Resultados de búsqueda para la etiqueta [Casa ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Thu, 09 Jan 2025 18:37:25 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 La habitación de al lado, o un lugar para morir, según Almodóvar https://arquine.com/la-habitacion-de-al-lado-o-un-lugar-para-morir-segun-almodovar/ Thu, 09 Jan 2025 18:34:57 +0000 https://arquine.com/?p=96198 Se buscan lugares para tantas cosas. Por ejemplo una habitación propia para poder escribir novelas, como dice Virginia Woolf. O un cuarto con tina: “no lo sé, pero, para mí, evoca a la Italia antes de la guerra. Me parece haber escuchado que, allá, se pueden rentar cuartos así, con tina. Camera con bagno. Yo […]

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Se buscan lugares para tantas cosas. Por ejemplo una habitación propia para poder escribir novelas, como dice Virginia Woolf. O un cuarto con tina: “no lo sé, pero, para mí, evoca a la Italia antes de la guerra. Me parece haber escuchado que, allá, se pueden rentar cuartos así, con tina. Camera con bagno. Yo nunca he estado en Italia. Ya ni siquiera me acuerdo quién me contó eso. Pude haberlo visto quizás en alguna película, leído en algún libro. O haberlo traducido incluso”, dice la protagonista de la novela de Hélène Rioux Cuarto con tina (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2022), traducida por Roberto Rueda Monreal, que busca un lugar para estar sola, un espacio que la salve de la monótona perfección de su vida en pareja. Si fuera posible elegirlo, ¿cómo elegir un lugar para morir? En La habitación de al lado (2024), la nueva película de Pedro Almodóvar, dos amigas, Martha (Tilda Swinton) e Ingrid (Julianne Moore), se mudan a una casa en medio del bosque donde la primera va a terminar con su vida; la otra va a ser más que un testigo, va a acompañarla en sus últimos días.

Como algunas de las mejores películas del creador español, por ejemplo Hable con ella (2002), La habitación de al lado sucede en un hospital, pero sólo en la primera parte. La habitación de la clínica es el lugar donde ocurre el reencuentro entre las amigas. El primer largometraje en inglés de Almodóvar se opone al estilo desmesurado y excesivo que lo encumbró. Es un filme crepuscular en el fondo, glacial en la forma. Luego de recibir la noticia de un cáncer terminal, Martha decide morir dignamente en un lugar que la distancie del recuerdo de los días felices. Para ello renta una casa cerca de Woodstock, lejos de su departamento en Manhattan, Nueva York. En realidad la mansión donde se filmó la película está en San Lorenzo El Escorial, un pueblo cerca de Madrid. La casa Szoke, nombre de la propiedad, fue proyectada por Aranguren & Gallegos Arquitectos, la oficina que conforman María José Aranguren y José González Gallegos.

Como se puede ver a través de las imágenes de Eduard Grau, cinefotógrafo, la opulenta casa se compone de una serie de volúmenes geométricos irregulares que se conectan y ajustan a la pendiente natural del terreno, en la falda sur del Monte Abantos. Más que un capricho arquitectónico por parte del director, la elección de la casa conlleva una reflexión idiosincrática de los personajes. Martha e Ingrid son amigas desde la juventud, ambas trabajaron en la misma revista, pero el curso de sus vidas y actividades las separó. La primera se dedicó al periodismo como reportera de guerra; la otra a la ficción, es escritora. La vida de Martha ha estado marcada por la muerte, la destrucción y el aniquilamiento, ha sido testigo de las atrocidades de Bosnia e Irak. Ingrid, por su lado, escribió un libro exitoso en el que narra su temor a la muerte. En ciertas secuencias, Almodóvar muestra sus respectivos departamentos neoyorquinos. La calidez de esos espacios, la abundancia de objetos, curiosidades y ornamentos –incluido el lugar donde apenas se está mudando Ingrid, en el que predomina el color rojo y el mobiliario de estilo vintage, “amueblado con cosas de la basura”, bromea uno de sus amigos– sugieren que las dos tienen vidas ricas e intensas. La profusión de sus moradas se opone a la frialdad de la mansión. Sus bloques están abiertos a la naturaleza, a través de ventanales descomunales se integra el exterior a la intimidad, creando una atmósfera fría que se resiente en los rostros pálidos de las actrices. Tal es la decisión arquitectónica de Martha como escenario para morir por elección propia. También ha elegido a Ingrid para que la acompañe en sus últimos días. A pesar de los miedos, su amiga acepta hacerle compañía. El gesto de Ingrid es tan raro como la nieve rosa que ambas observan caer desde la ventana del hospital, que muestra un panorama poético y desolado de la ciudad de Nueva York y que la cámara capta desde las espaldas de las actrices.   

El vidrio abunda en toda la película. El vidrio de las ventanas funde los rostros de ambas mujeres, el semblante serio de Tilda Swinton decidida a ponerle un alto a su enfermedad incurable y el gesto ahogado de pánico de Julianne Moore, con el paisaje exterior. A través de los ventanales y captadas desde fuera de la mansión, las siluetas de las amigas son apenas un destello, un vislumbre, la fragilidad representada por la luz. La muerte es el vidrio, la muerte que media entre ellas. En La habitación de al lado la transparencia del cristal supone la inmaterialidad a través de la materia, un presagio de la muerte, el desvanecimiento, palidecer. Así es el fin para Almodóvar. Los ecos de esta evanescencia surgen de nuevo en la escena de la terraza en la que Ingrid cree que su amiga finalmente ha llevado a cabo su propósito; detrás del ventanal, la figura fantasmal de Martha aparece de nuevo y se vuelve a encarnar al descorrerse la estructura. Ha sido una terrible confusión que anticipa su muerte, un ensayo, dice ella, de manera socarrona.

Por supuesto que hay más que vidrio y ventanales, en el interior de la casa Martha e Ingrid se reconocen, ríen, discuten, se exasperan. La casa de La habitación de al lado es una especie de refugio, el rescoldo de un mundo que también está muriendo y al que se aferra con esperanza Ingrid, a pesar de todos los problemas sociales, políticos e incluso climáticos que discuten y que saben con certeza que apuntan al colapso. En la fúnebre despedida todavía queda tiempo para volver a las películas y recurrir a la colección de DVD’s de la casa, y de esta forma divertirse con la comedia Seven chances (1925), de Buster Keaton, y anticipar lo inevitable con The Dead (1987), nada más y nada menos que el canto de cisne de John Huston.

El opaco final de La habitación de al lado recuerda los finales ambiguos del Chabrol de los años sesenta y también las simetrías propias del cineasta español, especialmente las que establece entre madres e hijas biológicas como Marisa Paredes y Victoria Abril en Tacones lejanos (1991). O madres e hijas que se adoptan mutuamente, como Cecilia Roth y Penélope Cruz en Todo sobre mi madre. La llegada de la hija de Martha es un giro de tuerca absolutamente almodovariano, aunque el director se contiene y sólo lo utiliza como un espejo extraordinario. Michelle es idéntica a su madre, pero ¡esperen un momento!, es pelirroja y tiene una imagen muy similar a la de Julianne Moore cuando era joven. Es un reflejo, una adopción maternal, sí, y también una herencia, como dice Ingrid.       

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J House https://arquine.com/obra/j-house/ Fri, 17 Feb 2023 21:37:14 +0000 https://arquine.com/?post_type=obra&p=75475 La propietaria de la J House es una profesora que compró un pequeño terreno adosado de dimensiones 4 x 24 metros. Tras analizar los defectos típicos de las casas adosadas, el equipo de diseño situó los criterios de espacio verde, luz natural, ventilación natural y prevención del ruido en la lista de máximas prioridades del proceso de diseño.

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La propietaria de la J House es una profesora que compró un pequeño terreno adosado de dimensiones 4 x 24 m. La distribución de la casa es estrecha en anchura. Tras analizar los defectos típicos de las casas adosadas, el equipo de diseño situó los criterios de espacio verde, luz natural, ventilación natural y prevención del ruido en la lista de máximas prioridades del proceso de diseño.

Al diseñar la distribución de la casa adosada había que asegurarse de que cada espacio funcional esté asociado a un espacio verde. A partir de ahí, todos los espacios están expuestos al verde y a la luz natural. El espacio interior está siempre lleno de luz natural pero no caliente, además, la sombra de las capas de piedra crea un efecto similar al del sol a través de las hojas, ayudando a aumentar la sensación de naturaleza para el espacio de la casa adosada.

J House es un espacio vital interesante y cómodo, con árboles, luz natural y aire fresco, a diferencia de las típicas casas adosadas.

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Imaginar la(s) casa(s) https://arquine.com/imaginar-las-casass/ Tue, 06 Dec 2022 16:29:09 +0000 https://arquine.com/?p=73007 En La casa de Mango Street, Sandra Cisneros habla de la casa propia de una manera redonda, la describe material y emocionalmente “limpia como la hoja antes del poema”, un espacio que no sea sólo un departamento la casa de algún hombre.

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Mi casa se estaba quemando y sólo podía salvar una cosa.

Decidí salvar el fuego.

No tengo dónde vivir pero el fuego vive en mí.

Jean Cocteau

En La casa de Mango Street, Sandra Cisneros habla de la casa propia de una manera redonda, la describe material y emocionalmente “limpia como la hoja antes del poema” o  “Una casa callada como la nieve”, un espacio que no sea sólo un departamento la casa de algún hombre, hace un guiño a la sostenibilidad cuando menciona que no se imagina que la casa propia de Una tenga que ser el espacio en el que se le recojan las cosas a un hombre ni a nadie. Y habla de autonomía y liberación de la mujer. 

Pero, ¿Qué podría significar hacer sostenible, habitable y disfrutable un espacio?

Si la casa es vista como un conjunto de estructuras que sostienen, el hogar, en paralelo tendría que sostener la vitalidad. La casa vista como un gran trazo, como un conjunto de cosas no dichas que se acumulan ni se dejan de ver, igual que el trabajo doméstico. No es casualidad que la mayoría de vicios ocultos sean sostenidos por mujeres. En su glosario, la escritora colombofrancesa, Florence Thomas aborda a la casa de la siguiente manera:

Las mujeres todavía no tienen casa. Son casas, son lugares para los otros y las otras, albergues para el otro, para la otra, claustros para la vida, abrigos para los hijos, para las hijas, y esto las ha ocupado tanto que no han podido pensar en la suya, ni mucho menos, construirla. Mientras tanto, nunca habitan en ningún lugar. Son Habitadas. Las casa que han ocupado no fueron diseñadas ni pensadas para ellas. 

Habría que pensar y cuestionar bajo qué tipos de estructuras y sostenibilidad se han codificado las casas; y sin embargo, ni Cisneros ni Thomas ven la situación de encierro de pensamiento y espacio de las mujeres como algo sin solución, por el contrario, ambas autoras deciden lanzar sus reflexiones y orientarlas a la utopía, la cual casi siempre tiene un dejo de esperanza. 

Tomando como registro un poco del pasado, la arquitectura moderna menciona que es mucho más económico y mucho más funcional pensar en líneas ortogonales, en 90º grados y retículas, tramos cortos; el orden, el ritmo, la repetición y cualquier similitud simbólica o material con el cuadrado se considera estético. 

Por lo tanto, es considerablemente razonable proyectar todos los espacios en los que se realizan labores de cuidado (traer comida, lavarla, cocinarla, guardarla, servirla, comerla, lavar platos, lavar ropa) en un sólo núcleo, mantenerlos cercanos. La arquitectura moderna se trata de control. ¡No descuides tus tareas, mujer!, me parece que ese es el ápice detrás de la funcionalidad. Eso pasa cuando conceptos como producción rigen el espacio, cuando la justicia de clases no apela a las mujeres. Lo que me deja pensando: ¿en qué tipo de clase nos encontramos nosotras?

En El patriarcado del salario, Silvia Federici habla del concepto moderno de la familia, de cómo fue concebida para favorecer al capitalismo, lo importante que es la reproducción para asegurar mano de obra, generaciones de obreros que puedan sostener la riqueza de unos cuantos. En uno de sus ensayos, habla de cómo fue  preocupante para la sociedad de Gran Bretaña, que las mujeres fueran incluidas en el trabajo de fábricas, porque teniendo un sueldo y pudiendo comprar las cosas que pudieran pagar (techo y ocio, por ejemplo), ya no deseaban formar una familia y ser relegadas a una vivienda, estar atenidas a lo que su pareja les quisiera compartir. Claramente, la posibilidad de una emancipación de las mujeres se vería como amenaza y entonces: ¿Qué hacemos ahora? 

Ellos contestan algo como: Reforzar la idea de la importancia de la familia, no darles trabajo, incluir el pensamiento binario: las mujeres sólo podemos ser buenas o malas, no hay intermedios. La buena mujer es la que se casa completamente enamorada de algún hombre trabajador, realiza labores de cuidado, destina su ocio a cualquier actividad que se extienda alrededor de la familia, por el contrario, la mala mujer es la que se encuentra en la calle, al acecho de cosas para hombres, como beber, cortarse el cabello, tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, vive lo que conlleva la vida pública y es bien sabido, que la construcción de la ciudad, de espacio público es pensado en masculino, en trabajo no feminizado (como el espacio doméstico), la política, las guerras, las protestas, los negocios. Y cuidado, que una decisión en falso o incluso, haber nacido del lado incorrecto de la moneda, puede modificar la percepción que el mundo tiene de ti 360 grados en unos minutos. ¿El divorcio? ¡condenado!  

Yo no me crié dentro de un referente de familia nuclear tradicional, ni con el amor absoluto entre pareja, ni con los aparentes beneficios del Estado a mi alrededor. Tengo la sensación de una ausencia heredada, pero por el contrario, el desencanto hacia ese binarismo, lo tengo muy presente. 

En El Eterno femenino, Rosario Castellanos escribe: “Lo que hace falta a una mujer para ser completa: un hijo. Un hijo que debería tener para que se continúe la estirpe, para que recaiga el apellido”, el apellido nos lo dan ellos, cualquier cónyuge trabajador (bueno, el mejor cónyuge), y cualquier otra opción milimétricamente distinta te lleva al exilio. En este esquema no caben de ninguna manera las parejas divorciadas, las madres solteras, ni las parejas lésbicas. Si eres mujer, eres culpable de encaminar tu destino, el encanto femenino consiste en orientar tu sensualidad y tus labores de cuidado para que algún hombre desee darte el amor en forma de linaje. Desde esta perspectiva, el linaje también es proyectado desde ellos. 

Pienso en las cosas que hago dentro del departamento en el que vivo:

  • Limpiar
  • Guardar
  • Acomodar
  • Barrer
  • Trabajar
  • Trabajar (segundo turno)
  • Trabajar (tercer turno)
  • Dormir

Pienso en las cosas que no hago dentro del departamento en el que vivo:

  • Enamorarme
  • Concretar el futuro

Estábamos en la primera ola (temporada) de la pandemia cuando me encontré con “Loose Woman” de Sandra Cisneros y me revitalizaba la manera en la que llamaba a ocupar los espacios; meses después llegó a mí La Casa en Mango Street, la pieza escrita en los 80, que puede ser leída como una novela o como una serie de escritura fragmentaria /microcuentos nos entreteje imágenes que contienen casa y en simultáneo, la familiaridad, el ser mujer, el deseo de una casa y el salir de ella. Porque cuando nosotras imaginamos un espacio, siempre hay que imaginar también la ruta de salida (por seguridad).  Mujeres que no necesitan del acompañante masculino para ocupar el espacio público ymucho menos el espacio privado, mujeres que queman la casa para salvar el fuego. Mujeres sin amo ni Estado, ni partido, ni marido.

Lo escribo en papel y entonces el fantasma no duele tanto. Lo escribo y Mango me dice adiós algunas veces. No me retiene en sus brazos. Me pone en libertad. Un día llenaré mis maletas de libros y papel. Algún día le diré adiós a Mango. Soy demasiado fuerte para que me retenga. Un día me iré.

La Casa en Mango Street, Sandra Cisneros

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La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT https://arquine.com/la-segunda-casa-esquema-de-vivienda-unifamiliar-del-infonavit/ Tue, 15 Nov 2022 15:16:56 +0000 https://arquine.com/?p=71903 “La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT” aborda la habitabilidad, el trabajo doméstico y la memoria familiar. La pieza se exhibió dentro de “Materia Verde”, exposición curada por Daniel C. Fernández en CENICERO, espacio independiente dedicado a la producción y gestión artísticas. 

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La pieza se exhibió dentro de “Materia Verde”, exposición curada por Daniel C. Fernández que tuvo lugar del 11 al 25 de junio del 2022  en CENICERO, espacio independiente dedicado a la producción y gestión artísticas. 

“Materia Verde” reunió obras de 17 artistas que establecieron un diálogo y relectura del patio-jardín desde la habitabilidad. “Pensar al patio como un lugar de trabajo, retomar a la naturaleza como referente creativo, pensar la relación del cuerpo y la cultura con la ciudad y el mundo natural, y cuestionar la falta de lugares verdes en los espacios urbanos contemporáneos”. 

“La segunda casa: esquema de vivienda unifamiliar del INFONAVIT” aborda la habitabilidad, el trabajo doméstico y la memoria familiar. Comenzó como un ejercicio de narrativa, ya que forma parte de un proyecto vivo de la autora, en la que explora y realiza aproximaciones literarias vinculadas en las que se contrapone el espacio doméstico y la ciudad. La instalación de lazo de tendedero traza la planta arquitectónica de un prototipo del INFONAVIT de los años 90 ubicado en el estado de Hidalgo en el que se mancharon con cloro y polvo las áreas de patio de servicio y cochera. 

A la instalación le acompañó el siguiente texto:

La casa transitoria más larga de mi vida representaba el esquema de vivienda unifamiliar de INFONAVIT de los años noventa en México.

Esquema: 

-Solo una planta baja (no hay escaleras)

-Una cochera que a la vez es patio frontal y que con el tiempo también se convierte en el hogar de una cachorra labrador

-Acceso para las personas con un espacio desperdiciado de metro y medio

-Sala, comedor y cocina, todo en un mismo bloque

-Patio de servicio al final del bloque, única entrada de iluminación natural en la que, en teoría no te ve nadie

-Habitación de adultos que da hacia la calle con ventanas grandes (del vidrio más delgado que tengan, por favor)

-Pasillo que te muestra el camino al baño y en el que los adultos acomodan muchas cajas, por lo mientras

-Baño que nadie recuerda, nadie ve y nadie quiere, pero se debe tener

-Cuarto del mismo tamaño que el de los adultos, pero para dos hermanos de distinto sexo

 

Esquema

 

Esas casas estaban proyectadas y construidas hacia el futuro, pero el de las inmobiliarias y de la ciudad, no el nuestro: nosotros no veíamos el futuro, nosotros vivíamos en el por lo mientras. Es decir, estaban construidas en lugares donde inicialmente no había nada. Todas las casas de la cuadra eran muy similares a la nuestra, de otros colores, con otros portones, con más hijos y más perros, pero al final con el mismo esquema. Todas eran habitadas por familias, todas las familias tenían muchos problemas cruzando el metro y medio del acceso. 

Ficha técnica:

Instalación, lazo de tendedero, clavos, cloro y polvo.

Medidas variables, 2022

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Pabellones en Valle de Bravo https://arquine.com/obra/pabellones-cosmos/ Mon, 13 Jun 2022 06:00:33 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/pabellones-cosmos/ La construcción consta de dos pabellones de una sola planta: el pabellón público se eleva sobre el paisaje y se abre a un pórtico que conecta con el exterior mientras que el privado, construido en piedra, yace en el suelo donde el baño se convierte en un lugar especial que mira al lago y a un jardín privado.

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Pabellones Cosmos es un proyecto ubicado en el bosque de Valle de Bravo, destino de fin de semana a dos horas de la Ciudad de México. Los pabellones fueron diseñados para un sitio de una hectárea que da a un pequeño lago y está rodeado de flores silvestres.

La construcción consta de dos pabellones de una sola planta: el pabellón público se eleva sobre el paisaje y se abre a un pórtico que conecta con el exterior.

El privado construido en piedra yace en el suelo donde el baño se convierte en un lugar especial que mira al lago y a un jardín privado. La pequeña huella del proyecto proporciona un mayor disfrute de las áreas naturales en el terreno. Los pabellones tienen techos verdes con plantas y flores silvestres que fusionan visualmente la construcción con el paisaje. En el proyecto predominan los materiales naturales como piedra, madera y hormigón.

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Casa el Pinar https://arquine.com/obra/casa-el-pinar/ Mon, 25 Apr 2022 19:36:44 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/casa-el-pinar/ "Casa el Pinar" diseñada por CF Taller de Arquitectura y Merodio Arquitectos en 2021, surge entre los árboles de un predio aún tomado por el bosque en el corazón de Valle de Bravo. Dado el contexto, la prioridad fue generar un proyecto amable con el entorno y al mismo tiempo contundente en su lenguaje.

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Casa el Pinar surge entre los árboles de un predio aún tomado por el bosque en el corazón de Valle de Bravo. Dado el contexto, la prioridad fue generar un proyecto amable con el entorno y al mismo tiempo contundente en su lenguaje. La accidentada topografía llevó a diseñar el proyecto en sección, además de respetar los árboles preexistentes, el programa logró resolverse en el mínimo de área permitida para el desplante y se escalonó para evitar en la medida de lo posible la excavación y nivelación del terreno.

Está hecha de madera estructural con elementos de concreto, ácero y piedra local que conforman una sencilla paleta.

La fachada principal, orientada al norte, se cierra a la calle y eso permite que la casa quede inmersa en su propio contexto natural. Contiene una escalera integrada a la fachada de piedra del sótano que sube hasta la puerta de acceso, en este nivel conformado por una crujía orientada al sur, alberga la mayoría del programa mediante marcos de madera estructural y muros recubiertos por triplay.

La fachada sur está conformada por ventanales de piso a techo, los cuales garantizan luz natural en la estancia y la máxima captación posible de rayos solares para contrarrestar el frío clima. La conexión visual constante con la naturaleza contribuye a la tranquila atmósfera del espacio y las puertas corredizas permiten integrar el exterior al interior.

Un liquidámbar protagoniza el pequeño patio central que llena de luz natural el espacio y separa físicamente las dos áreas públicas principales; sin embargo, existe una conexión visual a través del vidrio que otorga una sensación de fluida amplitud. Un pasillo cerrado a la fachada norte, además de fungir como colchón térmico, conecta la sala con las áreas privadas: tres habitaciones con vestidor y baño propio.

Al otro extremo del volumen, un bungalow de concreto con una recámara para visitas se conecta a la crujía por medio de una terraza. La transición entre ambos cuerpos es complementada por un jacuzzi al aire libre. Al igual que la crujía principal, el bungalow se abre hacia el sur, conectando el interior con el exterior.

El proyecto es simple y honesto en esencia. La estructura y los acabados no se separan, sino que se mimetizan. El uso de la madera certificada estructural fue fundamental en el proyecto, puesto que además de aportar al confort térmico deseado, es el único material de construcción con un balance negativo de emisiones de carbono, además de ser un recurso renovable que contribuye a disminuir las emisiones de CO2 generadas por la industria.

Además de un diseño para espacios térmicamente confortables y el uso de madera certificada, se implementaron sistemas de recolección de agua pluvial para el máximo aprovechamiento de recursos y una planta de tratamiento de reciclaje de aguas negras para el riego de las áreas verdes.

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Casa T https://arquine.com/obra/casa-t-2/ Thu, 21 Apr 2022 06:45:35 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/casa-t-2/ "The feeling is a new yet familiar kind of experience suitable for the tropical world."- Linghao arquitectos en 2012 diseñaron una casa en Singapur donde la estructura y otros elementos se mantienen en un diseño simple y directo para permitir que la percepción de la vegetación y otros elementos naturales como el viento, el sol y el cielo sean todo el tiempo, como el sistema espacial enteramente de la casa.

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El objetivo de este proyecto es la creación de un entorno donde las actividades cotidianas se lleven a cabo en medio de jardines dentro de una parcela de casa con terraza de 6m x 22m. La estructura y otros elementos similares se mantienen en un diseño simple y directo para permitir que la percepción de la vegetación y otros elementos naturales como el viento, el sol y el cielo sean igualmente de presentes todo el tiempo, como el sistema espacial enteramente de la casa.

Esbeltas columnas de acero de 100 mm x 150 mm, así como un piso y  techo de losa de concreto con paredes de ladrillo pintado de 100 mm de espesor, puertas y ventanas de aluminio se convierten en un fondo para ahora más de 100 especies de plantas  colocadas por el habitante.

“The feeling is a new yet familiar kind of experience suitable for the tropical world.”- Linghao arquitectos.


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Casa en kanazawa https://arquine.com/obra/casa-en-kanazawa/ Tue, 19 Apr 2022 06:00:34 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/casa-en-kanazawa/ La casa diseñada por el estudio de Nakanishi en 2019;"el doma" — que es un lugar para la interacción con los invitados en la arquitectura tradicional de Hokuriku— , se vuelve a imaginar como un jardín interior con un gran techo que captura la luz del sol, lo que permite una vida abierta incluso con mal tiempo e inviernos fríos.La luz directa se ajusta para cada estación, fresca en verano y cálida en invierno.

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Esta casa está diseñada por el arquitecto japonés Shota Nakanishi y el arquitecto estructural Hirofumi Ohno. El sitio es un área residencial en Kanazawa, prefectura de Ishikawa, Japón, en la región de Hokuriku. La región de Hokuriku tiene los días más lluviosos de cualquier región de Japón. Al diseñar cuidadosamente el plan y un entorno que se adapte al estilo de vida del propietario, siguiendo la estructura arquitectónica y la apariencia de la arquitectura tradicional de Hokuriku que aprovecha al máximo el entorno natural, su objetivo fue crear una casa donde las personas puedan vivir en contacto con la luz, el viento y sonidos ambientales naturales mientras permanece en el interior.

 

En el plan, “el doma” — que es un lugar para la interacción con los invitados en la arquitectura tradicional de Hokuriku— , se vuelve a imaginar como un jardín interior con un gran techo que captura la luz del sol, lo que permite una vida abierta incluso con mal tiempo e inviernos fríos.La luz directa se ajusta para cada estación, fresca en verano y cálida en invierno. El gran techo permite que entre una gran cantidad de luz de la mañana, creando una escena interior dinámica.

Al igual que en la arquitectura tradicional, las “doma” están separadas por grandes herrajes en el interior y el exterior, que se pueden ajustar para que el sonido del viento y la lluvia y el estruendo del trueno parezcan más lejanos que la distancia visual, permitiéndonos disfrutar de la hermoso paisaje de movimiento mientras se protege del viento y la lluvia.

La arquitectura es lo opuesto a un concepto o diagrama singular, sino que se construye en capas de muchos pensamientos más pequeños, que se formulan con el objetivo de armonizar todo el entorno, incluidas las personas. En particular, trato de armonizar la vida de las personas con los elementos del entorno, tanto positivos como negativos. En respuesta a la solicitud del cliente de “”una casa que te de ganas de volver a casa””, propusieron una casa donde se acumulan los  recuerdos de cada estación y época, y el encanto del lugar se profundiza con el paso del tiempo. ”


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Vivienda texturas https://arquine.com/obra/vivienda-texturas/ Sun, 17 Apr 2022 06:00:29 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/obra/vivienda-texturas/ La continua búsqueda que persigue el Estudio de Roberto Benito Arquitectos en 2020,  buscando una arquitectura textural, se ve reflejada en esta vivienda con notoriedad. La significación dada a la materialidad, representada por la desnudez y honestidad de algunos acabados al natural, hace que adquiera una gran relevancia en la expresividad.

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La continua búsqueda que persigue el Estudio de Roberto Benito Arquitectos en 2020,  buscando una arquitectura textural, se ve reflejada en esta vivienda con notoriedad. La significación dada a la materialidad, representada por la desnudez y honestidad de algunos acabados al natural, hace que adquiera una gran relevancia en la expresividad.

Volumétricamente está conformada por cerramientos perimetrales ciegos, muros de concreto de manera burda, colados por capas con diferentes componentes en el dosaje, dándole aspecto de estratos geológicos. Sobre estos muros que forman bloques, separan y contienen, se apoya una losa realizada con viguetones prefabricados de concreto que se manifiestan en el interior. Cubierta superior de chapa aluminizada.

Esta gran “tapa”, se expresa, como una cenefa de chapa oxidada que recorre el perímetro y en algún punto se convierte en volumen llegando hasta el piso. La partición y disgregación de los vacíos fue premisa, para dotar a los espacios de una continuidad interior|exterior según su uso y privacidad.

Tres columnas que participan en el gran espacio, algunas instalaciones a la vista, piso alisado de cemento y mamparas metálicas, otorgan al ambiente principal, de proporción cuadrada, con dos caras transparentes y dos ciegas, soporte para alojar piezas de arte y libros, una cierta imagen industrial… Loft disimulado en un barrio de viviendas de baja densidad. Terreno en esquina que permite diferenciar ingresos. Las estancias privadas se plantean separadas pero unidas por un patio en común.

El paisajismo se proyectó pensando en especies autóctonas que representan la imagen de la vegetación de la región y facilitan la mejor adaptación. Lugar pensado para la reunión así como la celebración, pero también para promover una vida sosegada y de introspección. Insinuando apenas su sobriedad hacia el exterior, pero mostrando su carácter, se abre y permite que todo su potencial se viva hacia adentro.

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La casa que se transforma https://arquine.com/la-casa-que-se-transforma/ Tue, 01 Mar 2022 15:30:57 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/la-casa-que-se-transforma/ La casa, como refugio del exterior es la matriz de todas las experiencias del confort. Pero la casa también puede representar la acumulación de deudas, los efectos negativos de la especulación inmobiliaria o una aspiración que acarrea malestares a sus potenciales habitantes. En La casa (2021), antología de cortometrajes de animación, lo que se piensa como refugio se convierte en un fetiche que enloquece a sus propietarios.

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En Espumas, el filósofo Peter Sloterdijk plantea la idea de que el hogar es el primer sitio donde el ser humano desarrolla un sentido de la comodidad. La casa, como refugio del exterior, implica que ésta contenga dispositivos que climaticen el espacio, que implementen “atmósferas” en sus interiores que la convierten en “la matriz de todas las experiencias del confort”, el lugar donde es posible “hacerse uno” con la propiedad privada. Tal vez por esto, la casa esté insertada en el “anhelo colectivo”, como señala Georgina Cebey en su ensayo “Variaciones del hogar”. Es ahí donde se deposita “una inversión a largo plazo” con el fin de obtener “un espacio en el que se proyectan momentos futuros de la vida, generalmente libres de preocupaciones acerca de tener un techo bajo el cual habitar.”

Pero la casa también puede representar la acumulación de deudas, los efectos negativos de la especulación inmobiliaria o una aspiración que acarrea malestares a sus potenciales habitantes. En La casa (2021), antología de cortometrajes de animación, lo que se piensa como refugio se convierte en un fetiche que enloquece a sus propietarios. Dirigida por los directores Emma de Swaef, Marc James Roels, Niki Lindroth von Bahr y Paloma Baeza, La casa ensambla en tres historias una sola perspectiva sobre la violencia que esconde hacerse de un hogar y sostenerlo. El cine de horror cuenta con ejemplos que relatan historias de entidades que se posesionan del lugar donde, supuestamente, tendría que reinar la seguridad. Bajo las mismas estrategias narrativas, esta película propone a la propiedad privada como el monstruo que acosa a quienes lo habitan. Los muros, los tapices y la tecnología son las criaturas que aprisionan a los
propietarios.

La primera historia, titulada “And heard within, a lie is spun”, está centrada en una familia conformada por Raymond, su esposa Penny y sus hijas Isobel y Mabel. Esta primera entrega pareciera estar ambientada en los inicios del siglo XX. A partir de una visita de los familiares de Penny para conocer a Isobel, la hija recién nacida, se establece que la mujer proviene de un entorno con cierta alcurnia, el cual mira con desprecio la nueva vida de una de sus integrantes, quienes hablan de los muebles como si éstos tuvieran dignidad: les asquea que una cajonera que antes pertenecía a una mansión se encuentre en una morada mucho más humilde. Cuando los visitantes se retiran, vemos que Raymond tiene herida su dignidad. Durante la cena, se emborracha y se interna en los bosques cercanos a su casa. Ahí tiene un encuentro sobrenatural: un arquitecto llamado Van Schoobeek le ofrece obsequiarle una vivienda mucho más lujosa. Penny accede a mudarse con algunas sospechas iniciales, pero, una vez que la familia se instala en su nueva dirección, marido y mujer se dan cuenta que ascendieron en una escala que les demandaba aspirar a un espacio de ese tipo, donde tienen electricidad, cortinas hechas con telas costosas y un chef privado que les prepara todos los alimentos. La nueva residencia se encuentra en una colina sobre la casa anterior. A través de las ventanas, Mabel mira con añoranza el lugar donde formó arraigos con su familia, aunque, con resignación, decide formar parte de esta nueva etapa. Sin embargo, la niña comienza a darse cuenta que quienes tendrían que ser los trabajadores de sus padres en realidad están prestando sus servicios al señor Van Schoobeek. El objetivo pareciera ser el de sepultar a Penny y a Raymond en lujos: siempre están enviándoles comida y telas para que la señora confeccione cortinas. La vestimenta se vuelve el obsequio definitivo. Un par de trajes maravillan a los señores por su modernidad y osadía. A pesar de que Mabel intenta que sus progenitores reaccionen ante el poder que ejerce la casa sobre ellos, ya es demasiado tarde: la ropa que les fue entregada los transforma en piezas de mobiliario. El fuego de una chimenea que fue encendida con las pertenencias de la antigua casa se sale de control, y los padres, inmovilizados, ya que ellos mismos se convirtieron en posesiones, son consumidos por el incendio. El arquitecto Van Schoobenk ríe malignamente.

 

La segunda parte, titulada “Then lost is truth that can’t be won”, se sitúa ya bien entrado el siglo XXI, en una ciudad poblada por roedores antropomórficos. Vemos a un desarrollador, de quien no conocemos su nombre, remodelar la misma casa que transformó a Raymond y Penny. Sin contar con ningún equipo de construcción, la historia establece que este ratón ha invertido muchísimo capital tanto en acabados de lujo como en tecnología, factores que hacen más atractivo al inmueble para compradores potenciales. Para el gusto de este desarrollador, los pisos de mármol, las bañeras de cerámica importada y el mobiliario “de diseñador” son lo mismo que las luces que se prenden por comandos de voz y los sistemas de cámaras que no cumplen otra función más que escenificar, añadirle un asset más a una propiedad de por sí encarecida. Para el ratón, la idea de hogar significa el retorno de una inversión que, aunque haya sido arriesgada, está seguro que conseguirá ya que una casa es un bien inmobiliario para todo aquel que deseé continuar especulando con el valor de una vivienda. Esta transición de conceptos es semejante a la del primer capítulo. Si antes la familia de Mabel habitaba un sitio hacia el que la niña sentía un arraigo, el arquitecto obsequia a su familia una mercancía que prioriza otros valores ajenos a los “futuros de la vida” que apunta Cebey. Una posibilidad es que, quien adquiera la casa remodelada por el ratón, puede revenderla a un precio mucho más alto, borrando del panorama las historias familiares que puedan construirse en sus interiores. Pero quienes acudieron a la muestra de la casa no están nada interesados en adquirir un inmueble que complica tanto su habitabilidad. Los pisos de mármol no son antiderrapantes y los dispositivos complican el solo hecho de prender una luz. Todos se retiran, excepto una pareja, cuyas únicas palabras para el desarrollador es que están interesados en comprar la casa. El ratón se alegra, pero, paulatinamente, comienza a darse cuenta que utilizan la bañera, se quedan a dormir en la habitación principal y no muestran intenciones de irse.

En Bourgeois Nightmares. Suburbia. 1870-1930, Robert M. Fogelson comenta que, durante la época que queda fijada en el libro, la adquisición de bienes raíces traía consigo una serie de miedos casi siempre de orden social, como el crimen, la pobreza y inmoralidad. Las familias buscaban vecindarios donde pudieran criar a sus hijos sin la amenaza de ninguno de estos peligros. Pero el autor también agrega a la serie de temores el del mercado inmobiliario: una inversión puede acarrear la ruina de quienes adquieren una propiedad. En este caso, quien se enfrenta a esa ansiedad es quien pone en venta la necesidad de la vivienda. Los invasores, esos otros que no compran la casa pero que pueden adueñarse de la misma, rompen con los ideales de clase que el ratón tenía sobre su comprador imaginado, lo que, a su vez, baja la plusvalía de la vivienda que remodeló. A la pareja de roedores se le suma una plaga que destroza todo el lujo. Vemos que el mismo desarrollador forma parte de aquella debacle: ya sin traje, lo vemos anidando en la estufa de la cocina y comiéndose los cables. Las ambigüedades de este final permiten algunas interpretaciones. Si la plaga se hubiera comido al desarrollador, podemos hablar de ese miedo a los otros sobre el que escribe Fogelson. Sin embargo, el mismo inversionista cambia de bando y no impide que los objetos de diseño queden a las expensas de la plaga. Pareciera que la idea no es destruir la casa sino destruir los signos que la vuelven una propiedad privada lejos del alcance de una inmensa mayoría que no puede acceder a comprar una vivienda.

 

La última entrega, titulada “Listen again and seek the sun”, puede ser el punto de partida para leer a la historia del ratón como una crítica a la propiedad privada. Esta vez los gatos son los protagonistas, y el escenario sigue siendo la casa que intentó remodelar el ratón. Pero ahora vemos a la propiedad rodeada de un inmenso río, un probable indicador de la crisis climática. Su nueva propietaria, Rosa, pretende remodelar el inmueble para poner en renta departamentos. Elías y Jen, sus dos únicos inquilinos, no le pagan una renta monetaria: contribuyen cazando pescado o preparándole de comer, o le pagan en cuarzos y obsidianas que curarán la “energía” de Rosa. Ambos se dan cuenta que la insistencia de Rosa por remodelar la estructura es más un delirio por hacer que una ruina vuelva a ser una propiedad rentable. Esto lo saben porque el nivel del agua aumenta y porque ellos mismos están planeando su partida, ante las crecientes dificultades ya no tanto de sostener un techo sobre sus cabezas sino de mantener la misma estabilidad del suelo. Cosmos, la pareja de Jen, llega en un pequeño barco a la casa y Rosa sospecha que es para llevarse a su inquilina a otro sitio, idea que no le agrada a la casera ya que ellos son la única compañía que tiene. Jen y Cosmos le prometen a Rosa ponerse al corriente con las rentas y ponerse a trabajar con ella en las remodelaciones. Sin embargo, lo que hacen es quitar las maderas del piso para construirle un bote a Elías para que todos puedan irse de ahí, además de dejarle a Rosa una palanca que, según Cosmos, ella presionará cuando se encuentre lista. Rosa se enfurece con sus inquilinos y con el intruso por abandonarla y por descomponer todavía más su propiedad. La respuesta de Jen es inducirle un trance a su amiga y casera, una introspección donde se pueda dar cuenta que aquel conjunto de muros no es más una atadura que le impide abandonar un suelo que ya no le pertenece a ella ni a nadie.

Si el ratón fue dominado por el miedo al mercado inmobiliario, la gata Rosa es apresada por el miedo a abandonar la idea de casa como un ente estable que albergue familias, historias y futuros que afirmen que la propiedad es el sitio donde se nutre el confort y donde las preocupaciones se disipan por la seguridad que provee la posesión de una casa. Cuando Rosa termina aquella exploración mental, se da cuenta que sus amigos ya se han internado en el río: un mundo donde ni las casas ni las fronteras nacionales existen, donde los arraigos no son más que las relaciones que tienen entre ellos. Angustiada, Rosa escucha a Jen y a Elías decirle que se una a su viaje. Rosa cae en cuenta que debe jalar la palanca que instaló Cosmos. Su casa se transforma en un barco con el que puede explorar no sólo un entorno completamente modificado (y donde la propiedad privada jugó una parte importante para ese cambio) sino también nuevas formas de habitar la propiedad que heredó de sus padres. Si su familia consideraba que los espacios de la casa podían rentarse, con la ayuda de sus amigos, Rosa hizo de su hogar algo mutable que tiene la capacidad de migrar.

 

El cargo La casa que se transforma apareció primero en Arquine.

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