Resultados de búsqueda para la etiqueta [Bombay ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Fri, 07 Jun 2024 17:48:52 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Bhendi Bazaar, Bombay: Inquietudes sobre el valor cultural de habitar y la pulcritud del progreso inmobiliario https://arquine.com/bhendi-bazaar-bombay-inquietudes-sobre-el-valor-cultural-de-habitar-y-la-pulcritud-del-progreso-inmobiliario/ Fri, 07 Jun 2024 17:48:52 +0000 https://arquine.com/?p=90840 Acompáñenme, queridas y queridos lectores, al año 2013. Lugar Bombay, Maharastra, India. Ya en otras ocasiones he compartido con ustedes algunos relatos y reflexiones sobre los espacios experimentados en aquel viaje. Hoy toca volver, específicamente al sector dentro de esa enorme ciudad conocido como Bhendi Bazaar. Imagine usted una trama urbana cuyo grano es complejo, […]

El cargo Bhendi Bazaar, Bombay: Inquietudes sobre el valor cultural de habitar y la pulcritud del progreso inmobiliario apareció primero en Arquine.

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Acompáñenme, queridas y queridos lectores, al año 2013. Lugar Bombay, Maharastra, India. Ya en otras ocasiones he compartido con ustedes algunos relatos y reflexiones sobre los espacios experimentados en aquel viaje. Hoy toca volver, específicamente al sector dentro de esa enorme ciudad conocido como Bhendi Bazaar.

Imagine usted una trama urbana cuyo grano es complejo, compuesto de sobreposiciones de trazos que obedecen a urbanizaciones independientes, que se van ligando con avenidas vehiculares en las que se prioriza la idea original, el flujo de vehículos, pero donde la realidad de polarizaciones socioeconómicas invita más bien al uso masivo de motocicletas.

El barrio no niega su origen de asentamiento obrero, construido aún bajo el gobierno colonial británico, pero la evolución permanente de las ciudades y la dinámica de sus habitantes le fueron transformando en un mercado que daba servicio a los colonos y que, ahora, es parte de la vida cultural de la mayoría musulmana. Actualmente la zona se encuentra, hay que señalarlo, entre las recomendaciones turísticas de la ciudad. En esa trama de capas sobrepuestas, una mezquita rompe el grano urbano con su dimensión y estructura, las calles internas tienen otra vida, otra dinámica, donde el comercio y la apropiación de la vía como espacio de tránsito peatonal, confrontan la velocidad de los vehículos. La comunidad ha vertido en el templo una gran cantidad de recursos: aquí se mueve mucho dinero y la fe de la gente lo aboca al espacio donde se hermana con su energía cósmica.

La arquitectura del lugar presenta una estructura general que oscila entre los dos y los cinco niveles, basada en marcos rígidos de concreto que se terminan en una piel cuya expresión combina el orden funcionalista con acentos decorativos que nos refieren a la tradición indomusulmana y culmina con tejados a cuatro aguas. Como ustedes pueden observar, el clima de una ciudad en latitud tropical, cobijada por una gran bahía, no es amable con este sistema constructivo si no se le da un mantenimiento constante, cosa que los inquilinos no siempre tienen posibilidad de hacer, o no tienen la prioridad de hacerlo, porque rentan su vivienda y consideran que es responsabilidad del propietario.

Así, las imágenes que comparto nos presentan una polaridad extraordinariamente interesante, tanto en las dinámicas espaciales del habitar, como en las sociales derivadas de dichos espacios.

Todo el valor cultural antes narrado se enfrenta, desde 2014, a una posible transformación radical. Como parte de la actividad del foro Holcim, a los participantes se nos presentó, en una audiencia privada, el proyecto por parte de arquitectos e inmobiliarios, para la reconversión de la zona. Desde un punto de vista estratégico y financiero, la nueva configuración urbana en grandes torres, que duplican, triplican o cuadruplican la escala actual, incluye a los habitantes actuales, al menos en idea, y utilizan la densidad vertical que multiplica de manera exponencial los metros cuadrados rentables de la edificación para hacer un buen negocio de inversión.

Así dicho, no suena tan mal. Ahora nos presentan la maqueta del proyecto, que comparto en imágenes, así como los planos generales proyectados en una pantalla (de esto no capturé fotografías para intercambiar con ustedes). La maqueta, como pueden ver, nos plantea la utopía del downtown americano, perfectamente coherente en la cultura financiera-urbana de Estados Unidos: vertical y preponderante en el paisaje, con una traza vial regular y “limpia”, en el que la dinámica peatonal de las calles mercado, como existen en el barrio actual, deja espacio a unos cuantos autos que parecieran circular tranquilamente por la vía, sin saturación de tránsito.

La venta de este imaginario parece convencer a la comunidad, al menos así nos lo transmitieron los equipos profesionales que nos invitaron a la presentación, un tanto sorprendidos porque la mayoría de los asistentes del foro cuestionamos seriamente el idealismo del modelo, confrontado con la riqueza socioeconómica y sociocultural de la realidad. Enamorados (tanto profesionales como comunitarios) por los escenarios ultraelitistas que han ido proliferando en otros países del continente asiático, derivados del exceso de ingresos por venta de hidrocarburos y que han sido promovidos hasta el cansancio por los instrumentos mediáticos de la globalidad, la actitud crítica que el otro grupo de profesionales, aquellos que asistimos a un foro cuya temática principal es la búsqueda de alternativas sostenibles y sustentables, parece ridícula, exagerada, desproporcionada.

Ustedes, estimadas lectoras y lectores, tendrán su propia opinión con puntos a favor o en contra, basados en su propia experiencia de vida.

La mía indica que, de hacerse la propuesta (aún no parece, según revisito la zona por imágenes satelitales, haber iniciado), las nuevas estructuras sociales, urbanas y arquitectónicas irán desplazando sin remedio a la población que, por generaciones, ha construido una identidad local inapelable. Se encarecerán los servicios, se restringirán los comercios callejeros y la gentrificación provocará una migración hacia otros territorios.

El progreso entendido solo desde la perspectiva de la pulcritud financiera, habrá recolonizado la colonia. Por otra parte, la inacción acentuará el proceso lento y paciente con el que el clima patina las edificaciones, con el peligro de convertirlas en ruinas inservibles y riesgosas. ¿Cómo se puede entonces evolucionar? ¿Cuáles son las otras alternativas? ¿Cómo se puede potenciar la riquísima dinámica de intercambio social y mercantil que ha dado personalidad y patrimonio al barrio y, al mismo, tiempo volver a dignificar la arquitectura preexistente que da grano y escala a la trama urbana?

Si, el bello idealismo siempre se enfrenta a la realidad, no importa si este visualiza solo la parte sublime de la interacción social, o la perfección técnico estética de la novedad urbano-arquitectónica. Las sociedades y los espacios se transforman de manera constante. Bhendi Bazaar no inició como un barrio mercantil, evolucionó en él, y su proyección y transformación futura son una incógnita que depende de múltiples factores y posturas. Cada vez que tomamos una decisión, el universo nos presenta miles de alternativas nuevas, situación que siempre debe darnos esperanza, pero ¿seremos capaces un día de entender los impactos sistémicos cuando las decisiones se toman por esquemas prejuiciados, predefinidos, y que solo aportan soluciones superficiales al complejo y orgánico fenómeno del habitar?

Sigamos caminando, sigamos charlando, sigamos compartiendo.

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Espacios: La Ceguera. Unos lavaderos en Bombay https://arquine.com/la-ceguera-lavaderos-bombay/ Wed, 14 Oct 2020 01:34:57 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/la-ceguera-lavaderos-bombay/ Al viajar, en especial a destinos con esta polaridad generada por una absoluta inequidad en la repartición de la riqueza, nunca piensa uno en lo que implica tener, en un cómodo cuarto de hotel, las sábanas limpias.

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En su novela Ensayo sobre la Ceguera, Saramago nos enfrenta a una situación irreal, donde la pérdida del sentido que nos permite capturar en imágenes, constantemente en movimiento, parte del universo en que habitamos se vuelve el tema central. No es, en la imaginación del autor, la ceguera oscura de quienes, por cuestiones naturales o accidentales, han dejado de contar con dicho sentido. No, la que presenta Saramago es una ceguera blanca que, como epidemia incontrolable, termina apoderándose de la población completa de una ciudad.

Sin pretender contar la historia, esta novela, una de mis favoritas, siempre me ha hecho pensar en la cotidianeidad en la que construimos nuestras relaciones. El que más el que menos, necesita ir generando ciertos parámetros de percepción para sensibilizarse e integrarse al universo, y ciertos de ceguera, para poder sobrevivir las que, en no pocas ocasiones, son fractales de una realidad que, en la mayoría de los casos, no queremos que exista, pero muy en el fondo sabemos que es inevitable, especialmente si queremos conservar nuestra zona de confort.

Durante el Foro HOLCIM, realizado en la ciudad de Bombay en abril del 2013, una buena parte del evento implicaba visitas de campo cuyo sentido era, justamente, abrir entre los participantes pequeñas ventanas momentáneas a esas otras realidades que tendemos a ubicar en nuestro espacio de ceguera blanca. Desde luego no hay que irse a Bombay para encontrarlas. Basta con salir a la calle y avanzar, dependiendo de nuestro entorno, algunas decenas o centenas de metros para encontrarlas. Ahí están, pero no las vemos.

Pero siendo esta una publicación que pretende reflexionar sobre espacios, la escala del que hoy se presenta y su destino generó un particular efecto de sobrecogimiento. Y es que, al viajar, en especial a destinos que comparten con mi tierra esta polaridad generada por una absoluta inequidad en la repartición de la riqueza, nunca piensa uno en lo que implica tener, en un cómodo cuarto de hotel, las sábanas limpias.

Si, en Bombay y en tantos otros destinos con alta incidencia de turismo, y una economía emergente, un detalle tan aparentemente insignificante como el narrado, puede llegar a implicar una dinámica espacial inusitada, compleja y de una escala insospechada.

Ahí, en un punto específico de la ciudad, desde un puente vehicular, se abre un universo en movimiento continuo. Entrando, saliendo, tomando un respiro para después continuar la interminable labor de lavado. Siempre hay ropa por lavar, siempre por entregar.

El agua encuentra barreras momentáneas a su permanente búsqueda de fluir hacia el mar, en una red multidimensional de contenedores de concreto. Grandes, pequeños, medianos… uno tras otro, incontables, reciben el preciado líquido para que, unas manos forjadas a fuerza de tallar, comiencen la labor de restregar el textil sobre la pétrea superficie artificial, al son del sonido que producen jabón, agua, tela y personas.

El sol tropical hace su parte en el secado y, también, en la producción de sudor que el trabajo físico requiere de quien lo elabora.

¿Cuántos lugares como éste en esa inmensa ciudad? ¿En otras tantas, en tantos países?

La dinámica urbana y sus necesidades, trasciende siempre cualquier visión estática de planificación.

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Espacios: Gharapuri o la Isla Elefanta https://arquine.com/gharapuri-isla-elefanta/ Wed, 12 Aug 2020 16:53:24 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/gharapuri-isla-elefanta/ Gharapuri, es la entrada a Bombay, llamada por los portugueses La isla elefanta, por una escultura que ya no está ahí. Lo que encontramos es un sorprendente ejercicio de configuración espacial a partir de la fe y la paciencia.

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El puerto de Bombay es reconocido como “La puerta a la India”, y es que, desde el siglo XVI primero con los portugueses y más tarde con los ingleses, era efectivamente el punto de acceso de occidente al subcontinente indio. Hoy día, es una de las grandes metrópolis del ya país más habitado del mundo, donde convergen como es natural sobreposiciones de distintas idiosincrasias conviviendo, más o menos apaciblemente, curiosamente, en una latitud muy similar a la de nuestra Ciudad de México (19 grados latitud norte) pero del otro lado del mundo.

La “entrada” de la entrada al puerto, es un notable volumen de piedra basáltica en medio de la bahía, denominado por los locales y especialmente por los hindúes (que son quienes profesan el hinduismo solamente, aunque en México, de forma equivocada, utilizamos la palabra como gentilicio del país; el gentilicio correcto es indio) Gharapuri, cuyo significado es “Ciudad de Cuevas”. Al llegar los portugueses en el siglo XVI, renombraron a la isla “Elefanta”, debido a una gran escultura en piedra cuyo tema es este animal sagrado y pues al menos turísticamente, así se le reconoce a este espacio arqueológico patrimonio de la humanidad.

Pero ¿qué hay en Gharapuri? La escultura del elefante ya no, pues tras un colapso fue llevada a la ciudad para su resguardo. Lo que encontramos, es un sorprendente ejercicio de configuración espacial a partir de la fe y la paciencia.

No se tiene fecha exacta, pero se cree que los espacios fueron conformados entre el siglo 5º y el 8º de nuestra era y consisten en un conjunto de cuevas talladas en la piedra para albergar los templos. De 7 cuevas, 5 son de origen hinduista y 2 son budistas.

Es muy probable, según distintos textos, que los budistas hayan sido los primeros en intervenir los espacios, ya que la técnica de tallado de cuevas para generar sitios de meditación, fue primeramente concebida por los monjes seguidores de Gautama Siddhartha, y después utilizada no muy comúnmente por los hindúes. En Bombay, sin embargo, hay además del que relatamos, otro conjunto también imponente en Kanheri.

Si bien las dos cuevas talladas budistas se piensan son las más antiguas, la más elaborada y mejor conservada, es la destinada al dios Shiva y sus derivados, la cueva 1. Esta cueva se estructura a partir de una red hipóstila, donde cada columna es un monolito esculpido dentro de la misma gruta, y un conjunto de bajorrelieves que narran distintos episodios de la deidad mencionada. El tránsito en la cueva va de la luz a la penumbra, pero nunca a la oscuridad completa, ya que se rodea de patios también tallados en la roca, donde la iluminación desde distintas orientaciones cambia a lo largo del día.

De ahí el recorrido a los demás recintos resulta sumamente interesante, aunque no tan imponente ya que tienden a ser más pequeños y también, estar más deteriorados.

Casi siempre pensamos al hablar de Arquitectura, como lo construido, pero después de visitar este sitio, y conocer algunas otras cavernas modificadas para su habitación, me quedan muchas dudas. Para habitar, yo prefiero el término de configuración de espacios, que es mucho más amplio.

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