Resultados de búsqueda para la etiqueta [Centro Urbano Presidente Alemán ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Thu, 23 Feb 2023 03:29:58 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Pani y la vivienda colectiva https://arquine.com/pani-y-la-vivienda-colectiva/ Mon, 30 Mar 2015 16:03:28 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/pani-y-la-vivienda-colectiva/ La ciudad ideal que imagina Pani es la representación platónica que mezcla el Paris de Haussmann y la Ville Radieuse de Le Corbusier. Su ciudad se construye en positivo, siendo los edificios los que la moldean.

El cargo Pani y la vivienda colectiva apareció primero en Arquine.

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La concepción urbana preconizada por Le Corbusier en la Ciudad Radiante hizo mella en Mario Pani. “La segunda propuesta urbanística teórica del arquitecto franco-suizo después de la Villa Contemporaine de 1922, abandonaba el esquema de centro y periferia para organizarse a partir de un eje vertebrador que unía la cabeza –la ciudad de los negocios- con las manos –la industria-, dejando a ambos lados del mencionado eje los sectores residenciales organizados en bloques a redent –zigzag o greca-, dispuestos sobre un continuo paisaje verde y dotados de los equipamientos necesarios”. Pani comparte el entusiasmo y comprende las virtudes del modelo para densificar la ciudad de México y el impacto formal de dicha transformación. Él mismo recordaba que “desde hacía mucho tiempo me preocupaba esta idea de la arquitectura habitacional. El origen del asunto es la teoría de Le Corbusier sobre la Ciudad Radiante, es decir, edificios de gran altura que permitan liberar espacios para dejarlos verdes, con los servicios que requieran en planta baja. Por cierto que esta idea no se había realidad nunca, pues en el mismo momento que a mi se me ocurrió hacer el primero, el Multifamiliar Miguel Aleman, Le Corbusier estaba haciendo la Unidad de Marsella, que era un edificio de tan sólo trescientos departamentos, pero se acabó después de que yo terminara el conjunto de aproximadamente mil viviendas”.

Pani fue un tenaz promotor capaz de transmitir su pasión por las ideas y las formas que imaginaba a los inversionistas, a las autoridades y a sus colaboradores. Sin embargo, desde su posición despolitizada, mantuvo distancia con los colegas “socialistas” mexicanos que veían en el proyecto moderno de ciudad un instrumento para cambiar la sociedad. De no ser por su carácter convincente y apasionado, los proyectos de vivienda colectiva –el primer multifamiliar, el primer condominio- que transformaron la ciudad de México, batiendo récords, modificando reglamentos o cambiando leyes, no habrían pasado del restirador.

El Multifamiliar Presidentes Miguel Aléman (1948) nació como respuesta enardecida a un concurso de ideas convocado en 1946 por el director de Pensiones Civiles, José de Jesus de LiMA, para un conjunto de doscientas casas destinadas  a funcionarios del Estado. La ocasión estaba servida. Pani propuso el modelo corbusiano de bloques en altura (compuestos en zigzag como en las fotos de maqueta de la Villa Radiante) ocupando sólo el 20% del terreno sobre Avenidad Coyoacán, aumentando la densidad a 1,000 habitantes por hectárea y liberando el espacio común para áreas verdes y servicios. La propuesta era tan tentadora como inusual para el cliente. “ En un momento de audacia entusiasta, el arquitecto Pani pidió que le concedieran un plazo de quince días para presentar un proyecto detallado con su presupuesto correspondiente”.

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Así convenció también a sus colaboradores para desarrollar el proyecto arquitectónico en pocas semanas –trabajando en tres turnos las veinticuatro horas- y contagió a un grupo de jóvenes ingenieros emprendedores para que asumieran el riesgo de cotizar y construir a menos precio del estipulado, constituyendo la empresa ICA (Ingenieros Civiles Asociados), que se convertiría en la más importante  del país. El resultado fue un conjunto de nueve edificios de trece pisos y seis de tres. Los primeros se ligan en zigzag siguiendo una de las diagonales del terreno y los más bajos están aislados sobre los frentes de calle más cortas. El conjunto se orienta norte-sur permitiendo que casi la totalidad de las habitaciones disfruten de vistas a oriente-poniente. Los edificios de liga se orientan al sur. Toda la supermanzana pasa a ser peatonal y los automóviles se estacionan en el perímetro. La plantas bajas están destinadas a comercio y a pórticos de circulación y los departamentos son de dos niveles teniendo en el de acceso la cocina y el comedor y en el otro –subiendo o bajando- las recámaras y el baño. Los pasillos de circulación se reducen a uno por cada tres pisos.

Si bien las críticas de la época lo asociaron a “un campo de concentración”  y no fue tarea fácil que los funcionarios ocuparan las viviendas, “la adecuada ventilación, el asoleamiento constante, así como el diseño de departamentos en dos niveles para evitar la monotonía espacial y materiales constructivos de recia apariencia, que combinaba el concreto expuesto con ladrillo de barro”, acabaron por ser un éxito social y un hito del desarrollo de la ciudad.

Comparando este proyecto con la Unidad de Habitación de Marsella que Le Corbusier estaba construyendo en las mismas fechas, Pani recordaba que “nuestro proyecto tenía la gran ventaja de que las circulaciones eran al aire libre, como puentes, mientras que las de Le Corbusier eran pasillos internos”. El arquitecto proyectó además oficinas para la administración, escuela para 600 alumnos, guardería, lavandería con máquinas automáticas individuales y cámaras de secado, dispensario médico, casino, salón de actos, canchas deportivas y una alberca semiolímpica.

Dos años después, tanto la Dirección de Pensiones Civiles y Retiro como Mario Pani consideraban el Multifamiliar Miguel Alemán un experimento exitoso que podía superarse. Así en 1950 se inició el proyecto del Centro Urbano Presidente Juárez, con mayor presupuesto, mucha más extensión, más variantes tipológicas y menos agresividad formal. Una supermanzana de veinticinco hectáreas albergaría una población similar al multifamiliar anterior, donde antes existían un estadio y un centro deportivo. Si el primero ofrecía cuatro tipos de vivienda, el Juárez tenía doce, agrupados en distintos edificios. “Tal característica es opuesta a la sustentada por Le Corbusier en Marsella”, según reza la memoria del proyecto, “donde en un solo edificio coloca el mayor número de diferentes tipos de departamentos”. En este multifamiliar, pues, los departamentos más pequeños conforman los edificios más altos, y los grandes, destinados a familiar numerosas, estás más próximos a la tierra. También se mejoraran las orientaciones, ya que en el Multifamiliar Alemán, los bloques de liga proyectaban notables sobras sobre sus perpendiculares, por lo que aquí, en los edificios bajos las viviendas tienen doble orientación y en los altos se abren a oriente o a poniente con los pasillos de circulación hacia el norte.Este Multifamiliar, que nació con la intención de mejorar la primera experiencia, doblando el presupuesto de construcción por metro cuadrado y con sofisticados estudios estructurales y de cimentación, fue gravemente afectado por el temblor de 1985 y sería demolido a consecuencia del mismo.

La Unidad Nonoalco-Tlatelolco representa para varias generaciones de arquitectos y críticos mexicanos un “crimen de la modernidad”, sin arraigo territorial ni cohesión social, que muestra “la decadencia de los buenos principios asumidos para el diseño urbano y habitacional esgrimido por el propio Pani en sus primeros multifamiliares”. Sin embargo, este macro- conjunto habitacional es la utopía hecha realidad del Movimiento Moderno, el sueño construido que apuntaba Le Corbusier en el Plan Voisin (1925), donde propugnaba una tabula rasa radical en la ribera derecha de París como única solución al hacinamiento urbano.

La puesta en escena del proyecto urbano de la modernidad llegó algo tarde a México, cuando algunos sectores de la arquitectura internacional empezaban a ver con desconfianza el optimismo acrítico e insensible de los postulados modernos. Así, desde 1957, el grupo Team X, formado, entre otros, por Robert y Alison Smithson en Gran Bretaña, Aldo van Eyck en Holanda  o José Antonio Coderch en España, proponía actitudes dialogantes con las ciudades decimonónicas y con los trazados históricos, evitando la monotonía y el autismo de los nuevos paisajes construidos.

En 1964, Mario Pani y su Taller de Urbanismo realizaron un exhaustivo estudio para erradicar la “herradura de tugurios” que, según ellos, impedía la sana expansión de la capital. La zona de vecindades analizada tenía una densidad de 500 habitantes por hectárea en un solo nivel, sin servicios y un “hacinamiento terrible”. La propuesta de Pani ofrecía 1,000 habitantes por hectárea, con 75% de zona verde y todos los servicios integrados en los edificios, invirtiendo la proporción de llenos y vacíos. El conjunto se dividió en tres macro-manzanas separadas por los ejes norte-sur existentes, dando continuidad al trazado urbano. No obstante, se podía recorrer peatonalmente todo el conjunto desde la Plaza de las Tres Culturas, pasando por el Paseo de la Reforma, y llegar hasta Insurgentes a través de dos kilómetros de jardines arbolados sin cruzarse con vehículos. Planeado para 15,000 viviendas, distribuidas en edificios multifamiliares de distintas alturas, Nonoalco-Tlatelolco representaba una propuesta de alta densidad, con carácter ejemplar, donde de aplicaron los postulados modernos que Pani supo hacer suyos. Sus recetas para combatir los achaques urbanos debidos, casi siempre, al crecimiento acelerado, proponían crear ciudades “dentro” y “fuera” de la ciudad. Si ésta la llevaría a cabo con Ciudad Satélite, Tlatelolco fue la oportunidad para aplicar la gran escala una cirugía radical dentro de la ciudad existente, aprovechando los ensayos de los multifamiliares Presidente Alemán y Presidente Juárez.

Así, el trazado del conjunto estará dibujado por la composición ortogonal de tres tipos de edificios que corresponden a tres tipologías de vivienda. Los edificios bajos, de cuatro niveles sin elevador, convierten a las escaleras -sin descansos- en dinámicos conectores que dan acceso a dos departamentos cada medio piso.  Este hábil recurso de la selección queda expuesto en las dinámicas fachadas laterales. Los departamentos son de dos recámaras y un baño. Los bloques de ocho pisos, son perpendiculares a los anteriores y repiten el esquema del multifamiliar Juárez con circulación a norte y fachada sur. Su sección también muestra como eficientar las escaleras accediendo a los medios niveles. Estos departamentos son de tres recámaras con baño y medio. Los bloques más altos son de 14 pisos, con los comercios en sus niveles inferiores, ubicados equidistante y estratégicamente a fin de acortar las distancias desde cualquier edificio del conjunto a los locales comerciales.

Si un extremo del inmenso conjunto está definido por la Plaza de Las Tres Culturas, su opuesto es una afiliada flecha de sección triangular, conocida como Torre Banobras. El proyecto fue severamente criticado por sus dimensiones, falta de estética y destrucción de los vestigios históricos. Sin embargo, el sincretismo de la macro-plaza salvaguarda algunos vestigios del pasado prehispánico y colonial, incorporándolos a los espacios representativos de la modernidad de bloques abstractos y a la dureza cacofónica de las fachadas en blanco y negro.

En la Plaza de las Tres Culturas, un día de octubre de 1968, se rompió el hilo que articuló la historia de México. Una matanza indiscriminada acabó con las manifestaciones del descontento popular. Paradójicamente, y quizá no sea casual, sucedió en la nueva colonia de Tlatelolco, proyectada por Mario Pani. Si este conjunto para 100,000 habitantes era el paradigma  de la modernidad acrítica de altos bloques lineales, iguales a tantos de las periferias metropolitanas del planeta, sería también el parteaguas de la arquitectura mexicana y el principio del declive de la brillante y espectacular carrera profesional de Mario Pani. La belleza metafísica de este paisaje artificial se convertiría en un tabú, cargado de doble significado, que celebra la pérdida de libertades y la defunción de la modernidad.

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*Texto publicado en Arquine No.35 | La caja | Mario Pani y la vivienda colectiva

*Miquel Adrià participará el jueves 13 de junio como parte de la fila cero en Arquine Jams No.6 | Vivienda social, un debate abierto sobre la vivienda colectiva y de interés social, con el fin de revisar las claves que permitirán la evolución y el relevo de los modelos de vivienda colectiva conocidos.

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Al interior del CUPA https://arquine.com/al-interior-del-cupa/ Thu, 07 Feb 2013 17:54:05 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/al-interior-del-cupa/ Eva Prats y Ricardo Flores conversan con Juan Carlos Tello sobre la permanencia y transformación del Centro Urbano Presidente Alemán, además de sus posibiles intervenciones proyectuales con motivo del Concurso Arquine No.15.

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El problema de la vivienda popular tiene, en términos generales, los mismos orígenes y consecuencias, pero en cada país presenta características especiales, como resultado del desarrollo social, político y económico, alcanzado de la legislación vigente y de las posibilidades del sector público…
Mario Pani

Juan Carlos Tello llegó en la década de los noventa al Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA). Desde entonces ha residido en distintos departamentos del multifamiliar. Recientemene remodeló y rehabitó su espacio habitable que abarca 75 metros cuadrados en el tercer piso del complejo proyectado por Mario Pani hace 65 años. Eva Prats y Ricardo Flores conversan con Tello sobre la permanencia y transformación del centro urbano, además de sus posibiles intervenciones proyectuales con motivo del Concurso Arquine No.15.

El Centro Urbano Presidente Alemán fue el primer multifamiliar en el país con toda la infraestructura y servicios para más de mil departamentos en seis edificios altos y otros seis de menor tamaño. El proyecto de vivienda, construido por ICA, fue el primero que incluyó jardines, establecimiento de locales para comercios, lavandería, guardería infantil, dispensario médico, auditorio, salas de cine y alberca. La ruta crítica de la obra abarcó 24 meses a partir del 1 de septiembre de 1947, día en que iniciaron los trabajos. Además de la propuesta de diseño, el “multifamiliar” se erigió con minuciosos estudios de instalaciones, cimbras, estructuras y materiales como tabique de barro recocido y bloques con alma de tepezil.

El ahorro en material y el tiempo de ejecución fue fundamental, por esto, la empresa consideró un eficiente sistema de programación y administración desde el momento en que se entregaba y descargaba el material. El conjunto es considerado como la primera aplicación formal apegada a los principios del funcionalismo de Le Corbusier, concebido a partir del diseño de la Ciudad Radiante de Marsella. El proyecto de Mario Pani, en colaboración con Salvador Ortega y Bernando Quintana, incorporó un modelo en zigzag para así concebir una unidad de habitación al pie de la letra.

*El Concurso Arquine No.15 busca la generación de nuevas tipologías para la vivienda del siglo XXI a partir de la revisión de los modelos habitacionales de la modernidad, con base en criterios de redensificación, sostenibilidad, flexibilidad y cohesión con la ciudad.

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Arqueología habitacional https://arquine.com/arqueologia-habitacional/ Thu, 13 Dec 2012 15:25:29 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/arqueologia-habitacional/ Le Corbusier, Mario Pani, Teodoro González de León, entre otros, se han enfocado en la materialidad constructiva, pero ¿qué pasa con la materialidad de lo cotidiano?

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Para los Eames, la verdadera arquitectura de la casa se encontraba en los interminables re-arreglos de las colecciones en su interior. El espacio real estaba en los detalles de la vida cotidiana.

Beatriz Colomina

Si entramos en un cuarto burgués de los años ochenta la impresión más fuerte será, por muy acogedor que parezca, la de que nada tenemos que buscar en él. Nada tenemos que buscar en él, porque no hay un sólo rincón en el que el morador no haya dejado su huella: chucherías en los estantes, carpetas en los sofás, visillos en las ventanas, rejillas ante la chimenea […] El interior burgués obliga a quien lo habita a aceptar un número altísimo de costumbres, costumbres que desde luego se ajustan más al interior en el que vive que a él mismo.

Walter Benjamin

 

El fenómeno cultural de la ‘customización’, el apropiarse de las cosas o personalizarlas, ha sido objeto de estudio durante muchos años. Lo vemos diariamente en objetos que transformamos y reciclamos, entre eficiencia y estética. Si lo extrapolamos al mundo de la  arquitectura esta idea resulta aún más interesante, aunque de intensidad variable: del papel tapiz al piso extra pasando por diversos grados de apropiación. El planteamiento de la arquitectura moderna, como el de un espacio universal a principios del siglo XX y de manera aún mas común en los años cincuenta en viviendas de Creig Elwood o Richard Neutra, entre otros, se transforma hoy en día en la idea de un espacio neutral, vacío, listo para ser llenado. Hay también ejemplos curiosos como la casa electrodoméstica y la Villa Put-away de Peter y Alison Smithson.

En la primera, arquitectura y enseres son lo mismo, llevando al extremo la idea de que tan sólo estamos de paso por los espacios. Ideas como la comodidad también son llevadas al extremo en la creciente publicidad de autos y electrodomésticos.  De la arquitectura industrializada de aquellos espacios “había que extraer la estética concreta relacionada con la técnica de la prefabricación. Ha llegado el momento para que arquitectos y fabricantes aborden el problema desde el extremo opuesto de la escala y hagan que el edificio emane de hábitats vivos y de las necesidades de quienes los ocupan”, evitando así cualquier tipo de ocupación y por ende de modificación. En la segunda,  algunos años más tarde y casi en oposición, la casa almacén, donde todos colectamos, y que da por resultado la necesidad de un depósito, que debe ocupar una tercera parte de la vivienda: el lugar de los objetos que-no-se-usan-ahora-y-que-quizás-nunca-se-vuelvan-a-usar. En última instancia, se trata sobre la domesticación de los espacios.

En la acción I like America and America likes me de Joseph Beuys, también llamada acción coyote,  Beuys es separado de su espacio habitual para ser “depositado” en un único espacio para convivir con un coyote, también separado de su espacio habitual, para cohabitar e ir haciendo del espacio un espacio domesticado. Finalmente se habla de dos cosas en general: cómo llegamos a los espacios y cómo vamos llenándolos, y por ende cómo los transformamos. Hay que hacer un feedback, tomar una pausa y reflexionar: ¿cómo los usuarios —de diferentes entornos sociales y económicos— personalizan los espacios? ¿Qué podemos aprender y entender de la materialidad de la vida? ¿Tiene algo que ver con la materialidad de los proyectos de los arquitectos y con cierto compromiso social?  Le Corbusier, Mario Pani, Teodoro González de León, entre otros, se han enfocado en la materialidad constructiva, en métodos de auto construcción o construcción de bajo costo. Pero, ¿qué pasa con la materialidad de lo cotidiano entre la mera representación que ocupa y propone el arquitecto, y lo que finalmente el habitante ocupa día a día?

 

 

 

Arqueología habitacional consiste en dibujar de manera arqueológica tres cosas:

1. El espacio que ocupa la arquitectura misma, la infraestructura de lo cotidiano, es decir: los muebles; y los elementos que le dan uso a éstos, aquellos que lo humanizan.

2. Estudiar las repercusiones en cuanto a ocupación, densidad y tiempo -un GPS-arqueológico- que se transforma sutilmente al pasar de las horas y de la aglutinación de objetos y a veces su destino final, esto que llamamos anteriormente los objetos que-no-se-usan-ahora-y-que-quizás-nunca-se-vuelvan-a-usar. ¿Cómo éstos van alterando el espacio y re-componiéndolo?

3. Como resultado se propone el registro de estos estilos-modos-acomodos de vida, en un archivo electrónico para observar  sus repercusiones y haciendo evidente el diseño y el uso. Complementariamente hacer a escala 1:1 esta comparación de cada unidad: un mapa-tapete, como si fuese dibujado a mano sobre el piso mismo, recordando las imágenes que tenemos  de cuando niños lo hacíamos en la calle o banqueta. Se trata finalmente de una evidencia y de un registro como nos lo platica George Perec en Vida, instrucciones de uso.

En iguales condiciones, la Unidad habitacional de Marsella, la de Tlatelolco, las Torres de Mixcoac, el Centro Urbano Presidente Alemán y la Unidad Esperanza; Le Corbusier, Mario Pani y Teodoro González de León. Todas son quizás piezas de un mismo rompecabezas que construye y nos hace ver de manera más fiel lo que, quizás, debamos tomar más en cuenta cómo domesticamos los espacios. Citando a Clara Porset, “no se pudo imponer por la fuerza al inquilino la adquisición de los muebles que se habían creado adecuadamente para su vivienda, ni se pensó en convencerlo, buena y razonablemente, instruyéndolo sobre los enfoques del diseño en general y dándole cultura de vivienda, en una palabra”.

 

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65 años del CUPA https://arquine.com/65-anos-del-cupa/ Thu, 18 Oct 2012 15:04:00 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/65-anos-del-cupa/ El Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA) cumple 65 años como el primer multifamiliar en el país con toda la infraestructura y servicios para más de mil departamentos.

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El problema de la vivienda popular tiene, en términos generales, los mismos orígenes y consecuencias, pero en cada país presenta características especiales, como resultado del desarrollo social, político y económico, alcanzado de la legislación vigente y de las posibilidades del sector público…

Mario Pani

El Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA) fue el primer multifamiliar en el país con toda la infraestructura y servicios para más de mil departamentos en seis edificios altos y otros seis de menor tamaño. El proyecto de vivienda, construido por ICA, fue el primero que incluyó jardines, establecimiento de locales para comercios, lavandería, guardería infantil, dispensario médico, auditorio, salas de cine y alberca. La ruta crítica de la obra abarcó 24 meses a partir del 1 de septiembre de 1947, día en que iniciaron los trabajos. Además de la propuesta de diseño, el “multifamiliar” se erigió con minuciosos estudios de instalaciones, cimbras, estructuras y materiales como tabique de barro recocido y bloques con alma de tepezil.

El ahorro en material y el tiempo de ejecución fue fundamental, por esto, la empresa consideró un eficiente sistema de programación y administración desde el momento en que se entregaba y descargaba el material. El conjunto es considerado como la primera aplicación formal apegada a los principios del funcionalismo de Le Corbusier, concebido a partir del diseño de la Ciudad Radiante de Marsella. El proyecto de Mario Pani, en colaboración con Salvador Ortega y Bernando Quintana, incorporó un modelo en zigzag para así concebir una unidad de habitación al pie de la letra.

*El Concurso Arquine No.15 busca la generación de nuevas tipologías para la vivienda del siglo XXI a partir de la revisión de los modelos habitacionales de la modernidad, con base en criterios de redensificación, sostenibilidad, flexibilidad y cohesión con la ciudad.

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El problema de la habitación https://arquine.com/habitacion/ Wed, 03 Oct 2012 13:28:33 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/habitacion/ El problema de la habitación es fundamentalmente un problema urbanístico, en donde tienen que intervenir todos los elementos de una planificación completa, para abarcar cumplidamente los aspectos social, económico y político que aquella presenta.

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Conversación con el arquitecto y urbanista Mario Pani Darqui (1911-1993) | Revista Calli No. 1, 1960*

 

El arquitecto Mario Pani ha estado íntimamente ligado a los problemas de la habitación en nuestra capital, no sólo por sus constantes estudios y proyectos, sino principalmente por su participación directiva en importantes intentos de solución. Los multifamiliares “Miguel Alemán” y “Benito Juárez”, la Unidad Santa Fe y la Unidad Nonoalco ejemplifican ampliamente nuestra afirmación y su trayectoria profesional. Por ello CALLI se ha acercado a él, para que del diálogo conozcamos su pensamiento actual en relación con el tema.

Para usted  ¿en qué consiste el problema de la habitación?

El verdadero problema de la habitación no es el de la construcción de una casa, el cual puede ser resuelto bien y brillantemente por muchísimos arquitectos, sino el de la habitación económica. Este es el verdadero problema, ya que nos encontramos con que es necesario proporcionar habitación a personas que no solamente no están en posibilidad de comprarse una casa, sino que ni siquiera están en posibilidad de alquilarla. Este problema se hace particularmente agudo en las ciudades que, como México, se hallan en proceso de crecimiento muy acelerado, pues dicho crecimiento se produce fundamentalmente con gente que no puede resolver sus necesidades de habitación.

¿Qué características ofrece este problema en la ciudad de México?

Dicho problema presenta fundamentalmente dos aspectos en nuestra ciudad: el primero  lo percibimos si nos asomamos al panorama actual de ella, al ver que más del 60% de su superficie está ocupada por casas inadecuadas, dichas casas inadecuadas podemos dividirlas en tres clases: las primeras, que fueron buenas y que ya no lo son, debido principalmente a la congelación de rentas, ya que el propietario de una casa cuya renta está congelada, no sólo no se cuida de componerla,  sino que hasta voluntariamente puede provocar su destrucción por así convenir a sus intereses;  la segunda clase de casas es aquélla que se compone de las construidas  por el mismo individuo que las habita, el cual, no poseyendo terreno, se posesiona de él: a este individuo es al que conocemos en México con el nombre de paracaidista; la tercera clase de casas es la característica de las colonias proletarias, colonias que no cuentan con ningún servicio, y cuyas casas han sido construidas también por los mismos propietarios, a los cuales el gobierno les ha regalado el terreno; a éste podríamos llamarlo paracaidismo sancionado, ya que urbanísticamente la solución no es mejor que la que corresponde a la clase anterior.

El segundo aspecto del problema de la habitación es el de la habitación nueva que cada año se requiere, en vista del crecimiento de México, el cual es de casi un 7% anual, o sea que representa alrededor de doscientos ochenta mil o trescientos mil habitantes más al año. Como puede verse, el problema debe ser atacado en gran escala, pues, debido a su magnitud, sería absolutamente inútil atacarlo a escala menor. Se trata ni más ni menos que de procurar alojamiento cada año a trescientas mil personas, y, por otro lado se trata de regenerar el 60% de la ciudad, que se halla en malas condiciones de habitación. Al atacar este problema, lo primero que salta a la vista es la bajísima densidad de población que tenemos en nuestra ciudad, y que fluctúa entre ciento cincuenta y doscientos habitantes por hectárea. Esto quiere decir que México tiene servicios que están pagados por muy pocas personas; servicios viales, de agua, de drenaje, situación que permite afirmar, si por un momento consideráramos a la ciudad como un negocio administrativo cualquiera, que es  el nuestro un negocio quebrado.

En términos generales, ¿cuál es el criterio urbanístico más adecuado?

En vista de lo anterior, la política de crecimiento de la ciudad no puede ser la de extenderse, sino la de aumentar su densidad demográfica para que pueda contar los servicios necesarios, y que éstos resulten costeables. A la vista de esta realidad, ya se han hecho en México algunos intentos tendientes a superarla, como son los multifamiliares de Pensiones y del Seguro Social, las unidades de Tlalneplanta, de Santa Fe, de Coyoacán, con los cuales se comprobó que la economía de los costos y la economía del aprovechamiento de los servicios se obtiene, no por hacer éstos baratos, ya que hay un límite en esa baratura, sino por aumentar el número de los usuarios de ellos; y puede confirmarse desde luego lo que preconizaba Le Corbusier en todas sus teorías urbanísticas: la necesidad de obtener altas densidades demográficas para resolver el problema de la habitación.

En el multifamiliar de Coyoacán, proyectado en 1946, ya se alcanzaron densidades de 1,000 habitantes por hectárea. La Unidad de Santa Fe, por su parte,  es un ejemplo de cómo atacar en grande un problema de esta naturaleza. Cuenta esta unidad con 2,500 viviendas, y fue planeada no solamente con servicios viales, de agua, drenaje y con algún campo abierto, sino también con escuelas, guarderías, clínicas y Seguro Social. De acuerdo con la magnitud de esa unidad, el estudio financiero y económico se planteó tomándola en conjunto y no por separado los diferentes edificios que la componen. Así, pues,  para sacar la renta de cada departamento no se consideró el costo de un edificio por el número de departamentos que tenía, sino que se tomó el costo global de todos los edificios y se juntaron todos los servicios y el valor total del terreno; así se obtuvo el costo total, costo total que debería producir una renta X, la cual fue dividida por el número de metros cuadrados rentables de toda la unidad. A manera de ejemplo, valga decir que si se trataba de hacer una alberca o una guardería más, con un costo de un millón de pesos, este costo representaba un aumento de la renta mensual de $0.07 por metro cuadrado, o sea que para el departamento más pequeño, el de 30m2, la alberca o la guardería construida representaba un aumento en su renta de $2.10 al mes únicamente.

Estimulados por las construcciones a las que antes me refería, hace tres años que empezamos, auspiciados por el Seguro Social, al analizar las necesidades, y la posible solución de ellas, de una de las grandes zonas de habitación inconveniente que existen en nuestra ciudad. La exposición detallada de éste análisis efectuado por nosotros, tal vez se ala mejor manera de dar a conocer nuestro punto de vista sobre el problema de la habitación considerada en conjunto. La zona en cuestión está limitada al norte de la glorieta de Peralvillo, y llega al sur hasta la iniciación de la calzada de Puebla, a la altura, más o menos, de la Penitenciaría. Habitan en ella 40,000 familias, o sea alrededor de 200,000 personas, que son a las que hay que trasladar a nuevas habitaciones construidas en terrenos actualmente baldíos, con objeto de reconstruir posteriormente en forma debida los espacios que ahora ocupan. Los terrenos baldíos de que podíamos disponer para ese efecto eran tres: una superficie denominada La Vaquita, de 23 o 24 hectáreas, propiedad del Departamento Central; la superficie del Campo Anáhuac, sobre la carretera de Puebla, ocupada actualmente por talleres de aviación, y que tiene de 20 a 25 hectáreas; y por último, los terrenos al norte de Nonoalco, los cuales suman un millón cien mil metros cuadrados; éstos últimos fueron los escogidos.

La idea es, naturalmente, utilizar estos terrenos baldíos para construcciones de altas densidades cercanas a los mil habitantes por hectárea, densidad prácticamente el doble de la actual en la zona que pensamos desalojar; de esta manera se producirá una dinámica de desalojamiento creciente que seguirá una progresión geométrica, ya que si nosotros construimos cien hectáreas, desalojamos doscientas. El problema se tiene, pues, que resolver a base de lograr altas densidades demográficas, y, por otra parte, a base también de ocupar superficies pequeñas; esto es, que lo que ocupen los edificios no sea más de un 30% de la superficie total, pues el resto de la superficie de necesita para los servicios complementarios, como escuelas, guarderías, parques, jardines, etc.; o sea que será necesario construir edificios altos de no menos de 4 pisos y no mayores tampoco de doce o trece pisos, en vista de las estructuras y las cimentaciones para edificios más altos resultan demasiado costosas.

En el caso específico de la Unidad Nonoalco, cuya planificación se acompaña de una minuciosa investigación, ¿cómo se unificaron las características de las posibles familias moradoras y qué aspectos humanos se tomaron en cuenta?

Con la investigación realizada sobre esas cuarenta mil familias se pretendía sobre todo determinar que tipo de vivienda requieren, por lo que a las dimensiones se refiere; y se concluyó que las necesidades sociales pueden reducirse a tres tipos fundamentales de vivienda: los de una, dos y tres recámaras, considerando  a la familia mínima de dos personas y a la familia máxima de 6 ó 7 personas. La investigación realizada se fijó también en el aspecto económico, y también pudieron reducirse a tres tipos  los estratos económicos familiares de las trescientos mil personas estudiadas; al estrato mínimo, al que denominamos con la letra A pertenecen familias que tienen un salario mínimo hasta de $500.00 0 $600.00 al mes; al estrato B, las familias cuyos ingresos van de $600.00 a $1,200.00; al estrato C pertenecen las familias que cuentan con un ingreso mensual superior a $1,200.00. Cortejando los dos aspectos de la investigación realizada, el económico y el relativo al tipo de vivienda necesario, establecimos tres series de viviendas, correspondiente cada una de ellas a un estrato económico, y así tenemos el estrato A-1, A-2, A-3, de una, dos y tres recámaras respectivamente, el B-1, B-2, B-3, y el C-1, C-2, C-3.

El 58% de las familias de la zona estudiada pertenecen al estrato económico A, y el 60% de ellas necesita un tipo de habitación de dos recámaras. Algo muy importante en estas unidades de gran densidad demográfica y beneficiadas con todos los servicios complementarios necesarios, que de ninguna manera conviene pasar por alto, es la creación del barrio, elemento que parece haber desaparecido en la ciudad de México, El barrio, que en términos urbanísticos, llamamos hoy super-manzana, es un conglomerado de habitaciones que tiene elementos de servicios comunes, una plaza, una iglesia, una escuela, un comercio, una guardería, etc. Tiene la gran importancia de crear en sus habitantes un profundo sentido colectivo, que hoy en nuestra ciudad se ha perdido totalmente por lo mismo que ha desaparecido esa célula urbanística que lo hace  posible. En México no sentimos la proximidad de nuestros vecinos, porque nuestros hijos no van en la misma escuela, ni a los mismos cine; esto es, vivimos bastante solos, sin un sentido colectivo que nos guíe y nos acompañe. El barrio presenta además, otra ventaja de carácter práctico; esta se deriva de la convivencia humana que el barrio estimula, y no es más que la creación de una serie de elementos de riqueza que viene a facilitar esa convivencia y en la que participamos todos, ya que en todos estamos directamente interesados en ella, puesto que seremos beneficiarios. La conservación y el mantenimiento de los servicios de nuestro barrio es algo que sentimos que nos afecta a nosotros en lo particular.

El proyecto, ya en construcción, tiene una capacidad total de quince mil viviendas. Es, pues una unidad para ochenta y cinco mil habitantes cada año, cifra que viene a ser el doble del número de habitantes de la ciudad de Cuernavaca. El proyecto está formado por tres grandes unidades, por tres grandes barrios, cada uno de ellos con los servicios completos ya mencionados, y con los tres tipos de habitación. Para llevarlo a cabo será necesario una inversión total  de cerca de ochocientos millones de pesos. Añadiendo a dicho costo un interés del 5%, que es el que conviene a las inversiones del Estado, más un 2% destinado al mantenimiento, resulta en promedio una renta de tres y pico de pesos por metro cuadrado, la cual se ha distribuido, teniendo en cuenta los distintos estratos económicos de los inquilinos, de manera que resulte de $2.50 por metro cuadrado para los departamentos del tipo A y hasta de $6.00 para los departamentos de tipo C; así, pues, habrá departamentos desde $90.00 hasta $500.00 con los cuales se cubrirán exactamente  las necesidades de estos habitantes, según pudieron apreciarse en la investigación directa realizada al respecto. Queda así entonces resuelto el problema, tanto desde el punto de vista económico, como desde el punto de vista social.

Volviendo otra vez al tema de la densidad demográfica, es muy importante llamar la atención en que estas ochenta y cinco mil personas que vamos a alojar en las unidades proyectadas, ocupan actualmente una superficie dos veces mayor; en efecto, si aquí vamos a ocupar un millón cien mil metros cuadrados, las personas que los habiten desalojarán una superficie de más de 2 millones de metros cuadrados; o sea que, una vez realizado el proyecto, contaremos con terreno suficiente para repetirlo otras dos veces. Para que pueda apreciarse la trascendencia que puede tener este proyecto, basta decir que con sólo repetirlo tres veces, teniendo en cuenta la progresión geométrica antes comentada, se resolvería definitivamente el grave problema que supone la herradura de tugurios que circunda a nuestra ciudad.

En conclusión, puede afirmarse que el problema de la habitación es fundamentalmente un problema urbanístico, en donde tienen que intervenir todos los elementos de una planificación completa, para abarcar cumplidamente los aspectos social, económico y político que aquella presenta.

¿Cómo se han financiado estos proyectos y qué intervención tendrá la iniciativa privada en los próximos?

Un proyecto de esta magnitud sólo ha podido formularse merced a la cooperación de varios organismos estatales, pues hubiera sido irrealizable en caso de que cada uno de estos organismos, digamos, por ejemplo, el Seguro Social, Pensiones, el Banco Hipotecario, etc. Hubiese emprendido por su cuenta un proyecto distinto. Sobre el proyecto anterior, es necesario añadir que en él ha de participar la iniciativa privada en dos formas: primero constituyendo una de las tres unidades de que constará (será un consorcio de compañías de seguros quien los construya), y rentándola por cuenta; la segunda manera de intervenir tendrá la iniciativa privada, será adquiriendo terrenos sobre las avenidas de primera categoría que resultan beneficiadas en el futuro con otros proyectos semejantes, como el paseo de la Reforma y la prolongación de San Juan de Letrán. Dichos terrenos se entregarán a la iniciativa privada para que construya viviendas, cuyo mínimo pasará de 3,000 en el caso particular que cito, en la inteligencia de que la plusvalía que alcanzarán los terrenos será muy importante, de cerca d $700.00 y con ella el metro valdrá $1,000.00, precio muy atractivo para la iniciativa privada. Si calculamos 100,000 m2 los que se le entreguen a ésta, tendremos una plusvalía de 70 millones de pesos, dinero que el mismo proyecto está creando, y que se destinará ala creación de servicios sociales (guarderías, casinos, clínicas, etc.), para que éstos no sobrecarguen la renta original.

A cambio de esta provechosa intervención suya, el proyecto le está proporcionando a la iniciativa privada terrenos de primer orden y una urbanización sin par en México, cosas que le aseguran una permanencia del valor. El gobierno puede también favorecer esta iniciativa privada encauzando dicho proyecto hacia los créditos hipotecarios por ejemplo, que en nuestro país son reducidos. Así, pues, se haría intervenir a la iniciativa privada, representada, por una parte, por las compañías de seguros, y, por la otra, por particulares que van a comprar edificios de departamentos, interesándose en este tipo de inversiones. Éstos particulares serán precisamente los propietarios actuales de casas con rentas congeladas, a los cuales el Estado se las está comprando para poder llevar a cabo el proyecto en cuestión, dándoles todas las garantías necesarias para que intervengan en él sin miedo ninguno.

¿Cree usted necesario formular leyes o reglamentos que regulen este problema y sus soluciones?

Aunque no cabe la posibilidad de pensar en una legislación rigurosa que controlase el problema de la habitación en nuestra ciudad, sí sería muy conveniente reglamentar los proyectos tendientes a resolverlo; reglamentación que permitirá asegurar, por ejemplo, que no ocupasen los edificios más del 30% del terreno utilizado en la realización del proyecto urbanístico, con objeto de que el otro 70% quedase libre para los distintos servicios; que aseguraría también el logro de altas densidades demográficas, etc. Una reglamentación de esta naturaleza sería de gran utilidad para los estados de la República que se enfrentan asimismo a un problema de desarrollo desmedido de la población, sin perjuicio de que casa uno de ellos, -como ya muchos lo han hecho- formule sus propios planes reguladores.

*Tomado de CALLI, Revista del Colegio Nacional de Arquitectos de México, Habitaciones Colectivas, No. 1, México, Distrito Federal, 1960. P. 23 – 26

*El Concurso Arquine No.15 busca la generación de nuevas tipologías para la vivienda del siglo XXI a partir de la revisión de los modelos habitacionales de la modernidad, con base en criterios de redensificación, sostenibilidad, flexibilidad y cohesión con la ciudad.

El cargo El problema de la habitación apareció primero en Arquine.

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