, continua, es un mundo dentro del mismo mundo. Condición que se desarrolla a través de una “doble desarticulación de lobotomía y cisma”. Esto es, separando la imagen exterior del uso interior. Así, la imagen del edificio puede ser cualquiera pero no da cuenta de lo que ocurre dentro, resolviendo el clásico conflicto entre forma y función en “una ciudad donde los monolitos permanentes celebran la inestabilidad metropolitana”. El rascacielos de Koolhaas puede tener cualquier forma y contener en su interior cualquier uso, hasta el mundo mismo.

Desplazándonos de nuevo al presente los elementos vuelven a aparecer. Las inestables torres suponen un libre ejercicio formal que descansa sobre una enorme base a modo de pedestal, y cuya imagen de conjunto nunca nos expone el uso mixto del programa. Un edificio que es todo imagen urbana, que hace imagen de ciudad. Un mastodonte que contendrá la vida de quienes lo habiten. Tal vez una manera de decir que estamos ante un mundo dentro del mundo. O quizás ‘De Rotterdam’, como se ha apuntado, sea sólo un proyecto que atiende al capital y a la especulación; un proyecto enorme que parece renegar de lo urbano (gritando fuck the context); o más bien un ejercicio de ida y vuelta del arquitecto con 41 años de diferencia. Quizás es todo o nada. Pero seguro Rem Koolhaas podrá inventar algo y reescribirse a sí mismo como ya haya hecho tantas veces.

REM

 

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