Resultados de búsqueda para la etiqueta [Bilbao ] | Arquine Revista internacional de arquitectura y diseño Wed, 19 Oct 2022 14:26:51 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Veinticinco años, en efecto (Guggenheim) https://arquine.com/veinte-anos-en-efecto-guggenheim/ Tue, 18 Oct 2022 06:07:35 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/veinte-anos-en-efecto-guggenheim/ El museo Guggenheim fue importante para la ciudad, ayudando a poner cara al proceso de restructuración a un nivel territorial de una ciudad que se reinventaba en su etapa posindustrial: dentro del territorio español. Esto se conoce como “efecto Guggenheim” pero ¿qué significó para la propia arquitectura?

El cargo Veinticinco años, en efecto (Guggenheim) apareció primero en Arquine.

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[Este texto y el cartón que lo acompaña se publicaron originalmente en el número 80 de la revista Arquine, Veinte años.]

 

Echar la vista atrás suele ser un ejercicio un tanto frustrante, cuando uno revisa lo escrito y tiene que enfrentarse cara a cara con la realidad que se repite más a menudo de lo que se quisiera aceptar. En este caso, no es ni siquiera necesaria la revisión. Sin embargo, a veces la realidad es terca y uno se ve obligado —totalmente contra su voluntad— a retomar temas ya tratados. A finales de marzo, Iker Gil, editor de la revista MAS Context, presentaba en Bilbao el último número de la publicación: un grueso tomo de más de cuatrocientas páginas dedicadas a la ciudad y su evolución hacia el siglo XXI. En él, los diferentes colaboradores trataron —tratamos— de ofrecer una visión más poliédrica de Bilbao, que trascendiera los acontecimientos y clichés gestados en torno a su renovación. Porque, si retrocedemos dos décadas a 1997, resulta difícil encontrar un acontecimiento de impacto mayor en la escena arquitectónica que la inauguración del Guggenheim Bilbao y, seguramente, de mayores y más duraderos efectos a nivel internacional. Habría que retrotraerse otros veinte años, a la inauguración del Centre Pompidou —entonces Beaubourg— en París, para dar con otro museo cuya presencia mediática se le acercara siquiera y, desde luego, su afección al estado general de las cosas quedaría a años luz, independientemente de su calidad como obra de arquitectura.

Hasta ese momento, el apellido Guggenheim, al margen del hundimiento del Titanic, se hallaba asociado en exclusiva al edificio que Solomon, hermano más afortunado del difunto Benjamin, había encargado a Frank Lloyd Wright y construido frente a Central Park (obviemos las sucursales del SoHo y Venecia para preservar el vigor retórico). Cuatro décadas después, otro Frank, Gehry —antes Goldberg— reemplazaba la pequeña joya de Wright en el imaginario colectivo con una obra igualmente caprichosa que, por una milagrosa sinergia, conseguiría ponerse a sí misma en el ojo de la crítica internacional, y a Bilbao en el mapa. Dos meses antes de la inauguración del museo, The New York Times Magazine dedicaba al edificio su portada, mientras en interiores, Herbert Muschamp afirmaba, en un artículo significativamente titulado “The Miracle in Bilbao”, que la ciudad se había convertido en un lugar de peregrinaje: “…los milagros ocurren… el nuevo museo Guggenheim… abre el 19 de octubre, pero la gente ha estado acudiendo en manada desde hace casi dos años, simplemente para ver cómo cobra forma el esqueleto metálico del edificio. ‘¿Has estado en Bilbao?’ En círculos arquitectónicos esta pregunta ha adquirido el estatus de santo y seña. (…), ¿Has visto el futuro?”

Ciertamente, observar el Guggenheim suponía contemplar el futuro cercano, en concreto el de los diez años siguientes, hasta la llegada de la crisis. De hecho, es cierto que el museo fue importante para la ciudad, ayudando a poner cara al proceso de restructuración a un nivel territorial de una ciudad que se reinventaba en su etapa posindustrial: dentro del territorio español. Esto se conoce como “efecto Guggenheim”, pero para el mercado internacional es el ‘“Bilbao effect”. En cualquier caso, para Bilbao, el Guggenheim fue únicamente la herramienta para hacer visible un éxito “de la noche a la mañana”… en el que se había trabajado durante más de veinte años.¹ Mucho más dramático sería el efecto exterior, como puso de manifiesto el simposio “Learning from the Guggenheim”, celebrado en el Nevada Museum of Art en Reno siete años después. En él, Joseba Zulaika o Beatriz Colomina, entre otros autores, hallaban, en Bilbao, Las Vegas del nuevo milenio y analizaban la herencia del museo en el status quo global, desde la euforia en el caso de algunos participantes hasta el escepticismo ante la idoneidad del colonialismo cultural de otros.

Más elocuente aún fue, el mismo año, un texto que se volvería recurrente, con el tiempo, el artículo “Nuevas políticas del espectáculo: ‘Bilbao’ (así, entre comillas) y la imaginación global”, en el que Joan Ockman, transmutada en una Susan Sontag finisecular, parecía definir la nueva imaginación del desastre² que el ‘efecto Guggenheim’ traería para la arquitectura de fines del XX y principios del XXI. En un ejemplo paradigmático de “tomar el rábano por las hojas”, responsables políticos, animados por el mamporreo —si se me permite— entre otros, de muchos compañeros, tratarían de reproducir el éxito de Bilbao construyendo su propio Guggenheim que, por pura metonimia mediática, había pasado a ser su equivalente. Y así, las revistas especializadas verían llenar sus páginas de un sinfín de museos, auditorios y variopintas instalaciones tan espectaculares como vacías, en sentido figurado y, en muchos casos, literal. Lo de menos era el uso supuesto, un uso coartada que servía de excusa para el real: ésta era una arquitectura para el turismo. Al fin y al cabo, si algo consiguió el edificio de Gehry fue transformar el turismo arquitectónico —antes una realidad reservada a arquitectos/ as y sus sufridas parejas— en un fenómeno de masas. No es sino inevitable, por ello, que la arquitectura surgida a tal efecto (me disculpo), se haya envuelto del folclorismo carnavalístico de Disneyworld.

Los últimos veinte años han presenciado una proliferación de supuestos clímax, condenados —y nosotros con ellos— a permanecer como monumentos eternos a una euforia por otra parte bastante efímera, pese a que amenace con volver. En sentido contrario, han sido testigos de la triste desaparición de apreciables hitos de otras épocas: como señalaba unos pocos números atrás, en estas dos décadas hemos perdido un edificio de Frank Lloyd Wright (y otro está en espera de demolición), un par de docenas de edificios brutalistas (con mención especial para los proyectos de Paul Rudolph), e incluso un Goldberg —esta vez de verdad— en Chicago. Así pues, mantengamos la esperanza.•


 

1. Para aquellos interesados, me remito al número 30-31 de MAS Context: Bilbao, descargable íntegramente en la página web de la revista.
2. Me refiero, claro está, al clásico “The Imagination of Disaster”, publicado por Sontag en Commentary Magazine en octubre de 1965 (pp. 42–48).

 

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Foster + Partners y Luis Maria Uriarte ganadores del concurso para renovar el Museo de Bellas Artes de Bilbao https://arquine.com/foster-bilbao/ Wed, 24 Jul 2019 09:00:47 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/foster-bilbao/ Foster y Uriarte plantean una galería flotante de 2.000 metros cuadrados que se posará sobre el actual Museo Bellas Artes de Bilbao. El proyecto contempla aumentar en 7.400 metros cuadrados el área para exposiciones, respetando cuidadosamente lo existente.

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El proyecto presentado por Norman Foster y Luis Maria Uriarte ha sido elegido como ganador del concurso internacional para la reforma y ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Foster y Uriarte plantean una galería flotante de 2.000 metros cuadrados que se posará sobre el actual Museo Bellas Artes de Bilbao. Tendrá más espacios expositivos, una mejor integración en la ciudad y un marcado sello medioambiental, según el fallo unánime del jurado presidido por su director, Miguel Zugaza.

Agravitas es la propuesta arquitectónica de Foster y Uriarte para el concurso. Tiene como hilo conductor la creación de un nuevo espacio de dimensiones generosas que se asentará sobre los tejados de los edificios construidos en 1945 y 1970. La nueva galería, con vistas al cielo, de planta diáfana y flexible, tendrá techos en alturas de entre cinco y ocho metros proporcionando luminosidad natural.

Debajo de esta edificación, que albergará en el futuro el programa de exposiciones temporales, se situará un atrio que conectará los dos edificios actuales  y será un punto de acogida de los visitantes.

“El atrio estará situado en la plaza Arriaga y estará bañado por la luz del óculo que atraviesa la nueva galería. Los edificios existentes quedarán rebajados a una sola cota para dotarles de una mayor accesibilidad y orientación”, ha señalado Zugaza, presidente del jurado.

El proyecto contempla aumentar en 7.400 metros cuadrados el área para exposiciones, respetando cuidadosamente lo existente, según el jurado, pero recuperando los valores históricos de la sede y proyectándose hacia el futuro con una imponente galería.

El proyecto de Foster-Uriarte introduce cambios en el enclave del museo que favorecerán su visibilidad. Se ampliará el parque Doña Casilda hasta la plaza de Euskadi, lo que exigirá reordenar el tráfico de la zona para crear un acceso más franco para los visitantes, además de vertebrar mejorar los recorridos verdes de la ciudad y su comunicación con el Museo Guggenheim.

El estudio ganador se llevará un premio de 30.000 euros por el proyecto, además de 1,5 millones en honorarios para la redacción del mismo.

Todos sus proyectos serán presentados al público el próximo 29 de julio con entrada libre. Al concurso se habían presentado un total de 57 aspirantes.


 

El 10 de abril de 2019 el jurado encargado del concurso ha hecho pública la selección entre los 57 aspirantes, los finalistas son : los ganadores del Premio Pritzker Norman Foster, Rafael Moneo, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa(SANAA), los madrileños Nieto Sobejano, Bjarke Ingels Group y el estudio noruego Snøhetta.

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Tatiana Bilbao, Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo y Alberto Kalach ganan concurso del Centro Cultural Álvaro Carrillo de Oaxaca https://arquine.com/concurso-oaxaca-rocha/ Thu, 11 Apr 2019 19:13:08 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/concurso-oaxaca-rocha/ El día de hoy se anunció que el consorcio conformado por Tatiana Bilbao, Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo y Alberto Kalach ha sido ganador del concurso para el diseño del Centro Cultural Álvaro Carrillo en Oaxaca.

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El día de hoy se anunció que el consorcio conformado por Tatiana Bilbao, Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo y Alberto Kalach ha sido ganador del concurso para el diseño del Centro Cultural Álvaro Carrillo en Oaxaca.

La Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (SECULTA) Adriana Aguilar Escobar acompañada por el Director del Centro Cultural de Oaxaca, Ignacio Toscano Jarquín, el Coordinador General de Vocería y Comunicación Social del Gobierno del estado y el artista plástico Guillermo Olguín anunciaron en una rueda de prensa el día de hoy el resultado del concurso para este nuevo edificio que pretende reforzar el atractivo turístico de la cultura Oaxaqueña.

 

 

Aguilar explicó que se ubicará en una superficie de 17 mil 108 metros cuadrados que hoy ocupa el teatro Álvaro Carrillo de la capital oaxaqueña, y que contará con un teatro para 800 personas, un centro de exposiciones y talleres de arte, dos salas de cine con 120 a 150 butacas, puntos de venta y una librería.

 

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Norman Foster, Rafael Moneo, Nieto Sobejano, Snøhetta, BIG y SANAA, finalistas para la reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao https://arquine.com/bilbao-2019-concurso/ Wed, 10 Apr 2019 23:15:07 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/bilbao-2019-concurso/ Se anunciaron los seis finalistas para el diseño de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

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Se anunciaron los seis finalistas para el diseño de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El jurado encargado ha hecho pública la selección entre los 57 aspirantes, los finalistas son : los ganadores del Premio Pritzker Norman Foster, Rafael Moneo, Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (SANAA), los madrileños Nieto Sobejano, Bjarke Ingels Group y el estudio noruego Snøhetta.

El Bellas Artes quiere aprovechar las ventajas de estar situado a apenas 250 metros del otro museo que ha propiciado la transformación urbanística de Bilbao, el Guggenheim. Al nuevo edificio auxiliar, situado fuera del actual emplazamiento, se trasladaría el depósito de obras de arte, el archivo, la biblioteca y un nuevo Centro de Estudios y de Documentación de Arte Vasco, denominado Arteder. La idea ganadora será proclamada entre el 22 y 29 de julio

Miguel Zugaza, a la derecha, este miércoles tras la presentación del nuevo plan estratégico del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

 

 

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Arquitectura habitada https://arquine.com/arquitectura_habitada/ Thu, 17 Jan 2013 22:45:57 +0000 https://des.dupla.mx/arquine/migrated/arquitectura_habitada/ Las obras de los artistas participantes invitan a reflexionar y cuestionar el espacio que habitamos. Como si el museo permitiera deslocalizar la arquitectura y al situarla radicalmente en otro contexto hacernos cómplices de ese pensamiento.

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Los museos miran hoy con nuevos ojos a lo doméstico y lo ordinario. Sólo hace falta observar como el MoMA de Nueva York adquirió recientemente la pieza “IKEA Disobedients” de Andrés Jaque o cómo Gabriel Orozco rastreaba sus excesos y desechos (Objetos imposibles). Mirar a la experiencia sobre el espacio que habitamos supone entender en realidad cómo todas aquellas facetas del quehacer diario pueden ser repensadas, reflexionadas y entendidas en su dimensión global. Más allá de lo aparentemente visible, en esos temas se mueve la exposición Arquitectura habitada que se exhibe hasta el 19 de mayo en el Guggenheim de Bilbao. La selección de piezas está fundamentada en las ideas de William Morris para quien la noción de arquitectura no solamente tiene relación con los edificios sino que se extiende a todo lo que está hecho por el hombre. En lo que repercute: ciudades, edificios, calles y mobiliario. Los cinco artistas que participan en la exposición se enfrentan a esta premisa desde óptimas particulares estableciendo una mirada múltiple sobre el espacio y la experiencia del habitar.

Liam Gillick reconstruye su instalación “¿Cómo te vas a comportar? Un gato de cocina habla” con la que representó a Alemania en la Bienal de Venecia de 2009, colocando en el interior del museo una cocina genérica con la que intentaba crear un lugar de descanso del que no dispone el pabellón alemán, abriendo un nuevo espacio para el debate y la reflexión que puede cuestionar las nociones de utilidad en la arquitectura. La artista Doris Salcedo crea muebles híbridos a partir de armarios y puertas que contienen historia de una violencia silenciada, al tiempo que rellena sus huecos con hormigón, creando piezas que funciona como testigos elevados a la categoría de arte de un pasado violento. Una reflexión que parece recoger también Mona Hatoum en su “Hogar” al situar tras una valla metálica y sobre una mesa una serie de objetos cotidianos a su vez se encuentran conectados a una toma de corriente que convierte las piezas en elementos potencialmente letales y luminosos construyendo un escenario inquietante alejado del confort que solemos asociar al espacio domestico. Por último, los trabajos de los artistas Pello Irazu y Cristina Iglesias construyen obras a medio camino entre la escultura y la arquitectura que incorporan el mismo espacio del museo como parte de su propuesta.

Las obras de los artistas participantes invitan a reflexionar y cuestionar el espacio que habitamos. Como si el museo permitiera deslocalizar la arquitectura y al situarla radicalmente en otro contexto, dentro de un cubo blanco que reduzca el ruido en torno a ella, hacernos cómplices de ese pensamiento. Al volver a nuestro espacio cotidiano, podremos ser capaces de verlo con nuevos ojos, desvelando relatos desconocidos en lo doméstico o simplemente construyendo otros nuevos.

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