Este edificio, que tiene un área de construcción de 1,400 m² en un lote estrecho de la colonia Condesa, parte del entendimiento de la estructura como elemento principal del proyecto. Con la misma vocación de otras obras del despacho, que buscan la expresión de los materiales en su estado más puro y honesto, la madera no sólo es la característica principal del edificio, sino que también se comporta como estructura y acabado.

Este acercamiento contemporáneo a los materiales naturales está en sintonía con la búsqueda de sustentabilidad y eficiencia en la construcción: gracias al uso de la madera —certificada y proveniente de una fábrica queretana— el peso del edificio fue considerablemente menor, un aspecto de suma relevancia en una ciudad que sufre cada vez más de problemas de hundimiento.

El ensamblaje de la madera no estuvo exento de dificultades: el poco frente del terreno y el tamaño de las vigas que componen su trama, de entre 12 y 15 metros, requirieron de maniobras complejas tanto de construcción como de logística. El resultado es un entramado flexible en sus elementos interiores que deja expuesto, de manera natural, su materialidad.

Fundada por Héctor Barroso, este despacho diseña proyectos que aprovechan los recursos naturales endémicos de locaciones en México la vegetación circundante, la composición del terreno, las dinámicas de la luz, o los propios desafíos que plantea el trazo urbano. De esa manera, desde sus inicios en 2010, han recibido el reconocimiento en bienales y premios internacionales de arquitectura en Europa y Asia.

El cargo Urdimbre de madera apareció primero en Arquine.