El proyecto está situado en la azotea de una casona de principios del siglo XX, en el centro de la Ciudad de México, en donde se realizan eventos culturales y festivos. Para evitar que las lluvias ocasionales interrumpieran las actividades organizadas en los tres patios existentes, el propietario del inmueble nos pidió cerrarlos con una cubierta. En lugar de realizar tres intervenciones independientes, decidimos generar una sola propuesta: una cubierta ligera de más de 50 metros de longitud, que conecta los patios en línea recta y genera nuevos espacios techados entre los patios. Esta estructura ligera consta de 45 armaduras metálicas ligeras, separadas 1.2 metros entre sí, que reparten el peso uniformemente sobre la construcción existente y acentúan el ritmo y la perspectiva a lo largo de la cubierta. La sección triangular está diseñada de forma asimétrica para que uno de los lados pueda incorporar una circulación cubierta.

Los materiales sintéticos ligeros e industrializados, como el deck de PVC, las láminas de policarbonato o los barandales hechos a base de redes de nylon, buscan reducir el peso de la construcción y generar un contraste contundente con la materialidad del edificio histórico. Se utilizaron dos tipos diferentes de policarbonato (translúcido y transparente), para filtrar los rayos del sol, pero permitiendo ver el cielo desde los patios. Además, se integraron en lugares específicos, filtros de malla sobra de la industria agrícola para mitigar la incidencia solar. El ritmo geométrico de la estructura se complementa con otra serie de elementos como las jardineras que desbordan los patios y delimitan las nuevas terrazas, o las luminarias que resaltan la intervención en el paisaje nocturno de la ciudad.

Como alternativa a la demolición de edificios históricos – a menudo no catalogados – en Ciudad de México, este proyecto demuestra cómo se pueden reutilizar y adaptar estructuras valiosas de forma inteligente, cuando aún no se dispone de financiamientos para una restauración a gran escala. El proyecto explora la calidad estética del edificio existente “tal y como se encuentra” y optimiza esa experiencia al contrastarla con una intervención contemporánea.

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Ubicado en la calle de Lancaster, a pocos metros de Reforma dentro de la Colonia Juárez, en la Ciudad de México, L31 emerge como un edificio habitacional que busca aportar en el mercado una tipología de vivienda que se adapate a las necesidades de jóvenes contemporáneos.

A través de tres tipologías de departamentos, 78, 109 y 128 metros cuadrados, el programa arquitectónico se compone de 14 viviendas desarrolladas a lo largo de nueve niveles que suman un total de 1,100 metros cuadrados de construcción. El edificio se desarrolla en una torre conformada por marcos de acero y muros rígidos de concreto que generan mayor amplitud en los espacios interiores al evitar el uso de columnas intermedias.

Las circulaciones verticales, ubicadas al centro del predio, dividen cada planta en dos departamentos que integran la sala, la cocina y el comedor e incluyen un balcón de generosas dimensiones que aportan áreas privadas exteriores y vistas hacia la ciudad. Además, la azotea funge como un espacio de uso lúdico y común para los condóminos. El área de desplante del edificio corresponde a la zona lacustre de la ciudad.

Bajo esta condición, fue necesario utilizar un sistema de cimentación profunda de 12 pilas de concreto a 36 metros de profundidad, lo cual, acotó la resolución de la planta baja. De esta forma, el estacionamiento se resolvió a través del uso de eleva-autos para para lograr cubrir los requeriminetos necesarios del reglamento de construcción de la Ciudad de México. La fachada del edificio refleja dicha circunstancia a través de un acceso marcado por las dobles alturas interiores.

La elección de materiales para la construcción de L31 fue pensada de tal manera que el mantenimiento del edifico fuera lo más sencillo posible. De esta forma, la estructura de acero, los muros portantes de concreto y la losacero se mantuvieron aparentes en la mayoría de los espacios. Por otra parte, se usó block de concreto pigmentado en muros de colindancia, buscando generar concordancia visual con mínima manipulación de acabados. Finalmente, L31 forma parte de un conjunto de nuevas edificiaciones que buscan integrarse en un contexto con valor histórico y que además, apuestan por ofrecer un esquema distinto en vivienda dentro de la Ciudad de México.

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