El cargo Calles compartidas; calles de encuentro apareció primero en Arquine.
]]>El concepto de calles compartidas supone un cambio de paradigma en la manera en la que pensamos y vivimos la calle: olvidarnos de la segregación por velocidades, las señales de tránsito y las separaciones para pensar en calles verdaderamente compartidas, en las que sea posible negociar el espacio de una manera personal. Lo anterior sugiere que la calle no es únicamente un espacio destinado a la movilidad, sino en el que ocurre otra buena cantidad de actividades sociales, económicas y recreativas que dan sentido y diversidad al lugar.
De manera contraintuitiva, se propone la eliminación de ciertos señalamientos, guarniciones y otros dispositivos de control, además de la integración de elementos como mobiliario urbano y pavimentos que favorecen la seguridad vial y peatonal y la reducción de la velocidad del transporte motorizado, haciendo de estas calles espacios seguros donde los vehículos y personas a pie, en bicicleta y otros modos de transporte activo sean capaces de regular y negociar su paso y permanencia en el espacio.
En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez se ha implementado un proyecto piloto para probar, de manera temporal, algunos de estos preceptos, como la superficie continua, en este caso lograda a través de una cuadrícula amarilla que difumina (simbólicamente) los límites entre banqueta y arroyo vehicular, y una serie de mobiliarios flexibles que permite configurar la calle de distintas maneras, disminuyendo la velocidad de autos y colectivos, y dando más espacio para el descanso, el ocio y la convivencia en lugares que normalmente estaban ocupados por autos estacionados.
Para mayor información sobre las calles compartidas, consulta el manual publicado por dérive LAB: https://derivelab.org/publicaciones/.
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