Resultados de búsqueda para la etiqueta [Cablebús ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Mon, 11 Jul 2022 15:44:48 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 El teleférico en Chapultepec. Ideas y notas https://arquine.com/el-teleferico-en-chapultepec-ideas-y-notas/ Tue, 14 Jun 2022 16:03:00 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/el-teleferico-en-chapultepec-ideas-y-notas/ La idea de unir las diferentes secciones del Bosque de Chapultepec a través de un teleférico no es nueva. La propuesta de la línea 3 del Cablebús se percibe lógica en cuanto enlace y apoyo de diferentes nodos de transporte, además de su gran potencial turístico. Sin embargo, la posible afectación a las vistas desde la Casa Barragan, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, ha generado polémica.

El cargo El teleférico en Chapultepec. Ideas y notas apareció primero en Arquine.

]]>
La idea de unir las diferentes secciones del Bosque de Chapultepec a través de un teleférico no es nueva. En 1971, durante la gestión de Octavio Sentíes como Jefe del Departamento del Distrito Federal, se propuso que para fortalecer y revitalizar algunas zonas del bosque, se construyera un teleférico, el tramo piloto articularía el Museo de Antropología con el Castillo de Chapultepec y, a partir de este primer tramo, se daría inicio a la integración de una red de comunicación aérea complementaria de carácter turístico entre diferentes atractivos contenidos en las dos secciones con las que contaba en aquella época el bosque.

Recientemente, a poco más de tres años de que se dio a conocer el primer planteamiento de Plan Maestro conceptual a cargo de Gabriel Orozco, que pretende de igual manera revitalizar la oferta de atractivos contenidos en el bosque como la Tercera Sección y articular las dos nuevas reservas incorporadas al patrimonio como la superficie de la ex-residencia oficial de Los Pinos, con alrededor de 74.8 hectáreas, y la denominada Cuarta Sección del Bosque de Chapultepec antigua fábrica de pólvora, destacamento militar y sitio de almacenamiento y manufactura de pertrechos militares que, al ser parcialmente desmantelada y trasladada a otros sitios como la Base Militar de Santa Lucia o a la ciudad de Puebla, libera parcialmente una superficie de alrededor de 88 hectáreas, parte de la zona contenida en el Decreto por el que se declara como área verde de valor ambiental del Distrito Federal, con la categoría de barranca, a la denominada “Barranca de Tacubaya”, de noviembre de 2012.

Desde la conceptualización de este ambicioso plan sobre las 690 hectáreas, se ha considerado una amplia cartera de intervenciones en todas las secciones del Bosque. La conectividad, sin embargo, no había sido abordada de manera clara, a pesar de constituir uno de los aspectos más relevantes para que la estrategia de revitalización e integración pudiera ser considerada integral. Al inicio de los trabajos para la formulación del Plan Maestro, se determinó que la SEDATU estuviera a cargo de la realización del plan. Durante 2019, se llevaron a cabo diversos análisis entre ellos el de la movilidad, determinándose a partir de la demanda estimada y las condiciones físicas y de operación de las redes vial y de transporte que sirven a esta amplia porción de la ciudad, que sería necesario emprender un amplio programa de proyectos para fortalecer la conectividad no sólo entre secciones sino del Bosque con el resto de la ciudad, pues a partir de los estudios realizados, se determinó que la afluencia de los atractivos contenidos en el Bosque es de índole regional y metropolitano y a ellos se suman los viajes atraídos por las instalaciones en los alrededores.

En esta primera intención por articular la Cuarta Sección con las otras tres secciones del Bosque, se identificaron una serie de posibilidades para el mejoramiento de la conectividad en los diferentes modos de transporte, desde las más económicas y fáciles de instrumentar como la prolongación de un ramal del Metrobús de la Línea 7, hasta acciones que reclamarían mayor análisis e inversión en el mediano y largo plazo como la instrumentación de un sistema de teleférico, la incorporación de nuevos cruces peatonales a desnivel, sin dejar de lado la urgente complementación del tren interurbano México Toluca con sus estaciones previstas en Santa Fe y Observatorio y vislumbrando la posibilidad de incorporación de una nueva estación dentro del polígono de la Cuarta Sección, se sumarían la prolongación de las líneas 12 y 2 del metro hasta la estación terminal Observatorio, lo que contribuiría en gran medida a vincular Chapultepec en su conjunto, a nivel metropolitano.

A partir de finales de 2019, la responsabilidad en la conducción del Plan Maestro fue trasladada por el Gobierno Federal a la Secretaría de Cultura designando a Gabriel Orozco como el coordinador del Plan, sumado al grupo de trabajo del Gobierno de la Ciudad a través de diferentes entidades como la SEDEMA, la SEDUVI, SEMOVI y la SECRETARÍA DE OBRAS, entre otras.

Algunas de las acciones identificadas inicialmente fueron incorporadas en el cuerpo del documento denominado Plan Maestro Integral 2021 Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura, así como algunas otras propuestas en el seno del nuevo grupo de trabajo, como el mejoramiento integral de los corredores Constituyentes y Vasco de Quiroga, la construcción de nuevos puentes y pasos peatonales, como la Calzada Flotante mediante la cual se pretende articular la oferta recuperada en la sección Los Pinos con la Segunda Sección del Bosque, el Paseo de la Cañada mediante la cual se conectarían la Tercera y Cuarta secciones, así como otros pasos y conexiones que en su momento tendrán que ser evaluadas tanto en su viabilidad técnica y económica, como ambientalmente.

Fuera de este Plan se anunció recientemente la propuesta de instrumentación de un sistema de comunicación vía teleférico o cablebús, sobre la avenida Constituyentes con una longitud de alrededor de 5 kilómetros, que vincularía en el sentido oriente poniente las cuatro secciones del bosque desde la estación del metro Constituyentes, perteneciente a la línea 7, hasta la estación Cineteca —atractivo ancla, contenido en la Cuarta Sección, y que seguramente influyó en esta nueva consideración de movilidad.

Esta línea estaría acompañada en un inicio por cinco estaciones y la construcción o modernización de puentes que vincularían el sistema, salvando el cruce con la avenida Constituyentes, particularmente, el puente que vincula el Bosque con la Casa Luis Barragán, un puente a la altura del Skate Park de la Segunda Sección del Bosque, el puente ubicado a la altura del Panteón de Dolores, el puente en la proximidad a las instalaciones del SAT y, finalmente, el puente a la altura de la Tercera Sección en donde se ubica la denominada Plaza Cri Cri.

La inversión prevista para la construcción del sistema se estimó en alrededor de 1,800 millones de pesos. 

No obstante, a partir del anuncio, la polémica respecto a la instrumentación de este sistema se ha incrementado bajo el argumento de que ésta podría afectar al patrimonio cultural y ambiental de la Casa Barragán, cuya administración se mostró preocupada por la posible afectación que tendría si desde su interior pudieran verse las catenarias del sistema o bien, que desde el sistema pudieran observarse las instalaciones. Al respecto, las autoridades acordaron se revisaría la trayectoria del trazado para evitar afectar —independientemente de que se tratase de una propiedad pública o privada— la imagen urbana, los sitios patrimoniales bajo protección de la UNESCO, así como el entorno natural y construido.

Por otro lado, habría que recordar que este sistema de comunicación además de ser uno de los menos contaminantes en invasivos, ofrecerá beneficios que se orientarán no sólo a los visitantes a alguna de las secciones del Bosque, sino a múltiples usuarios que hacen uso de las diversas rutas de transporte público concesionado que circulan sobre Constituyentes, siendo esta vía una de las más congestionadas de la ciudad por constituir una arteria de enlace de largo itinerario y por el altísimo componente de vehículos pesados que transitan a través de este corredor. La instrumentación del teleférico seguramente se reflejará en la disminución de presiones sobre esta arteria, posibilitando la puesta en marcha las acciones de mejoramiento físico, como las que han visualizado muchos, entre ellos, Alberto Kalach.

Es indudable también el gran potencial turístico que este sistema reviste pues las visuales obtenidas desde el sistema serían unas de las más atractivas de la ciudad y constituirían motivo de visita en sí mismas.

Sin duda, lo que ha levantado la polémica es el súbito anuncio de la medida, el no estar contenida en el Plan Maestro divulgado y el acelerado proceso de realización del estudio costo beneficio para el cual se asignaron no más de un par de meses, lo que hace suponer que la propuesta se efectuaría independientemente de los resultados que pudieran ser obtenidos a partir del estudio.

La propuesta se percibe lógica en cuanto participaría como enlace y apoyo entre diferentes modos de transporte: el tren Interurbano México Toluca, diferentes estaciones del sistema metro, así como del Metrobús bajo una estrategia de gran visión y largo plazo y no únicamente como una acción emergente para salvar la controvertida estrategia de construcción de una segunda Cineteca Nacional en un sitio que se caracteriza por su escasa y deficiente accesibilidad.

Habrá que vigilar estrechamente la propuesta de trazado; la selección tecnológica del sistema que, dicho sea de paso, deberá contar con una imagen y calidad superiores a las otorgadas al sistema cablebús en otras zonas de la ciudad; el emplazamiento y características de las estaciones del sistema teleférico, pues por la escala que suelen tener estos elementos y la alta demanda que se espera tengan, según propios datos emitidos por el Gobierno de la Ciudad, pudieran constituir nuevos polos de comercio informal, sitios de transferencia modal improvisados o elementos que pudieran afectar la calidad espacial de los lugares en los que se insertarán.

Esperemos entonces que las autoridades nos brinden en breve mayor información para enriquecer el debate sobre un tema que nos atañe a todos y de cuya modernización esperamos obtener los mejores resultados.

El cargo El teleférico en Chapultepec. Ideas y notas apareció primero en Arquine.

]]>
Paisajes públicos, paisajes privados https://arquine.com/paisajes-publicos-paisajes-privados/ Mon, 06 Jun 2022 13:55:18 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/paisajes-publicos-paisajes-privados/ Para la Fundación de Arquitectura Tapatía Casa Luis Barragán, el trazo propuesto para la linea 3 del cablebús afecta el campo visual de la famosa casa del arquitecto y pone en riesgo la declaración de la misma como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, aún si se encuentra más allá de los 22 metros de distancia que exige dicho organismo.

El cargo Paisajes públicos, paisajes privados apareció primero en Arquine.

]]>
En febrero de 2018, Luis Zambrano, en un texto para la revista Nexos, puntualizaba: “Las ciudades son dinámicas. Se expanden, cambian la infraestructura, se reciclan y en ocasiones se contraen”. En principio, el crecimiento de la Ciudad de México debía responder a un incremento poblacional: conforme la cantidad de habitantes crece, las opciones de vivienda debían ser más diversas. Sin embargo, apuntaba Zambrano, las políticas públicas usaban como argumento el crecimiento poblacional para incentivar “a las constructoras a minimizar costos y a maximizar beneficios”. Esto también fue estimulado por la política de densificación, la cual, hasta hoy, es más que aceptada sin reparar en cómo los intereses inmobiliarios influyen en su implementación. Al respecto, el autor añade: “Las construcciones han elevado su altura para albergar más departamentos (llegando a crear muy altas densidades poblacionales en muy pocos metros cuadrados) y han elevado los precios de las viviendas”. En concreto, Zambrano describía estas prácticas inmobiliarias recientes para denunciar a la desarrolladora Be Grand, quien había adquirido terrenos en las cercanías de Ciudad Universitaria para levantar tres torres de viviendas cuyos costos unitarios rebasaban “los 70 mil pesos por metro cuadrado”, señalando que “si consideramos la encuesta de ingresos y gastos del INEGI, el más pequeño de estos departamentos sólo podría ser comprado por menos del 5% de la población de la ciudad”.

Además de comentar que aquellos edificios ocasionarían problemas con el suministro de agua (añadido a cómo volvía más cruentas las diferencias entre las clases sociales que pueden acceder a una casa en las zonas más céntricas de la ciudad y las que no), Zambrano también comentaba que “otro de los problemas que generan este tipo de construcciones sin una planeación urbana adecuada es la destrucción del paisaje, uno considerado Patrimonio Mundial”. Los conjuntos de Be Grand afectarían “irreversiblemente el paisaje icónico del campus central de la UNAM, el cual lo hizo merecedor de ser reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Los cambios en la visual del campus, donde dominan la Biblioteca Central con el mural de Juan O’Gorman, la torre de Rectoría y el Estado Olímpico, serían producto de un edificio que tiene la peculiaridad de repetirse en decenas de edificios iguales en la ciudad. ¿Puede un paisaje ser declarado como patrimonio y, por ende, conservarse de los comportamientos que el mismo Zambrano concedió que son propios de la ciudad? ¿Qué implicaba que una desarrolladora de viviendas privadas modificara la visual de una universidad pública? ¿Y cómo esta institución académica respondió para defender algo tan ambiguo como un paisaje?

Fue en el mismo 2018 cuando la Universidad Autónoma de México presentó una demanda legal en contra de Be Grand para evitar que se continuaran las obras de los departamentos de lujo. Cuatro años después, a decir de Karina Suárez en una nota publicada este 26 de mayo en El País, los magistrados “han dado la razón a la universidad” después de “un extenso litigio en tribunales”. Como en su momento lo planteó Luis Zambrano, el fallo a favor de la universidad tuvo en cuenta una línea de horizonte declarada patrimonio. Según reporta Suárez, para Javier Laynez Potiseck, ministro que presentó la sentencia, el proyecto de la desarrolladora “se ubica en una zona de amortiguamiento o zona protegida, derivado de la inscripción del Campus de Ciudad Universitaria en la lista del Patrimonio Mundial, lo cual exige que se limiten a dos niveles las construcciones que sean autorizadas en esa zona, a fin de conservar y proteger el referido conjunto arquitectónico, lo cual tiene sustento en evidentes razones de interés público”. Un conjunto habitacional interviniendo el paisaje de una de las universidades públicas más importantes del país (y de una de las obras arquitectónicas más relevantes de la modernidad) se considera ciudadana y legalmente un atropello a lo público, porque, en este caso, las fronteras entre lo privado y lo colectivo están físicamente demostradas. Sobre el territorio de una institución que promete una educación democrática, se asomaría la sombra de un conjunto residencial al que casi nadie puede acceder. 

Pero podemos plantear algunos matices. En la batalla de la universidad contra Be Grand, es celebrable que los intereses inmobiliarios no hayan vencido, pero, ¿podemos decir que en el patrimonio se construyen los intereses públicos? La UNESCO define al patrimonio “como el legado cultural que recibimos del pasado, que vivimos en el presente y que transmitiremos a las generaciones futuras”. A partir de una convención celebrada en 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, “la UNESCO establece que ciertos lugares de la Tierra tienen un ‘valor universal excepcional’ y pertenecen al patrimonio común de la humanidad”. Las ciudades se expanden y cambian de infraestructuras que deberían ser comunes. Si Zambrano planteaba que el crecimiento poblacional debía generar una oferta de vivienda asequible, lo mismo puede decirse de los medios de transporte, sobre todo en una ciudad que concentra casi todas las fuentes de empleo. Lo común no es sólo aquello con lo que nos maravillamos, y es donde lo público tiene diversas acepciones: los servicios que puede proveer un centro urbano, como son las opciones para trasladarse, son también lugares de encuentro y negociación. Si en las tensiones que surgieron entre una desarrolladora y una universidad pudimos definir tangiblemente qué es lo privado y qué es lo público (y aprobar que se haya privilegiado lo segundo sobre lo primero), ¿por qué estas perspectivas no pueden implementarse sobre intervenciones que sí son públicas, aun cuando afecten el paisaje? ¿Aceptamos que las ciudades cambian sus dinámicas constantemente, o nuestras preocupaciones se centran en la defensa de un patrimonio que, al parecer, contempla al mismo cielo?

Hasta 1988, Luis Barragán vivió en la hoy famosa casa ubicada en la Calle General Francisco Ramírez de la Ampliación Garza García, una colonia menos elegante que aquel lugar de recogimiento que le daría tanta importancia arquitectónica. Una de las características formales de esta obra maestra es que se aísla de su entorno, apropiándose incluso de un exterior que bien podría pertenecer a la ciudad, como sucede con casi todas las casas de la capital. Como paisajista, Barragán logró difuminar el interior y el exterior, y logró integrar los jardines y las luces del día a los efectos plásticos que son plenamente  decisiones proyectuales, los cuales se encuentran colocados en los ventanales, los colores de las paredes y algunas obras pictóricas instaladas estratégicamente. El resultado es lo que llevó a que la crítica Esther McCoy declarara que estar en aquella casa era regocijarse ante la perfección misma. Visitar la casa de Barragán es experimentar un aislamiento que muchas veces se llega a juzgar estético: tal separación del contexto hace que su casa se vuelva un sitio de encuentro con las emociones que sólo la buena arquitectura puede activar. Pero primero fue una vivienda privada antes que la UNESCO la declarara Patrimonio Mundial en 2004, la primera residencia privada en ser reconocida así por tratarse de un triunfo formal del movimiento moderno. 

En una carta enviada por la Fundación de Arquitectura Tapatía Casa Luis Barragán a Claudia Sheinbaum, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se solicita que se suspenda la instalación de la Línea 3 del Cablebús, una vía de transporte público. “La razón de ello”, dice la carta, “es la afectación en el campo visual desde la casa: según el trazo del proyecto, tanto el Cablebús como las columnas que lo sustentan, se verán desde el jardín, la terraza y las habitaciones”. Esta infraestructura que sumaría opciones de transporte a los habitantes de la ciudad pondría en peligro la declaratoria. Según reporta El Universal, “se estima que este transporte tenga su ruta sobre Avenida Constituyentes, a poco más de 27 metro de la construcción diseñada por el Premio Priztker, rebasando los 22 metros de la zona de amortiguamiento establecidos por la UNESCO”. El diario también informa que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios se reuniría con su comisión técnica “para la revisión del proyecto de la Línea 3 del Cablebús y su posible impacto en los atributos de autenticidad e integridad de la Casa Luis Barragán”. Con esto, las ganancias de una inmobiliaria y una obra pública (que responde a los intereses públicos) quedan equiparadas: tanto lo uno como lo otro causa el mismo nivel de daño sobre el patrimonio. 

El campus de la Universidad Nacional Autónoma de México fue pensado como una gran plaza pública, y así ha funcionado no sólo por su accesibilidad. Como espacio colectivo y común, la UNAM opera como un sitio de negociaciones que, incluso, llegan a tener una gran relevancia política: la huelga de 1999, por ejemplo. La naturaleza de este proyecto es semejante a  lo que se vive en cualquier vivienda privada de la ciudad, donde también se tiene que negociar con un exterior común: afuera de nuestras ventanas, vemos los cables, los edificios de las cercanías, incluso nos encontramos con el sonido de los aviones. Resulta irónico que un paisaje que es familiar a todos los habitantes mine la autenticidad de lo que fue una residencia que no se encuentra muy alejada de una de las avenidas con mayor tránsito de la ciudad. Aún cuando no se ha resuelto si la ruta del Cablebús será trazada de nuevo, conviene pensar lo siguiente: pedir que la ciudad deje de crecer para no alterar el paisaje es, de alguna manera, privatizar al paisaje mismo.

El cargo Paisajes públicos, paisajes privados apareció primero en Arquine.

]]>