Airbnb, la plataforma de software dedicada a la oferta de alojamientos turísticos, debido a su carácter temporal, ofrece una oportunidad para reflexionar y explorar soluciones tipológicas arriesgadas e innovadoras, tanto en su organización espacial como en su definición material que se alejan de los modelos tradicionales de vivienda.
Bajo esta premisa se proyecta un espacio que consiste en una única habitación rectangular de 7.47 x 2.80 metros, volcado a un patio interior orientado al oeste, donde tienen lugar la gran mayoría de acciones domésticas; en ella se come, se duerme, se lee, se recibe a los invitados, se ve la televisión e incluso se trabaja. La disposición en uno de los extremos de la casa del almacenaje/cama facilita la reconfiguración y transformación del espacio doméstico en cada momento, dependiendo de la hora del día, de los días de la semana y del número de usuarios implicados.
A esta sala multifuncional se le suman dos piezas de servicio: el acceso, y la cocina y el cuarto de baño. Los colores de los tres espacios (azul, amarillo y gris), además de marcar el carácter espacial y definir el programa y uso de cada estancia son representaciones simbólicas históricas de la cueva en el caso de la entrada a la vivienda, del fuego en la estancia donde tiene lugar la producción de los alimentos, y de la pared de piedra en la gran sala.
Ambos mundos, el de las piezas de servicio y el de la habitación de usos múltiples, están unidos por un antiguo muro construido de vigas y pilares de madera y material de relleno que se recupera y rehabilita para hacer de mediador entre las tres piezas a la vez que permite reflexionar sobre las dualidades domésticas clásicas como público/privado, dentro/fuera o interior/exterior.
El cargo stoREDhome apareció primero en Arquine.
]]>En los últimos quince años en los que Andrés había ocupado una habitación en casa de su hermana, almacenó en el trastero del sótano todos aquellos objetos y muebles de que había ido adquiriendo en distintas casas de diseño. Un día llamó al arquitecto Gonzalo Pardo para tomar un café después de haber cerrado la compra de un ático de 78 m2 en la Calle Pelayo por 210,000 euros.
“Gonzalo, quiero vivir solo. Necesito mucha luz y oscuridad para dormir. Soy friolento. Odio el aire acondicionado. En casa trabajo los fines de semana y me reúno con gente pero nunca hago fiestas. Colecciono arte contemporáneo. Me gusta comer fuera de casa y leer en el sofá. Tardo en ducharme y me obsesiona el orden. Tengo 100,000 euros para rehabilitar y quiero celebrar la nochevieja en casa”.
¿Cómo se podría hacer la mejor vivienda para Andrés, que satisfaga sus deseos, en un ático que es relativamente pequeño, en el centro de Madrid, con un plazo de tiempo ajustado y un presupuesto limitado?
La casa era una atalaya de ventanas pequeñas, sin luz natural, compartimentada y volcada a un patio interior. La toma de decisiones fue clara: vaciar el espacio quitando falsos techos y tabiques, agujerear al este hacia el patio y el silencio; al oeste hacia la ciudad y la gente; la cubierta hacia el cielo azul y único de Madrid y atravesar el espacio por una línea magnética que irradia rojez y atrae a todos aquellos objetos susceptibles de ser perfectamente almacenados. En otras palabras, abandonar el vacío para que Andrés defina cada espacio al ocuparlo. La solución más sencilla suele ser la correcta.
El proyecto se resuelve desde el almacenaje con la decisión de construir un mueble rojo estándar, brillante y continuo que articulase toda la vivienda; un objeto de 14.50 metros de longitud, 0.60 metros de ancho y un volumen de 22.27 m3 hecho a partir de módulos de armarios de cocina que recorren la casa adaptándose a ella como un guante.
El treinta de diciembre de 2017 a las once de la mañana una furgoneta se dirigía a la calle Pelayo transportando los muebles, objetos y libros de Andrés. Mientras los operarios descargaban y subían la mercancía, Andrés colocaba cuidadosamente sus pertenencias dentro de la casa.
El cargo stoREDhome apareció primero en Arquine.
]]>Hedonismo y placer son posiblemente los dos conceptos más presentes en muchas de las decisiones que se toman para hacer la reforma de este ático situado en el centro de Madrid para una persona que lo habita sola.
Frente a una organización doméstica exclusivamente funcional, esta casa tiene en cuenta otras consideraciones reales y fabuladas, y se proyecta como un espacio difuso, libre de particiones, donde los límites entre las distintas estancias se desdibujan para que cualquier imprevisto pueda suceder.
Las sensaciones definen la función de cada ámbito: olor, tacto y vista son los materiales fundamentales de la construcción; pero también está hecha de los deseos de producir y consumir experiencias que están por venir, en soledad o en compañía: sentarse junto al fuego de la chimenea en invierno, bañarse en la piscina con las ventanas abiertas, leer en la terraza en medio de la vegetación o ver las estrellas en el tejado en una noche de verano.
El cuerpo es el protagonista de todos estos sueños que se desarrollan en un espacio híbrido mutable, a medio camino entre un loft y una matrioska.
Mientras que las acciones de cocinar, comer, dormir, relacionarse, trabajar o descansar tienen lugar en un ámbito libre definido por la forma y posición de los objetos con una cierta condición escenográfica, la limpieza y cuidado del cuerpo se llevan a cabo en un conjunto de habitaciones conectadas en el corazón de la casa.
El sistema de almacenaje, un mueble-cofre de madera que ocupa el centro, es el nexo de unión entre ambos mundos; un elemento de juego: esconde entre sus puertas un acceso secreto al baño, creando en la casa un lugar de sorpresa y misterio.
Los límites del espacio doméstico, una jardinera lineal de más de diez metros de longitud y dos terrazas orientadas al sur, son paisajes vegetales planteados como dispositivos artificiales que disuelven las fronteras entre lo público y lo privado, lo interior y lo exterior, la casa y la ciudad.
Todo esto es mi casa, la que necesito. Un hogar que, lejos de ser un espacio de representación y apariencia, por encima de todo busca la celebración de un lugar para la vida.
]]>