El desarrollo del proyecto se basa así en dos ejes fundamentales: En primer lugar, mediante la rehabilitación y restauración como forma de reinterpretar el carácter del edificio, que se revela por la sucesión de espacios exteriores y plataformas que conducen a la entrada de la casa, por la sencillez de las fachadas compuestas por el ritmo de los vanos, por la comunicación continua entre los compartimentos del interior, por la presencia de grandes chimeneas, o incluso por la gran altura de los techos que destaca el proyecto.

En segundo lugar, a través de la construcción de un nuevo volumen que cierra el costado sureste del edificio donde se ubicaban los volúmenes y a la vez que permite una nueva distribución y organización del interior de la casa.

La intervención recupera técnicas y materiales constructivos tradicionales como: el barro, utilizado en cubierta y suelo; cal, aplicada en las paredes exteriores; mosaico hidráulico, para delimitar algunos de los espacios de carácter excepcional y transitorio; y también la madera, ya existente y recuperada en el suelo del gran salón -la estancia que menos intervención sufrió-.
Como elemento compositivo del nuevo volumen, se exploró el diseño del elemento poroso (tipo cobogó) utilizado en la fachada sureste del edificio para permitir una dinámica entre luces y sombras que da vida a los patios y espacios contiguos al interior.

El cargo Casa mãe apareció primero en Arquine.

Este proyecto se encuentra en Alentejo, a unos 10 km tierra adentro del Océano Atlántico. La zona cuenta con un paisaje rural montañoso y está cubierta de hermosos alcornoques viejos.

El clima es suave y seco. La intención principal aquí es crear un jardín aislado. Las paredes circundantes tienen una altura de hasta cinco metros y medio para proporcionar la sombra necesaria y toda la impresión creada es la de un desierto seco, pedregoso y polvoriento. Todo está construido con hormigón in situ, ligeramente rojizo.

El carácter del complejo se define principalmente por las paredes circundantes, que crean la impresión de pétalos que se cierran y abren hacia el cielo. La vivienda, en sí misma, es invisible y se desarrolla a través de un solo piso detrás de las paredes circundantes.

El salón se encuentra al final de un eje estricto que va de norte a sur, da a la piscina y ofrece una vista a través de la puerta sur en la pared del jardín a un paisaje plano y vacío. Un pasillo curvo permite a los habitantes retirarse a las sombras y a las habitaciones privadas introvertidas.

El cargo Villa Além de Valerio Olgiati apareció primero en Arquine.